Realme renueva una de sus familias más importantes con el objetivo de convertirse en el mejor móvil de gama media del año. Aunque empezamos 2023 un poco flojos en este aspecto, poco a poco los fabricantes se han ido poniendo las pilas con propuestas para todo tipo de usuarios, y Realme quiere conquistar por los ojos.
Siguiendo una estrategia similar a lo visto en el Realme GT2 Pro, con una trasera que llamaba muchísimo la atención, la compañía ha vestido este modelo con un diseño que recuerda a la gama premium no solo visualmente, sino también cuando lo tenemos entre manos. Tras tenerlo como móvil principal durante la última semana, vamos a ver si el Realme 11 Pro+ vale la pena.
Ficha técnica del Realme 11 Pro+
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Realme 11 pro+ |
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PANTALLA |
Panel AMOLED de 6,7 pulgadas Resolución de 2.412 x 1.080 píxeles Densidad de 394 píxeles por pulgada Brillo pico de 950 nits Refresco de 120 Hz |
DIMENSIONES Y PESO |
161,6 x 73,9 x 8,2 mm 183 gramos |
PROCESADOR |
MediaTek Dimensity 7050 |
RAM |
12 GB |
ALMACENAMIENTO |
512 GB |
CÁMARA FRONTAL |
32 Mpx f/2.5 |
CÁMARA TRASERA |
Principal de 200 Mpx f/1.7 OIS Gran angular de 8 Mpx f/2.2 Macro de 2 Mpx f/2.2 |
BATERÍA |
5.000 mAh Carga de 100 W |
SISTEMA OPERATIVO |
Android 13 + Realme UI 4.0 |
CONECTIVIDAD |
NFC Wifi 6 Bluetooth 5.2 5G GPS, GLONASS, GALILEO, BDS |
OTROS |
Lector de huella en pantalla Trasera de cuero vegano, marco de plástico |
PRECIO |
realme 11 Pro+ 5G 12+512GB Smartphone, Cámara SuperZoom OIS de 200 MP, Pantalla de visión curva de 120 Hz, gran batería de 5000 mAh, Carga SUPERVOOC de 100 W, Negro astral, Versión española
Una apuesta total por el diseño
Lo primero es lo primero y salta a la vista que Realme ha cuidado hasta el último detalle del terminal. En cuanto lo sacas de la caja y lo sostienes por primera vez, la sensación es la de que tienes un móvil mucho más caro entre manos. El salto respecto a las generaciones anteriores es evidente gracias a los materiales.
En los anteriores Realme Pro+, la compañía apostó por un plástico que no daba una sensación muy agradable en mano. Se notaba que intentaron potenciar la cámara en el Realme 9 Pro+ y la pantalla en el Reame 10 Pro+, aquí es todo lo contrario y se ha optado por un diseño más potente utilizando cuero vegano.
De hecho, no es una trasera de cuero vegano y listo, Realme se ha asociado con un antiguo diseñador de la casa Gucci para crear esta trasera y se ve que hay mucho mimo en ella. El módulo de cámaras es bastante grande y tiene un diseño circular en el que se integran tanto las tres cámaras como el flash.
No es nada rompedor porque Huawei lleva utilizándolo años -en el Mate 50 Pro, por ejemplo- y también lo hemos visto recientemente tanto en el Honor Magic5 Pro como en el Xiaomi 13 Ultra. Sin embargo, está muy bien integrado en la trasera gracias a las pequeñas decisiones que demuestran que hay buen gusto tras el diseño.
El módulo está atravesado por una especie de ribete que mezcla dos tonos de verde y que recorre el terminal de arriba a abajo. Esta parte está protegida por un plástico, pero permite ver un patrón similar al empleado en prendas de vestir. Además, rodeando el módulo de cámaras y en ambos laterales de ese ribete, podemos ver las líneas de costura.
Son simples detalles, nada funcional porque esas costuras no son reales, pero dan un toque muy interesante a la trasera. Al tacto funciona de lujo, otorgando una sensación extremadamente agradable. No resbala, el dedo índice siempre busca el apoyo del módulo redondo para afianzar la sujeción y considero que está bien equilibrado.
Los laterales son curvados y funden muy bien con unos marcos que son de plástico. Sería un puntazo que fueran de aluminio, pero el precio tampoco sería el mismo. Los botones tienen una buena altura y las esquinas son redondeadas para ofrecer, en conjunto, una de las mejores experiencias en mano en su gama.
Da pena colocar la funda que viene en la caja, y además tampoco te lo recomiendo demasiado porque la sensación al tacto baja demasiados enteros. Aparte de por perder el contacto con este cuero vegano, al tener pantalla curva la funda no agarra de manera firme en los laterales y es común que la levantemos un poco mientras utilizamos el teléfono. Se pierde esa sensación tan premium que Realme ha buscado con este diseño.
Y ya que estamos hablando de la pantalla, tenemos luces y sombras. Realme ha mantenido el panel del año pasado, con una resolución FullHD+ de 2.412 x 1.080 píxeles en una diagonal de 6,7 pulgadas, así que tenemos una muy buena densidad de píxeles y en ese sentido, las sensaciones son buenas.
El panel es AMOLED y tiene un refresco de 60 o 120 Hz que se nutre de unas bonitas animaciones del sistema, contamos con muchas opciones para dejar la interpretación de los colores de pantalla a nuestro gusto y hay varias opciones para configurar la sensibilidad de los laterales para reducir los toques involuntarios en la zona de la curvatura.
Es un buen panel para consumir tanto vídeos como videojuegos, si te gusta el anime, tienes un modo Brillante que te va a encantar y recoge las pulsaciones a la perfección. Además, Realme ha subido un poco el brillo máximo, siendo ahora el pico de 950 nits en lugar de los 800 de la generación anterior.
El problema es que es eso, un pico y no un brillo máximo mantenido. A veces se queda corto cuando vamos por la calle, sobre todo en estos meses más soleados, y queremos ver un mensaje, Twitter o lo que sea.
Un modo HBM le habría venido de perlas. Y el sensor de brillo suele ir bien, colocándose al máximo en exteriores, pero con una configuración errática en interiores en algunos momentos. O lo deja muy bajo o se pasa. No ocurre siempre, pero más veces de las que me gustaría he tenido que ajustarlo de manera manual.
Lo que sí me gusta es el modo de pantalla siempre activa. Además de por las numerosas opciones de personalización, por el estilo tan minimalista y los iconos de notificaciones, que funcionan realmente bien. Sin embargo, creo que hay un fallo importante relacionado con el desbloqueo.
El sensor óptico está en pantalla, en una zona muy pegada a la barbilla, y solo responde cuando se muestra. Es decir, si está el icono de la huella, podemos desbloquear el teléfono. Si tenemos una pantalla siempre activa, pero no aparece la huella, debemos levantar para activar, dar un doble toque o presionar el botón de desbloqueo para que muestre el icono de la huella. Vaya, que no podemos poner el pulgar o índice directamente en la zona del sensor para desbloquear el móvil.
Lo último de MediaTek brilla junto a Realme UI
Hemos hablado mucho del exterior -gran protagonista, sí, pero no único-, así que vamos a pasar al interior. Aquí Realme afianza su buena relación con MediaTek y encontramos el Dimensity 7050. Se trata de un SoC fabricado en una litografía de seis nanómetros con ocho núcleos en el que dos van a una frecuencia de 2,6 GHz y los otros seis van a 2 GHz. No es un clúster tan complejo como los que emplea Qualcomm en las últimas generaciones, pero funciona.
Tampoco se trata de un SoC extremadamente ambicioso y, de hecho, cabalga con la gama media de Qualcomm del año pasado, pero te va a permitir jugar a videojuegos actuales sin problema, en el día a día el rendimiento es perfecto y no he notado calentamiento. Cuando pasas media hora en Diablo Immortal sí está calentito (y devora la batería), pero no es nada exagerado.
De hecho, aquí te dejamos dos test de rendimiento sostenido en los que vemos una muy buena estabilidad tanto de CPU como de GPU (la Mali-G68):
Ya que estamos con los test, vamos con las pruebas de rendimiento. Mi unidad cuenta con 12 GB de memoria RAM, que es una barbaridad actualmente, y 512 GB de almacenamiento. Esto se agradece porque no se puede ampliar mediante microSD y la velocidad no está mal, con 765,1 MB/s de escritura y 706 MB/s de lectura.
A continuación, te dejamos los test de rendimiento habituales y una comparativa con teléfonos de la misma gama:
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realme 11 pro+ |
GOOGLE PIXEL 7A |
POCO F5 |
NOTHING PHONE (1) |
XIAOMI 13 LITE |
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PROCESADOR |
MediaTek Dimensity 7050 |
Google Tensor G2 |
Snapdragon 7+ Gen 2 |
Snapdragon 778G+ |
Snapdragon 7 Gen 1 |
RAM |
12 GB |
8 GB |
12 GB |
12 GB |
8 GB |
GEEKBENCH 5/6 (SINGLE/MULTI) |
944 / 2.361 (6) |
1.367 / 3.332 (6) |
1.643 / 4.350 (6) |
1.269 / 3.917 (6) |
953 / 2.624 (6) |
3D MARK WILD LIFE UNLIMITED |
2.312 |
6.710 |
7.594 |
- |
3.049 |
3D MARK WILD LIFE STRESS UNLIMITED |
2.314 / 2.303 |
- |
7.659 / 6.529 |
- |
3.137 / 3.098 |
PCMARK WORK |
13.375 |
11.035 |
14.090 |
13.560 |
11.604 |
Como siempre decimos, estas pruebas nos permiten ver dónde quedan los diferentes procesadores, sus puntos fuertes y flojos, pero no siempre es indicativo del rendimiento real en el día a día. Para eso hay que usar el teléfono y, aquí, Realme UI 4.0 me encanta. Corre sobre Android 13 y al principio es un poco agobiante por la cantidad de bloatware que encontramos, pero se desinstala fácil.
A lo largo de la más de una semana que he tenido el Realme 11 Pro+ como móvil principal, no he tenido ningún problema. No se han cerrado aplicaciones, no he tenido bugs, no he sufrido ralentizaciones y la experiencia ha sido genial. Es cierto que no es el sistema más eléctrico debido a las cargadas animaciones para cambiar de aplicación o volver de una app al dashboard, pero la sensación en todo momento es de suavidad.
Hay muchísimos parámetros funcionales que configurar (como las ventanas flotantes, la pantalla dividida, la barra inteligente que podemos activar) y ciertas opciones que Realme permite probar anticipadamente, como si fuera una beta abierta para todos. Hay opciones como el audio simultáneo por cable y auriculares Bluetooth y la posibilidad de medir las pulsaciones con el sensor de huella.
Los 5.000 mAh no dan la talla, aunque se carga en 25 minutos
Antes de pasar a las cámaras, quiero resaltar el apartado de batería porque es extraño. Lo primero es que me gusta que hayan conseguido 5.000 mAh en un cuerpo de 8,2 milímetros y solo 183 gramos de peso. Eso me parece genial, pero en el día a día se me ha quedado corta.
He querido capturar varias muestras de la batería para que eches un vistazo. El tiempo total de uso va desde las casi 30 horas hasta unas casi las 37 horas. Nunca he tenido menos de un día completo de uso, pero las horas de pantalla son otro cantar.
Sin hacer nada especial con el móvil (redes sociales, alguna foto esporádica, uso wifi/5G y algún tiempo en exterior), la pantalla me ha dado resultados de entre tres horas y cuarto y cinco horas y cuarto.
No es, para nada, un dato que se corresponda con un actual SoC de bajo consumo y, sobre todo, con los 5.000 mAh. Veremos si pulen ciertos procesos con actualizaciones, pero en los datos de las mediciones no había anomalías ni aplicaciones tragonas que se hubieran quedado pilladas.
Aunque no es consuelo, el punto positivo es que en la caja viene una carga de 100 W. Esto sí es para quitarse el sombrero con Realme porque se consigue una carga completa en apenas 25 minutos. Te dejo los tramos a continuación:
- 15% en 2 minutos
- 30% en 5 minutos
- 50% en 9 minutos
- 75% en 17 minutos
- 100% en 25 minutos
He analizado varios móviles con cargas de este estilo, y hasta de 120 W, y no deja de sorprenderme tener el 50% en menos de 10 minutos (que es lo que tarda en cargar al 100% el Realme GT 3, pero eso es otra historia). Lo que no tenemos, eso sí, es carga inalámbrica.
Cámaras con ideas interesantes más allá del RAW y los 200 megapíxeles
Y vamos a las cámaras. Tradicionalmente, los Realme Pro+ montaban las cámaras más ambiciosas en lo que a megapíxeles se refiere, filosofía que mantienen en esta generación. La aplicación es la clásica de Realme y cuenta con varios detalles y modos muy interesantes que vamos a ir viendo a continuación.
Es estable, responde bien y me gusta, aunque hay dos detalles a tener en cuenta: cuando disparamos a 200 megapíxeles, hay un retardo considerable entre que pulsamos el botón y se hace la fotografía, así que no te recomiendo usar este modo de alta resolución para hacer fotos a algo en movimiento.
Lo segundo es que tenemos un macro cuya activación está en el apartado de ‘Más’. Tiene poca importancia en la aplicación de cámara y, la verdad, a tenor de los resultados… tampoco es que invite demasiado a ser utilizado. Ya que estamos con las cámaras, tenemos:
- Principal: ISOCEL HP3. Es un sensor de 200 megapíxeles de Samsung que cuenta con un tamaño reducido, de 1/1.4 pulgadas. Tiene estabilización óptica y las lentes tienen apertura f/1.7. Es equivalente a un 23 milímetros (lo normal) y los píxeles no son muy grandes debido al tamaño del sensor, de 0,56 micras. La grabación es de 4K30 como máximo.
- Gran angular: es un 8 megapíxeles que conocemos bien en la gama media con apertura f/2.2 y un angular de 112 grados. Podemos grabar a 1.080p30.
- Macro: 2 megapíxeles con apertura f/2.4.
- Frontal: sensor de 32 megapíxeles f/2.5 con una distancia focal de 22 milímetros. Podemos grabar a 1.080p30 como máximo.
Vistas las cámaras, vamos con cada una de ellas. Evidentemente, la protagonista es la principal, de forma destacada, además, al ser los 200 megapíxeles los que se anuncian en el propio módulo de cámaras. Es una cámara todoterreno que se desenvuelve bien en prácticamente cualquier situación y que me ha gustado bastante con poca luz y en interiores.
En interiores con una luz moderada, consigue detalle, una buena interpretación de los colores y me parece adecuada para las mascotas o fotos de comida. Si la luz es extrema, o si directamente es de noche, considero que hace un buen trabajo si no ampliamos.
No saca luz de donde no hay, no convierte la noche en día y respeta los colores, pero también es cierto que notaremos una falta de detalle en las texturas si ampliamos. Para redes sociales, cumple de sobra.
Si nos vamos al día, tenemos un resultado más que solvente en cualquier situación, con un HDR correcto en el modo automático y la posibilidad de utilizar un procesado por IA que reconoce escenas y toca un pelín tanto la exposición como, sobre todo, el balance de blandos y la saturación.
Ni en el modo auto, ni en el modo auto con IA considero que trate los colores de manera realista, no son los que estoy viendo con mis ojos, pero si me tengo que quedar con un modo, me quedo con el que no utiliza la IA. La IA se saca de la manga un tono cálido que no es el real.
En el modo auto, además, tienes la opción de aplicar un 2x y un 4x digitales. En la foto superior tienes un ejemplo del rango focal del 1x con 200 megapíxeles, un 2x, un 4x y, abajo a la derecha, un recorte al 50% de la foto de 200 megapíxeles.
Como ves, hay una diferencia en el procesado de los colores, teniendo el 2x y 4x un tinte verdoso que no es el natural. Sin embargo, disparar a 200 megapíxeles no es buena idea en todas las situaciones. Te recomiendo no usarlo indiscriminadamente, y a continuación tienes el motivo:
Como puedes apreciar, en las dos fotos de arriba a 200 Mpx, el HDR es inexistente. Las sombras están bastante bien, pero las altas luces se van de paseo y el cielo aparece totalmente quemado. La zona que no está quemada tiene un tono turquesa extremadamente artificial, y esto no lo vas a poder arreglar a posteriori.
Te recomiendo usar estos 200 megapíxeles únicamente si vas a disparar a algo que sabes que vas a querer ampliar. Dentro del modo de alta resolución, puedes elegir entre 50 o 200 megapíxeles y lo cierto es que, con las condiciones idóneas de luz, los 200 megapíxeles logran asombrar:
Con el cielo nublado, puedes ver que la diferencia en el HDR (que sigue existiendo, ojo) no es tan notable, pero ganamos muchísimo en definición de detalles. Y sí, prefiero utilizar el modo de 200 megapíxeles antes que el 4x.
Una cosita de software muy chula es el modo calle. Está en el carrusel de modos y no creo que sea para los fotógrafos más expertos, pero seguro que tiene su público. Básicamente, dependiendo de lo que toquemos en pantalla elegirá una focal u otra, desde el angular hasta el 2x o 4x. Creo que como mejor puedes apreciar lo que digo es con este ejemplo:
Si pasamos al gran angular, 8 megapíxeles no dan para ampliaciones y, de hecho, se nota la falta de detalle enseguida. No amplíes porque salen a relucir las costuras, pero creo que en general no está mal. El procesado de los colores no es idéntico en el angular y en el gran angular, pero lo intenta. Eso sí, de noche hay una falta absoluta de detalle.
Pasando al frontal, tenemos un selfie que no está mal, pero que arrastra errores de procesado de generaciones pasadas. El cálculo del tono de la piel es correcto (aunque en interiores me saca unos colores rosáceos que no entiendo muy bien), pero tiene detalle y nos permite elegir entre el angular nativo (un 0,8x) y un pequeño aumento digital de 1x.
El modo retrato hace un buen trabajo con el recorte, excepto con partes del pelo, pero creo que es demasiado exagerado, marcando mucho la separación entre sujeto y fondo. Además, el rango dinámico es una lotería. Curiosamente, en este ejemplo no está tan mal como podría (aunque todo el fondo está muy lavado), pero en un interior muestra partes del fondo totalmente quemadas.
En vídeo, ya te he comentado la resolución máxima con cada cámara y el resultado es… mejorable. Aquí es donde más en falta se hace un buen procesado del HDR, pero también de una estabilización óptica más efectiva (me ha sorprendido el bamboleo de la imagen pese a tener OIS).
Podemos activar un modo ultraestabilizado que baja la resolución a 1.080p, pero nos ofrece un cambio considerable en la calidad del estabilizado gracias al apoyo del sistema EIS.
Y, al igual en el modo calle en foto, en vídeo tenemos algo interesante. Es un modo de seguimiento con autofoco que hemos visto en algunas cámaras web, en algunos ordenadores y en algunas tablets y, básicamente, lo que hace es tener centrado siempre a un sujeto que se mueve. Si quieres grabarte para redes sociales, es muy interesante porque siempre estarás centrado.
Realme 11 Pro+, la opinión de Xataka
Al final, el Realme 11 Pro+ me ha gustado por su ambición. Considero que tiene uno de los mejores apartados estéticos de su gama y, sin recurrir al cristal que es lo que da un toque premium, consigue un acabado en esa piel sintética que sienta tan bien entre los dedos y que está rematada con detalles muy cuidados.
La cámara de 200 megapíxeles es un gancho porque ya sabemos el poder del marketing, pero en ciertas situaciones es útil y, para todo lo demás, el modo automático se porta bien pese al poco realismo en los colores en ciertas situaciones. Es un procesado muy preparado para Instagram, y es algo que cambiaría de cara a generaciones futuras.
Y no quiere competir en potencia, pero el MediaTek 7050 hace los deberes en optimización y tanto Android 13 como Realme UI cumplen en fluidez y estabilidad. Puede que algo recargado, sobre todo con el bloatware inicial, pero bueno. Quizá, el punto débil es la batería. 5.000 mAh suenan genial, pero en el día a día no ha conseguido dar la talla con unas horas de pantalla que se alejan de lo que esperamos en un móvil con esta capacidad.
Realme está haciendo las cosas muy bien en lo que a diseño, software y carga rápida se refiere, pero quedan puntitos por pulir para que esta familia en concreto pueda brillar más en el podio de la gama alta. Y, por favor, que dejen de incluirse esos macros que las mismas compañías parecen empeñadas en esconder entre otras opciones en la app de cámara.
8,7
A favor
- El diseño es muy premium.
- Realme UI 4.0 basado en Android 13 va como la seda.
- Que cargue en 25 minutos es una pasada.
En contra
- La cámara sigue necesitando procesar mejor el HDR.
- El Dimensity 7050 cumple, pero echamos de menos más ambición.
- Buena capacidad de batería, pero pocas horas de pantalla.
realme 11 Pro+ 5G 12+512GB Smartphone, Cámara SuperZoom OIS de 200 MP, Pantalla de visión curva de 120 Hz, gran batería de 5000 mAh, Carga SUPERVOOC de 100 W, Negro astral, Versión española
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En Xataka | Los móviles de gama media con mejor cámara de 2023
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