Nubia Watch, análisis: demasiado futurista por fuera para lo que realmente ofrece por dentro

Cuando Nubia anunció el Nubia Watch no pude evitar que me llamase la atención. Al hablar de smartwatches, lo más normal es que sean cuadrados o redondos, más o menos gruesos, más o menos elegantes y/o discretos, pero todos mantienen esa esencia de reloj tradicional porque al fin y al cabo son eso, relojes. El Nubia Watch, sin embargo, es todo lo contrario. Ni reloj tradicional ni nada de nada: una enorme pantalla OLED flexible que se enrolla casi por toda nuestra muñeca y que parece venido del futuro.

En Xataka llevamos usándolo ya unos días y lo que comenzó siendo un pequeño adelanto de lo que los smartwatches podrían llegar a ser en el futuro se ha acabado convirtiendo en un "no es para tanto". El Nubia Watch destaca por su diseño y su estética, pero no solo de la estética vive un smartwatch. En este, el análisis del Nubia Watch, vamos a ver cómo ha sido la experiencia y que tal es llevar un dispositivo como este a lo largo del día.

Ficha técnica del Nubia Watch

NUBIA WATCH

DIMENSIONES Y PESO

41,7 x 14,4 x 125 mm
98 gramos

PANTALLA

AMOLED flexible de 4,01 pulgadas
Resolución 192 x 960 píxeles
244 ppp

PROCESADOR

Snapdragon Wear 2100

MEMORIA RAM

1 GB

ALMACENAMIENTO INTERNO

8 GB (4 GB para el usuario)

BATERÍA

425 mAh

SISTEMA OPERATIVO

Propietario

RESISTENCIA AL AGUA

IP54

SENSORES

Acelerómetro
Giroscopio
Sensor de presión
Sensor de ritmo cardíaco
Geomagnético

CONECTIVIDAD

Bluetooth 4.1
WiFi
GPS/GLONASS/BEIDOU

COMPATIBILIDAD

iOS/Android

OTROS

Cinco modos deportivos
Monitorización del sueño
Reproducción de música
Watchfaces animadas

PRECIO

219 euros

Diseño: es enorme

Evidentemente, lo primero que llama la atención del Nubia Watch es su diseño. El Nubia Watch sigue la estela del Nubia Alpha, que ya hemos tenido ocasión de analizar en Xataka, pero reduce los marcos laterales ligeramente ya que la compañía ha decidido quitar la cámara (sí, el Nubia Alpha tiene cámara) y uno de los dos botones que había en el lateral.

El Nubia Watch es un smartwatch grande, bastante grande, y cuando te lo pones en la muñeca se nota. Tiene un grosor de 14,7 milímetros y pesa nada más que 100 gramos. Para ponerlo en contexto, un Apple Watch Series 6 tiene 10,7 milímetros de grosor y pesa 47,8 gramos en el caso del modelo de 44 milímetros. Su apariencia en muñeca es de entre una pulsera telemática que le ponen en las películas a los que tienen la libertad condicional y una pulsera de los 'Power Rangers'. Es grande, muy grande, quizá más de lo estrictamente necesario.

El chasis está hecho de aluminio y materiales cerámicos y el tacto es agradable, aunque no tan premium como otros relojes de marcas más asentadas como Apple, Samsung o Fitbit. La enorme pantalla OLED, de la que hablaremos más en profundidad en el siguiente apartado, está rodeada de un marco metálico que, curiosamente, tiene grabada una regla de cinco centímetros cuya utilidad es nula.

En el marco lateral tenemos un botón que nos servirá para encender la pantalla, acceder al menú principal y apagar el dispositivo por completo, pero nada más. El resto de interacciones las haremos a través de la pantalla que, evidentemente, es táctil. También en cada lateral hay un embellecedor con dos tornillos cada uno que le da ese toque industrial tan curioso pero que, a la vez, aumenta ligeramente la anchura del reloj.

En la parte inferior encontramos los pines de carga (el sistema de carga es propietario y consta de una base inalámbrica que se conecta a un adaptador por USB) y el sensor de ritmo cardíaco, consistente en dos luces LED y un fotodiodo. Este leerá nuestras pulsaciones, aunque de todo ello hablaremos más adelante.

Si echamos un vistazo a la parte inferior de la pantalla, justo antes de llegar a la correa (de silicona), veremos una serie de cuatro "eslabones". Aunque Nubia dice que su pantalla es flexible, lo cierto es que la única parte flexible del reloj es el trozo de pantalla que se encuentra en esos cuatro "eslabones", ya que es la que se adapta a la circunferencia de nuestra muñeca. Si aplicamos algo de fuerza en esta zona veremos que la pantalla, efectivamente, se dobla un poco. ¿A dónde quiero llegar? A que no podemos coger el reloj y darle la vuelta plegando la pantalla. La parte superior es completamente recta y firme. Lo único que es flexible es ese reducido porcentaje de la pantalla.

En cuanto a la correa, está hecha de silicona "skin friendly", según Nubia. El tacto no tiene nada que ver con el precio del dispositivo, sino que recuerda ligeramente al del los relojes de Amazfit. Es algo más premium que la de los Amazfit Bip S, por ejemplo, pero se queda a años luz de las correas de Apple, Samsung, Huawei, Fitbit y compañía. La correa se puede retirar fácilmente usando el sistema de presilla y tiene un mecanismo de cierre de hebilla que funciona bien y cumple su objetivo.

El único "problema" de la correa es que es muy, muy, muy grande, hasta el punto de que si tienes una muñeca relativamente pequeña va a ser imposible que puedas ajustarte bien el reloj. Para que os hagáis una idea, yo tengo una muñeca normal, de tamaño medio, y he tenido que ponerme la correa en el tercer agujero pegando a la pantalla, algo que no me había pasado nunca en un smartwatch. Si tienes una muñeca más pequeña, seguramente el reloj se te quede holgado. Lo más gracioso es que Nubia incluye una correa más corta que, a efectos prácticos, es igual que la larga, pero con menos agujeros, ergo no soluciona el problema.

Y ahora que ya lo conocemos mejor, hablemos de la experiencia al llevarlo. Lo primero es que es un dispositivo que llama la atención, que no es precisamente discreto y que se nota grande en muñeca. Cuando la pantalla está apagada se nota "menos", pero cuando la encendemos el reloj es de todo menos disimulado.

No es muy incómodo de llevar a pesar de su tamaño, pero sí se nota pesado, hasta el punto de que algunas veces, sobre todo al mover mucho las manos, puede llegar a molestar. Para que os hagáis una idea, mientras escribo estas líneas lo llevo puesto en mi muñeca izquierda y estoy notando cierto peso. Es normal, después de todo pesa casi 100 gramos y eso es algo que se aprecia sí o sí en el día a día.

Cuando más se nota es al hacer deporte y al dormir. El reloj, como todo smartwatch, es capaz de monitorizar nuestras sesiones deportivas y nuestras sesiones de sueño y, sobre todo al llevarlo al dormir, he tenido ciertas reminiscencias del Amazfit T-Rex: es demasiado grande, pesado y grueso para llevarlo mientras dormimos. Lo hemos hecho por la ciencia y para ver cómo mide el sueño, pero no es algo que recomendemos hacer por una estricta cuestión de comodidad.

En definitiva, es un reloj que prioriza demasiado la forma sobre el fondo. Su diseño futurista no está acompañado de un buen trabajo de compactación, de un peso reducido y de un tamaño que lo haga cómodo y versátil. Los materiales son correctos y en mano no se siente del todo mal, pero los puntos negativos (el peso, el tamaño, la textura de la correa, lo grande que es...) son más que los positivos (diseño futurista, innovador y llamativo).

Pantalla: ni tan flexible ni tan útil

Pero vayamos a la madre del cordero: la pantalla. Es, con diferencia, el punto más llamativo del Nubia Watch y, desgraciadamente, no es para tanto. Para tener algo de contexto, hablemos de las pantallas curvas en los smartphones. ¿Cuál es el problema de estas pantallas? Los ángulos de visión en las curvas suelen ser regulares, los toques fantasmas suelen ser frecuentes y, en la práctica, las curvas aportan poco más que estética al dispositivo. Exactamente esto es lo que le pasa al Nubia Watch, pero multiplicado por diez.

El Nubia Watch tiene una pantalla AMOLED "flexible" (ya hemos comentado lo que realmente es flexible) de 4,01 pulgadas con una resolución de 192 x 960 píxeles. No rodea la muñeca, sino que llega más o menos hasta la mitad. Si el reloj fuera una círculo perfecto, más o menos el panel se extendería por el 50% de la parte superior de la circunferencia.

Pero no es así. En su lugar, el panel está como dividido en tres secciones: las zonas superior e inferior que, en la práctica, no vamos a tocar casi en ninguna ocasión, y el frontal, que es donde interactuaremos con el reloj. El efecto ¡wow! de la pantalla es sobresaliente, entre otras cosas porque las watchfaces consiguen explotar esta enorme pantalla curvada y porque los colores y la calidad del panel son correctas, pero el problema es que la pantalla curva aporta entre poco y nada a la experiencia diaria.

El tacto, además, no es de cristal, sino plástico. De hecho, recuerda ligeramente al de los móviles flexibles como el Galaxy Z Flip o el Galaxy Fold. Es más, Nubia advierte en su web: "por favor, evita dañar la pantalla flexible con objetos duros durante el uso u otro error humano", y es que la sensación con la pantalla es que podría llegar a hundirla si aprieto demasiado fuerte o le doy un mal golpe con algún objeto puntiagudo.

Las huellas se quedan extremadamente marcadas y, aunque a plena luz del día el panel AMOLED permite ver la información sin demasiados problema, las curvas de la pantalla generaran unos reflejos demasiado evidentes, sobre todo en la zona de curva que separa las tres secciones que comentábamos anteriormente. La respuesta táctil es correcta (no hemos tenido tirones ni lag de ningún tipo), pero hay un problema a tener en cuenta: la pantalla no tiene multitouch.

¿Qué significa eso? Que si queremos tocar la pantalla tenemos que usar un solo dedo. A la mínima que otro dedo toque la pantalla, los gestos no funcionarán. Pongámonos en el caso de que vamos a hacer scroll por las notificaciones y apoyamos el pulgar en la sección inferior de la pantalla para tener más estabilidad al hacer el gesto. Este no funcionará porque estamos dando dos toques simultáneos.

La pantalla se puede encender pulsando el botón lateral o bien haciendo un gesto con la muñeca, pero no dando un toque sobre el panel. Para apagarla, la única opción es esperar a que pase el tiempo (cinco segundos por defecto, aunque es configurable en los ajustes), ya que el dispositivo no tiene soporte para apagar la pantalla poniendo la palma de la mano encima.

El nivel de brillo es correcto. Hay cinco niveles y nosotros hemos encontrado el punto dulce en el nivel cuatro. Un aspecto a tener en cuenta es que el Nubia Watch no tiene brillo automático, por lo que el brillo que establezcamos será el que llevemos en todo momento, ya sea a plena luz del día o mientras lo llevamos puesto al dormir. Recomendación personal: si lo vais a llevar para dormir, desactivad el gesto de girar la muñeca para despertar la pantalla.

En lo referente a personalización, Nubia nos da diferentes opciones. La primera son las wathfaces que hay instaladas por defecto y que no se pueden ampliar mediante apps de terceros. Son las que hay y son las que son. Algunas están animadas y otras son estáticas, pero todas ellas intentan sacarle brillo a la pantalla curva y lo cierto es que que algunas lo consiguen, sobre todo lo más complejas y sobrecargadas.

La segunda opción es "barrage", traducido literalmente como "bombardeo". Son cuatro fondos de pantalla animados que podemos poner en bucle para lucir el reloj durante un rato. También podemos crear los nuestros con nuestras propias fotos o con un texto que introducimos a mano y que no da más opciones más allá de escribir las letras.

La tercera es Panoramic Dial, una función que teóricamente permite crear una collage de fotos o seleccionar una imagen panorámica para usarla como fondo de pantalla en el reloj, y decimos "teóricamente" porque no hemos conseguido hacerla funcionar.

En resumidas cuentas, la pantalla es, de nuevo, otro ejemplo muy bueno de lo que sucede cuando priorizamos la estética por encima de la utilidad. Más allá del efecto ¡wow! y de lo llamativo que es llevar un reloj de este tipo en la muñeca, la pantalla curva no aporta demasiado, sino más bien todo lo contrario. Es bonita, es curiosa, es llamativa, pero más allá de la curiosidad, no da más de sí. Tampoco ayuda el software, así que hablemos de él.

Rendimiento y software: muy desaprovechado

La pantalla curva puede ser más o menos interesante en función de cómo la aproveche el software y, desgraciadamente, no acompaña del todo. Está bien adaptado a esta peculiar pantalla, pero hay ciertos puntos que conviene tener en cuenta, desde la gestión de las notificaciones a las llamadas, pasando por el tamaño de los textos y las opciones que no terminan de funcionar del todo bien.

Primero, la compatibilidad. El Nubia Watch es compatible con iOS y Android y es necesario sincronizarlo con la app Nubia Smart Wear en Android y Nubia Watch en iOS. Nosotros, para este análisis, lo hemos llevado siempre conectado a un smartphone Android, pero también lo hemos sincronizado con un iPhone 11 Pro y hemos podido usarlo sin problema. En ningún caso hemos tenido problemas de conexión o inestabilidad, pero eso no quiere decir que no haya bastantes puntos de mejora.

Para movernos por el reloj usaremos la pantalla. Deslizando hacia abajo abriremos los ajustes rápidos (brillo, WiFi, Bluetooth, vibración...), deslizando hacia arriba accederemos a las notificaciones y deslizando hacia la derecha o izquierda abriremos el menú de aplicaciones. La respuesta del software a los gestos es correcta, siempre que dejemos de lado la falta de soporte para multitouch.

Al tener un sistema operativo propio, las aplicaciones que están preinstaladas son las únicas que tenemos y no se pueden ampliar. Tenemos app de llamadas, de mensajes, de deporte, de salud, de ritmo cardíaco, de ajustes, de "bombardeo", de brújula, de calendario (a pesar de que el icono sea el de una app de notas), de reloj, de buscar el teléfono y de música. Los iconos son grandes y son fácilmente accesibles mediante pulsaciones, pero vayamos por partes.

Las llamadas funcionan a medias. Podemos hacer una llamada o contestarla desde el propio reloj y, si bien nuestro interlocutor nos escucha bien, nosotros a él nada más lejos de la realidad. El volumen es muy bajo, casi apagado, por lo que es imposible hacer una llamada en condiciones. La cosa cambia si le conectamos unos auriculares Bluetooth al reloj, pero ¿para qué le vas a conectar unos auriculares Bluetooth al reloj cuando se los puedes conectar directamente al móvil?

La app de mensajes está vacía. Teóricamente en China el Nubia Watch tiene soporte para eSIM, pero el modelo europeo no. La app de mensajes parece un resto del software chino que, al menos durante nuestras pruebas, no hemos podido usar nunca.

La app de salud nos permite comprobar de un vistazo nuestro estado actual, como los pasos, las calorías quemadas, el tiempo que hemos dormido, etc., pero lo cierto es que podría haberse aprovechado mejor. Quizá en lugar de esconder estas métricas en una app se podría haber dado la opción de añadirlas a otra pantalla para que al deslizar, por ejemplo, hacia la izquierda, pudiéramos acceder rápidamente.

El sensor de ritmo cardíaco es... mejorable. Lo más normal cuando tenemos un reloj con sensor de ritmo cardíaco es que esté midiendo nuestras pulsaciones durante todo el día para acceder a un resumen, pero no. El Nubia Watch no registra las pulsaciones 24/7, sino que solo lo hace cuando iniciamos una sesión deportiva, por lo que la única forma de conocer este dato es entrar manualmente en la app y tomarnos una lectura. El rendimiento es correcto y la medición precisa, pero funciona a medias.

La app de calendario nos permite sincronizar nuestro calendario personal de Google, por ejemplo, con el reloj para ver los eventos que tenemos pendientes, pero nada más. No podemos crear eventos nuevos, modificar los que ya tenemos configurados, ni nada por el estilo. Solo ver la información. En la app de reloj, por su parte, podemos crear alarmas para que el reloj nos despierte o nos avise a cierta hora.

Finalmente, hablemos de la app para encontrar el teléfono y la gestión musical. La app para encontrar el teléfono funciona sin problema, ya que hace que el teléfono suene y podamos encontrarlo si lo hemos perdido de vista. La gestión musical, sin embargo, es más compleja y no funciona del todo bien. O mejor dicho, no funciona.

Esta aplicación analiza la memoria interna del dispositivo en busca de canciones que tengamos descargadas para, posteriormente, importarlas al dispositivo. No hemos conseguido hacerla funcionar, ya que la app no completa el proceso de búsqueda y, por lo tanto, no encuentra las canciones que tenemos descargadas. Como dato, en iOS no funciona por Bluetooth, sino que que el iPhone se debe conectar a la red WiFi del reloj y pasar la canción con este sistema, algo más laborioso de lo estrictamente necesario. Tampoco permite controlar la reproducción de apps de terceros como Spotify o YouTube Music.

Como podemos comprobar, es un software relativamente escaso en funciones y que no termina de convencer. Tampoco convence la gestión de las notificaciones, ya que el reloj solo nos permite ver que tenemos una notificación, pero nada más. No se pueden contestar ni marcar como leídas, solo cerrar la ventana. Si recibimos varias notificaciones de una app, digamos WhatsApp, solo veremos que tenemos X mensajes, pero no podemos abrirlos y leerlos. Es, por decirlo suavemente, mejorable, y eso que aún no hemos dicho que no podemos poner otro idioma que no sea el inglés.

Repasando lo que nos ofrece la aplicación para smartphones, no es que podamos decir que es la app más completa del mercado. Podemos ver el estado de la batería, un recuento de pasos, el registro de las pulsaciones y un informe del sueño, así como gestionar el reloj para decidir qué apps nos pueden mandar notificaciones, personalizar el "bombardeo" o modificar nuestra información personal.

Es una app poco completa, que no ofrece mucho más allá de lo que podemos ver en el reloj y que hay que tener para poder recibir notificaciones, pero poco más. Minipunto porque la app sí está en español, aunque con una traducción un poco burda.

Hacer deporte con el Nubia Watch

Pasamos así a hablar del deporte, un aspecto en el que el reloj tampoco destaca en exceso. Por un lado, los modos deportivos que es capaz de monitorizar son escasos. Cuatro, para ser exactos, o tres si nos ponemos tiquismiquis. Las opciones que tenemos son caminata en exteriores, carrera en interiores y carrera en interiores, más un cuarto llamado "ejercicio libre" que es el modo para todo lo demás, desde jugar al pádel a hacer pesas o HIIT. Ni más ni menos.

En cuanto al rendimiento del GPS, tarda bastante en fijar nuestra ubicación, pero cuando lo hace lo hace correctamente. Eso sí, ojo a la batería, porque con el GPS activado el reloj se la bebe literalmente. En un paseo de 20 minutos el dispositivo consumió alrededor del 20% por culpa del GPS e, imagino, por llevar el sensor de ritmo cardíaco siempre activo.

Durante el rato que dura la sesión deportiva podemos ver información como las calorías quemadas, la distancia recorrida, el tiempo, el pulso, etc., pero poco más. En casi cualquier reloj con GPS, al acabar la sesión podemos ver cuál ha sido nuestro recorrido en un mapa de Google Maps e incluso un mapa de calor de rendimiento por zonas, pero no sucede esto en el Nubia Watch.

En su lugar, el dispositivo nos muestra el recorrido que hemos hecho, pero no sobre un mapa, sino que es un gráfico naranja sobre una superficie negra. Es un dato que dice entre poco y nada. Desde la app podemos acceder a un resumen de la sesión que tampoco dice mucho más allá de lo que nos muestra al reloj al terminar la sesión.

La experiencia llevando el reloj haciendo deporte es la misma que en el día a día. Es un dispositivo pesado, demasiado grande y que cuya pantalla ya sabemos que debemos cuidar, tal y como advierte Nubia en su web. No es el wearable más cómodo para hacer deporte y la oferta de modos deportivos, la información a la que podemos acceder durante la sesión y el resumen que tenemos en la web no aportan demasiado valor ni al usuario medio ni al usuario más avanzado.

Batería: como un smartwatch al uso

Pasamos así a hablar de la autonomía. El Nubia Watch monta una batería de 455 mAh que, de acuerdo a Nubia, es capaz de ofrecer hasta siete días de uso, pero en modo reposo. Usándolo como un smartwatch, es decir, sin modo de ahorro de energía, conectado al móvil, con el brillo al 70%, recibiendo notificaciones todo el día, haciendo algo de deporte y llevándolo para dormir nosotros hemos conseguido una autonomía de día y medio como máximo, que es lo que promete Nubia, así que sin problemas en ese aspecto.

No es la autonomía más alta del mercado de los smartwatches, pero no podemos olvidarnos de que tenemos una batería de 455 mAh para alimentar una pantalla de 4,01 pulgadas y un chip GPS. Con todo, la autonomía final dependerá de nuestro uso.

En cuanto al cargador, es un sistema propietario que consiste en una base con pines que debemos colocar bajo el reloj en una única posición. No es el sistema más cómodo, pero funciona. El reloj tarda en cargarse por completo algo más de dos horas, algo que no es un problema si lo vamos a cargar de noche, pero sí a la hora de darle un chute rápido de batería.

Nubia Watch, la opinión de Xataka

El Nubia Watch no ha sido un reloj que hayamos disfrutado mucho usándolo. Tiene cierta aura mágica al sacarlo de la caja, dando la impresión de que estamos ante un reloj futurista, con una enorme pantalla curva y flexible, pero toda esa magia se diluye en cuanto empezamos a usarlo y nos damos cuenta de que, realmente, todavía tiene mucho camino por delante. Es un adelanto de lo que podrían llegar a ser los smartwatches en unos años, pero por ahora es poco más que un smartwatch casi conceptual.

La pantalla curva, más allá de ser interesante de ver y llamativa, no ofrece nada a la experiencia diaria, sino más bien todo lo contrario. Provoca muchos reflejos, no soporta varios toques simultáneos, no parece demasiado resistente y tiene un tacto plástico que no termina de convencer. Es cierto que luce realmente bien con una watchface adecuada, pero no solo de estética vive un reloj.

Aunque el reloj luce realmente futurista, es más básico en funciones de lo que se podría esperar

El software también tiene margen de mejora, sobre todo en lo referente a funciones, usabilidad, accesibilidad e integración. Es un reloj demasiado futurista por fuera y demasiado básico por dentro. No todas las opciones funcionan correctamente y las que lo hacen más o menos, como las llamadas o la monitorización del deporte lo hacen a medias.

Es un dispositivo que por 219 euros no es recomendable. Por ese precio es posible encontrar opciones menos futuristas y llamativas, pero mucho más completas y versátiles. Quizá en unos años, cuando las pantallas flexibles hayan mejorado y sea posible llevarlas en la muñeca sin que eso suponga portar un dispositivo de 100 gramos, toque releer este análisis y pensemos en que así empezó todo. Por ahora, el Nubia Watch es poco más que un reloj lleno de promesas que no termina de cumplir.

4,8

Diseño 5
Pantalla 4
Software 4
Autonomía 7
Interfaz 4

A favor

  • Su apariencia futurista.
  • Tiene chip GPS.
  • La batería aguanta fácilmente un día.

En contra

  • La pantalla curva tiene demasiados reflejos y se llena de huellas.
  • Las métricas deportivas son escasas y la información insuficiente.
  • Deja ciertas dudas sobre la durabilidad de la pantalla.

El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Nubia. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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