Nokia ya indicó hace unos días que los primeros N900 ya salían de fábrica para el domicilio de los que habían hecho la reserva hace ya demasiadas semanas. El nuestro ya está en las oficinas.
Como no somos avariciosos, tras unas horas de uso compartimos con vosotros un primer vistazo al Nokia N900, un terminal que nos ha dejado a medias. Hoy os dejamos con nuestras primeras impresiones, mañana podréis ver un primer acercamiento en vídeo.
Nokia N900, un paso adelante pero a bajo ritmo
Con mucho caché y expectación aterriza el Nokia N900 en nuestras manos. ¿Cumplirá con lo que se espera de él? Al menos tras las primeras horas con él, no ha cumplido con todo lo que ansiábamos que nos ofreciera. Pero es que quizás esperábamos demasiado.
Terminal sobrio y grueso, el teclado deslizante bajo su pantalla táctil es su carta de presentación. Y ya en ese campo no nos gusta la rigidez con la que se desliza, aunque pensamos que con el tiempo mejorará. En mi caso prefiero los teclados que deslizan con más suavidad.
El Nokia N900, que de casta le viene al galgo, es un teléfono hecho para usar en horizontal. No hemos encontrado en las primeras horas de uso un teclado virtual que llevarnos a los dedos, y si quieres escribir tienes que usar obligatoriamente el teclado físico. Además, echamos de menos en el mismo un joystick o teclas para controlar el teléfono sin usar las manos o el stylus. No nos ha gustado tampoco que el manejo del terminal cuando no usamos el modo teléfono tiene que ser en horizontal, no hay otra opción.
El teclado es del estilo del Motorola Dext, y aunque pequeño, resulta cómodo de usar tras un periodo de aclimatamiento.
Nos quedamos con la duda de si con las teclas más separadas hubiera resultado mejor. El tacto del teclado, es, eso sí, perfecto, como el acabado del teléfono.
Estamos seguramente ante el terminal de Nokia más completo, tanto en especificaciones como en experiencia de usuario. Maemo 5 ha hecho ese milagro, aunque se han quedado a medio. La siguiente versión promete mucho más. Y si este teléfono tiene que enamorar a los early adopters y usuarios avanzados, tenían que haber ofrecido más.
A ellos supuestamente está dedicado Maemo, pero las innovaciones son todavía muy conservadoras. ¿Por qué no arriesgar más teniendo Symbian en la recámara para los usuarios clásicos, la inmensa mayoría?
Maemo 5, a la espera del boom
Tras un primer vistazo a la interfaz de Maemo, comprobamos que la fluidez prometida y la personalización es un hecho, pero le notamos falto de un plus que por ejemplo comprobamos con el HTC HD2 el otro día.
A destacar lo logrado que está el manejo para su uso mediante la pantalla táctil, con menús muy bien colocados y fácilmente accesibles. Nos ha gustado especialmente la barra de estado, muy útil y básico en un terminal con pantalla táctil. También el control físico para bloquear la pantalla es un acierto. Y nos alegramos de la tapa para la lente de la cámara y el botón físico para tomar fotos, algo en lo que deberían fijarse otros fabricantes.
La multitarea es otro logro impresionante en este Nokia N900. La pantalla donde podemos controlar todas las aplicaciones abiertas es una maravilla, y funciona de lujo. Es eficaz y fácil de usar.
La navegación, basada en tecnología de Mozilla, es uno de los puntos fuertes del N900. Reproduce muy bien la mayoría de páginas y ofrece soporte para flash.
La reproducción de contenidos y la cámara de fotos, a falta de probarla a fondo, son de nuevo otros puntos de los más destacables de un Nseries. La memoria interna de 32 GB, la cámara de fotos Carl Zeiss de 5 megapíxeles y el GPS tienen mucha culpa de ello.
La opinión de Xataka
Nokia ha mejorado su tableta y la ha convertido en todo un teléfono. Un señor teléfono en especificaciones y con Maemo como gran atractivo, aunque nos ha dado la sensación de avance interruptus.
El Nokia N900 acierta de lleno en temas como la multitarea, una maravilla posible diga lo que diga Apple, pero no es algo mediático. Repetimos que es el mejor terminal de la marca hasta ahora, pero no compite contra ella misma. Al menos no debería.
Han avanzado pero a pasos demasiados lentos para pillar a gente como HTC o Samsung que con Android por bandera, avanzan a una velocidad mayor.
Nokia sigue presumiendo de terminales de alta gama, con especificaciones que asustan (como los precios, aunque esto es común a todas las marcas con sus terminales estrella) pero sin mirar hacia adelante de forma destacada en la interfaz, ese elemento de entrada crucial en la telefonía de hoy en día para un sector muy concreto de la población. Y lo peor es que el resto de fabricantes también los están alcanzando en características técnicas puras y duras.
Sin embargo Nokia sigue estando ahí, con una cuota de mercado cómoda y terminales que se venden bien entre el gran público, con teléfonos en todas las gamas y algún terminal récord de vez en cuando. El 5800 XpressMusic es uno de los últimos, el Nokia Mini 97 lo será y seguro que vienen muchos más.
Pero al usuario avanzado Nokia debe darle mucho más. Y dado que la mayoría de necesidades no satisfechas tienen al software como protagonista, tenemos fe en que la comunidad alrededor de Linux, con el apoyo de los finlandeses, pueda completar lo que le falta al Nokia N900. Pero deben darse prisa.