Decir que el LG V30 nos ha sorprendido para bien podría entenderse como no que esperábamos mucho de LG en telefonía. No es el caso, tras el G6 que tan buen sabor de boca nos dejó, las dudas eran mucho más respecto a la IFA que apuntaba a un regreso a la gama blanca (frigoríficos, lavadoras y similares) con deserciones como las de Huawei y presencias discretas como la de Samsung. Apenas Sony con una buena artillería en móviles, audio y fotografía y Lenovo con alguna sorpresa han conseguido levantar el evento.
Las primeras impresiones han reafirmado lo que la lista de especificaciones adelantaban: estamos ante un serio candidato a mejor smartphone del año. En Xataka hemos pasado un día entero probando una unidad de preproducción - desde LG nos subrayaban que sobre todo en la parte software es donde más retoques podría haber de cara a su salida de venta al público - y estamos en condiciones de contaros como es la experiencia de un LG V30 que ha conseguido reinar en IFA como antaño lo hacía Samsung con sus Note.
Cuánto gana este teléfono en mano
El LG G6 tenía una dificultad comercial. Puesto en un lineal de una tienda, apagado, su mayor valor de diseño que es esa pantalla que devora los marcos no consigue captar el protagonismo frente a otros móviles que sin encender parecen similares. Había que tenerlo encendido, preferiblemente en mano, para ponderar en su justa medida el valor del diseño del terminal. Nada que sea impedimento para el público más aficionado a la tecnología que leyó sobre él, lo vio en fotos y vídeos, pero sí para el que en internet sólo lo había mirado un poco y luego en tienda se asomó para comprar.
Con el V30 sucede algo similar, es un smartphone que gana mucho en mano. No vamos a repetir la ficha técnica, sólo subrayar que los amantes de los teléfonos con pantalla grande lo vamos a gozar con él: conseguir seis pulgadas en este tamaño y con apenas 158 gramos es, a pesar del resto de características destacables, el mayor logro de LG. En el análisis final podremos discutir si quizás hubiese interesado más añadir grosor y peso con una batería de mayor tamaño, pero esa sensación en mano con el v30 es, sin lugar a dudas, lo primero que subrayaría durante las 24 horas que he estado probando el dispositivo.
Por lo demás, en cuanto a diseño, unos acabados fantásticos y una pequeña mancha: la apuesta continuada por el cristal en la trasera atrae algo más de huella que el G6. Como en otros aspectos aquí puede influir el hecho de que estamos probando una unidad de preproducción del V30 y que no haya añadido la capa oleofuga final. Sea como fuere, el LG V30 negro (precisamente el color con el que los fabricantes que eligen trasera de cristal suelen lograr peores resultados en restos de huella en ella) es sin duda el que más nos ha gustado.
F1.6
LG ha conseguido fijar la atención en la apertura de su cámara trasera principal - tiene dos, como en el G5 y el G6 - y que todos andemos hablando de que es la más luminosa que cualquier fabricante ha logrado montar en un teléfono móvil. Eso, además de que tiene un angular que ningún otro fabricante ha conseguido igualar, es cierto, como lo es que no debemos identificar esa especificación directamente con tener una mejor cámara que el resto. Si el sensor que hay detrás es más pequeño, por ejemplo, el resultado final podría no ser mejor.
Dicho esto la primera experiencia que hemos tenido con la fotografía en el V30 invita al optimismo. Mantiene ese punto tan divertido y flexible del angular del g6, tan apropiado para fotografía de viajes, paisaje y familiar: en cualquier momento tirar del angular y de repente nos entra en el encuadre todo lo que queremos sin tener que dar 20 pasos hacia atrás.
En 24 horas no hemos podido realizar una pruebas exhaustiva y tenemos la variable "no es una versión final", por lo que es posible que en la parte de procesado software de la imagen haya algún progreso con el V30. Con buena luz - hablo de forma relativa, fotografía de día en la nublosa Berlín de Septiembre - el desempeño del móvil es estupendo y es donde apunta a tener ese punto diferencial respecto a los demás por su capacidad de usar el gran angular. Imágenes nítidas, bien contrastadas en la exposición en el modo automático y con buen nivel de detalle (menos al usar la segunda cámara).
¿Por la noche y en interiores con poca luz? Aquí la primera impresión no ha sido tan buena: a pesar del f1.6 la cámara del V30 tira en algunas ocasiones mucho el ISO hacia arriba para salvar situaciones evitando el trepidado: el resultado es que la foto no está movida pero mete mucho grano. Tirando a la vez con un s8 Plus en las mismas escenas el resultado es similar (S8 me parece como el mejor benchmark a día de hoy en fotografía con poca luz desde el móvil), pero parece que todavía un poco mejor Samsung. Veremos en la versión con el software final del V30 si hay un paso adelante adicional, en todo caso la duda es si en fotografía LG va a estar en el pelotón de los mejores con alguna ventaja (angular) y alguna tarea pendiente (el modo bokeh / retrato) o con el f1.6 se pone de forma más marcada a la cabeza.
Apostando por el vídeo
Es de los aspectos con los que hemos podido jugar y que creo que merece la pena destacar. LG quiere posicionar V30 como el mejor terminal para grabar vídeo desde el móvil. Tanto por especificaciones como por el software que añaden es una carta que pueden intentar jugar. En las pruebas que hemos hecho la parte de "modo Cine" funciona muy bien pero hay que tener en cuenta que los presets que incluye se han de elegir a priori. De hecho ahí reside su gracia, en que el usuario menos sofisticado use un filtro en lugar de procesar el vídeo a posteriori... funcionando muy bien con estas funcionalidades uno siempre tiene la duda de si se usarán en el ciclo de vida del terminal o serán apenas gimmicks que llaman la atención para luego caer en el olvido.
El ofrecer el vídeo con el máximo de información posible (el modo log en cinema del V30) sí que puede resultar interesante para los usuarios avanzados en grabación de vídeo para luego trabajar con este pariente del RAW fotográfico. A eso añadir que el zoom sobre cualquier punto (véase el vídeo de nuestras primeras impresiones) les ha quedado bastante pintón, pero nos deja esa misma duda que los presets: cuánto hay de efectista, cuanto de valor real.
La pantalla a 18:9 y la barra flotante en el V30
Tal vez por haber probado durante mucho tiempo el G6 y el S8 uno ha agarrado el V30 con su ratio de 18:9 sin extrañeza. El caso es que, como en los anteriores dispositivos de pantalla estirada, el sistema está perfectamente adaptado gracias a la capa del fabricante, pero en las aplicaciones la experiencia es más desigual. Algunas sufren si no las dejamos en 16:9 (y tenemos bandas negras para el resto de la pantalla) y otras (sobre todo las que son multimedia y están adaptadas o son un "río de noticias" en vertical como Twitter o Facebook) ganan.
Mención aparte merece el software de la cámara que aprovecha muy bien el ancho extra cuando fotografiamos con el móvil en horizontal y podemos conjugar la galería con el disparo: visualización inmediata para estar 100% seguros de qué resultados se están obteniendo.
En el apartado de software del sistema toca destacar el modo en que LG ha intentado salvar el espíritu de la gama V y su segunda pantalla. Lo que era la marca distintiva del V20, con sus accesos directos que permitían un montón de atajos y por tanto de un uso más eficiente del móvil ha mutado en una barra flotante sobre el resto del interfaz que ofrece opciones similares.
El paso de pantalla física a elemento del interfaz software se nota: aunque podemos personalizarla y colocarla en cualquier sitio ahora es un punto que compite en atención con todo lo demás que se muestra en el teléfono, a lo que hay que sumar que para usarla tenemos que por supuesto desbloquear el smartphone. En nuestras 24 hora de uso del LG V30 la impresión es que va a costar acostumbrarse a ella y que el dispositivo ha perdido en su rasgo de personalidad más distintivo (bueno en esto y en la batería extraíble). Ahora tenemos más un G6 mejorado en todos los aspectos y no tanto una segunda gama de LG bien diferenciada.
Otro aspecto llamativo, como otros fabricantes LG con su launcher está apostando por ofuscar el cajón de aplicaciones de Android, algo que podemos modificar desde ajustes. En lo demás, LG apuesta por asociarse en lugar desarrollos propios: tanto la realidad virtual como el asistente de voz los pondrá Google con Daydream y Google Assistant.
Vamos a ver si se notan las especificaciones del LG V30
Un punto cada vez más difícil de comentar - por aquello de aportar algo - en un análisis o unas primeras impresiones de un gama alta es la parte de potencia y fluidez. Con cuatro gigas de RAM y el Snapdragon 835 como soc ¿qué podemos esperar? La experiencia es extremadamente fluida, no hay momentos de espera indeseados y en juegos y multitarea el móvil ni pestañea. Punto importante: tampoco se calienta de manera significativa, buen trabajo de LG en este aspecto.
Dónde sí notaremos un cambio respecto al G6 será en la carga rápida (recordemos que el anterior móvil de LG se quedó con el Snapdragon 821), incluso más que en mayor autonomía gracias al procesador. El resto de aspectos como los 64 gigas de disco y soporte de microSD, USB tipo C o la protección IP 68 y Gorilla Glass 5 actúan más como "lo que debe tener un gama alta en 2017" que como aspectos que se puedan notar diferentes en unas primeras impresiones.
Mención extra merece el debate sobre los 3300 mAh de batería. Aquí LG ha apostado por un móvil ligero de excelente impresión en mano, optimizar mucho la ingeniería a la hora de acoplar todos los elementos y obtener una batería de tamaño que apunta a cumplir mínimos de expectativas pero que difícilmente dará el móvil franquicia con mayor autonomía. ¿Hubiese sido mejor un terminal más grueso y pesado e irnos a cerca de 4000 mAh? Para algunos usuarios sí, pero estaríamos ante otra filosofía diferente de smartphone.
En 24 horas es muy difícil valorar la autonomía final del producto pero la velocidad a la que se ha estado agotando apunta a que vamos a estar en el día para usuarios que no lo tengan encendido todo el rato. Aspecto a mirar en el análisis completo del V30
OLED y con curvas
Ya hemos comentado a fondo la pantalla del LG V30, su base teórica y técnica, ahora tocaba ponerla a prueba desde la experiencia. De entrada habría que comentar que la curva lateral (un motivo por el cuál LG necesitaba pasarse a OLED) es poco pronunciada y apenas da un toque distintivo al diseño interviniendo poco en la experiencia (en la que a veces dificulta el click en esos puntos en el S8)
En cuanto a la calidad de visualización nuestra primera aproximación al OLED del G6 ha sido muy satisfactoria. Lo mejor: muy bien contrastada, da gusto ver los negros (por ejemplo en la pantalla de "Always on") y la experiencia completa es sobresaliente sin ningún atisbo de los problemas que a veces acusan las pantallas con esta tecnología (no "azulea", la experiencia es uniforme y no hay partes diferenciadas).
Siendo como va a ser imposible no comparar con sus vecinos coreanos, en el primer vistazo nos ha dado la impresión de que el LG V30 satura menos que los s8 (aquí va en cuestión de gustos, pero un servidor siempre cambia el modo por defecto de las pantallas Samsung, excelentes pero que tienden a saturar algo más de lo que a mi me gusta) y también luce con menos brillo en exteriores poniéndolos juntos bajo el cielo algo nublado de Berlín. Habrá que mirarlo a fondo, pero tiendo a pensar que en OLED para el móvil es posible que las pantallas de Samsung sigan por encima del resto como ha venido ocurriendo los últimos años.
En todo caso es la primera OLED de esta generación en móvil de LG (recordemos que antes del V30 lo intentaron con el curvado Flex) y la apuesta es de largo plazo. Si en televisores han conseguido paneles increíbles es de esperar que en móviles también.
Octubre está muy lejos
El V30 saldrá en Septiembre en Corea. Desde fuentes internas de LG apostaban por finales de Octubre o principios de Noviembre para el lanzamiento internacional, que dependería mucho de las reservas coreanas (apuntan a que van muy bien) y luego de las de Estados Unidos, donde V20 fue un gran éxito.
Mientras rumiamos la espera hay algo que podemos asegurar, el LG v30 ha ganado el IFA. Estéticamente impecable, excelente en términos de diseño y experiencia en mano, acompaña con una serie de especificaciones que prometen meter a LG en la champions de la telefonía móvil, un estadio al que ha apuntado muchas veces y pocas ha conseguido.
Cierto que estamos ante un móvil que deja la diferenciación de la gama V, que pierde la segunda pantalla del V20 y que es más un G6 con esteroides. Y eso ya es mucho.
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