Panasonic SDR-S10: análisis

Nuestra reciente visita al Mobile World Congress ha sido toda una experiencia portátil. Teníamos la intención de publicar desde allí, para lo cual necesitábamos llevar todo el equipo encima, pero por la experiencia de otros años sabíamos que este debía ser lo más ligero posible. La inmensidad del recinto y las horas que nos paseamos por allí lo exigían.

Así que nos preparamos un equipo que incluía el Asus Eee, móviles para estar conectados, cámara de fotos y una cámara de vídeo. Del Eee hablaremos otro día, pero hoy queremos darle un repaso a la videocámara que usamos, una Panasonic SDR-S10, una cámara que no es de última generación, ya que se presentó hace un año, pero que escogimos por su ligereza y facilidad de manejo.

Esta cámara está basada en tarjetas de memoria SDHC, lo que reduce su peso y hace que podamos aumentar su capacidad simplemente llevando más tarjetas encima. Permite grabar tanto en formato panorámico 16:9 como en 4:3, además de soportar diversos modos de compresión. Su zoom óptico de 10x es uno de los puntos a favor de esta cámara.

Con la tarjeta de 2 GB que incluye podremos grabar, aproximadamente, unos 25 minutos a la máxima calidad y hasta 50 minutos en calidad normal. No es, por tanto, una cámara para pasarnos muchas horas grabando, puesto que su batería tampoco nos dará para tanto.

En la parte que más nos interesaba, que es la de la portabilidad, la cámara se ha comportado realmente bien. Con un peso inferior a los 200 gramos podemos llevar siempre encima sin que nos moleste. Además, es resistente a golpes y a salpicaduras, por lo que será ideal para salidas al campo u otros sitios donde haya peligro que pueda sufrir algún percance leve.

En la mano resulta una cámara bastante cómodo. No lleva ningún asidero para agarrarla, pero no es necesario ya que cabe perfectamente en la palma de la mano. En la parte trasera encontramos el botón de grabación y en la superior el control del zoom. Si abrimos la pantalla, encontramos el resto de botones para controlarla. Una de las pegas de estos botones es que resultan difíciles de manejar al no sobresalir del sitio.

Otro punto negativo es que la pantalla no puede abrirse completamente o, al menos, girarse, para grabarnos nosotros mismos. Nada grave, pero si debemos tenerlo en cuenta.

Una vez realizada la grabación (a destacar el poco tiempo que tarda entre el encendido y el estar lista para grabar, apenas un par de segundos) podremos copiar esta grabación al ordenador, ya sea mediante un lector de tarjetas SD o a través del cable USB que incorpora.

La grabación se realiza en MPEG-2 en formato MOD. Al parecer en Windows es común que muchos programas de edición lo soporten, pero en Mac iMovie era incapaz de abrirlo, por lo que tuvimos que pasarlo primero por MPEG Streamclip, una aplicación para convertirlo al formato correcto.

Podemos ver algunos ejemplos de vídeos grabados con esta cámara en entradas como la de Blom o la de Mobiclip. La calidad del vídeo es más que suficiente si queremos subirlo a Internet, siempre que la iluminación sea correcta. Si la iluminación es baja el resultado no será demasiado adecuado.

La Panasonic SDR-S10 puede encontrarse por unos 300 euros, incluyendo una tarjeta de 2 GB, y es una cámara bastante recomendable si lo que queremos es llevarla siempre encima y poder grabar en cualquier momento, aunque sin esperar una calidad profesional del resultado.

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