LG no dudó un momento en presentar al finales del año pasado su primer smartphone con pantalla curva. El LG G Flex lo apostaba todo a un panel POLED de 6 pulgadas que es todo un adelanto de lo que probablemente veamos más a menudo en el futuro. ¿Ha merecido la pena esta aventura? ¿Es algo más que un experimento comercial?
Si tienes dudas sobre el LG G Flex y su pantalla curva (y ligeramente flexible), mejor sigue leyendo nuestro análisis para enterarte de todo.
Características técnicas del LG G Flex
Antes de meternos en faena, toca repasar las principales características técnicas de este LG G Flex. Por que no todo es una pantalla curva:
LG G Flex, especificaciones | |
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Dimensiones físicas | 160.5 x 81.6 x 7.9/8.7 milímetros, 177 gramos |
Pantalla | POLED (Plastic OLED) de 6 pulgadas |
Resolución | 1280x720 píxeles (245 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 800, quad-core a 2.2 GHz |
Procesador gráfico | Adreno 330 |
RAM | 2 GB |
Memoria | 32 GB, sin microSD |
Versión software | Android 4.2.2 (Jelly Bean) |
Conectividad | LTE, NFC |
Puertos de expansión | MicroUSB |
Cámaras | 13 megapíxeles, Flash LED (Secundaria de 2.1 MP) |
Batería | 3500 mAh (no extraíble) |
Precio | El precio oficial es de 799 euros. |
LG G Flex, análisis en vídeo
Arrancamos nuestro repaso al LG G Flex con un detallado análisis en vídeo:
Diseño
El LG G Flex se lo debe todo a su diseño. Como vas a poder leer a lo largo de este análisis, es su verdadera razón de ser. No todos los días se ve un terminal con pantalla curvada, que en este caso es además ligeramente flexible más que para que juguemos con esa posibilidad, algo nada recomendable, para permitir que en caso de que nos sentemos sobre el terminal, la pantalla no pase a mejor vida. Hemos comprobado varias veces, con el corazón en un puño, que efectivamente esta pantalla resiste una flexión completa hasta quedar plano ... y seguir funcionando.
Este terminal con pantalla de seis pulgadas no se puede negar que sea enorme. Son más de 160 mm de altura y más de 80 mm de anchura, por lo que no todas las manos estarán preparadas para manejarlo con comodidad. A su favor juega sin embargo que, pese a estas dimensiones considerables, el LG G Flex no es excesivamente pesado (menos de 180 gramos) ni grueso, pues de hecho se mueve siempre por debajo de los 9 mm de grosor.
Para el control de este gran terminal, LG ha confiado de nuevo en el botón trasero de encendido, así como el control de volumen. En el LG G2 acabamos por acostumbrarnos a esa colocación tan particular, y en este Flex nos pasará lo mismo aunque no seamos partidarios de esta solución. Al final preferimos siempre el doble toque en la pantalla.
Pero para una mano de tamaño medio como la mía, el botón de encendido queda bien posicionado justo donde en teoría podríamos tener apoyado el dedo índice ... si es así como manejamos el terminal, claro.
Además, en este G Flex esos botones son mucho más fácilmente reconocibles "al tacto" y no sufriremos las equivocaciones que nos ocurrieron con ese mismo sistema de control en el LG G2. Por cierto, si estabas buscando el LED de notificaciones, éste está oculto bajo ese botón de encendido de la parte trasera.
En la parte trasera nos mantenemos para hablar de una de las características que más ha destacado LG de este G Flex: la capa autoreparadora de la carcasa trasera. Efectivamente, el roce de monedas o pequeños objetos que acompañen en su viaje al LG G Flex es fácil que desaparezca si frotamos la superficie y generamos calor, pero de ahí a que se autorepare hay un buen trecho. Cualquier roce que incluya profundidad, como puede ser una llave deslizándose de forma consciente por esa traseta de plástico, permanecerá ahí por mucho que nos empeñemos en frotar. Sí es cierto que el terminal permanecerá más tiempo "como nuevo" pero sin milagros.
Ese acabado brillante y liso no es, por cierto, el mejor para asegurar el agarre de un terminal de tan considerables dimensiones.
Pantalla
La siguiente parada en nuestro repaso profundo al LG G Flex es en la pantalla. Aquí también la curva deja huella, aunque en esta ocasión no tan positiva. LG ha "tenido" que apostar para el panel de su LG G Flex por la tecnología POLED (Plastic OLED), que ahora mismo no ofrece el mismo nivel que creo que debemos exigir a un modelo de referencia o al menos un gama alta por precio.
Este panel, flexible, es de 6 pulgadas (algo lógico para que la curvatura se aprecie mejor) pero solo ofrece una resolución de 720p, lo que se traduce en una densidad de píxeles por debajo de 250 ppp. Esto, llevado a la práctica, significa que al mirar la pantalla, el detalle que podemos apreciar es bastante menor que en cualquier modelo de referencia del mercado. Además, la calidad del panel nos parece que está lejos todavía de un AMOLED o un LCD/TFT en intensidad, color ... También en algunas ocasiones nos ha aparecido el temido efecto de permanencia de la imagen anterior al pasar a una nueva, aunque no es lo habitual.
¿Y merece la pena ese sacrificio en calidad de imagen por la curvatura? Para mi no. Hemos apreciado una reducción de los reflejos, poca, pero tanto en ángulos de visión como en sensación inversiva durante la reproducción de vídeo, no podemos decirte que haya diferencias respecto a un panel de 6 pulgadas que no sea curvado.
Rendimiento, autonomía y software
Con la base hardware y la poca exigencia de la pantalla del LG G Flex, todo va fluido en este terminal. No hay retrasos en la ejecución de aplicaciones, ni en la reproducción multimedia ni mucho menos en las transiciones entre pantallas. En las pruebas hemos obtenido datos parecidos al de sus rivales con especificaciones similares. Las comparamos a continuación con el Note 3 que ya analizamos y que consideramos uno de los rivales directos:
LG G Flex | Samsung Galaxy Note 3 | |
---|---|---|
Quadrant | 20532 | 24221 |
Vellamo | 2866 | 2849 |
Antutu | 35641 | 32161 |
A nivel de batería, el LG G Flex comparte buen comportamiento con su hermano LG G2, y la batería de 3.500 mAh nos va a permitir estar más de un día y medio trabajando de forma intensa sin tener que preocuparnos por recargar el equipo.
Presentado a finales del año pasado pero puesto a la venta ahora en la mayoría de territorios europeos, el LG G Flex no goza todavía de las mejoras asociadas a la última versión de Android, la 4.4. Hay que conformarse por ahora con la 4.2.2, pero es de esperar que, tras el LG G2, el Flex no tarde mucho en poder ser actualizado.
La versión 4.2 de Android viene personalizada de la forma habitual en LG y que ya hemos visto en terminales como el LG G2. Desde el doble toque en la pantalla para activar/desactivar la misma hasta la barra (por suerte fácilmente evitable) de accesos directos a miniaplicaciones, todo es conocido.
Las novedades tienen que ver con el intento de hacer útil las seis pulgadas a base de algunas aplicaciones con posibilidad de ejecutar a pantalla dividida (navegador Chrome, Gmail, Youtube ...), y a las que podemos acceder manteniendo pulsado el botón de atrás. Pero en este campo todavía está lejos de las soluciones que nos propone Samsung con su gama Note tras años de experiencia.
Cámara
También en el apartado de la cámara del LG G Flex hay que mirar hacia el LG G2. Con este terminal comparte sensor de 13 megapíxeles y luminosidad f2.4, pero se ha olvidado de la estabilización de imagen. ¿Y? Pues que si bien en escenas de luz controlada el resultado va a satisfacer a la mayoría de usuarios por el color equilibrado y el detalle adecuado sin procesado excesivo, con buen trabajo en la profundidad de campo que nos deja imágenes muy resultonas, no pasará lo mismo cuando se haga la noche o estemos en interiores no muy bien iluminados. En esas situaciones las fotos que tomemos directamente no nos valdrán para casi nada.
En escenas nocturnas el rendimiento de la cámara el LG G Flex no es el esperado y el procesamiento tan agresivo para compensar el ruido hace que perdamos casi cualquier atisbo de imagen válida.
A nivel de interfaz, el LG G Flex vuelve a ofrece muchas opciones en forma de modos y ajustes, aunque a nivel avanzado solo podemos jugar con el enfoque. Nada más.
A continuación algunos ejemplos más de lo que es capaz la cámara del LG G Flex, para lo bueno y lo malo:
La nota del LG G Flex en Xataka
Toda primera generación de terminales atrevidos es un reto para las marcas. Para LG, este G Flex ha supuesto una aventura que ha dejado claro al mercado que la tecnología está ahí, pero también nos ha aclarado que, al menos para nosotros, por ahora no merece la pena si hay tanto que sacrificar.
En el caso de este LG G Flex el sacrificio ha ido todo a la pantalla, que sin demostrar una ventaja apreciable de su curvatura, se deja por el camino la posibilidad de montar un panel de calidad contrastada y con suficiente resolución.
8
A favor
- El atrevimiento con la curvatura
- Rendimiento y autonomía
- Experiencia multimedia
En contra
- Calidad/resolución del panel de la pantalla
- Curvatura no es aprovechada todavía
- Cámara en escenas oscuras
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de LG. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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