iPad Pro (2018), análisis: increíble como hardware, menos creíble por ahora como algo más que un tablet

En el evento de octubre de Apple, la gama más avanzada de los tablets de Apple quedó firmemente renovada con dos nuevos modelos del iPad Pro. En Xataka llevamos una semana probando y sacando todo el partido posible al modelo iPad Pro (2018) de 12,9 pulgadas, un portento a nivel de prestaciones hardware del que ya tenemos para vosotros el análisis completo en español.

iPad Pro (2018), ficha técnica

Con su renovación a nivel físico más importante desde su presentación, el iPad Pro (2018) vira en su diseño hacia una apariencia más cercana a los portátiles de Apple que a los dispositivos más "iOS". La regeneración de diseño trae muchas novedades y cambios.

Además, Apple ha aprovechado la renovación en el aspecto del iPad Pro para retomar su idea detrás del modelo de 12,9 pulgadas, que, siendo todavía enorme para el formato tablet, ahora es algo más manejable. Es justo el modelo que hemos probado en Xataka.

iPad Pro (2018), características técnicas
Dimensiones físicas 247,6 x 178,5 x 5,9 mm y 468 g (WiFi)
280,6 x 214,9 x 5,9 mm y 631 g (WiFi)
Pantalla 11 pulgadas / 12,9 pulgadas
Liquid Retina, True Tone, compatible con Apple Pencil
Resolución 2388 x 1668 píxeles (264 ppp)
Procesador Apple A12X Bionic
CPU octa-core
GPU hepta-core
Neural Engine
RAM 4 / 6 GB
Almacenamiento 64 / / 256 / 512 / 1024 GB
Sensores Face ID
Giroscopio 3D
Acelerómetro
Barómetro
Luz ambiente
Versión software iOS 12
Conectividad Bluetooth 5.0
Wi‑Fi (802.11a/​b/​g/​n/​ac) doble banda simultánea
Opción LTE de clase Gigabit (NanoSIM o eSIM), DC-HSDPA, HSPA+ con Nano-SIM
Conector USB-C
Cámaras Posterior de 12 MP f/1.8, frontal de 7 MP f/2.2
Audio Cuatro altavoces
Cinco micrófonos para llamadas y grabación de vídeo y audio
Batería 29,37 / 36,71 vatios/​hora
Precio Desde 879 euros

Entre las configuraciones básicas del iPad Pro (2018) encontramos la del modelo de 11 pulgadas con 64 GB de memoria interna, con un precio de partida de 879 euros. Sin accesorios y con una capacidad interna más que discutible, el modelo sensato en esa diagonal partiría de los 1049 euros de la versión con 256 GB de memoria interna más lápiz y teclado, lo que elevaría la cifra final de la factura a casi 1400 euros.

Los precios del iPad Pro van de ahí para arriba, disponiendo de modelos con capacidad interna de hasta 1 TB y que cuentan con memoria RAM de 6 GB. Sería el modelo más caro de los nuevos iPad Pro de Apple, los cuales claramente se alejan ya de la parte de consumo puro y duro en vistas a una conquista nada sencilla del sector profesional específico que quiere dar el cambio en su manera y entorno de trabajo.

Ahora (casi) sin marcos y con FaceID

A pesar de que el formato tablet no admite muchas revoluciones, Apple le da hado un lavado de cara al nuevo iPad Pro de la única manera posible: reduciendo dimensiones donde todavía había margen.

Lo que no ha cambiado es la construcción sólida y cuidada al más mínimo detalle. A destacar la apariencia "nueva" del tablet de Apple por obra y gracia de un marco metálico recto y sin biselar. Y le sienta muy bien.

En este primer punto del diseño solo una pega: la cámara sobresale más que en modelos de generaciones pasadas, por lo que en el caso de que lleves uno de los iPad Pro nuevos sin protección alguna, según el uso que le des podría bailar algo al colocarlo sobre una superficie plana.

La "eliminación" de marcos realizada por Apple en el iPad Pro no es total. No pienses en el iPad Pro de 2018 como un dispositivo con la pantalla pegada a los laterales. Sí que hay un considerable recorte de dimensiones de los marcos superior (sin notch por cierto) e inferior.

Un espectáculo potentísimo, pero vaya tamaño

En mano yo venía de manejar durante un año un iPad Pro de 10,5 pulgadas a diario. Tanto de forma profesional como en el ocio en casa, el tablet de Apple pasaba muchas horas en mi mano. Y resultaba la mar de cómodo: ligero, delgado y con buen agarre.

El iPad Pro de 12,9 pulgadas, pese a la reducción de dimensiones, es un equipo incómodo para sostener con una sola mano, tanto por volumen como por peso

En esta semana con el iPad Pro de 12,9 pulgadas he tenido que "cambiar el chip". Este modelo no tiene su sitio habitual en la mano más que de manera ocasional. Sus 633 gramos (hemos probado el modelo con LTE) no lo hacen nada cómodo sin estar apoyado, así que olvídate de usarlo como elemento de lectura o para navegación ocasional en el sofá usando una sola mano. Acaba fatigando.

Todo lo contrario ocurre con el modelo de 11 pulgadas, que nos da más diagonal con la misma buena experiencia como tablet del modelo de 10,5 pulgadas, reforzada encima por el nuevo diseño con marcos rectos.

FaceID independientemente de cómo agarres el iPad Pro

La pérdida de marcos para reducir dimensiones se ha llevado por delante el botón Home, elemento central en la interacción y que ahora, como pasó con el iPhone X, pasa a basarse en los gestos. Esa pérdida hace que, salvo si tienes el teclado o alguna funda colocada, el iPad Pro pierda referencia visual al cogerlo.

Esa perdida de referencia frontal realmente solo puede provocar algún problema cuando nos referimos a FaceID. El sistema de reconocimiento facial de Apple se estrena en las dos diagonales del iPad Pro para realizar identificación y compras seguras, y funciona independientemente de la orientación (vertical o apaisado) con que tengamos cogido el tablet.

Esa afirmación de Apple es real, y el sistema FaceID del iPad Pro es rápido y admite un uso no tan estricto en cuando a orientación como en el caso del iPhone.

En cuanto a cuando lo tenemos girado, en todas las posiciones el sistema FaceID nos reconoce, pero hay que tener cuidado para que, al cogerlo, no tapemos la cámara. En tal caso lógicamente el iPad no nos podrá identificar y nos lo advertirá con un mensaje, invitándonos a movamos el dedo o modifiquemos el agarre para que FaceID pueda funcionar.

Si sueles coger el tablet en forma apaisado muy a menudo, lo natural será que acabes tapando la cámara FaceID sin querer.

Un iPad con puerto USB-C

A nivel de diseño, el cambio más importante para el iPad Pro estaba en teoría en la llegada del puerto USB-C como único elemento de conexión física externa del tablet si obviamos el Smart Connector para el teclado. Adiós a la conexión Lightning, algo que quizás veamos ya también en el iPhone del año que viene.

El cable USB que Apple pone de serie en su tablet, incluso en la versión de más de 2000 euros, es un simple USB 2.0

Además de para una carga más estándar y rápida, el puerto USB-C del iPad sirve para conectar directamente el tablet a una pantalla externa, la cual puede ser hasta 5K (vía protocolo DisplayPort). Pero ahora mismo, poco más podemos hacer con un iPad Pro conectado a una pantalla externa, la cual se limita a realizar un duplicado de contenido en casi todas las situaciones. Apenas iMovie, de las que hemos probado, admite por ahora usar esa conexión como segunda pantalla completa.

USB-C y dos de los altavoces de las esquinas

También hay que olvidarse de usar ese puerto como elemento de entrada de archivos vía memoria externa. Es una funcionalidad que Apple todavía mantiene bajo estricto cerrojo. Al menos, en algunos casos, el puerto USB-C nos alivia el gasto en adaptadores para otro tipo de dispositivos como cámaras de fotos, por ejemplo.

Un extra interesante y que algunos usuarios querrán aprovechar es la posibilidad de usar el iPad Pro como batería externa de otros dispositivos que estén listos para ser recargados vía USB-C.

La potencia no es ningún problema para el iPad Pro

Buena parte del por qué de la situación de este iPad Pro en el sector profesional está en procesador. Aquí no ha habido concesiones y el iPad Pro estrena el SoC A12X Bionic bajo el proceso de fabricación de 7 nm, contando, además de con el procesador principal, con una GPU para el apartado gráfico y un NPU que trae al tablet el aprendizaje máquina más allá del ISP.

El Apple A12X Bionic incluye, entre otros, un chip con 8 núcleos para la CPU y solo uno menos, 7, para la GPU. Entre sus cifras en los benchmarks hay que citar los 551405 puntos en Antutu o los 468 fps en el GFXBench Metal (Offscreen 1080p).

Ver el gráfico //infogr.am/ipad-pro-2018-129-pulgadas-1hxj48w7ned54vg?live

Este desborde de alegría en rendimiento no tiene parangón en el mercado tablet ni de lejos. Pero es que el iPad Pro es todo un portento de cifras brutas incluso comparando con el mercado de los portátiles. Luego podrás o no aprovecharlo a nivel de aplicaciones, pero lo que no será un problema es el rendimiento.

Especialmente impactante es el caso del iPad Pro de 12,9 pulgadas con 1 TB de memoria interna. Es el modelo que hemos estado probando y en el que, según los benchmarks, contamos con 6 GB de memoria RAM que le proporcionan al usuario rendimiento en la actualidad y algo de tranquilidad de cara al futuro en un equipo que, por inversión, debe tener una vida útil más larga que en generaciones anteriores del tablet de Apple.

Lo del iPad Pro (2018) de 12,9 pulgadas, con 6 GB de RAM y el A12X Bionic es una barbaridad en rendimiento

Como es habitual entre generación de dispositivos Apple, los cambios internos no suelen afectar ni en positivo ni en negativo a la buena duración de batería de sus dispositivos. En el caso del iPad Pro de 12,9 pulgadas, aunque depende mucho del uso que le des al tablet, la autonomía presenta una ligera mejoría.

Si trabajas todo el tiempo con él, con Wifi activada y pantalla sobre el 50% de brillo, puedes alcanzar unas 6-7 horas de autonomía, que en mi caso es casi una hora más que con el modelo de 10,5 pulgadas con el que he comparado. En el caso de reproducción de contenidos y navegación más básica, las 10 horas se superan sin problemas.

Con el cargador de serie, el puerto USB-C ayuda a que la gran batería del iPad Pro (2018) de 12,9 pulgadas no tarde más de 3 horas en completarse

El desembarco del puerto USB-C al iPad Pro tiene un beneficio directo en forma de carga rápida. El cable que viene de serie, junto con el cargador de 19 W también incluido, completa la carga de la enorme batería del iPad Pro de 12,9 pulgadas en solo 3 horas. Para ser Apple es una cifra fantástica. El primer 25%, partiendo del tablet agotado, lo podemos conseguir en 35 minutos.

Pantalla y sonido: un disfrute continuo

Junto con su poderío a nivel de potencia, el apartado multimedia es el segundo pilar importante del iPad Pro. Pero no es algo que extrañe pues es así desde prácticamente el primer iPad.

La generación de 2018 ya hemos indicado que llega en dos diagonales: 11 y 12,9 pulgadas. Ambos paneles son IPS con densidad final de 264 ppp (Liquid Retina la llama Apple).

Cuentan con refresco de 120 Hz que se agradece tanto en el día a día con el sistema operativo como especialmente en tareas en la que el Pencil está involucrado. Esa frecuencia no es siempre la que está presente, pues es el sistema operativo el encargado de gestionarla (y reducirla) si, según él, no es necesaria tanta para la tarea que se está realizando es ese momento.

El iPad Pro (2018) vuelve a traer una pantalla de alta calidad a 120 Hz, contando con un brillo alto, gran contraste y excelente reproducción del color

En la pantalla, su laminado, su espacio de color DCI-P3, la tecnología True Tone ... en ese aspecto es donde la palabra Pro tiene todo el sentido en este iPad. Ahí ninguna pega sobre su calidad final se le puede poner.

La visibilidad en exteriores se mantiene a un buen nivel, con un brillo que sobrepasa los 600 nits y un buen contraste. También hay protección contra los reflejos, que en todo caso no desaparecen del todo.

Siendo el iPad un dispositivo que va a usarse con los dedos, la protección contra suciedad y huellas es clave. En este iPad Pro y tras una semana intensa de uso, no me parece que sea un tablet con una pantalla demasiado amiga de las huellas y la suciedad, pero lógicamente ahí están presentes y requieren de un "mínimo" mantenimiento de limpieza.

Como ya pasó con la generación anterior, la pantalla de grandísima calidad viene reforzada en su apartado multimedia por medio de un sistema de cuatro altavoces colocados en las esquinas y cada uno de los cuales cuenta con un refuerzo de graves separado pero que actúa en todos ellos.

Lo que Apple hace especial es valerse de los sensores del tablet para que, dependiendo de cómo lo tengamos colocado, reproducir los tonos agudos y medios solo en los altavoces superiores. El resultado es un dispositivo plenamente válido para usar como reproductor multimedia personal o de pareja con los mejores resultados.

Sin puerto de auriculares

En algún que otro viaje en AVE con el iPad Pro de la generación anterior, he de confesar que el puerto de 3,5 mm me ha salvado de más de una y dos y tres y ... "n" situaciones en que me quedaba "tirado" al haber olvidado el adaptador de auriculares para el smartphone que estuviera usando en aquel momento. Ya casi todos prescinden del puerto de 3.5 mm.

Ese puerto clásico del iPad Pro me permitía conectar los de cable sin mayor trauma y seguir a lo mío en el tren. Esa situación aliviadora ya no podría repetirse con el nuevo iPad Pro.

Apple ha aprovechado el cambio de diseño para retirarle el puerto de auriculares de 3,5 mm, así que ahora hay que recurrir a equipos sin cables, usar un adaptador (no incluido con el iPad Pro) o valerse de auriculares con cable pero vía puerto USB-C. Y eso anula cualquier otro uso de ese único puerto multidisciplinar mientras quieras escuchar de esa manera música. Para usuarios que quieran sacar el máximo partido a ese puerto en el iPad Pro se hará necesario el uso de un dongle que multiplique ese único puerto USB-C que, ya en la parte inferior del iPad Pro, queda demasiado solitario sin un acompañante idéntico.

iOS 12 "interruptus"

Mantener iOS más o menos parejo para teléfonos y tablets no le ha ido nada mal a Apple. Apoyado en un ecosistema más completo y cuidado por parte de los desarrolladores, el iPad como tablet ha ganado la tracción necesaria como para dominar el mercado de los tablets de gama media y alta.

Actualmente el iPad Pro solo significa para el ecosistema tablet potencia descomunal. No hay diferenciación del lado que también importa, el software

Pero con el iPad Pro no basta. Más precio y una comparación ya directa por parte de Apple con un equipo portátil requiere de un paso al frente que está por llegar todavía. Lo ha hecho sin duda alguna en la parte hardware, de una manera que pone en evidencia incluso a portátiles de corte profesional sin problema. Pero falta algo más.

Ese salto distintivo necesario en la capa de software parece que pretende Apple que llegue casi exclusivamente por parte de terceros habida cuenta de las escasísimas novedades que aplican al nuevo iPad Pro la propia compañía.

Todo en la parte de software está en fase de espera. De ver qué ocurre. Por ejemplo Photoshop, Autocad, Pixelmator y algún que otro desarrollador preparan ya versiones completas de software creativo para convertir al iPad en un equipo productivo donde ya sabemos que no será problema la potencia.

Pero más allá de esos contados casos, ni manejo del sistema ni posibilidades hacen de este iPad Pro de 12,9 pulgadas una elección lógica (ahora mismo) por encima del iPad Pro de 10,5 pulgadas (salvando las distancias a nivel de potencia o FaceID).

Sí, con más diagonal la pantalla dividida es muy útil, pero no hay mucho más ahora mismo. Y es un producto actual y real por el que hay que pagar. Y bastante.

Teclado y Pencil renovados: una de cal y otra de arena

Hasta la llegada del llamado iPad de educación, una diferenciación entre gamas de iPad estaba en la posibilidad o no de usar el Pencil. Igualado ese aspecto, ahora la gama Pro ya no resulta tan exclusiva por el uso de accesorios. Sin embargo, el iPad Pro sigue siendo un dispositivo que cuesta entender sin un teclado y el lápiz a su lado.

Con el iPad Pro de 2018 llegan renovaciones de los dos accesorios. Empezamos por el primero y para mi más imprescindible para sacar partido del tablet más completo de Apple.

El teclado que Apple llama Smart Keyboard Folio es ahora una funda completa, no como en la generación anterior. Con la disposición del conector en la parte trasera del iPad Pro, el teclado ahora protege también la parte trasera del tablet, a la que se adhiere por medio de imanes. El tacto es de alta calidad y deja al aire todos los bordes del tablet.

La otra parte del Smart Keyboard Folio es el teclado en sí. Aquí no hay novedades y el tacto al escribir es el mismo. Si la anterior generación te convencía, aquí las sensaciones con las mismas. En mi caso es un teclado con el que me siento muy cómodo, que admite escribir rápido y con precisión, y todo ello sin que canse.

Ahora hay dos posibles inclinaciones para la pantalla: una pensada para poder ser usado el teclado sobre las rodillas y otra más clásica para su uso sobre la mesa. El caso es que el sistema de imanes es tan potente que hay que hacer fuerza para cambiar entre una y otra.

Para ser un accesorio de más de 200 euros, hay todavía funcionalidades que no entendemos que no tengas el teclado del iPad Pro, por ejemplo, retroiluminación

En el caso de la funda del modelo de 12,9 pulgadas también nos hubiera gustado que estuviera prevista una configuración de la misma como soporte para tener el tablet en modo reproducción, algo que sí que podíamos hacer con el modelo de la generación anterior, que con el cambio de dimensiones y sistema de anclaje, lógicamente ya no te vale en caso de que renueves iPad Pro y vengas con un teclado bajo el brazo.

Ahora hay dos posiciones/inclinaciones posibles, pero sobre las rodillas, el modelo de 12,9 pulgadas sigue siendo inestable

Respecto al uso del teclado+iPad Pro sobre las rodillas, no acaba de convencerme. Es más estable que en la generación anterior pero sigue sin la robustez necesaria para realizar ese ejercicio de tecleo continuado con comodidad, pues el tablet, por su peso, tiende a balancearse, incluso temiendo en algunos casos un vuelco que acabe con el tablet en el suelo. Aunque no lo hemos podido probar, esta situación no debería ser problemática en el caso del modelo de 11 pulgadas.

Pese a todo ello, el teclado oficial de Apple sigue con importantes mejoras pendientes que no entendemos que no estén ya implementadas en un accesorio que en el caso del modelo de 12,9 pulgadas, tiene un precio por encima de los 200 euros.

Echamos de menos algo tan básico como que las teclas sean retroiluminadas, que haya accesos directos o que al colocarlo en modo tablet las teclas no queden al aire y tocándolas con las manos (aunque no se activan en ningún caso). También un touchpad que al menos compense algo que no haya soporte para ratón en el iPad Pro, algo que para algunos usuarios es fundamental en su flujo de trabajo diario.

Tenemos segunda generación de Apple Pencil

El segundo accesorio ligado al iPad Pro desde su nacimiento, el Pencil de Apple, también se ha renovado para esta generación. Era otro periférico que necesitaba una revisión urgente y, al contrario que con el teclado, en este caso los deberes sí que se han hecho bien.

Para empezar tenemos un rediseño que era imperioso. Aunque al cogerlo en mano nos transmite la sensación de mayor peso que el de la generación anterior, es solo un espejismo por culpa de un diseño más corto. Ahora tiene una longitud más lógica, idéntica a la de un lápiz clásico.

El tacto, un poco menos liso, hace que su manejo sea más agradable. A nivel técnico no hay más novedades que la zona táctil colocada para que por medio de dos toques, podamos realizar una acción que depende de cada aplicación. La podemos configurar según cada desarrollador, y en el caso de los programas de dibujo y retoque de Apple, viene de serie asociada al cambio entre dibujo y goma de borrar.

Parece mentira como un cambio tan simple hace que el flujo de trabajo con el lápiz de Apple en el iPad Pro avance tanto. Por cierto, incluso con el iPad Pro bloqueado, tocar con el lápiz la pantalla lanza automáticamente la aplicación de notas.

Pero la principal y más importante novedad llega del lado del sistema de carga. El "esperpéntico" modo en que el primer Pencil se recargaba (y sincronizaba), conectándolo al puerto Lighting, deja paso a la sensatez y buen diseño: ahora basta colocarlo pegado a un lateral del iPad Pro para que se produzca la carga inalámbrica.

Justo al hacerlo obtenemos una indicación del nivel de carga del lápiz, que con este modo de recarga siempre estará listo para ser usado. El sistema de imanes que lo adhieren al lateral es fuerte pero la seguridad que da es relativa. Al aire irá bien sujeto pero dentro de mochilas o fundas suele soltarse por lo que hubiera tenido sentido que la funda contara con algún tipo de lugar específico y no exclusivamente imantado para su colocación.

Las cámaras del iPad Pro de 12,9 pulgadas

Como ya hemos contado, en la trasera del iPad Pro encontramos la protuberancia de la cámara principal del tablet de Apple. No es para nada un elemento clave ni por el que se compre un tablet pero Apple ha ido mejorando este apartado hasta conseguir que, sin llegar al nivel de los smartphones de gama alta, la cámara sea válida para conseguir imágenes y vídeos de buena calidad para quien realmente los necesite.

La cámara principal cuenta con un sensor de 12 MP (f1.8), con modo Smart HDR para conseguir mejores imágenes en entornos con mucho contraste. Si con el iPad de 11 pulgadas ya resulta extraño y algo incómodo realizar fotografías, imaginad con el modelo de 12,9 pulgadas. Pero se pueden hacer y no quedaremos defraudados con los resultados, aunque hemos echado de menos el modo retrato.

En el caso del vídeo, que puede ser hasta 4K, tiene algo más de sentido pero es igualmente incómodo de realizar.

La segunda cámara, la destinada para selfies, ofrece 7 MP de resolución (f2.2) y en este caso sí que podemos recurrir al modo retrato, consiguiendo ver en tiempo real los efectos diferentes de luz que ya conocemos del iPhone.

iPad Pro (2018), la opinión y nota de Xataka

El poderío de Apple, todo lo que mejor hace hoy en día, está recreado en este iPad Pro. Potencia, acabado, diseño y calidad de pantalla forman un conjunto del más alto nivel en el iPad Pro.

Pero este nuevo tablet de corte profesional de Apple parece haber tomado una carretera general para circular por el mercado en vez de una flamante autopista recta y sin tráfico. La tiene todavía en construcción, seguramente se llame iOS 13, pero, ¿qué hacemos mientras tanto con nuestro flamante nuevo deportivo?

9

Diseño 9
Pantalla 9,75
Rendimiento 9,75
Software 8
Autonomía 9

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

VER 105 Comentarios

Portada de Xataka