La carrera por confeccionar el teléfono más delgado del mercado puede resultar ridícula para la mayoría, pero en China se la están tomando muy en serio. Hace unos meses descubrimos un teléfono con 5,1 milímetros de grosor por parte de Gionee, que fue batido por el protagonista de nuestro análisis, el Oppo R5, con los 4,85 milímetros de los que presume. Poco después apareció Vivo con un modelo más delgado.
Está claro que mejorar en este aspecto es sinónimo de poderío tecnológico, que para marcas desconocidas fuera de China, es bastante importante. Con ello demuestran que crean cosas, no solo copian ideas de marcas establecidas. Un tema muy distinto es el interés real que puede tener el usuario final, y el peso de los puntos negativos que aparecen al estrechar tanto un dispositivo.
Para Oppo es muy importante estar ahí, formar parte del camino de la miniaturización que tanto bueno nos ha traído al mundo de la electrónica de consumo. Más pequeño no siempre significa mejores productos, pero sí hace evolucionar la tecnología.
Que podamos comprar por aquí, el Oppo R5 es el teléfono más delgado de nuestro mercado. En el análisis vamos a conocer qué pierde y gana con tal ejercicio de diseño e ingeniería. Lógicamente es un terminal Android más, y como tal, vamos a conocer cómo es en cada uno de los apartados más importantes.
¿Cuánto se pierde al crear un teléfono delgado? Posiblemente más cosas de las que se ganan, pero para Oppo es importante
Antes de conocer la lista de especificaciones con más detalle, comentar que han conseguido introducir ahí dentro un nuevo chipset de Qualcomm, el Snapdragon 615, llamado a ser la solución ideal para la gama medio-alta en dispositivos Android. Para ir conociéndolo mejor, vamos con una galería de imágenes:
Oppo R5, especificaciones técnicas
Oppo R5, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 148,9 × 74,5 × 4,85 milímetros, 155 gramos |
Pantalla | 5,2 pulgadas. AMOLED |
Resolución | Full HD (1920 x 1080 píxeles), 423 PPI |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 615 Octa-Core (MSM8939). GPU Adreno 405 |
RAM | 2 GB |
Memoria | 16GB(no ampliable) |
Versión software | Android 4.4 con la personalización Color OS 2.0 |
Conectividad | LTE Cat 4, NFC, Bluetooth 4.0, Wi‑Fi ac |
Cámaras | Principal de 13 megapíxeles (Sony Exmor IMX214 BSI). Frontal de 5 megapíxeles |
Batería | 2.000 mAh (no extraíble) |
Otros | Conectividad LTE, Sistema de carga rápida de batería |
Precio | 399 euros |
Análisis en vídeo
Todo por el grosor
En persona el Oppo R5 gana, en las fotos podemos apreciar un teléfono metálico, de líneas esbeltas, pero en vivo nos damos cuenta de que hay una gran calidad de construcción y materiales. Algo bastante normal en la gama alta de Oppo.
El Oppo R5 es un teléfono elegante, sin detalles estridentes. No es un dispositivo delicado a pesar de su grosor. Muy sólido en la mano, podemos ponernos a hacer torsión y apretar con ganas por cualquier sitio y así perder el miedo que nos puedan infundir sus dimensiones. La pantalla cuenta con protección Gorilla Glass 3.
Al margen de dimensiones, cuando enseño el teléfono a gente que no conoce la marca, o el modelo, reclama la atención, destaca como un modelo Premium
El Oppo R5 tiene mucho estilo, al ser tan delgado, nos quedamos con esa característica y nos olvidamos de buscarle parecidos con otros modelos del mercado. El plata de la trasera – suave al tacto -, y el blanco en el resto del teléfono, conjugan a la perfección.
El detalle de diseño más criticable, como ocurrió con el iPhone 6, lo tenemos en la protuberancia que tiene la zona de la cámara. Una cámara de buena calidad es bastante complicado reducirla hasta el nivel que tiene el resto del teléfono.
A pesar de su delgadez, el teléfono no es ligero, para un modelo de 5,2 pulgadas, 155 gramos podríamos decir que es normal. Los materiales metálicos tienen algo que decir al respecto, y estamos seguros que dentro está todo más embutido de lo que cabe esperar en cualquier otro teléfono. Las dimensiones completas son de 148,9 x 74,5 x 4,85 milímetros.
En mano, tampoco nos encontramos con algo diferente de usar o coger. Me gusta la posición y calidad de los botones metálicos, y debajo de la pantalla están presentes los botones de navegación, que no cuentan con iluminación propia.
El detalle más llamativo, condicionado por el diseño, lo tenemos sin duda en el conector de auriculares. El jack habitual de 3,5 milímetros pasa a ser un conector propietario. Afortunadamente nos dan un convertidor para poder poner cualquier auricular.
Sin salirnos de la zona de ese conector, no vemos una rejilla para altavoces a su alrededor, como es habitual, y es que el sonido sale por el mismo lugar donde tenemos el altavoz del auricular, en la zona superior.
El Oppo R5 es la mitad de grueso que un Motorola Moto X de 2014, pero es el único sitio donde gana en dimensiones, ya que si lo vemos comparado con alguno de sus rivales, no destacan en otros aspectos, ni siquiera en los marcos:
El teléfono viene de serie con una funda que se abate, con ventana para dejar ver parte de la información de la pantalla, sin tener que abrirla. Al ser pantalla AMOLED, solo dibuja esa zona. Con la funda sigue siendo muy delgado.
Pantalla AMOLED
Si nos ha gustado su aspecto externo y calidad percibida, la mayoría de sus especificaciones también nos parecen que están a la altura. La primera, la pantalla, que es de 5,2 pulgadas. Podríamos decir que es el tamaño más demandado, o ideal para un smartphone.
El panel empleado es de tipo AMOLED, complicado de ver más allá de terminales Samsung. De hecho es muy similar al empleado en el Galaxy S5, por tamaño, resolución y tecnología. De hecho la matriz de puntos es igual, Diamond de tipo Pentile.
La resolución de pantalla es Full HD (1.920x1.080 píxeles), lo que le da una densidad de píxeles de 423 puntos por pulgada. Aunque no dispone de modos de color, como en los teléfonos Samsung, la pantalla puede presumir de una representación del color fantástica (eso sí, muy AMOLED: llamativa, a veces poco realista).
El nivel de brillo me parece bueno, al nivel de un buen panel IPS, en cuanto al contraste, excelente, como no cabe esperar otra cosa en OLED. La pantalla refleja muy poco, y se ve bien a la luz del día. Ninguno de los apartados son sobresalientes – quizá los ángulos de visión -, pero tampoco bajan de notable.
Comentar que aunque no lo parezca, el teléfono lleva de serie una lamina de protección para la zona frontal. Aunque no molesta, y asegura algo de protección, decidí quitarla para ver cómo se comporta realmente la pantalla.
Buen rendimiento, batería justa
El Oppo R5 es uno de los primeros teléfono en utilizar el Snapdragon 615 de Qualcomm, una solución de 64 bits ideada para la gama media, con aspiraciones a funcionar en ocasiones igual que un gama alta (un 801, por ejemplo).
Creo que vamos a verlo hasta en la sopa – HTC Desire 820, Galaxy A7 -, gracias al soporte LTE, y un rendimiento ideal para muchos fabricantes. También parece ser un hardware interesante para la puesta en marcha de Lollipop en una gama intermedia de precios, por su configuración de 64 bits.
Yo le he estado dando un uso normal, como mi primer teléfono, y no he encontrado grandes problemas en la navegación web, tampoco en juegos 3D, ni a la hora de abrir aplicaciones. No vuela, pero no hay nada que me haga pensar que esté ante un hardware sencillo. Ayuda el hecho de contar con un par de gigas de RAM.
Lógicamente hay situaciones donde se nota más estresado que un Galaxy S5 o un HTC One M8, pero creo que Qualcomm ha hecho un gran trabajo, que con optimización puede dar una experiencia estupenda. Tengo la sensación que en el Oppo podría ir mejor si no tuviera que estar tan pendiente de gastar esa batería tan pequeña.
Otra cosa será ver cómo aguanta el paso del tiempo, las actualizaciones Android que puedan llegar años más adelante – sí, soy demasiado positivo al respecto -, o la carga gráfica de aplicaciones y juegos del futuro.
Es inevitable pensar que el teléfono se va a calentar, o lo vamos a notar más, es algo bastante común en los que utilizan metal en su exterior. Más en este caso tan delgado, donde los componentes están todos tan apilados.
La memoria interna del equipo es de 16GB y no hay forma de ampliarla (en el R5, pocas ranuras y compuertas). Solo con el sistema y las cositas que mete Oppo se nos van más de 4 gigas.
Hablando de rendimiento puro y duro, nos encontramos con que los ocho núcleos ARM Cortex-A53 (cuatro a 1,7GHz, otros cuatro a 1GHz) y la GPU Adreno 405, se comportan bien en benchmarks.
A continuación comparto con vosotros algunos resultados, que están a la par en muchas ocasiones con los de un Snapdragon 801, pero los que tienen que ver con GPU, son peores que los que consigue una Adreno 330 (pero mucho mejor que los de una 305). Teniendo a mano un Oppo N3 con Snapdragon 801 os puedo informar de que en AnTuTu 5 pasa de los 39.000 puntos, mientras que el R5 se queda cerca de los 30.000. Normalmente es más grande la diferencia en las pruebas donde se hace uso de GPU, en las demás, no lo son tanto, incluso en algunas sale ganador, como GeekBench o BrowserMark.
CONECTIVIDAD
Pasamos a conocer la conectividad del equipo. Lo más importante es que conecta con nuestras redes LTE (GSM850/900/1800/1900), y la ausencia más sonada es el NFC. Por lo demás, lo habitual en estos tiempos: dual-band Wi-Fi a/b/g/n, DLNA, Wi-Fi Direct, Bluetooth 4.0, y un puerto microUSB 2.0.
BATERIA
Una cosa buena, el sistema de carga rápida de la casa, conocido como VOOC. Gracias a un cargador de 4.5 A, y una circuitería y batería especial, cargar el 75% en solo 30 minutos. Cargarlo al completo no tarda más de 70 minutos.
Estupendo sistema si estuviera complementado por una capacidad de batería mayor, y es que el grosor del teléfono ha dejado espacio para una unidad de 2.000mAh. Sí, el hardware es moderno, la pantalla AMOLED, y Android más eficiente que hace unos años, pero es pequeña para lo que tiene que llevar adelante.
A mí me gusta hablar de experiencias, no creo que los tests sirvan de demasiado. La realidad es que haciendo un uso normal del teléfono, como el que hago con mi iPhone, la batería llega a su fin antes, y si no tengo cuidado, no llego a final del día.
Estoy seguro de que todos los elementos del equipo están bien conjuntados, y con una batería más cercana a los 3.000mAh, sería un teléfono a batir, pero donde no hay no se puede sacar más.
Una comparativa rápida la podemos hacer con un Samsung Galaxy S5, con el que comparte pantalla AMOLED, y hay espacio para una batería de 2.800mAh. En casi todas las mediciones, el teléfono de Samsung duplica al Oppo, podréis echar profundizar en este tema en las pruebas de GSMArena, las más completas que podemos encontrar.
CALIDAD DE LLAMADA
El micro y altavoz del R5 no son ninguna maravilla, no está mal, pero está falto de potencia y el sonido que sale es demasiado “digital”. Posiblemente la reducción de espacio haya tenido que ver en esto, ya que el Oppo N3, presentado al mismo tiempo, es mejor en este sentido.
Os recordamos que el Oppo R5 no tiene altavoz dedicado en la zona inferior, o trasera, sino que utiliza el mismo que tiene en la zona superior, para las llamadas.
Si comprobamos la calidad de sonido a través del adaptador microUSB, la cosa mejora bastante. También debemos valorar la cancelación de ruido que realiza en ambientes complicados.
Color OS sobre Android 4.4
A Color OS ya lo conocemos bien, es la personalización del sistema que descubrimos en el Oppo Find 7, que en esta ocasión está construida sobre Android KitKat. Valga la redundancia, es bastante personalizable.
Color OS en su versión 2.0 es un sistema bastante personalizado por Oppo, tiene bastante particularidades, pero es fácil adaptarse a él. Igualmente tenemos un tema “Jelly Bean” que deja el aspecto muy parecido a Android limpio.
La principal diferencia con respecto a la mayoría de capas del mercado en que no hay un cajón para aplicaciones, las mismas aparecen desperdigadas en los escritorios, y somos nosotros los que tenemos que poner orden. A mi me gusta, al estilo iOS, con la diferencia de que aquí los widgets conviven en el mismo nivel.
Otro detalle muy característico son los gestos:
Podemos despertar al teléfono dormido con un doble toque.
Entre las novedades que encontramos está la posibilidad de disminuir el tamaño de pantalla hacia una de las esquinas, con un simple gesto. La idea es que podamos acceder con una sola mano a la totalidad de la interfaz.
- Con tres dedos deslizando hacia abajo hacemos capturas de pantalla.
- Tanto en la pantalla apagada – si lo configuramos – como en una barra que aparece desde la zona inferior, tenemos a posibilidad de dibujar símbolos que sirven como accesos directos: ‘O’ abre la cámara, o ‘V’ enciende el flash. Podemos crear más, por ejemplo, “W” para abrir Chrome.
- Con la pantalla encendida, podemos subir y bajar volumen en la reproducción con dos dedos, hacia arriba o abajo.
Como en otras personalizaciones, no faltan acciones relacionadas con los sensores. Como silenciar una llamada dándole la vuelta al equipo, o controles gestuales - Air Gestures - que utilizan la cámara frontal.
Para los Oppo Find no era un potencial problema, ya que podíamos ampliar memoria, en el R5 tenemos 16GB físicos de espacio, y Color OS es una personalización pesada (partimos de unos 11GB libres). Afortunadamente la nueva versión de Color OS hace una gestión mejor del almacenamiento.
Sobre la optimización del sistema con el hardware, creo que la experiencia en el N3, o en los Find, es más fluida, es más fácil moverla para teléfonos más potentes. No nos olvidemos que R5 internamente es un teléfono de gama media, para Oppo, y para Qualcomm.
Cámaras de gran nivel
Las cámaras es uno de los apartados que más se cuidan en Oppo, tanto en hardware, como en software. Es una conclusión de saco de los productos de gama alta que he tenido ocasión de analizar, y en este caso el R5 está metido en este grupo.
Ya hemos visto que el grosor no ha impedido dejar ahí un módulo contundente. Dentro hay una cámara Sony de 13 megapíxeles que poco tiene que envidiar a la de competidores más caros.
De hecho tenemos la misma tecnología que nos gustó en los Oppo Find 7, el sensor Sony Exmor IMX214 (retroiluminado, con un tamaño 1/3,06 pulgadas), y la lente con una apertura máxima f/2,0.
En Oppo han decidido que con el software podrían crear imágenes de mayor resolución, interpolando hasta llegar a los 50 y 25 megapíxeles – modo Ultra HD -. También tenemos modo RAW, doble exposición, SuperMacro, HDR, GIF animado, o panoramas.
Como no iba a ser de otra forma, Oppo se sube al carro de subir la calidad de la cámara frontal y coloca un sensor de 5 megapíxeles con gran angular – 83 grados, f/2,0 -. En la práctica, unos resultados decentes, que se ven mejorados por unos modos creativos bastante convincentes.
Con Color OS 2.0 llega una aplicación para la cámara más capaz y a la vez mejor diseñada. Como la multitud de modos se hace interminable, han decidido crear una especie de “tienda”, donde seleccionaremos qué queremos tener en el menú principal.
Si queremos sacar más partido de la cámara, tenemos un modo experto en el que nos dejan tocar exposición, velocidad, balance de blancos y enfoque manual.
En otros Oppo nos gustaba tirar de HDR para solucionar muchos casos con complicaciones de luz, aquí no me gusta demasiado el resultado, con mucho ruido y brillo. El comportamiento con poca luz es pasable, pero mete demasiado ruido. Tenemos un flash LED que nos ayudará a mejorar las tomas.
En situaciones buenas de luz, hace muy buenas fotos. El hardware es bueno y el procesamiento de Oppo también. Poco ruido, mucho detalle, colores realistas, buen contraste, y rapidez a la hora de realizar la toma. Si usamos el modo UtraHD, tenemos imágenes más grandes, con algo más de detalle y mayor tiempo de procesado, no termino de verle la ventaja.
No falta el modo panorama, con 180 grados de visión y 18 megapíxees. Dos modos que nos parecen útiles, si sabemos aprovecharlos, son los de larga exposición – hasta 15 segundos – y el SuperMacro, que hace un convincente efecto lupa sobre detalles.
VIDEO
Vamos con el video, que tiene diferentes modos de grabación: 1080p, 720p, 480p, HDR, y cámara lenta. No es el apartado estrella del teléfono, mejorable en definición incluso en el modo más alto (graba a 10Mbps).
En 1080p graba como máximo a 30 imágenes por segundo, mientras que en 720p nos podemos ir hasta 120 imágenes por segundo para montar vídeos en cámara lenta. ¿Implementarán más adelante 1080p a 60fps o 4K? Es posible, creo que el hardware podría gestionarlo, ya que la cámara es capaz en otros teléfonos.
El vídeo en modo HDR no vale de mucho, como pasa con las fotos. Tampoco la grabación de audio es muy buena, aunque el segundo micrófono ayuda a montar un sonido estéreo de 96 Kbps y 48 KHz.
La opinión de Xataka
El Oppo R5 no tiene nada que ver con el N3, mientras que en el segundo el diseño pasa a ser secundario por darle funcionalidad a las cámaras, aquí tenemos todos los esfuerzos dirigidos a confeccionar un teléfono muy delgado. Para ello se han dejado algunas cosas en el camino, como la autonomía, conectores, o no poder ampliar la memoria interna.
Con respecto al precio y visibilidad del producto, es complicado destacar para un teléfono bastante desconocido en Europa, sin presencia en operadoras. Realmente estamos ante un teléfono de gama media, tirando a alta, por detalles como la calidad de construcción, pantalla o cámaras, por lo que tampoco puede venderse a un precio muy bajo.
No estoy muy seguro si el comprador europeo estaría dispuesto a pagar 399 euros por él. Lo que sí puedo decir es que lo valen, por calidad y tecnología. También me parece normal que en esa cantidad la gente apunte a marcas más conocidas, que incluso en sus modelos potentes de 2014, tienen precios parecidos al Oppo.
Un detalle importante en el precio es que en la unidad actual viene acompañada por una batería externa llamada VOOC Power Bank, de 6.000mAh, que está valorada en 60 euros.
¿Podemos encontrar mejores opciones? Posiblemente - Moto X, Nexus 5, HTC Desire 820 - , pero aquí lo que prima es la elegancia de líneas, su grosor, que pueden reclamar la atención de compradores que valoren eso. Tampoco anda cojo de cámaras y hardware interno.
En mi opinión, agradezco que sigan apareciendo teléfonos de calidad más cercanos a las cinco pulgadas - en la línea de un Z3 o un HTC One -, que a los mastodontes que van apareciendo en el mercado. Entiendo perfectamente que hubiera ganado en público potencial con algo más de batería y grosor, pero creo que el ejercicio de diseño es valorable, en un mercado en los que las propuestas se parecen demasiado.
7,8
A favor
- El teléfono más delgado en nuestro mercado, elegante y confortable en la mano
- Excelente calidad de construcción y materiales
- Calidad de la pantalla super AMOLED
- Carga rápida VOOC
- Muy buena calidad en las cámaras
En contra
- No es un teléfono que destaque por autonomía
- Solo tenemos 16GB, no hay microSD, ni versiones con más capacidad
- Desaparece el jack de 3,5 milímetros, tampoco hay soporte NFC
- El altavoz no tiene mucha potencia, tampoco calidad
En este artículo ha colaborado Pedro Santamaría con la realización del vídeo.
El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Oppo. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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