Aunque Nokia no lo considera como un sucesor del Lumia 920, el nuevo Nokia Lumia 925 ha llegado para quedarse con el trono de mejor smartphone de gama alta bajo Windows Phone. De calle, pero es que lo tenía sencillo por las claras mejoras que necesitaba el Lumia 920 y por no tener en este ecosistema ningún rival ahora mismo.
Tenemos pues ya aquí en Xataka el análisis del Nokia Lumia 925, un terminal que da los retoques necesarios para ser una alternativa real si quieres salir de Android e iOS, aunque con matices.
Nokia Lumia 925, principales características
El Lumia 925 es el nuevo terminal de gama alta de Nokia y de todos los Windows Phone del mercado. Las diferencias con el 920 no son muchas a nivel técnico más allá del diseño.
A continuación un vistazo rápido a las principales características del Nokia Lumia 925:
Nokia Lumia 920 | |
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Pantalla | 4.5 pulgadas |
Resolución | 1280x768 píxeles |
Grosor | 8.5 mm |
Peso | 139 gramos |
Procesador | Snapdragon S4 2x1.5 Ghz |
RAM | 1 GB |
Memoria | 16 GB (modelo de 32 GB solo con Vodafone) |
Conectividad | LTE / NFC / Sin carga inalámbrica |
Cámara | 8 MP PureView f2.0 OIS |
Acabado | Policarbonato // Aluminio |
Precio | No se vende libre |
Nokia Lumia 925, análisis en vídeo
Arrancamos nuestro análisis del Nokia Lumia 925 haciendo un recorrido detallado de su apariencia, rendimiento y opciones en nuestro análisis en vídeo.
Diseño
Cuando analizamos un smartphone, el apartado de diseño cada día cobra más protagonismo. Hay igualdad en características técnicas en la gama alta, las cámaras mejoras, así que el acabado, conexiones, peso, grosor … todo esto cada vez cuenta más.
Y en el Nokia Lumia 925, el tema de diseño es quizás el tema clave al menos para entender por qué está aquí. Quienes leyeron y me cosieron a comentarios negativos por mi análisis del Lumia 920 seguro que ahora están un poco más contentos. El Lumia 925 soluciona los errores graves que me parecía que tenía el 920. Y que este 925 llegue tan pronto al mercado reafirma esa idea se quiera aceptar o no.
Coger con una mano el nuevo Lumia 925 es ahora una experiencia muy agradable más allá del acabado y diseño del Lumia 920. En ese modelo eso era lo único, porque cuando hablábamos de peso o grosor, sus datos se escapaban de los aceptable hoy en día para un terminal de gama alta con su diagonal. Me reafirmo en ese comentario y lo seguiré haciendo.
Nokia debía pensar algo parecido y decidió que tocaba hacer sacrificios para mejorar esos dos puntos. Y si de paso se le daba un toque de calidad al Lumia 925 por el camino, mucho mejor.
Así, son nada más y nada menos que 50 gramos lo que ha perdido el Lumia de gama alta en su dieta de 2013. Y de paso se ha quitado dos milímetros de cintura que le da un "tipín" perfecto para el verano.
Conseguir esa reducción tan brutal le ha supuesto a Nokia varios sacrificios. Para empezar, y es el más significativo, eliminar la carga inalámbrica integrada. Por otro lado también se ha perdido un poco de curvatura en la pantalla, con la consiguiente reducción de cristal y peso, y la carcasa de policarbonato ya no lleva recubrimiento especial, otros miligramos menos. También la memoria interna de serie se queda en 16 GB.
El resultado es magnífico. Ahora el Lumia 925 es muy agradable de tener en la mano, cómodo y por fin se siente ligero. Sigue sin ser un peso pluma, pues son todavía 139 gramos, pero ya no se aleja de sus rivales en ese apartado. El grosor de 8.5 mm también se nota en la mano.
La otra novedad importante en el diseño de este Lumia 925 es que el característico cuerpo de una sola pieza en policarbonato ya no está. Nokia decidió dar algo más de empaque a su Lumia 925 y le ha colocado un marco de aluminio anodizado que le proporciona clase y también buen tacto. Pero se ha quedado ahí.
Nokia tenía en este Lumia 925 la oportunidad de pasarse a un cuerpo completamente metálico pero no ha sido así finalmente. La carcasa trasera se mantiene en policarbonato, con acabado mate y ligeramente rugoso, resultando bien equilibrado a la hora de mejorar el agarre del terminal.
Sin embargo, se ha realizado un cambio a nivel de acabado. Con la inclusión del metal en el marco, se ha perdido la perfecta integración de esa parte del terminal con la carcasa trasera, sin fisuras en el Lumia 920, así como una sensación de trasera de más calidad. De hecho, si uno se fija mucho, la unión entre carcasa y marco transmite un poco sensación de tapa de smartphone, se puede apreciar una muy ligera holgura en ese elemento.
El acabado de esa carcasa a mi personalmente me transite una sensación de menos calidad que la anterior del Lumia 920, pero acepto el cambio si ganamos algo de ligereza. No tan convencido estoy con lo colores escogidos. Personalmente me gusta la carcasa en blanco mate, pero es especialmente sucia aunque también sencilla de limpiar con un paño húmedo. Pero en el caso del modelo gris, es poco atractivo. Digamos que resulta difícil de ver toda vez que parece un añadido más que algo que forma parte de un solo equipo. El cambio de frontal casi perfecto en negro, marco de aluminio y trasera gris no me cuadra.
Aquí creo que Nokia pierde la excelente continuidad que había demostrado en los diseños de sus Lumia, y una trasera del mismo color o material que el frontal o el marco metálico le habrían sentado mejor.
A nivel de conexiones este Lumia 925 va a lo mínimo. En la larte lateral derecha están el botón de encendido, en medio, el control de volumen y también el botón físico de la cámara.
El la parte trasera, la cámara, con un muy ligero perfil, es la protagonista. La lente está bien centrada, y tiene a su lado un flash doble LED y en la parte de abajo los conectores para la carcasa inalámbrica, así como los altavoces. Nokia debería ir pensando ya en colocarlos en el frontal, una mejor situación para la reproducción multimedia.
En un afán por dejar la mayor parte del marco libre de conexiones, Nokia ha concentrado sus puertos en la parte superior. Personalmente me hubiera gustado que alguno de ellos, especialmente el puerto microUSB, hubiera cambiado de posición, pues junto con la ranura para tarjetas microSD (que ya no se extrae del todo) y el puerto de auriculares, parecen demasiadas conexiones que recargan esa parte del marco.
Pantalla
Para mi, una de las sorpresas que llegaron con el nuevo Lumia 925 fue el paso de un panel IPS a uno AMOLED. El cambio hay que decir que le ha sentado bien al terminal, y han tenido el detalle en Nokia hasta de poner un gestor de perfiles para adecuar saturación y temperatura de color por parte del usuario. El resultado podemos decir que es prácticamente el mismo, aunque con este tipo de panel ganamos en intensidad de los negros más todavía, y ahorro de energía si escogemos un fondo de ese color para el sistema operativo. Los ángulos de visión también son mejores que con el panel IPS.
La clave de la pantalla hay que buscarla realmente en otros aspectos. Para empezar, la tecnología Clear Black, que consigue de nuevo unos negros que solo podemos tener ahora mismo en estos terminales de gama alta de Nokia. En este Lumia 925 se aumenta también el brillo hasta los 600 nits, y es de agradecer. Eso sí, en exteriores sigue sufriendo como muchos de los smartphones de gama alta, aunque la combinación de la pantalla ligeramente curvada (un poco menos que en el caso del Lumia 920) y Clear Black facilita su uso con luz directa intensa.
El Lumia 925 permite que ajustemos su brillo en tres niveles de intensidad (me gusta que vaya más opciones y sea algo fácilmente accesible mediante un deslizable para la configuración) y un modo automático.
Ese negro intenso se admira cuando reproducimos vídeo, que junto con las imágenes coloridas, es lo que mejor le pega a la pantalla de este Lumia 925.
Mantiene también Nokia la excelente unión entre cristal protector Gorilla Glass 2 y la carcasa del teléfono (esta vez es realmente con el marco metálico), con la que seguramente sea la sensación más grande de robustez de la pantalla en un smartphone. Si en otros terminales tratas a la pantalla con mimo por deformación profesional, uno puede dejar boca abajo o meter en el bolsillo junto con las llaves el terminal, y estar tranquilo.
Y no, no nos hemos olvidado de la diagonal de la pantalla ni su resolución. Pero como no hay cambios respecto al Lumia 920 y con Windows Phone no es por ahora un problema el tema de los ppp más que para la reproducción de vídeo a 1080p, pues es menos importante que otros apartados de la pantalla.
Efectivamente, la del Nokia Lumia 925 se mantiene fiel a las 4.5 pulgadas que nos parecen muy acertadas. La resolución no podía ser por ahora otra que no fuera 1280x768 píxeles, que nos da un total de 334 ppp, suficiente como hemos dicho para la "idiosincrasia" del sistema operativo de Microsoft. Pero no deberían Microsoft y Nokia despistarse porque la guerra de densidad de píxeles es muy mediática y les puede afectar quieran o no. Por ahora parece que están en camino de solucionarlo.
La sensibilidad de la pantalla sigue siendo excelente en este Lumia 925. Todo responde muy bien, es agradable de tocar y podemos activar un extra para manejar la pantalla con guantes.
Una novedad relacionada con la pantalla del Nokia Lumia 925 pero no con su tecnología sino con la versión de sistema operativo es Nokia Glance, que hereda de los vienes Symbian, y que resulta casi anecdótico pero ahí está: poder ver la hora y alguna notificación mientras la pantalla está en modo reposo.
Para pasar a la de bloqueo solo hay que tocar el botón de encendido o hacer doble pulsación rápida sobre la pantalla.
Rendimiento y batería
No hablar de rendimiento en un Windows Phone es la mejor noticia para un Windows Phone. En este Lumia 925 vamos a cumplir con la tradición y solo os vamos a recordar que una ventaja respecto a otros sistemas operativos es que con muy poco (1 GB de memoria RAM y doble núcleo Snapdragon S4 a 1.5 GHz, algo impensable para un gama alta bajo Android por ejemplo) el Lumia 925 mueve Windows Phone 8 con soltura y eficacia.
Esa continuidad en la experiencia de usuario, tanto en un terminal de 600 euros como en uno de 150, es un extra que Windows Phone debe potenciar, y Nokia le estás sabiendo sacar mucho partido con su excelente gama de entrada y media.
Ya nos gusta menos que el almacenamiento disponible sea de serie de solo 16 GB (hay un modelo exclusivo para Vodafone con 32 GB, pero por ahora no cuenta).
Un terminal donde lo multimedia y sobre todo la fotografía y vídeo serán importantes, hubiera agradecido al menos una ranura para tarjetas de memoria microSD. Windows Phone ya lo permite y ya que estábamos, no le hubiera costado nada a Nokia haber realizado una operación similar a la de la ranura para tarjetas microSIM y permitir ampliar de forma económica la memoria disponible.
Al menos el sistema operativo de serie apenas ocupa 2.5 GB de los 16 disponibles. Y como diría Nokia, siempre nos quedará la nube y Skydrive, bien integrado en todo el sistema.
Si Nokia hacía un importante esfuerzo con el acabado y sacrificaba la carga inalámbrica para tener un terminal mucho más ligero que el Lumia 920, es lógico pensar que no quería penalizarlo por otro lado. Así que hay que conformarse con una batería integrada de 2000 mAh.
A nivel de uso, prácticamente cumple como en el Lumia 920, aunque hemos notado una ligera mejoría que nos permite alcanzar casi las cuatro horas en reproducción de vídeo continua. En su faceta de uso como smartphone no debería ser problema llegar al final del día.
A destacar de este Lumia 925 la mejoría en la calidad de las llamadas y cobertura que he apreciado gracias a que el marco metálico hace las veces de antena.
Cámara
No hay duda de que la cámara es el elemento que debería ser diferenciador en el Nokia Lumia 925. Respecto al Lumia 920 dos son los avances que da la compañía.
El primero es a nivel de hardware, con la inclusión de un elemento más (ahora seis) en la lente que pone Carl Zeiss. Es además de cristal, el primero de este tipo en este terminal, y debería mejorar la nitidez de las imágenes.
El caso es que no hemos notado mejoras significativas en ese apartado. La cámara del Nokia Lumia 925 hace algo similar a la del Lumia 920 en escenas bien iluminadas, y obtenemos imágenes muy correctas, con tonos especialmente naturales.
Lo mejor de la cámara con luz lo sacamos cuando jugamos con la profundidad de campo, en primeros planos y escenas generales donde la luz está bajo control. Sin embargo, en ciertas circunstancias y tomas generales con bastante luz, podemos apreciar que el fondo de las imágenes no acaba de estar bien definido y aparece ligeramente turbio al ojo. Lo que es seguro es que lo mejor de la cámara se le sacará con práctica.
Donde el Lumia 925 vuelve a no tener rival es en escenas con poca luz. O mejor, cuando la luz escasea mucho. El estabilizador óptico es el elemento diferenciador en ese caso (tenemos además 8.7 MP con f2.0 y 26 mm), y permite mantener más tiempo al sensor recibiendo luz sin que se produzca movimiento en la imagen.
El comportamiento es igual de magnífico que con el lumia 920, y ahora mismo ningún smartphone puede plantarle cara es una escena nocturna a poco que seamos duchos con el Lumia 925. Quizás hemos notado más problemas en escenas donde hay focos intensos de luz como farolas.
En vídeo, el estabilizador cumple a la perfección y conseguimos grandes resultados con muy poco esfuerzo.
Ver galería completa » Ejemplos Lumia 925 (18 fotos)
Pero más significativa es la mejora a nivel de software por la aplicación Smart Camera. Eso sí, no me gusta que se coloque de forma separada a la aplicación clásica de Windows Phone.
Dicho esto, aunque las opciones fotográficas bajo Windows Phone son claras y se seleccionan con facilidad, en un terminal con este empaque fotográfico, querría tener mucho más control sobre los modos y la toma general de fotografías. Aspectos como fijar la exposición y enfocar en otro punto no están todavía resueltos de forma nativa, y es una pena.
Pasando ya a Smart Camera, me ha gustado la aplicación. Va muy en la línea de tratar de hacer algo más con las cámaras de los smartphones. Con esta aplicación ganamos una serie de efectos que se implementan de forma sencilla. Algo que me ha encantado es que podemos aplicarlos a posteriori, cualquiera de ellos, así que no hay que pensar antes de hacer la foto qué queremos obtener. Si una foto se toma con Smart Camera, siempre estará ahí para trabajar con ella.
La base siempre es la misma: entramos en la aplicación y tomamos una foto a modo de rágafa de 10 instantáneas. Como ráfaga no es muy veloz, pero piensa que para conseguir la mayoría de los efectos que quiere Nokia que usemos, es necesario que haya movimiento entre imagen e imagen.
Los más llamativos son los que te permiten obtener la mejor fotografía, eliminar un objeto en movimiento o la creación de una escena de acción, aunque ésta tiene que tener realmente movimiento y no vale por ejemplo con un objeto pequeño que lanzamos. Eso sí, con personas sale a la perfección y es muy impactante visualmente.
Sistema operativo
En nuestro análisis del Nokia Lumia 920 ya dejamos bastante apuntes de lo que nos parecía Windows Phone en la gama Lumia.
El sistema operativo me sigue pareciendo una opción interesante, diferente y que con Windows 8 ya en el mercado, debería de ganar relevancia. Ese quizás será el camino para poder ver, por fin - es la promesa eterna de Windows Phone - una cantidad y sobre todo calidad de aplicaciones acorde a un sistema operativo que quiere competir en la gama alta.
Con lo que tiene, es suficiente para mantenerse en las gamas media y baja, pero si no mejora el ritmo al que llegan aplicaciones de calidad, sufrirá para mejorar su cuota de pantalla en la gama alta.
Del sistema operativo le mejor vuelve a ponerlo Nokia con sus mapas, aplicación de navegación, transporte o realidad virtual. Pero tiene camino por recorrer.
La nota del Nokia Lumia 925 en Xataka
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A favor
- Diseño con marco metálico y peso
- Rendimiento general
- Cámara en escenas oscuras
En contra
- Ecosistema de aplicaciones
- Almacenamiento interno
- Uniformidad en el diseño
El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Nokia. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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