El Popcorn Hour es un reproductor que tuvo muy buena acogida entre nuestros lectores, especialmente por su capacidad de reproducir contenido en alta resolución y la posibilidad de utilizarlo como cliente de BitTorrent.
Basado en la misma plataforma, hemos tenido la oportunidad de probar el Kaiboer K200, que ofrece las mismas capacidades con un diseño externo un poco distinto, pero que no se aleja en casi nada del otro reproductor. Y esta es su gran ventaja, pues poco se le podía reprochar, igual que en este modelo.
La función primordial del Kaiboer K200 es la de reproductor multimedia. No busquemos, por tanto, sintonizador de TDT o cosas similares, aunque si acceso a la red y reproducción de contenido desde ella, tanto en local como en Internet. Pero no adelantemos acontecimientos.
Empecemos viendo sus especificaciones. El Kaiboer K200 viene sin disco duro, aunque existe la opción de adquirirlo opcionalmente. Es con este donde consigue su mayor funcionalidad, pues al instalarlo se activan aplicaciones como el cliente de Bittorrent.
Si preferimos no incluirlo, podemos conectarle discos externos a través de los dos puertos USB 2.0 que incluye o bien conectarlo a la red a través del puerto Ethernet. Si le instalamos un disco, dispone otro puerto USB con el que conectarlo al ordenador y copiarle contenido.
El Kaiboer K200 acepta discos en formato SATA y lo hace de una forma muy cómoda. Para instalarlo no necesitaremos abrirlo, utilizar destornillador, ni siquiera tornillos. Una puertecilla en su lateral nos permite extraerlo e insertarlo sin ningún problema.
Pocos formatos podemos encontrar que no sean compatibles con este reproductor, desde los más típicos, como DivX, XviD o AVI hasta el ya muy conocido MKV, con el que se encuentran comprimidas muchas películas en alta resolución. Nosotros no hemos conseguido encontrar ningún fichero que no reprodujera, por lo que será difícil tener problemas en este aspecto.
La calidad del resultado dependerá de la fuente, pero si esta es buena la visualización es exquisita. La verdad es que resulta una gozada ver películas en alta resolución (y eso que lo hemos probado en un televisor 720p y no en uno con 1080p), así como el sonido.
La interfaz de gestión es muy simple, nos ofrece una serie de accesos a vídeo, música, fotos,... que básicamente filtran la lista de ficheros por los formatos soportados. Aquí encontramos una pega, puesto que la navegación por las carpetas puede ser bastante lenta si tenemos muchos ficheros en ellas. El retraso al pasar de una pantalla a otra en la lista de ficheros puede resultar algo molesto. Además, no tenemos información sobre el fichero actual (duración, tamaño,...) teniendo que empezar a reproducirla para verlo.
Eso sí, una vez empezamos a reproducir todo va miel sobre hojuelas. El tiempo de espera es despreciable, la pantalla de información nos ofrece una buena cantidad de datos sobre el fichero (formato, duración,...) y no hemos tenido problemas de sincronización o de retardos con ningún fichero.
Como comentábamos, el Kaiboer K200 también puede acceder a contenido en red. Aquí hemos encontrado otra de las pegas, pues no dispone de soporte de Wi-Fi integrado. Como mucha gente, en el salón no disponíamos de conexión Ethernet por lo que hemos tenido que llevarlo cerca del router para poder comprobar las opciones online.
Afortunadamente, si queremos utilizar Wi-Fi, existe la opción de añadirle una tarjeta externa a través de uno de los puerto USB del reproductor. No hemos probado esta opción, así que no podemos juzgar su comportamiento a la hora de reproducir vídeo en alta resolución en streaming.
Los servicios online no están tan bien resueltos como el apartado de reproducción, siendo un poco lentos en el acceso, pero eso sí, tenemos bastantes disponibles y todos ellos funcionan perfectamente: Flickr, Youtube, Last.Fm,... Probablemente no es el apartado que más vayamos a usar, pero se agradece el que lo incluya.
Otro apartado interesante del servicio online es el cliente de Bittorrent. Podemos acceder a él desde nuestro ordenador, a través del navegador web, y gestionarlo completamente desde allí (igual que casi todas las opciones del reproductor). Tiene la ventaja de que no necesitamos tener el ordenador encendido todo el día para realizar descargas y que el contenido ya aparece directamente en el reproductor, sin necesidad de copiarlo posteriormente. Simple pero completamente funcional.
Se nos olvidaba comentarlo, la salida del Kaiboer K200 la hemos hecho a través de su puerto HDMI, pero también ofrece salidas por componentes, así como una salida óptica SPDIF. Este reproductor incluye un decodificador DTS, por lo que teóricamente no necesitaremos un sistema externo para poder oír películas con el audio en este formato. No hemos podido comprobarlo, pero debería ser totalmente funcional.
Lo mejor y lo peor del Kaiboer K200
Lo mejor
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Instalación muy sencilla
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Muy buena calidad de imagen
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Compatibilidad con cualquier formato
Lo peor
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Tener que adquirir el módulo Wi-Fi aparte
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Navegación algo incómoda en caso de tener muchos ficheros
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No dispone de un LED para indicar si está encendido o apagado
La opinión de Xataka
Si queremos un reproductor multimedia que soporte cualquier formato, con opciones de expansión sencillas y que ofrezca conectividad a la red, pocas alternativas mejores al Kaiboer K200 (o a otros basados en la misma plataforma que el Popcorn Hour) vamos a encontrar.
Como único punto en contra, si lo adquirimos con un disco duro un poco grande y con el módulo Wi-Fi el precio se nos puede disparar ligeramente. El reproductor cuesta 267 euros, a lo que le podemos usar 100 euros de un disco de 1 TB, 30 euros de la tarjeta Wi-Fi y 30 euros más de instalación (todo esto comprándolo en el mismo sitio).
Agradecer a HDMulti que nos haya prestado el equipo para las pruebas.
Más información | HDMulti.
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