El Lenovo X300 que hemos estado probando durante unas semanas en Xataka es el claro ejemplo de que peso, potencia y tamaño no tienen por qué estar reñidos con términos como conectividad, comodidad o rendimiento. Sí lo está sin embargo con economía, pues contar con el portátil Lenovo X300 que hemos probado nos costaría cerca de 3.000 euros, un precio al alcance de pocos usuarios.
De diseño clásico y básico, teclado cómodo y disco SSD, este portátil Lenovo es el portátil que más allá de las modas y apariencias, todo el mundo querría tener a su lado para trabajar y llevar de un lado a otro. Y digo querría porque el precio es casi el único pero que ponerle. Si obviamos claro las preferencias de cada uno con el sistema operativo, que en este caso es Windows Vista.
Especificaciones
El Lenovo X300 que hemos utilizado para la prueba es un equipo con pantalla de 13.3 pulgadas con resolución de 1440x900 píxeles y tecnología LED. La sensación al trabajar con él es la de tener delante un portátil con una pantalla mucho más grande, debido al poco grosor del equipo y al marco tan reducido alrededor de la pantalla.
Como motor de este Lenovo X300 debemos citar el procesador Core 2 Duo SL7100 a 1.2 GHz y bus a 800 MHz, con 2 GB de RAM, gráfica integrada y disco SSD SATA de 64 GB, que es lo que realmente eleva el precio de este equipo tanto. Sin embargo, desde Lenovo no han querido sacrificar el peso de 1.33 kg y grosor de 18 mm, y han obviado una versión con un disco duro tradicional. Con 64 Gb debemos tener cuidado a la hora de ir instalando programas o de gestionar una gran biblioteca multimedia en el ordenador.
El sistema operativo era Windows Vista, pero el sistema promete ser compatible con Windows XP, una opción muy interesante a instalar en este equipo.
Diseño y Conexiones
Si bien este equipo Lenovo X300 ha sido y es comparado ante todo con el Macbook Air, las diferencias son notables en varios aspectos. El precio más elevado del X300, el diseño más espectacular del Air de Apple y la mayor oferta de conectividad del Lenovo, son sus principales diferencias, además del sistema operativo, pero en eso no vamos a entrar.
Aunque a primera vista el diseño de este Lenovo X300 es muy clásico, el fabricante chino lo ha hecho a conciencia, sabiendo quiénes son sus clientes potenciales. Y para ellos se le ha dado una apariencia sobria, robusta y poco llamativa, manteniendo la esencia de los portátiles de trabajo para ejecutivos. Los materiales usados, magnesio y fibra de carbono, le dan al conjunto durabilidad y poco peso.
No nos ha gustado el sistema de cierre de la pantalla, con doble pestaña que no limita un poco a la hora de abrir la pantalla con una sola mano.
En cuanto a las conexiones, el grosor reducido no ha perjudicado ni eliminado las mínimas necesarias en la actualidad: puerto Ethernet, Wifi 802.11 a/b/g/n, blueotooth 2.0, salida VGA, micrófono y auriculares, unidad grabadora de DVD (que no es de tipo slot) y tres puertos USB, convenientemente repartidos, uno en la parte de atrás y dos más en el lateral izquierdo, juntos pero con suficiente separación para conectar sin problemas los múltiples cacharros que tenemos rondando alrededor de los portátiles, y que últimamente algunos fabricantes obvian, dejando los dos puertos USB muy juntos y sin posibilidad de usarlos a la vez en muchas ocasiones. Con el precio alto del portátil, la conexión Kensington tampoco falta.
Lo que si le falta a este portátil, pese al mercado al que va destinado, es un lector de tarjetas de memoria, así como una ranura de expansión ExpressCard.
En temas de sonido, los altavoces integrados, para ser un portátil con un grosor tan reducido, dan un resultado muy aceptable. Y casi se nos olvidaba, el Lenovo X300 viene también con una webcam integrada de 1.3 megapíxeles, suficiente para las videoconferencias.
Como curiosidad decir que lleva un diminuto LED blanco en la parte superior de la pantalla para poder iluminar levemente la el teclado en la oscuridad. Anecdótico.
Rendimiento y batería
Dos de los puntos más importantes y a la vez básicos de este tipo de portátiles era la autonomía de la batería, y el rendimiento de un portátil con un procesador que no el más potente, y que viene acompañado de un disco SSD.
Empezamos con el rendimiento general del sistema, que es más que aceptable para la misión que tiene este portátil: trabajo básico de ofimática, del día a día, y navegación web. No tratemos de exprimirlo para editar vídeo ni imágenes. No ha sido creado para ello. La tarjeta gráfica y el procesador no nos acompañarían.
Si tuviéramos que medir su rendimiento con otros equipos de similares especificaciones y propósitos, estaría a la par, quizás un poco por debajo, del rendimiento del Macbook Air de Apple, y por encima del Toshiba R500, otro de los ultraportátiles con los que se compara.
La autonomía de la batería la podemos calificar como normal. En reproducción de DVD con la pantalla al máximo brillo y altavoces conectados (que ya hemos dicho que se oyen muy bien), nos ha dado unos resultados de casi 3 horas, mientras que con el procesador trabajando al máximo nunca hemos llegado más allá de las dos horas y cuarto de autonomía. Poco para un equipo que presume de poder llevarlo a todos lados. Para ello, viene con batería de seis celdas, el doble que la de serie, que le añade un poco de grosor y peso, nada que no se pueda soportar, y que ya nos deja poder trabajar durante más de 4 horas.
Mucho más nos ha gustado la idea de la batería extra, superdelgada y de poco peso, que podemos añadir en el lugar de la unidad de DVD y que podemos extraer y colocar nosotros mismos.
El portátil, ayudado por el disco SSD, no se calienta apenas y trabaja en absoluto silencio. El disco duro no hace, literalmente, ningún tipo de ruido.
Pantalla, teclado y touchpad
Como hemos dicho la pantalla de 13.3 pulgadas goza de excelente resolución de 1440x900 y tecnología de tipo LED. El brillo, de 300 cd/m2 es también más que suficiente y fácilmente regulable.
El teclado, completo, es el clásico de los Lenovo, por lo que sus antiguos usuarios no notarán diferencias. A nosotros nos ha gustado mucho y es muy cómodo, con la teclas de gran tamaño.
Muy bueno es el touchpad, de dimensiones xageradas y zonas laterales para hacer scroll, muy útil. No nos gusta sin embargo que el lector de huellas digitales se encuentre tan cerca del touchpad.
Conclusión
Hablar de un portátil como este Lenovo X300 cuando no hemos tenido que pagar los casi 3.000 euros que vale es complejo. Sin embargo, nos ha gustado mucho por la combinación de rendimiento (disco SSD), tamaño, pantalla de tipo LED y peso, además de una serie de extras como el GPS o el módulo 3G, que lo pueden completar hasta límites insospechados.
El tamaño y peso reducidos no ha supuesto en este Lenovo X300 la ausencia de conectividad hoy en día básica. Sin embargo, la autonomía de la batería normal debería ser mayor. Las opciones extra son muy bienvenidas en este sentido.
Si crees que le sacarás partido a la ligereza y tamaño de este portátil, es una buena opción, eso sí, con pegas como el diseño, que nos hubiera gustado que fuera menos clásico, o el espacio en disco, que con Windows Vista instalado, nos deja unos absurdos 40 GB libres.
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En Xataka | Lenovo X300, desempaquetado.
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