2023 y 2024 han sido los años de las cosas con IA. Ahora parece hasta extraño que una compañía lance un dispositivo que no use IA de alguna manera. IA, IA, IA, tenemos IA hasta en la sopa. Bueno, en la sopa no (que sepamos), pero sí en una bebida azucarada con sabor a Cola bastante famosa. A estas alturas de la película, casi que no resulta sorprendente que algo tan mundano como un cepillo de dientes use la inteligencia artificial como argumento de ventas y eso es, precisamente, lo que hace el Oclean X Ultra S.
Y sí, lo hemos probado. Esta ha sido nuestra experiencia.
Por fuera, un cepillo de dientes chulísimo. Antes de hablar de la experiencia, hablemos del exterior. El Oclean X Ultra S es un cepillo de dientes precioso. Nuestro modelo de análisis es de color verde aguamarina y es muy, muy bonito. Está hecho de plástico, pero tiene un tacto realmente agradable que le da una sensación sorprendentemente premium.
En la parte frontal tiene una pantalla táctil a color de 0,96 pulgadas (que funciona, pero podría hacerlo un poquito mejor) y un botón de encendido. En la pantalla podremos ver los diferentes modos de cepillado, el progreso y el tiempo restante, así como un resumen de la sesión de cepillado.
En la parte inferior tenemos la base de carga inalámbrica y un anillo LED que nos dará información. Básicamente, se iluminará de color blanco si estamos cepillándonos bien o de color rojo si nos estamos pasando de fuerza, luego hablamos de eso.
La caja (que es enorme, pero enorme) también incluye tres cabezales (blando, medio y duro), cada uno para un tipo de cepillado. Además, se incluye el cargador inalámbrico, un estuche de transporte para cuando vayamos de viaje (que además sirve para cargar, detallazo) y un soporte magnético para la pared donde dejar el cepillo una vez hayamos completado la limpieza. Recomendación personal: pensad bien dónde lo vais a poner, porque una vez se pega cuesta horrores despegarlo.
Por dentro, un pequeño monstruo. En el interior del cepillo encontramos un motor de levitación magnética MagLev 3.0 que, de acuerdo a la compañía, alcanza las 84.000 revoluciones por minuto. Eso se traduce en un ruido de unos 45 dB, que no está mal. El cepillo vibra muchísimo, tanto que las primeras veces me resultó un pelín desagradable porque, lo digo totalmente en serio, era como si me vibrase todo el cráneo. Una vez te acostumbras (algo que, si sois usuarios de cepillos eléctricos potentes, seguramente habréis hecho ya), esa sensación desaparece.
La batería tiene una capacidad de 1.200 mAh y aguanta hasta 40 días, según la marca (con dos cepillados diarios de dos minutos usando el tercer nivel de intensidad). La realidad es que puedes despreocuparte del cepillo de dientes durante dos semanas sin problema. En pocas palabras: la autonomía no es un problema.
¿Cómo se usa? El cepillo de dientes tiene conexión Bluetooth y WiFi y se conecta a nuestro smartphone a través de la app Oclean Care+ (Google Play, App Store). Cuando lo iniciamos nos pregunta por nuestras preferencias (si fumamos, tomamos café..) y nuestro estado actual de los dientes (ortodoncia, fumador...). Una vez hecho eso, accederemos a la pantalla principal donde tendremos varios datos, a destacar el trébol de progreso (tiempo invertido, puntuación y veces que nos hemos cepillado los dientes en el día) y la cobertura de higiene bucal con un mapa de la boca y, según el caso, las zonas que no hemos cepillado bien.
El cepillo nos recomendará un modo según nuestras preferencias, pero lo cierto es que podemos ignorarlo y elegir el que queramos. Para ello, podemos deslizar hacia arriba o hacia abajo en la pantalla y seleccionarlo con el botón. Los modos disponibles son cepillado al amanecer, por la noche, cuidado de las encías sensibles, blanqueamiento, ilimitado (es decir, que no tiene cuenta atrás y durará hasta que nosotros queramos) y modo exclusivo (que lo creamos nosotros con nuestros propios parámetros).
Así es un cepillado. Se habrá notado que, hasta el momento, la IA no ha hecho acto de presencia. Bueno, pues aquí llega. Llegado el momento de cepillarse los dientes (un mínimo de dos veces al día durante al menos dos minutos, según la Asociación Dental Americana), tendremos que elegir el modo y empezar a cepillar. El patrón de vibración y la intensidad cambia según el modo, pero yo, que suelo cepillarme por la mañana y por la noche, uso los modos dedicados.
Cuando nos cepillamos, el dispositivo nos va dando feedback sonoro y visual a través de un pequeño altavoz y el anillo LED inferior. Si aplicamos demasiada presión en los dientes, nos cepillamos demasiado rápido o no estamos cambiando de área de cepillado cuando toca, el cepillo se parará y nos dará un aviso por voz. En el caso de estar aplicando demasiada presión, también se iluminará el anillo LED en color rojo. En los vídeos inferiores podéis escuchar los avisos y, de paso, comprobar el ruido que hace.
Aquí me veo obligado a decir que el cepillo es un poco... tiquismiquis, sobre todo al principio. Entiendo que pretende aproximarse al método científico para cepillarse los dientes, pero jo, dame un poco de cancha. Ya sé que tengo que cambiar de área, no hace falta que la IA pare el cepillado cada 15 segundos y me diga que tengo que cambiar de zona. Es algo a lo que cuesta acostumbrarse y que a veces llega a ser frustrante, pero ahí está la gracia. La clave es usar ese feedback para encontrar nuestros vicios y aprender a cepillarse bien (aunque eso no quita que a mí, que no nací con el don de la paciencia, me ponga un poquito nervioso).
Cuando terminamos el cepillado, la pantalla nos muestra un resumen de qué tal lo hemos hecho y el dispositivo se sincroniza con el móvil. Desde la app podemos tener muchos más detalles, como la higiene bucal (es decir, donde nos hemos limpiado bien y donde nos hemos quedado cortos) y un registro de la presión. Es un informe sencillo, pero bastante útil para entender qué estamos haciendo bien y mal. Aunque la IA sea un poco pejiguera, la realidad es que el cepillo registra con bastante precisión donde nos hemos cepillado bien y mal.
Y realmente esta es toda la implicación que tiene la IA: analizar en tiempo real nuestro cepillado para darnos instrucciones por voz. ¿El problema? Que el altavoz suena un poco regular, hasta el punto de que tuve que escuchar varias veces el "cambiar de área" para entender que me estaba intentando decir. Y puestos a sacar puntos negativos, la traducción al español de la aplicación es mejorable.
A modo de resumen. Nos ha gustado mucho el Oclean X Ultra S. Es robusto, bonito, se siente premium y la sensación tras el cepillado es realmente agradable. La IA, por su parte, es testimonial y su utilidad queda reducida a dar instrucciones por voz Si buscamos una experiencia de gama alta sin irnos a los 200 euros que cuestan las propuestas de Oral-B, por ejemplo, o sencillamente queremos un cepillo de dientes diferente (o un capricho), este es una opción a contemplar. Su precio es de 129 euros y hay que sumar los recambios: dos unidades valen 17,90 euros.
Este dispositivo ha sido cedido para pruebas por parte de Oclean. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con empresas.
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