La gama media sigue siendo un terreno difícil si el objetivo es tener el móvil con mejor relación calidad-precio, y justo es ahí donde Realme parece poner su punto de mira. Una idea que ha sobrevolado en todo momento el análisis del Realme 6 Pro tanto por sus especificaciones sobre el papel como por la experiencia que da.
Hablando de lo primero es sin duda una propuesta interesante: pantalla con hasta 90 hercios de tasa de refresco, cuatro cámaras traseras y hasta 8 GB de RAM por menos de 350 euros desde el momento de su salida. Pero esta ficha técnica no le salva de tener competencia (y bastante reñida), empezando por su propia casa con el Realme 6, y hemos querido transmitiros una vez más lo que nos ha parecido este móvil contándoos con detalle nuestra experiencia.
Ficha técnica del Realme 6 Pro
REALME 6 PRO |
|
---|---|
DIMENSIONES Y PESO |
163,8 x 75,8 x 8,9 mm |
PANTALLA |
6,6 pulgadas |
PROCESADOR |
Snapdragon 720G |
MEMORIA RAM |
6 / 8 GB RAM |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
64 / 128 GB |
CÁMARA TRASERA |
64 MP |
CÁMARA DELANTERA |
16 MP + 8 MP gran angular |
BATERÍA |
4.300 mAh |
SISTEMA OPERATIVO |
Android con Realme UI |
OTROS |
Lector de huellas lateral, altavoces supralineares, GPS dual |
PRECIO |
8 GB + 128 GB: 329 euros |
Realme 6 PRO – Smartphone de 6.6”, 8 GB RAM + 128 GB ROM, Procesador OctaCore Snapdragon 720G, Cuádruple Cámara AI 64MP, Dual Sim, Color Lightning Blue
Diseño: un relámpago que logra ser discreto
En la actualidad del mercado móvil hay algunas tendencias bastante marcadas, y el Realme 6 Pro acoge varias de ellas. Visto que los notch siguen siendo una opción pero quizás más de segunda (al menos en los que no integran nada más allá de la cámara frontal), el agujero en pantalla parece estar siendo la elección favorita en los principales smartphones de gama alta o bien las versiones "Pro" o más avanzadas como ocurre con éste.
En esta ocasión no vimos un Realme 6 con notch, pero en su pantalla emergía una sola cámara. Y ésta una de las principales diferencias con el 6 Pro, el cual integra dos cámaras frontales y por tanto su isleta, ubicada en la misma esquina, es algo más grande.
No obstante, aunque luego ahondaremos en las medidas pie de rey en mano, mantenemos la opinión que tuvimos en la toma de contacto. Las cámaras frontales de integran de manera bastante poco invasiva, sin llegar a la sutilidad de los Samsung Galaxy S20 pero con buen resultado.
Los marcos son simétricos salvo el inferior (algo más grueso), dejando un frontal bastante despejado para la pantalla. Los bordes que cierran este sándwich de Gorilla Glass 5 son de plástico, el cual da la sensación de ser robusto además de dar cierto toque de discreción al menos en este tono añil.
También de manera muy, muy discreta se integra entre este borde y la pantalla el auricular, siendo una delgada línea en esa junta. En la parte de abajo se deja sitio al USB tipo-C, el altavoz, el micrófono y el minijack de 3,5 milímetros, todo casi perfectamente alineado al centro.
La trasera deja todo el escenario al protagonista: el rayo reflectante que la atraviesa de arriba a abajo. El módulo de cámaras queda al mismo lado que el logo de la marca y el lector de huellas se coloca en el lateral.
Esta trasera resbala menos de lo que parece: el agarre es cómodo y es el plástico del borde lo que se desliza más que la parte de cristal. Eso sí, el mayor coeficiente de rozamiento de paga con unas huellas o la grasilla de las manos más presente.
Como dijimos en las primeras impresiones, el cuerpo ha de acompañar a una pantalla con 6,6 pulgadas de diagonal y eso no es poco. El Realme 6 Pro es un móvil voluminoso, pero vamos a ver con los números que tampoco escapa a la tendencia actual en este sentido.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Realme 6 Pro | 163,8 | 75,8 | 8,9 | 202 | 6,6 | 4.300 | 124,2 | 110,5 |
Nubia Red Magic 5G | 168,6 | 78 | 9,8 | 218 | 6,65 | 4.500 | 131,508 | 128,88 |
OnePlus 8 Pro | 165,3 | 74,35 | 8,5 | 199 | 6,78 | 4.510 | 122,9 | 104,47 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Samsung Galaxy S20 Ultra | 166,9 | 76 | 8,8 | 220 | 6,9 | 5.000 | 126,84 | 111,62 |
iPhone 11 Pro Max | 158 | 77,8 | 8,1 | 226 | 6,5 | 3.969 | 122,92 | 99,57 |
Pixel 4 XL | 160,4 | 75,1 | 8,2 | 193 | 6,3 | 3.700 | 120,46 | 98,78 |
LG V60 ThinQ | 169,4 | 77,7 | 8,9 | 219 | 6,8 | 5.000 | 131,62 | 117,15 |
OPPO Reno 10x Zoom | 162 | 77,2 | 9,3 | 210 | 6,6 | 4.065 | 125,07 | 116,31 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Xiaomi Mi 10 Pro | 162,5 | 74,8 | 9 | 208 | 6,67 | 4.500 | 121,55 | 109,39 |
Es por ello que no se hace pesado o incómodo, y que el agarre es ergonómico y adecuado aunque pueda ser un móvil bastante grueso. Quizás ayude el hecho de que la trasera esté ligeramente curvada a los lados, con lo que se logra un borde algo más delgado que redondea el lateral, aunque la pantalla supone un saliente sin darle continuidad al mismo.
Se trata de un móvil bien construido que además promete ser resistente por los materiales y la certificación IP68. Si bien la apariencia busca ser juvenil o llamativa, al final la solución de la trasera reflectante no es demasiado indiscreta ni tan llamativa como traseras multicolores como la del Samsung Galaxy A7 (2018). Por ello, puede encajarle también a alguien que busque algo no precisamente llamativo.
Pantalla: un IPS disfrazado de AMOLED
Una de las modas que este Realme 6 Pro deja pasar es la de los paneles AMOLED, aunque a primera vista pueda engañar. La pantalla de 6,6 pulgadas de este terminal viene con un extra de saturación más característico de OLED, pero se trata de un LCD IPS.
Aunque quizás nos interese más saber que la resolución es FullHD+, muy acorde a su condición de gama media con pretensiones. Con pretensiones porque puede toser a algún panel de los gama alta que se quedan con esta resolución al mantenerla también con los 90 hercios, su máxima tasa de refresco.
Si traducimos todo esto a experiencia podemos hablar de una nitidez suficiente (son casi 400 píxeles por pulgada, que no está mal sin ser una densidad de récord), así como de un contraste y brillo máxima satisfactorios. El brillo máximo puede quedar algo demasiado justo, pero el ajuste de brillo automático funciona bien.
Ese extra de saturación no es muy favorecedor, pero tiene solución: irnos a los ajustes de pantalla. En este surtido menú veremos que está la opción del modo de color, pudiendo elegir el “suave” (más equilibrado) y pudiendo ajustar a nuestro gusto la temperatura del panel, la cual viene algo fría de fábrica.
También es donde hemos de dirigirnos a elegir la tasa de refresco o el efecto OSIE, pero esto último sigue siendo una supuesta mejora de “claridad en el vídeo” que no notamos siempre (parece depender de la app), con algo más de contraste y viveza de los colores. También vemos aquí las opciones de modo oscuro o el modo para evitar la fatiga ocular, que podemos programar si lo preferimos sólo a unas horas y que es ajustable (esto es algo a agradecer, ya que de manera habitual supone un matiz demasiado anaranjado nada agradable).
Con todo esto podemos dejar bastante a nuestro gusto la pantalla. El modo oscuro permite que todas las interfaces tomen fondos negros u oscurecidos junto a las del sistema, en principio también orientado a ahorrar batería.
No hay opción para activar pantalla con uno o dos toques, pero sí podremos bloquearla con un doble toque. Lo que también puede que echemos en falta es la pantalla ambiente, viendo que tenemos una pantalla IPS.
No obstante, siguiendo el hilo de la personalización del rendimiento del panel en el apartado de ajustes veremos que hay bastantes posibilidades por parte del sistema para personalizar la pantalla de inicio y las interacciones. Cabe matizar que hablamos de una pantalla plana y que la interacción y sensibilidad táctil son en todo momento correctas, así que por esta parte todo sobre ruedas.
Sobre todo si decidimos quedarnos con los 90 Hz de tasa de refresco. Está claro que el salto a 120 Hz como el OnePlus 8 Pro o incluso 144 Hz como el Nubia RedMagic 5G siempre se va a notar más, pero el relativamente tímido aumento de 60 a 90 Hz ya se aprecia con la fluidez del sistema, siendo mayor y viendo que los scroll o la carga de apps son bastante más rápidas.
En juegos compatibles como el 'PUBG' también conviene activarlo, dado que las partidas se podrán suceder de manera algo más ágil. Sin milagros, pero ayudando a que toda esa carga gráfica dé la apariencia de pesar menos. Personalmente matizo que sólo por cómo se nota con el sistema ya vale la pena.
Hablando de la solución para integrar las cámaras frontales, el agujero hace que el texto quede algo perdido dentro de la barra de tareas. Ésta mide unos 7,19 milímetros, más cercano a lo que vimos en el Huawei P40 Pro que al diseño de los Galaxy S20 (de momento, el que menor impacto causa en la barra de los que ha pasado por esta mesa de análisis).
No es algo exagerado y no podemos olvidar que hablamos de un dispositivo de gama media, precio contenido y bastante a la última en general. Además, no nos ha molestado para nada en ningún juego o app a pantalla completa en modo horizontal, que al final lo importante es que no se va comprometida la interacción usuario-pantalla.
También encontraremos opciones para cambiar el ajuste de la interfaz según cómo queramos que se vea la isleta de las cámaras (como a veces vemos en móviles con notch). Es algo que también depende de la app y que sólo veremos en apps de pantalla completa.
Así, el rendimiento de la pantalla es más que aceptable, con un brillo automático que suele trabajar muy bien y sin detectar ningún problema. Además, como hemos dicho tanto nitidez como contraste son suficientes y es un plus que pueda ajustarse tanto a las preferencias del usuario, olvidando que podamos echar en falta alguna función.
Rendimiento: puede con los juegos sin titubear
Una de las no demasiadas diferencias entre el Realme 6 y el 6 Pro es el procesador. Para el básico se eligió uno de MediaTek y en este caso vemos uno de Qualcomm, y si bien ambos son versiones encaradas a un buen rendimiento en juegos el del Pro es algo más potente.
Hablamos del Snapdragon 720G, un procesador para la gama media, pantallas de hasta 120 Hz y sensores de alta resolución que se acompaña de 8 GB de RAM. Y afortunadamente no hay mucha sorpresa porque mantenemos las sensaciones que contábamos en las primeras impresiones: el hardware es más que suficiente.
Independientemente de la tasa de refresco que tengamos seleccionada, la fluidez es una constante en este móvil de Realme y puede con juegos exigentes como 'Real Racing 3' o el 'PUBG'. Seguramente serán una ayuda los 8 GB de RAM, aunque viendo que la capa es más estable tras las últimas actualizaciones probablemente algo de responsabilidad de que no haya lag aparente también estará en el software.
Notaremos que la temperatura sube ligeramente al jugar o estar ejecutando una app más exigente durante unos minutos, pero lo hace únicamente en la zona cercana a las cámaras y no es un gran aumento. En este sentido no molestará ni da la impresión de que esto vaya a suponer un problema y en general se disipa el calor bastante bien.
En cuanto a los benchmarks, os mostramos los resultados obtenidos en las habituales pruebas de rendimiento comparándolo con móviles de características similares.
Realme 6 Pro |
Xiaomi Mi Note 10 |
Xiaomi Mi 9T |
Samsung Galaxy A70 |
Motorola One Vision |
Xiaomi Mi A2 |
Lenovo Z5S |
Huawei P Smart 2019 |
|
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Snapdragon 720G |
Snapdragon 730G |
Snapdragon 730 |
Snapdragon 675 |
Exynos 9609 |
Snapdragon 660 |
Snapdragon 710 |
Kirin 710 |
RAM |
8 GB |
6 GB |
6 GB |
6 GB |
4 GB |
4 GB |
3 GB |
4 GB |
ANTUTU |
279.533 |
253.660 |
211.901 |
170.567 |
136.111 |
127.610 |
130.026 |
130.026 |
GEEKBENCH |
568 / 1.676 (5.0) |
539 / 1.715 (5.0) |
2.545 / 6.900 |
2.363 / 6.390 |
1.507/4.934 |
1.626 / 4.286 |
1.531 / 5.149 |
1.531 / 5.149 |
PC MARK WORK |
10.099 |
7.473 |
9.166 |
8.889 |
6.812 |
6.332 |
8.809 |
5.853 |
3D MARK(SLING SHOT) |
3.741 |
- |
3.196 |
1.766 |
2.030 |
1.910 |
- |
1.144 |
Ver galería completa » Realme 6 Pro, benchmarks (6 fotos)
Software: el Realme Style mantiene prestaciones pero mejora en estabilidad
La diferenciación entre Realme y OPPO sigue el paso de la de Honor y Huawei con el software, y en este caso también vimos hace un tiempo como la marca esqueje tenía uno con nombre propio. Así, en el Realme 6 Pro veremos Realme UI 1.0 sobre Android 10.
Es una capa con estética característica y alguna app de terceros que podremos desinstalar. Las apps nos vienen de fábrica distribuidas en cajón y escritorio, pero podemos cambiar esto y bastantes otros aspectos en los ajustes de pantalla de inicio, incluyendo la velocidad de las animaciones (algo que suele dejarse para las opciones de desarrolladores).
Además, existen otras opciones para personalizar el aspecto del escritorio que ya aparecen en la primera carga del sistema. Podemos por ejemplo personalizar la forma y aspecto de los iconos de las apps, como ya vimos en el Realme 6.
Veremos un menú de ajustes claro, deductivo y nutrido. A continuación veremos que encontramos dos secciones que no son habituales, pero incluyen pocas herramientas y en caso de que no encontremos cualquier apartado el buscador funciona muy bien.
Hemos hablado de los de pantalla, aunque cabe comentar que podemos personalizar la navegación . Esto se encuentra precisamente en una de las secciones que quizás a primera vista nos resulte menos familiar: herramientas de conveniencia. Pero abarca aspectos bastante interesantes.
Más allá de la navegación podemos añadir más gestos y opciones de interacción, como el levantar para activar pantalla o gestos para la captura. También activar algo que muy pocas capas de software ofrecen y es algo muy práctico (y que economiza consumo): los gestos para la pantalla apagada, tanto preconfigurados como personalizados.
Otra sección que se sale de lo habitual es la de servicios inteligentes, que agrupa un modo para la conducción y la pestaña accesoria de tarjetas en el escritorio (Asistente inteligente). Ésta nos servirá para poder añadir algunos accesos rápidos, sobre todo de ciertas herramientas del móvil (pasos, tiempo, recordatorios, etc.).
Encontramos también el bienestar digital, muy Android stock. Y en configuración adicional veremos también algún añadido interesante como el gestor de procesos, que puede darnos una idea de lo que está consumiendo recursos.
Vemos también el espacio de juegos, el cual permite que los recursos se centren en las apps que elijamos y al nivel que queramos. Podemos añadir apps que no sean estrictamente juegos (como Google Earth) y hay tres niveles de modo, para que seleccionemos el máximo rendimiento (y mayor consumo) o viceversa.
En Realme UI viene activada por defecto la barra lateral, siendo algo muy parecido a la pestaña Edge de los Samsung. Se trata de una barra de de accesos rápidos que podemos modificar ligeramente o desactivar si lo preferimos.
Al final, la capa de personalización de Realme UI es muy completa, invadiendo completamente la interfaz con su estética pero añadiendo opciones nativas al sistema que no vemos en Android stock u otras capas. Tampoco resulta abrumadora aunque añada secciones poco comunes en los ajustes, y notamos que tras algunas actualizaciones ha mejorado en estabilidad con respecto a cómo la notamos en el Realme 6.
Biometría
El Realme 6 Pro se caracteriza en parte por ese lector lateral que comentábamos en el primer apartado, pero no viene solo en su tarea por qué se acompaña de reconocimiento facial. Empecemos por las huellas.
El lector de huellas funciona muy bien. La ubicación resulta acertada tanto si somos diestros como zurdos aunque es más cómodo si lo sujetamos con la mano derecha (el pulgar cae más directo). No es demasiado exigente en cuanto a la superficie que hemos de apoyar, podemos guardar más de cuatro huellas y es muy rápido.
En cuanto la reconocimiento facial, el registro se produce con facilidad y permite varias opciones en cuanto al desbloqueo. Al ser un sistema básico no funciona en la oscuridad o en situaciones de luz baja, pero en general detecta el rostro de manera muy rápida y al activarse la pantalla al levantar el móvil resulta muy práctico.
Cámaras: una calidad que no acompaña a tanta versatilidad
El módulo trasero del Realme 6 Pro viene abanderado por la versatilidad, sumando entre éstas y las dos frontales un total de 6 cámaras. Esto es todo lo que integra:
- Sensor principal de 64 megapíxeles (1/1,72 pulgadas con píxeles de 0,8 µm, 1,6 µm agrupados al disparar a 16 megapíxeles) y lente con apertura f/1.8
- Ultra gran angular con campo de visión de 119 grados y sensor de 8 megapíxeles.
- Teleobjetivo de apertura f/2.5 con sensor de 12 megapíxeles (1/3,4 pulgadas y píxeles de 1 µm). De nuevo recurren a la confusa nomenclatura zoom “óptico híbrido”, por lo que aunque por las focales debería ser de unos 2x el óptico puede que siempre haya intervención digital.
- Lente macro con sensor de 2 megapíxeles
- Cámara frontal principal con un sensor de 16 megapíxeles y lente con apertura f/2.1.
- Cámara frontal secundaria con un sensor de 8 megapíxeles y lente ultra gran angular.
Con todo esto, es un móvil que logra destacar por ofrecer una configuración de cámaras que parece poder satisfacer las necesidades del usuario en gran variedad de ocasiones, desde fotografiar el objeto más pequeño ante nosotros hasta el más lejano en nuestro campo de visión. Además, logra capturar vídeo hasta en 4K teniendo un modo de ultraestabilización, pero mejor repasar sus propiedades hablando de la app de cámara.
App de cámara
La app de los móviles Realme se adapta muy bien a las prestaciones de cada caso y en éste no vemos una excepción. Vemos la navegación por pestañas habitual en estas apps, con un modo para el disparo en 64 megapíxeles que tendrá algunas opciones menos que el automático o el manual.
En el modo automático encontramos un acceso directo para el HDR, así como para el modo de “potenciación cromática” (del cual hablaremos posteriormente). Es el único que vemos en la pestaña de 64 megapíxeles, en la cual lógicamente tampoco veremos la opción de cambiar de objetivo.
Hablando de esto, si nos pasamos por el modo Pro nos encontraremos con uno de los dos únicos aspectos confusos de la app: aunque vemos los habituales botones de 2x y 5x para cambiar al teleobjetivo, en este caso lo que haremos será activar el zoom digital. Cambiaremos al tele si lo hacemos desde el botón con icono de árboles que vemos en el extremo superior, pudiendo cambiar también al manual.
El modo Pro se encuentra en la pestaña Más, junto con el modo Ultramacro. Veremos en los ajustes que no encontramos la opción de editarlos, siendo éstos bastante austeros.
En los ajustes también encontramos la opción de cambiar de calidad en el vídeo, así como de silenciar el disparo o añadir marca de agua. Para conservar el RAW tendremos que ir al modo Pro y activarlo ahí mismo.
Los modos noche y retrato son automáticos, si bien el primero permite cambiar de lente (algo que no se suele ver. En el modo retrato encontraremos el otro aspecto reprochable: que no nos indique de manera clara cuándo está activado.
Por todo lo demás es una app muy completa y sencilla, en la que no cuesta encontrar lo que se busca. Es estable y funciona de manera fluida, y salvando esos dos detalles con margen de mejora cumple bastante bien.
Cámaras traseras
El rendimiento fotográfico del Realme 6 Pro en general es más que aceptable, sobre todo hablando de escenas en exteriores y con buena iluminación. Veremos un correcto rango dinámico y, aunque peca algo de sobresaturación, no se va a desvirtuar mucho el resultado sobre todo si la iluminación no llega a ser demasiado alta y directa.
El modo de potenciación cromática añade aún más saturación, de ahí que en la mayoría de casos nos parezca excesivo y sobre todo prescindible. Especialmente teniendo en cuenta que esto cuenta con un acceso directo tanto en el modo automático como en el disparo a 64 megapíxeles.
Hablando de esta alta resolución, de base obtendremos imágenes bastante más grandes en caso de querer imprimirlas sobre todo. La diferencia entre un disparo en auto (a 16 megapíxeles) y uno a 64 megapíxeles estará sobre todo en el detalle, obteniendo algo más en condiciones no demasiado desfavorables, pero es poca la diferencia.
Hablando del HDR, en general sí vemos que se nota un aumento del rango dinámico sobre todo cuando se trata de recuperar información cromática de los fondos, siendo favorable incluso sin que haya un contraluz. Habrá algún caso que veamos subexposición, pero en general compensa tenerlo en automático y que salte cuando el sistema considera necesario, dado que cuando no lo es tampoco vemos un resultado agresivo.
Hablando de la versatilidad que dan las lentes (que en este caso es patente), vemos que el teleobjetivo da buen resultado sobre todo en exteriores y con iluminación favorable. Especialmente hablando de los 2x, en 5x veremos que de noche el ruido invade aún más la fotografía y que nos servirá más bien para usar el móvil como telescopio puntual.
El gran angular se ve más cómodo también en exteriores y de día, si no hay contraluces. Podría corregirse más la deformación en los bordes por la curvatura de la lente, aunque su punto flaco es el detalle y el ruido. Y lo que veremos es que tanto con esta lente como con el tele veremos que el balance de blancos "baila más".
La lente macro nos dará la oportunidad de apurar mucho más la distancia mínima de enfoque para magnificar ítems en las fotografías. Si nos gusta este tipo de fotos podremos disfrutar bastante mientras no sea de noche, suelen ser objetivos que sufren bastante con luz baja y no es una excepción, pero en general nos da buenas fotografías a nivel de color, detalle, contraste y rango dinámico.
Algo bastante positivo que vemos en este Realme y no en muchas otras marcas es que el modo noche no discrimina a las lentes secundarias. Podremos disparar tanto con el objetivo principal como con el tele y el gran angular, viendo que normalmente obtenemos más detalle y menos ruido.
El modo retrato en general da muy buen resultado, incluso con contornos difíciles como en el ejemplo que veremos a continuación. Una pena que a veces no sepamos bien si se está aplicando no, pero en general el desenfoque (aunque plano) es adecuado como el recorte.
Cámaras frontales
De día y en exteriores obtenemos autofotografías que están dentro de lo esperado, resolviendo bien en cuanto a detalle y no tanto en rango dinámico y balance de blancos. Veremos que cuando la iluminación va disminuyendo también lo hace el detalle y gana terreno el contraste, especialmente hablando del gran angular.
Cabe comentar que en baja luz el disparo es bastante lento y que será mejor que aguantemos la mirada o pose que nos interesa algunos segundos más de lo habitual, dado que de otro modo no saldremos como esperamos o quizás obtengamos alguna fotografía movida o trepidada.
Tener un gran angular nos facilitará obtener fotografías con mayor campo y que quizás haya menos problema de encuadre en fotos grupales, pero en general tenemos fotografías con bastante menos detalle y rango dinámico, y como decíamos demasiado contrastadas. Y aunque tenemos HDR, éste es bastante agresivo y casi es mejor no recurrir al mismo.
El modo retrato suele activarse siempre, pero veremos que tiene más problemas con el recorte que en el caso de la cámara trasera. Hay algo de pérdida de detalle en el primer plano comparando con un disparo en automático, pero tampoco es demasiado notable.
Ver galería completa » Realme 6 Pro, galería fotográfica (43 fotos)
Vídeo
Veremos que esa sobresaturación que caracteriza la fotografía también contagia al vídeo, obteniendo tomas con colores demasiado vivos que empobrece bastante el resultado. En 4K el detalle es mayor que en 1080p, pero esto juega en contra en ocasiones al obtener contornos exagerados y algo de grano.
Esto en parte se traslada al 1080p, resolución que mantiene un grado de detalle aceptable y dentro de lo esperado. Aunque lo que vemos es que hay bastante margen de mejora en general, sobre todo con respecto al balance de blancos, la exposición y la fidelidad de los colores, viendo que tanto en 4K como en 1080p se da un matiz magenta demasiado intenso que no es fiel al tono real de la escena.
Veremos que hay dos modos de ultraestabilización: el básico y el "max". El primero es ya suficiente para mejorar las tomas con la estabilización de serie, siendo el "max" algo más agresivo. Donde es mejor no recurrir a esta máxima estabilización es de noche, dado que reduce mucho la calidad de unas tomas que ya no son demasiado brillantes y además subexpone.
Ademas, la captura de sonido también tiene algunos problemas, fallando en algunas ocasiones (sin que sea cuestión de tapar el micrófono). Pasa tanto en el vídeo trasero como en el de las cámaras frontales.
Lo que veremos es que en vídeo no podremos cambiar de lente una vez empezamos la toma. Tendremos que seleccionar la lente que nos interesa antes de iniciar la grabación y ahí nos quedaremos.
En cuanto al vídeo con la cámara frontal, vemos que también tiene margen de mejora sobre todo en el rango dinámico, con un balance de blancos que suele ser más cálido de lo que debería. Aquí también podemos seleccionar tener una estabilización más efectiva, pero sin el grado "max".
De noche la calidad es muy baja, tanto en traseras como en frontales. Es un escenario complicado pero tampoco parece estar a la altura con respecto a otros rivales de similares características.
Autonomía: aprovechando bien cada miliamperio
El Realme 6 Pro integra en su chasis la misma batería que vimos en el Realme 6, siendo ésta de 4.300 mAh, pero tanto su pantalla como procesador son diferentes. De ahí que la experiencia diste ligeramente entre uno y otro.
Para este caso hemos alternado jornadas con la pantalla a 60 y a 90 Hz, así como con tema claro o tema oscuro, y la media de horas por carga queda en unas 26 horas de autonomía. No está nada mal teniendo en cuenta que es habitual pasar de las 24 horas, sobre todo con 60 Hz y tema oscuro (llegando ahí a nuestro pico, 31 horas por carga).
Curiosamente el pico de duración es el mismo que nos dio el Realme 6, pero la autonomía media en este caso es algo menor, probablemente por una mayor demanda por parte de la pantalla. No obstante, en general una carga da para una jornada sobrada y sin batir récords ni mucho menos tiene una autonomía más que aceptable.
Aunque cabe decir que la diferencia de consumo energético entre 60 y 90 Hz no es demasiado notable, en algunos casos de tan sólo unas 3 horas. Y hablando de la carga, con el cargador de serie la batería del Realme 6 Pro se carga en una hora, con lo cual la marca cumple su promesa y la verdad es que hace el uso del móvil más cómodo.
Sonido: lo justo para aprobar con nota media
El Realme 6 Pro no es un móvil delgado pero la marca saca provecho de esto al aprovechar para integrar un jack de 3,5 milímetros. Eso sí, en este caso el apellido Pro no conlleva la integración de un segundo altavoz y no tenemos estéreo.
Es por ello que éste no es precisamente un apartado a destacar del móvil, teniendo un desempeño correcto pero sin florituras. Algo pobre en rango dinámico, quedando algo plano y falto de matiz según contenidos, pero la calidad es aceptable y nada que no esperásemos de un móvil de estas características y precio.
De volumen anda sobrado, logrando un máximo de unos 104 decibelios (midiendo en el altavoz) que quedan en unos 78 ambientales, con lo cual da para ser el centro multimedia de una sala. Para altavoces no hay ninguna opción de mejora por software, pero al conectar los auriculares nos aparecerá la opción de activar el Dolby Atmos, de ajustarlo y de configurar la ecualización.
De este modo, podemos lograr una ligera mejora sobre todo hablando del matiz. Si nos manejamos con el ecualizador podremos aumentar algo más la calidad del audio por auriculares, bastante más que eligiendo alguna de las configuraciones preestablecidas (la de sonido “cálido” es quizás la más aceptable).
Realme 6 Pro, la opinión de Xataka
El Realme 6 Pro resulta una propuesta muy completa y atractiva para quien busque un móvil de gama media con el que no mirar de reojo otros smartphones y quedarse tranquilo a nivel de prestaciones. Que soporte los 90 Hz en una pantalla que, sin ser la mejor, rinde bien y con un software estable, da una muy buena experiencia en general.
La versatilidad es innegable hablando de la fotografía, aunque la calidad debería ser algo mayor sobre todo viendo el resultado de otros móviles de la propia marca. No muchos gama media integran un teleobjetivo y en este caso no sólo vemos eso, también vemos gran angular, macro y aspectos interesantes como un modo noche democratizado.
No es un móvil pequeño pero tampoco se sale de la media, y lo que importa es que al final es cómodo. La batería tampoco es brillante, pero sí satisfactoria tanto en uso intensivo como en el menos exigente.
8.5
A favor
- La fluidez a 90 Hz es notable en todo momento y no sacrifica en exceso la autonomía.
- Hay cámaras y modos para todo. La calidad no es la mejor pero en versatilidad un 10.
- Realme UI ha mejorado con las actualizaciones y es totalmente estable.
En contra
- El audio es aceptable, pero no queda a la altura de otros competidores.
- Es algo grueso, no es que sea incómodo de usar pero puede que con funda sea demasiado para algunos usuarios.
- Quizás una cámara frontal hubiese beneficiado a nivel de diseño en el frontal, viendo que la gran angular tampoco rinde como debería.
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Realme 6 PRO – Smartphone de 6.6”, 8 GB RAM + 128 GB ROM, Procesador OctaCore Snapdragon 720G, Cuádruple Cámara AI 64MP, Dual Sim, Color Lightning Blue
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