Desde principios de año, Nokia nos ha ido mostrando a todos los integrantes de su nuevo y variado catálogo de smartphones con Android en las entrañas, pero aún nos faltaba por analizar a su orgulloso representante dentro de la gama alta. Hablamos, por su puesto, del Nokia 8, un flagship que saca pecho luciendo un Snapdragon 835, cámara dual bajo la firma de Zeiss y como no podía ser de otra forma, Android stock corriendo por sus venas.
Tras haber probado todos estos terminales de forma escalonada, coincidimos en que la apuesta de Nokia por traerlos al mundo con Android puro ha sido todo un acierto. Sin embargo con el último de todos, el Nokia 6, y a pesar de la fluidez del sistema operativo, sentimos que la potencia podría haber ido un paso más allá, algo que ya os adelantamos no ha sucedido con este Nokia 8 y su Snapdragon 835. Pero, ¿qué hay del resto de especificaciones? ¿Habrá entrado Nokia por la puerta grande de la gama alta con este terminal? Veámoslo a fondo.
Nokia 8, especificaciones técnicas
Nokia 8 | |
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PANTALLA | IPS 5,3 pulgadas QHD 2.560 x 1.440 píxeles Brillo 700 nits Corning Gorilla Glass 5, 2.5D |
PROCESADOR | Snapdragon 835 |
NÚCLEOS | Octa-core Kryo a 2,45 + 1,8 Ghz |
GPU | Adreno 540 |
RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 64 GB + MicroSD 256 GB |
SOFTWARE | Android 7.1.1 Nougat |
CONECTIVIDAD | 4G LTE Cat 9, WiFi a/b/g/n/ac, Bluetooth 5.0, ANT+, aGPS + Glonass + BDS, NFC, minijack, USB-C 3.1 |
BATERÍA | 3.090 mAh Quick Charge 3.0 |
CÁMARA PRINCIPAL | Dual: 13 MP RGB con OIS + 12 MP B/N, 1,12 um Lente Zeiss f/2.0, PDAF, flash de doble tono |
CÁMARA FRONTAL | 13 MP, PDAF, 1,12 um, f/2.0 |
DIMENSIONES | 151.5 x 73.7 x 7.9 mm 160 g |
PRECIO |
Diseño: Nokia loves metal
Que el Nokia 8 peca de limpio y puro en su diseño es algo que podemos ver a simple golpe de vista. Y es que la compañía finlandesa apuesta en este teléfono por el aluminio como componente principal para el chasis, diciéndole adiós al plástico que acompañó por completo a teléfonos míticos como el Nokia Lumia 520 y que ha reciclado en uno de sus nuevos terminales correspondiente a la gama de entrada, el Nokia 3.
Podríamos decir que se da un aire a su hermano pequeño, el Nokia 6, sin embargo en la mano ya no es tan parecido, tanto por las texturas como por los bordes, que tornan en él mucho más redondeados. Las sensaciones en cuanto a calidad son buenas, favorecidas en parte por su trasera metálica con acabado mate, de la que además podemos añadir otros adjetivos como 'resistente' y 'antideslizante'.
Recordamos que este teléfono llega también con un modelo en acabado brillante, que según pudimos ver en nuestras primeras impresiones, atrapaban las huellas con mucha facilidad, algo que no podemos decir de esta unidad que nosotros hemos probado, totalmente metálica y en la que las huellas brillan por su ausencia.
Decíamos que los bordes de este terminal son redondeados, suaves y se suceden con continuidad, lo que se traduce en términos de ergonomía en un teléfono muy cómodo en mano, algo en lo que también contribuyen sus dimensiones 851.5 x 73.7 mm), no demasiado prominentes, y el buen trabajo de compactación que lo deja en 7.9 milímetros de grosor.
Estéticamente es un teléfono en el que se han mimado los detalles, detalles que denotan que viene preparado para combatir con los más fuertes del mercado. Por supuesto, la compañía presume de su atávico logo y lo inserta en la trasera y en la esquina superior derecha de la pantalla.
Y hablando de pantalla, vamos con uno de esos temas espinosos del momento: el aprovechamiento del frontal por parte de ésta. Los cálculos nos dejan un porcentaje de ratio de pantalla del 69,4%, lo que significa que el Nokia 8 se queda bastante atrasado para ser un buque insignia, ambiente éste (el de los flagships) en el que cifras por debajo del 70% nos hacen llevarnos las manos a la cabeza.
Dejando a un lado el debate del ratio, en líneas generales el diseño del Nokia 8 es casi impoluto, con unos botones laterales y un sensor de huellas que se funden en el conjunto total de su cuerpo, pero que son fáciles de ubicar al mismo tiempo, sin necesidad de palpaciones o presiones innecesarias.
Pantalla: esos nits que enamoran
Con lo que la pantalla del Nokia 8 nos prometía sobre el papel partíamos ya de unas expectativas de calidad muy altas, y la verdad, estábamos deseando comprobar en la práctica a qué experiencia de uso nos llevaba esa resolución QHD (2.560 x 1.440) incluida en sus 5,3 pulgadas de diagonal.
A nivel de detalle nos quedamos más que satisfechos con esos 554 píxeles por pulgada que tiene el panel de este flagship, pero sobre todo, con los 700 nits de brillo máximo de los que presume. Huelga decir que este nivel de brillo ha sido más que suficiente incluso cuando nos hemos encontrado en exteriores con la luz del sol dando con toda su fuerza sobra la pantalla.
Y ya que mencionamos el brillo, señalar que el ajuste automático funciona correctamente con los cambios de ambiente, se adecua rápido a la luminosidad y salvo en ocasiones muy puntuales, nos ha facilitado mucho el trabajo evitándonos hacer ajustes manuales.
Los 700 nits de la pantalla del Nokia 8 nos ha hecho olvidarnos en ocasiones de que se trata de un panel IPS
En cuanto a sensaciones de uso, tenemos que decir que a veces nos olvidábamos que se trataba de un panel IPS, pues no tiene nada que envidiarle al brillo de las pantallas AMOLED.
Y es que tanto el nivel de saturación, bien equilibrado, como la temperatura del color o el balance de blancos nos han dado una experiencia visual a la altura de este tipo de pantallas. Aunque eso sí, debemos señalar que todos los niveles y ajustes de la pantalla vienen preestablecidos, no tenemos la posibilidad de ajustar los niveles a nuestro gusto (el precio a pagar por un Android tan puro).
Por último señalar que los ángulos de visión son muy buenos incluso llevándolos al límite. Lo mismo podemos decir del nivel de respuesta táctil de la pantalla, correcta en la mayoría de situaciones aunque y como veremos más adelante en el apartado fotográfico, en ocasiones aparecen lags que dificultan un poco la ejecución del software.
Dos palabras: potencia desmedida
Nokia lo tuvo claro a la hora de elegir el motor de su nuevo flagship y le dio el mejor chipset del mercado. Su Snapdragon 835 viene acompañado de un montón de buenos componentes que, en combinación con la pureza de sus sistema operativo, nos ha dado una experiencia de uso completamente deliciosa.
Tras casi 'maltratar' al Nokia 8 para llevar al límite a su SoC hemos tenido unos resultados de pódium tanto en los benchmarks como experiencialmente. Y es que el Snapdragon 835 y los 4 GB de RAM del teléfono han soportado la multitarea con aplicaciones exigentes como un verdadero campeón.
No hemos experimentado durante este tiempo de uso ningún tipo de lag, ni siquiera ejecutando simultáneamente aplicaciones con mucha carga gráfica a la vez que otras se mantenían en segundo plano. Toda la experiencia multimedia con juegos exigentes, reproductores en streaming de música o vídeo se ha sucedido a pedir de boca.
Un teléfono tan potente y construido en metal tenía todas las papeletas para sufrir de los tan temidos calentamientos, sin embargo no hemos experimentado aumentos de temperatura de forma habitual, únicamente de manera puntual cuando estuvimos haciendo pruebas de cámara en exterior durante un tiempo prolongado, pero sin ser nada exagerado o molesto.
A nuestra experiencia empírica añadimos como siempre las cifras de los tests de rendimiento, resultados que además, lo dejan en lo más alto del podium, con 1886 / 6238 en GeekBench y 5.614 en PCMark (Work). A continuación los comparamos con terminales de características similares.
PRUEBA | Nokia 8 | OnePlus 5 | Xperia XZ Premium | HTC U11 |
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ANTUTU | 173.894 | 178.967 | 151.304 | 167.028 |
GEEKBENCH | SINGLE:1886 MULTI:6238 | SINGLE:1951 MULTI:6711 | SINGLE:1898 MULTI:6362 | SINGLE:1904 MULTI:6962 |
PCMARK WORK | 5614 | 5342 | 6891 | 6790 |
3DMARK (ICESTORM UNLIMITED) | 40.334 | 39397 | 56.228 | 40.371 |
Como último añadido a este apartado mencionaremos al sensor de huellas, que si bien tiene una respuesta muy rápida, su forma rectangular es en ocasiones un inconveniente que da alguna lectura errática, pues a veces tenemos que ladear un poco el dedo para que el sensor reconozca más superficie de la huella.
Autonomía no apta para todos los públicos
La tendencia de adelgazar los teléfonos lleva implícita una reducción casi inevitable del tamaño de la batería, por lo que la media de amperaje de la que solemos partir es en torno 3.000 mAh. En este sentido, el Nokia 8 se mantiene en la media con una pila de 3090 mAh.
¿Y cómo se traducen estos miliamperios en la práctica? Pues dependiendo de lo exigentes que seamos con ellos serán suficientes para llegar al día completo o nos obligarán a hacer una visitar al enchufe o a la batería externa.
El resultado del test de rendimiento PC Mark con la pantalla calibrada a 200 nits es de 10 horas y 35 minutos. Sin embargo, nuestra experiencia dándole trabajo al terminal se queda en cifras menores. Como decimos, con un uso normal, sin abusar de la cámara o del contenido multimedia y conectados a la red WiFi, pasamos el día sin problema, pero las cosas cambian cuando tomamos el papel de heavy user. De este modo, usando la cámara y el 3G sin miramientos, tuvimos que recurrir a la carga aproximadamente a las cuatro horas.
Afortunadamente el Nokia 8 cuenta con sistema de carga rápida que nos permitió llegar a la carga completa partiendo de cero en menos de una hora. En cuanto al consumo, el resultado de horas de pantalla es de aproximadamente 5 horas y media.
Nokia y Android puro, un binomio perfecto
Ya lo hemos dicho cuando analizábamos los anteriores modelos: la elección de Android de serie en los nuevos Nokia es un "win-win" en toda regla. Puede que para los amantes de las capas y de la personalización una versión del sistema tan desnuda pueda quedarse algo corta, pero a nivel de fluidez es garantía de éxito.
El teléfono llega actualizado en la última versión estable de Android, Nougat 7.1.1, y mantiene ese aspecto limpio y plano. Como bloatware tan solo tenemos las aplicaciones de Google, algo que agradecen los 64 GB de almacenamiento (ampliables hasta 256 GB mediante microSD) con los que contamos.
Pero un sistema tan limpio también tiene un precio, y es que como ya vimos en el apartado de pantalla, algunos podrán echar en falta la posibilidad de aplicar ajustes como los parámetros en la pantalla o la opción de opción de saber el porcentaje de consumo de batería en el icono de la barra de estado.
Audio: mejor con auriculares
El Nokia 8 cuenta con jack de audio de 3,5 milímetros situado en el borde superior como en el resto de sus hermanos. El sonido de las notificaciones y de los tonos de llamada alcanza un nivel máximo en torno a los 75 decibelios según nuestras mediciones, un nivel bastante alto, por lo que resulta casi imposible no enterarse cuando suena.
En términos de calidad a la hora de reproducción multimedia, también suena alto, pero el sonido tiende a distorsionar por encima del 80% del volumen, por lo que si vamos a prescindir de auriculares, lo ideal es que lo dejemos en torno a un 60/65% de volumen máximo.
Por otro lado, esta calidad de sonido mejora infinitamente cuando utilizamos auriculares, algo que también recomendamos hacer cuando veamos contenido o juguemos con el móvil en modo horizontal, pues el altavoz se encuentra ubicado en la parte derecha de la base e irremediablemente tendemos a taparlo al sujetar el teléfono con ambas manos.
Y la dualidad llegó a Nokia
Parece que aunque Nokia perdió el tren de los teléfonos sin marcos, sí se ha subido al de las cámaras duales. Junto al procesador Snapdragon 835, ésta es la característica más importante que los finlandeses han incluido en este teléfono, lo que además le hace diferenciarse de sus hermanitos pequeños.
La configuración de las cámaras en datos concretos es la siguiente:
Cámara principal: 13 MP RGB con OIS + 12 MP B/N, 1,12 um Lente Zeiss f/2.0, PDAF, flash de doble tono
Cámara frontal: 13 MP, PDAF, 1,12 um, f/2.0
Bajo esta premisa, los resultados esperados tienen que estar a la altura, y pecando de spoiler os diremos que lo han estado aunque con algunas limitaciones. Los dos sensores cuentan con 13 megapixeles y un apertura f/2.0, pero no son iguales entre sí. El sensor principal del Nokia 8 es RGB (registra color) y cuenta con sistema de estabilización óptica (OIS) mientras que el segundo sensor sensor captura la información en blanco y negro, y no cuenta con estabilizador óptico.
Cuando disparamos tenemos la posibilidad de elegir el sensor con el que queremos realizar la instantánea o bien utilizar los dos simultáneamente en modo dual. La diferencia entre los resultados del sensor RGB y la combinación de los dos se nota a la hora de ampliar las fotografías, ya que en el segundo caso nos encontramos con un nivel de detalle y nitidez superior.
Como podemos apreciar en las muestras tomadas en exteriores con luz natural, la calidad de imagen se muestra contundente y la reproducción del color es brillante sin ser llegar a ser artificial. Realmente, y a pesar de contar con las tres opciones, hemos utilizado el sensor dual todo el tiempo porque a nivel de detalle, especialmente por el apoyo de la estabilización, era el modo que nos daba mejor resultado.
No podía faltar el bokeh
Una cámara dual es ya desde hace tiempo sinónimo del tan aclamado efecto bokeh que el iPhone 7 Plus puso de moda y que el Nokia 8 integra también como modo retrato, aunque de una manera más parecida al ‘enfoque dinámico” del Galaxy Note 8.
Es decir, el Nokia 8 nos permite elegir a nosotros la cantidad de desenfoque en el momento de hacer la foto, y también ajustarla a posteriori, una vez está guardada en nuestra galería. Para estos menesteres hace uso de la app Bokeh Editor, a la que se puede acceder directamente desde la foto. Podemos editar la instantánea tantas veces como queramos, ya que se guarda una copia de ésta y nunca perderemos el archivo original.
A continuación podemos ver cuál es el resultado cuando llevamos el bokeh al máximo, y es que aunque resuelve bastante bien en la mayoría de ocasiones, si lo forzamos demasiado el efecto del procesado resulta bastante artificial y el recorte se nota demasiado. Con un bokeh más suave, los resultados son muy interesantes, aunque eso sí, en ocasiones no ha conseguido interpretar bien la profundidad y ha enfocado por igual elementos ubicados en el mismo plano.
Debemos añadir que nos ha resultado mucho más cómodo editar las fotos posteriormente que utilizar el "bokeh en directo" ya que algunas veces la lenta respuesta del táctil de la pantalla hacía que perdiéramos el encuadre -y también un poco la paciencia-. Es cierto que los resultados son buenos, pero en fotografía la agilidad es esencial y la respuesta del Nokia 8 y de su aplicación fotográfica no ha sido todo lo satisfactoria que nos hubiera gustado.
De noche todos los gatos son pardos
Hemos visto que la cámara del Nokia 8 cumple las expectativas cuando la luz del sol está de su parte y también en términos de bokeh, pero vamos con una de esas situaciones en las que, salvo contadas excepciones, la calidad de los resultados se ve tremendamente menguada. Y es que la ausencia de luz es todo lo contrario a la fotografía, por lo que de noche es difícil obtener resultados decentes.
En el caso del Nokia 8 la calidad de imagen sufre bastante cuando la luz escasea, especialmente cuando utilizamos el zoom. Pese a esto, mantiene el tipo hasta unos niveles bastante bajos como podemos ver a continuación, y el ruido debemos de reconocer que tarda bastante en hacer presencia.
Cámara frontal: selfies y 'bothies' sin problemas
La cámara frontal del Nokia 8 cuenta con un sensor de 13 megapíxeles con apertura f/2.0 que nos ha dado una calidad de imagen bastante buena como podéis comprobar por vosotros mismos en las siguientes muestras. Como en el resto de terminales de la familia, cuenta con un modo belleza que permite suavizar rasgos sin ser nada exagerado como nos sucede en muchos terminales que llegan de Asia.
Además, con la cámara frontal debemos mencionar que el Nokia 8 nos permite la posibilidad de realizar los -denominados por ellos mismos- "bothies". ¿Y qué es esto exactamente? Pues simplemente es una instantánea realizada al mismo tiempo con la cámara frontal y trasera. Las dos fotografías se mostrarán en una sola con la misma resolución y apertura de lente, aunque debemos recordar que la frontal no cuenta con estabilización óptica, por lo que los resultados pueden ser menos nítidos en comparación. En resumidas cuentas, un añadido más que por nuestra parte no hemos dado demasiado uso, pues no son muchas las situaciones que den pie a utilizarlas.
Vídeo con mucho empeño en el audio
El Nokia 8 tiene dos puntos remarcables en materia de vídeo, por un lado cuenta con la posibilidad de grabar a 4K con una tasa de 30 fps ( y vídeos a cámara lenta con resolución 720p. Muchos son ya los teléfonos que hoy en día graban a 4K por lo que HDM Global necesitaba buscar un plus que le diferenciase del resto.
De este modo, nos encontramos con ese punto diferenciador en la tecnología de captura de audio espacial 360º de OZO, que utiliza los tres micrófonos integrados en él para conseguir una experiencia de sonido envolvente. Cuando grabamos, el teléfono nos da la posibilidad de elegir el micrófono con el que capturar el sonido, pudiendo ser el frontal, el trasero o los tres a la vez para conseguir esa experiencia de audio inmersiva.
Lo justo y necesario en el software
La aplicación de la cámara podría interpretarse de dos maneras, o bien como escueta porque no tiene demasiadas florituras o todo lo contrario, como una aplicación que nos ofrece lo necesario, está bien organizada y es cómoda de utilizar. En nuestro caso agradecemos que encontrarnos solo con cosas funcionales, y en la aplicación del Nokia 8 no tenemos que navegar entre pestañas y botones, sino simplemente tenemos varios iconos con las distintas opciones que se van desplegando conforme los abrimos.
Tenemos en un mismo icono el acceso directo a las funciones de cámara frontal-principal-dual y en otro el de las lentes color-dual-mono. Además de esto, aparecen los iconos del modo HDR, flash y el imprescindible modo manual que nos permite ajustar parámetros como el modo de escena, enfoque, balance de blancos o la exposición. Como vemos, el software cumple con creces aquello de «menos es más».
Nokia 8: la opinión de Xataka
HMD Global quería traer al mundo un buque insignia que devolviera a Nokia la grandeza de la que presumió en el pasado y lo ha hecho, aunque no con una nota sobresaliente. El Nokia 8 es un teléfono que puede presumir con la cabeza bien alta de muchas cosas, pero en el que algunos detalles desequilibran la balanza de la perfección.
Un diseño que se declara elegante y resistente al mismo tiempo, en el que sobresale una pantalla en la que no hemos echado en falta ni una pizca de nitidez y brillo, regalándonos una experiencia visual completa -aunque abrazada por demasiados marcos-. A esta buena forma física le complementa un rendimiento impecable, que ha soportado toda la carga que le hemos puesto encima sin rechistar y por supuesto, un software puro que ha conseguido que todo fluya como la seda.
Hasta este punto el Nokia 8 tenía casi todo lo que hay que tener para ser el mejor. Sin embargo, a pesar del sello Zeiss, la cámara no nos ha dejado con la boca abierta y las visitas al enchufe cuando el uso intensivo aumentaba y la autonomía menguaba le ha bajado del número uno del podio.
No obstante, no debemos olvidar que el Nokia 8 es un flagship que no se mide en precio con sus competidores directos, por lo que aquellos usuarios que busquen un portento con algunas imperfecciones soportables y quieran hacerlo por mucho menos de lo que cuestan teléfonos con rendimiento o pantalla similar, pueden encontrar en el Nokia 8 el aliado perfecto.
8.5
A favor
- Rendimiento en el día a día
- Pantalla y resolución
- La fluidez con la que se mueve Android Puro
- Diseño bien acabado y compacto
En contra
- El software de la cámara no responde demasiado rápido
- El frontal debería aprovecharse más, reducir marcos
- La autonomía se queda corta para un usuario más exigente
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Nokia. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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