Junto al Razer DeathStalker Ultimate hemos estado probando su perfecto compañero de batallas: el Razer Ouroboros. Un ratón para jugar con una serie de características que lo hacen único: un sensor '4G' de 8200 dpi, de los más sensibles del mercado, así como múltiples accesorios y añadidos para proporcionar al usuario una cierta personalización y la máxima comodidad posible. No damos más vueltas y empezamos ya con nuestro análisis del Razer Ouroboros.
Diseño y personalización
Razer ha creado un un periférico de gama alta en el que han cuidado al máximo todo lo que le rodea. El maletín de transporte en el que nos llegó la unidad de pruebas es uno de los más claros ejemplos: es robusto y perfecto para mover con nosotros. Dentro nos encontraremos todos los componentes del ratón, desde la base de carga, el cable USB, la pila y los pequeños accesorios para sumarle ergonomía. Todo está perfectamente ordenado y bien tratado por la espuma protectora.
Pero vayamos al grano. Sacamos el ratón y le ponemos las "alas" laterales, uno de los accesorios disponibles que tienen forma de "L" y permiten reposar el pulgar. Su instalación es sencillísima gracias a tres imanes con los que acercándo estas "alas" al cuerpo del ratón se pegan inmediatamente. Por si lo preferimos, Razer también incluye otro accesorio diferente sin esa protuberancia pero con el mismo sistema de anclaje mediante imanes, muy potente y efectivo.
Conexiones necesarias: la base de carga a USB, y listo. En caso de que nos quedemos sin batería, el cable USB puede retirarse de la base y conectarse directamente al ratón. Se añade la pila AA recargable - en un proceso que no es trivial y, lo reconozco, tuve que buscar el manual online para saber cómo hacerlo; en nuestro producto de pruebas no se incluía ningún tipo de papel o manual - y ya está listo para funcionar.
A partir de aquí no es necesaria ninguna configuración o sincronización y el ratón ya comienza a trabajar. Para sacarle todo el partido es imprescindible instalar el software Synapse 2.0 que proporciona Razer, y que permite una completa configuración de todas las opciones.
Ya tenemos el Razer Ouroboros funcionando. La primera impresión es que sin ser un ratón grande, es muy robusto y compacto. Se nota que es una gama alta fabricada con mimo en todos sus detalles. En este momento recuerdo que su cuerpo puede adaptarse, en dos posiciones: la parte del ratón donde se apoya la mano puede moverse hacia abajo (haciéndolo más largo) y también aplicar un pequeño ángulo de inclinación. Estiro el ratón y se alarga excesivamente. Giro una pequeña rueda para el ángulo y pruebo varias configuraciones. Al final vuelvo a las posiciones iniciales con la base lo más recogida posible - que ya de por si es un ratón de buenas dimensiones - y el ángulo en su posición más horizontal.
El diseño es rompedor, muy característico de los productos Razer. Incluye varios LED que se iluminan en color verde y su ergonomía lo hace muy cómodo. Si no es el ratón más cómodo que existe sí es uno de los que encabezarían esta lista.
Rendimiento, batería y posibilidades de Synapse 2.0
De un ratón de este calibre esperamos lo mejor. Igual que ocurrió con el DeathStalker, las expectativas del Ouroboros eran muy altas. Al fin y al cabo es un ratón de 150 euros, un gran desembolso.
El rendimiento es excepcional. El peso de ratón (oficialmente 115 gramos) es algo elevado, pero no excesivo como en aquél Level 10 M. El sensor es realmente bueno, y no sólo por su sensibilidad (hasta 8.200 dpi) si no por la fluidez y el tiempo de respuesta. Es una sensación difícil de describir hasta que no se prueba, pero muy positiva.
Un ratón de buen funcionamiento, cómodo y personalizable. El software que utiliza para la configuración de los diferentes botones, sensibilidad y demás parámetros es el común a todos los productos Razer: Synapse 2.0. Un programa con una interfaz muy intuitiva, sencillísimo de utilizar y que sirve para modificar todo lo que Razer ofrece. Botones, valores a la hora de cambiar la sensibilidad o ciertas macros. Incluso permite calibrar el sensor dependiendo de las alfombrillas que utilicemos, algo en lo que tenía muy pocas esperanzas pero que reconozco se nota un poquito.
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Hasta ahora todo es muy positivo, pero por supuesto también hay detalles negativos de importancia. Uno de ellos es la batería. Razer Ouroboros funciona con una pila AA recargable incluída, lo cual es de agradecer.
Lo malo es que la autonomía es muy limitada, algo menos de un día de uso intensivo. Con uso intensivo me refiero a una larga jornada frente a la pantalla: 10 o 12 horas, ya sea jugando o haciendo cualquier tarea que utilice el ratón. Además, si dejamos el ratón sin conectar a la base la batería sigue consumiéndose, con lo que es posible que al día siguiente nos encontremos con un 20 o 30% muy escaso, o incluso menos. Afortunadamente podemos extraer el cable de la base de carga y conectarlo directamente al ratón, perdiendo por supuesto las capacidades inalámbricas pero ganando autonomía infinita.
Razer Ouroboros, análisis: la opinión de Xataka
No cabe duda de que Razer Ouroboros es un buen ratón que incluye numerosas características que lo hacen único. Es inalámbrico, muy rápido, con un sensor realmente potente y un software, Synapse 2.0, que a mi parecer es de los más completos y más fáciles de manejar del mercado.
Por supuesto el precio es muy significativo. 150 euros en la tienda oficial es como para pensárselo, desde luego, pero he de reconocer que es uno de los ratones más precisos que he probado. La ergonomía es bastante positiva (tiene múltiples opciones de personalización en este sentido), aunque agradecería que fuese un poco más pequeño. Como siempre, esto es una cuestión completamente personal en la que cada uno tendrá su propia opinión.
Uno de los puntos fuertes es que es un ratón para jugar inalámbrico, que no hay muchos debido a la pequeña latencia que aporta esta tecnología 'sin cables'. En nuestra prueba no he notado ningún retraso en la señal en ningún momento y el Ouroboros siempre ha funcionado perfectamente, como si estuviese conectado por cable.
Razer Ouroboros es un gran ratón a un gran precio, cuidado al máximo en sus detalles (muchísimos accesorios, cable trenzado, etc.), de gran potencial y con la autonomía como gran sombra. Muy buena opción para darse un capricho, y si Razer consigue reducir algo el precio (quizá 100 euros sería ideal) podría convertirse en uno de los ratones más interesantes del mercado en la liga de las gamas más altas. Como no es así lo dejamos en que es un ratón caro, pero te satisfará si puedes permitírtelo.
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El ratón ha sido cedido para la prueba por parte de Razer. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Más información | Razer
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