En el mercado ya tenemos excelentes aspiradoras-robot domésticas. Primero fueron las Roomba de iRobot, y después llegaron sendas alternativas coreanas, la LG Hom-Bot y la Samsung Navibot. Ahora es Philips la que se sube a este ring robótico con la Philips Homerun.
Muy similar a las otras aspiradoras automatizadas que hemos visto, la Philips Homerun integra también múltiples cámaras y sensores (hasta 20, según la holandesa) para mapear la casa. Philips la ha dotado también de un software de mapeo sistemático que hace que, al encontrar un obstáculo, recorra varias veces su contorno a muy corta distancia para apurar al máximo la limpieza.
En el último showroom de Philips, el funcionamiento de la Homerun no nos pareció muy diferente de la Roomba o la Navibot. Sí que parece algo menos errática y más concienzuda que los modelos de Samsung y LG a la hora de efectuar su ronda.
Lo que sí parece único de la HomeRun es su capacidad para ‘saltar’. La aspiradora tiene varios modos de funcionamiento. En el modo alfombras, la Homerun puede limpiar superficies de este tipo con fibras de hasta dos centímetros de altura. Igual que se sube a las alfombras, la Homerun es capaz de auparse por encima de cables y obstáculos de hasta 1.5 centímetros de altura. Aunque no hemos podido vigilarla durante el rato suficiente como para hacer un análisis, en el tiempo que la vimos si que evitó con bastante efectividad los cables que le tendimos en su camino a mala leche.
La HomeRun tarda una hora en limpiar unos cuarenta metros cuadrados. Su depósito es bastante generoso y puede acumular hasta 0.6 litros. La aspiradora también es programable desde su mando a distancia. Philips ha comentado que su software se irá actualizando periódicamente. Una conexión USB permite introducir los nuevos parches de software. La Philips Homerun saldrá a la venta en abril a un precio de 549 euros.
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