Panasonic DX900, análisis: uno de los primeros televisores UHD Premium

La Panasonic DX900 es la actual gama alta del fabricante nipón en tema de televisores. La última apuesta y representación de su máxima tecnología en temas de calidad de imagen. Una propuesta que sigue apostando por la tecnología LCD y que al igual que el resto del mercado debe dar motivos para pensar que merece la pena frente al imparable avance de la tecnología OLED.

Si vemos la hoja de especificaciones técnicas es evidente que no habría motivos para pensar que no pudiese ser así. Por supuesto, como siempre digo, las propias limitaciones de la tecnología LCD LED frente a OLED estarán ahí pero a veces no siempre son tan acusadas como se pueda pensar. Aún así, veamos con detalles cada apartado clave y ya luego que cada uno saque sus propias conclusiones.

Panasonic DX900, especificaciones técnicas

Diseño y acabados

Panasonic siempre se ha caracterizado por diseñar productos con un toque elegante y minimalista. En esta ocasión no iban a cambiar la dinámica de sus últimos lanzamientos así que tenemos un producto que sin romper moldes mantiene unas líneas de diseño que lo hacen muy atractivo.

Es cierto que en temas de televisores ya hay poco margen para sorprender, más aún si lo que se busca es hacer que sea la propia imagen lo que más llame la atención. Por eso, con unos marcos reducidos, lo más llamativo lo encontramos en su peana y el contorno de los bordes.

Como se puede apreciar en las imágenes, el contorno de los bordes es de color aluminio plateado y hace que la pantalla tenga un toque bastante elegante a la vez de discreto y nada molesto cuando vemos contenido. Ese marco tiene una textura que al verse de cerca aporta un pequeño toque de distinción aunque para mí lo más importante es que resistirá mejor al paso del tiempo. Puede parecer tontería pero en otras pantallas el borde metálico termina con arañazos a medida que pasa el tiempo y realizamos acciones tan cotidianas como pasar un trapo para limpiar el polvo.

Respecto a la peana, recuerda mucho a las bases que pudimos ver en generaciones pasadas. Pesa bastante y provoca una ligera inclinación del panel hacia atrás. Eso, además de por el tamaño de la pantalla, obliga a que coloquemos el televisor en un mueble bajo para poder tener una visión lo más perpendicular posible con el panel. Si no es así, como veremos luego, los usuarios más exigentes pueden notar una cierta modificación en los tonos de la imagen.

Pasando a la parte trasera hay poco que contar. No hay un gran trabajo por hacer que quede lo más limpia posible y se pueden apreciar algunos elementos como los ventiladores, que sirven para sacar el aire caliente que se genera en el interior, o algunos componentes electrónicos del propio televisor como los altavoces. Pero tampoco es algo negativo. A fin de cuentas no suele verse la trasera de un televisor. Aunque viendo el cuidado que otros fabricantes le ponen a sus gamas altas sí es cierto que choca un poco.

Lo bueno es que Panasonic sí ha decidido añadir una tapadera a su trasera para ayudar a ocultar un poco más las conexiones y a su vez a gestionar los cables conectados a las diferentes entradas HDMI, componentes, etc.

Calidad de imagen

La calidad de imagen de la Panasonic DX900 es alta pero no de primeras. Es decir, tal y como viene precalibrada de fábrica opino que, tal vez para destacar esas tecnologías por las que apuesta, los colores quedan demasiado vivos y saturados. Puede que yo siempre conserve ese amor por los ya extintos plasmas del fabricante pero no me gusta tanta “agresividad” en la imagen.

Por fortuna, con un poco de calibración la imagen gana de forma importante en calidad. Y si no quieres complicaciones sólo debes optar por los modos THX. Tanto THX Cinema (mi preferido) como THX Bright Room mejoran de forma excelente la imagen de fábrica. Sólo debes poner a reproducir una película que conozcas bien para apreciar las diferencias en casi cualquier escena de la misma.

Después de todo esto no podemos dejar pasar cómo es su comportamiento a la hora de reproducir contenido con o sin soporte HDR, de diferentes resoluciones y por supuesto también distintos medios. Reproduciendo tanto a través de soluciones vía streaming como físicas.

Con un panel UHD de 10 bits y un sistema de retroiluminación de 512 zonas lo cierto es que la calidad de imagen no debía ni podía ser mala. En las pruebas realizadas así se demostró y todo lucía de forma imponente.

Estamos frente a todo un gama alta y al igual que con otros fabricantes estos televisores no defraudan. Es cierto que si pudiésemos comparar todos a la vez notaríamos ligeras diferencias que podrían hacernos decantar por uno u otro, aunque dependería en parte de aspectos como la propia calibración o gusto personal.

Mi valoración es buena y cualquier contenido 1080p o superior con unas características mínimas (nivel de compresión y bitrate) hará que disfrutes de una muy buena calidad de imagen. Cuando baja a resoluciones 720p u ofrece unos bitrates más pobres el procesador 4K Master Studio HCX+ no puede hacer milagros así que obtenemos una imagen que ya dependerá de la exigencia de cada uno valorar como apta o no. Tampoco con mucha de las señales TDT que ofrecen las cadenas actuales.

Así, en general, la nitidez de la imagen es buena incluso en escenas rápidas donde posibles y molestos efectos halo no estropean el visionado. A nivel de representación de color también cumple al igual que en contraste. Sí es cierto que en temas de profundidad de negro no llega al nivel de OLED pero no está nada mal. El sistema de retroiluminación cumple bien aunque al hacer uso de contenido HDR parece que no llega a ser todo lo perfecto que nos gustaría.

Es decir, la retroiluminación funciona muy bien y el control gracias a sus 512 zonas es preciso. Lo único es que habrá algunas escenas donde notemos que algunas partes de la pantalla quedan más iluminada de lo que cabría esperar. No es grave pues suele ser en escenas muy puntuales y concretas pero es bueno saberlo. Aún así, ya os digo que todo esto es siempre buscan a fondo cada posible defecto de la imagen. Algo que seguro la mayoría de usuario no llegará a hacer.

Por lo demás, como televisor certificado UHD Premium la reproducción de contenido con alto rango dinámico se disfruta mucho gracias a esos niveles de brillo que superan los 1000 nits. Y esto es algo que me gustaría recalcar, más allá de la importancia de la resolución 4K creo que es evidente que ahora mismo apostar por un televisor con soporte HDR es vital. Es cierto que aún debe de llegar mucho más contenido HDR pero su adopción será más rápida de lo que hemos visto con el contenido UHD.

Por cierto, si quieres usar este televisor para jugar has de saber que no tendrás problemas. El retardo que existe entre que se envía la señal y se muestra no genera inconvenientes a la hora de jugar. Sin importar si es un título de acción frenética o más relajado. No es de las mejor opción que un televisor o monitor más enfocado al juego pero para nada estropea la experiencia de uso como he visto en algunos televisores, sobre todo en opciones muy económicas.

En definitiva, en calidad de imagen esta tele de Panasonic no defrauda y sólo los ángulos de visión se quedan un poco por detrás de la competencia debido al panel usado. Aún así, teniendo en cuenta que solemos sentarnos frente a la pantalla y no a 60 o 70 grados respecto su perpendicular no habrá problemas.

Calidad de sonido

En tema de calidad de sonido no hay ninguna novedad destacable. Su conjunto de dos altavoces más doble subwoofer ofrecen un sonido bueno y válido para el visionado casual. Es decir, los usuarios menos exigentes disfrutarán de películas y series pero si buscas esa pegada o mayor realismo en efectos especiales, claridad de diálogos o banda sonora nada mejor que contar con un sistema de sonido externo.

Suena ya como algo tópico pero es la realidad. Pocos televisores aportan un sonido que permita a la mayoría no comprar un sistema de sonido adicional cuando se busca disfrutar de una buena experiencia auditiva. Es más, aún teniendo esa mejora en el sonido siempre será una buena recomendación hacerse con una barra, Home Cinema o solución parecida.

Aún así, por afianzar, el sonido de la Panasonic DX900 no es malo y cumplen con su función. Pero si inviertes en este televisor lo lógico es que no tengas problemas de hacerlo también en un sistema de audio adicional.

Software y experiencia de uso

A nivel de plataformas Smart TV Panasonic sigue apostando por Firefox. En esta ocasión llega con Firefox OS 2.0. Una opción que tiene algunos puntos interesantes, que no se ejecuta de forma lenta hasta el punto de penalizar la experiencia pero visto lo que hay en el mercado está claro que no es la solución más atractiva.

Con la opción de añadir algunos servicios extras gracias a las web apps lo más positivo es que de serie ya tenemos acceso a los servicios que la mayoría de usuarios demanda, Youtube y Netflix principalmente. Para Netflix incluso hay botón dedicado en el control remoto clásico que permite lanzarlo con una sola pulsación. Pero poco más ofrece esta plataforma Smart TV.

Bueno, es cierto que su software ofrece otras opciones como la grabación de contenido, reproducción de material almacenado en o memorias USB, etc. pero aún así siguen haciendo que la posición de Panasonic y su plataforma Smart TV se encuentren en desventaja frente a la competencia. Para muchos usuarios será suficiente y no se verán obligados a recurrir al uso de set top box adicionales pero si buscas algo más en temas de apps Firefox OS se queda corto.

Respecto a las opciones de control, el mando clásico no requiere grandes explicaciones. El otro que incorpora, de menor tamaño y con una botonera más reducida es perfecto para el día a día pues tenemos todo lo necesario para controlar la tele sin problemas. Aunque si nos sigue pareciendo poca cosa siempre podremos optar por la aplicación para iOS y Android. La cual además tiene algunos extras que ayudan a la calibración de la imagen. Algo que ya comenté que resulta interesante hacer para adaptar la imagen de forma más exacta a los gustos de cada usuarios.

Panasonic DX900, la opinión de Xataka

Comprar un televisor de gama alta puede convertirse en la actualidad en una tarea complicada. La oferta no es tan amplia como en otros sectores de la electrónica de consumo pero si vamos a invertir una cantidad de dinero importante queremos estar seguros de acertar. O al menos de estar cerca de la mejor decisión.

La Panasonic DX900 creo que cumple con creces lo que promete, no es perfecta y el apartado Smart TV o las propias limitaciones de la tecnología LCD y el panel tipo VA están ahí pero no por ello desmerecen al producto.

Las imágenes, sobre todo las que soportan el modo HDR, se ven de forma imponente y con contenido a la altura es todo un espectáculo. Si sumamos un diseño del producto muy elegante creemos que será una buena opción siempre y cuando pagar lo que vale no te suponga ningún tipo de problema. Hoy en día tenemos tantas buenas opciones que es más complicado equivocarse al comprar una tele que acertar.