Tras su correspondiente análisis en Xataka, el LG G4 se ha sometido a nuestro habitual prueba que implica un uso intensivo y como único terminal durante todo un mes. Si hay algún apartado del funcionamiento del LG G4 que podíamos afinar tras nuestro análisis, éste ha sido el momento de hacerlo. Os dejamos ya con nuestro análisis del LG G4 tras un mes de uso, con vídeo incluido.
Exclusividad en el diseño a otros niveles más allá del acabado
En nuestra prueba larga con cada terminal, la parte de diseño y cómo se maneja cada terminal durante todo un mes es de los apartados más relevantes. En este LG G4 queríamos comprobar qué tal nos llevábamos con el acabado en piel de la carcasa trasera y si tras una buena temporada sin esos botones traseros de los LG, nos volvíamos a enganchar a su apuesta.
En mano he comprobado que el tamaño del LG G4 cuadra pese a su diagonal grande. Es además muy ligero y la curva ayuda a su comodidad. De esta manera, con los controles traseros la sensación de tener el terminal bajo control con una sola mano pese a su tamaño es bastante poderosa, aunque en realidad es básicamente para encender y apagar el LG G4. Lo peor de la curva es que hace poco cómodo manejar el terminal cuando lo tenemos apoyado en la mesa, algo que en mi caso pasa bastante a menudo.
La piel, que es natural, no ha sufrido en este mes casi nada. No hay signos de golpes o desgaste. Y es todo un éxito entre los amigos y quien mira tu smartphone. No puede presumir de un acabado tan exquisito en cuanto a calidad como el cristal o metal bien trabajado y rematado, pero no hay duda de que es algo exclusivo y que gusta. Todo lo contrario que la versión que trata de imitar al metal, que nos parece bastante vulgar.
De los controles traseros debo añadir que no se toca mucho la lente porque se suele acertar con los controles, pero la idea de que sí que lo hemos puesto en algún momento está siempre presente y al ir a tomar una foto, el gesto de limpiar la lente con la camiseta la he realizado de forma enfermiza y mucho más continuamente que con otros terminales.
Un smartphone multimedia asombroso
Tras tener ya el LG G3 con una pantalla 2K y ver como este año ya es algo natural que la gama alta apueste por una densidad de píxeles que está situada entre los 450 y 500 ppp, la pantalla del LG G4 concentra nuestra atención en otros factores. El primero es el del brillo, que no nos ha dado ningún problema en todo este mes de uso, y ojo porque estamos en el sur y con el 98% de los días soleados con mucha intensidad.
Con la tecnología Quantum Dots proveniente del mundo de los televisores de LG, el G4 gana intensidad, contraste y en general la pantalla no transite una sensación de algo plano y poco espectacular, que era algo que pasaba con el G3 si comparábamos con los paneles AMOLED de Samsung o los IPS de terminales de Apple. Pese a ello todavía me parece que está un escalón (muy pequeño eso sí) por debajo de los otros paneles que mencionamos.
Lo mejor de la pantalla del LG G4 ocurre en interiores. Allí la ausencia de marcos, su tamaño y la resolución se unen con un potente sonido para ofrecer una muy grata experiencia multimedia personal. Si abusas de esta faceta del smartphone de LG te encontrarás con que la autonomía de un día (no esperes más si eres usuario intensivo del terminal) no es algo que vayas a conseguir y que también hay calentamiento excesivo.
En este mes de uso cuando jugábamos principalmente el calor en la parte trasera era considerable, y ya no estamos tan seguros de que la elección del 808 en vez del 810 suponga tanta ventaja en situaciones extremas. Eso sí, en el día a día ningún problema de potencia, rendimiento ni falta de fluidez.
A nivel de interfaz con lo que me quedo de la personalización de LG en el G4 sobre Android 5.0 es la pantalla dividida, sencilla, potente y que en una diagonal de 5.5 pulgadas hay casos de uso en que se agradece y hasta disfruta.
La ranura para tarjetas de memoria cobra un nuevo sentido en el LG G4 gracias a la obtención de archivos RAW de la cámara
Por último, aunque la memoria interna de 32 GB del LG G4 nos parece suficiente, he vivido en primera persona la ventaja de que este terminal lleve una ranura para tarjetas microSD. Aquí no me ha parecido relevante por el tema de aumentar la capacidad sino por la posibilidad de gestionar multimedia y fotos de forma más directa y "separada". Dado que este LG G4 me parece un gran reproductor multimedia, poder tener en una memoria microSD ese contenido a reproducir separado de la memoria interna me gusta.
También me he visto usándolo mucho para sacar del smartphone archivos RAW para "jugar" con ellos directamente en el ordenador. Para ello le indiqué al terminal que quería almacenar las fotos tomadas con la cámara en la tarjeta y listo. Si la tarjeta microSD es de suficiente velocidad, la diferencia no es apreciable respecto al disparo con almacenamiento en memoria interna.
Una cámara a la que se le puede sacar mucho partido
Ya comprobamos en nuestro análisis que la cámara del LG G4 estaba a un nivel TOP3 este año seguro. Con su último terminal ya no hay dudas que valgan y además de muy buena a nivel técnico, la cámara del LG G4 puede presumir también de posibilidades y de resultados.
Especialmente satisfechos hemos quedado con la reproducción del color, el balance de blancos y la velocidad y precisión del enfoque. LG colocaba dos tecnologías como el enfoque láser y el Sensor de Espectro de Color, y en ambos casos de le saca partido real y efectivo. Y es una alegría que esto ocurra porque no siempre se puede decir de todas las novedades que incluyen las cámaras de los smartphones. Muy bueno también el funcionamiento veloz de disparo y todas las facetas de la cámara en general.
Y no nos olvidamos de los controles manuales y el archivo Raw que podemos obtener y que me ha parecido un complemento perfecto. En este LG G4 no hay que escoger entre buenos resultados en modo automático y poder ir más allá con la cámara. Aquí tenemos ambos mundos y es un buen ejemplo a seguir.
Ver 42 comentarios