Realme suele ser uno de los ejemplos por antonomasia de la gama media a precio competitivo, pero en el pasado ya hemos visto terminales de gama alta como el Realme X50 Pro y en el análisis del Realme GT vemos su último buque insignia. Un móvil que inaugura la enésima serie de la marca y que integra lo último de Qualcomm para colocarse entre los más ambicioso a nivel de potencia.
Este Realme GT llega, además, con un llamativo diseño, sobre todo en el modelo amarillo que hemos podido probar en este análisis. La marca hace suyo aquello de Flagship Killer y presume de gama alta desde 449 euros, aunque en el siguiente artículo lo desgranaremos viendo que eso de "asesino de buques insignia" tiene ciertas concesiones.
Ficha técnica del Realme GT
Realme GT |
|
---|---|
Pantalla |
6,43" Super AMOLED |
Procesador |
Snapdragon 888 |
RAM |
8/12 GB LPDDR5 |
Almacenamiento |
128/256 GB UFS 3.1 |
Cámaras traseras |
64 MP f/1.8 |
Cámara frontal |
16 MP, f/2.5 |
Batería |
4.500 mAh + carga rápida 65 W |
Sistema operativo |
Android 11 + Realme UI 2.0 |
Conectividad |
5G dual |
Dimensiones y peso |
158,5 x 73,3 x 8,4 mm |
Otros |
Lector de huellas en pantalla, minijack 3,5 mm |
Precio |
8 GB + 128 GB: desde 399 euros con oferta de lanzamiento en Realme |
realme GT Smartphone Libre, Procesador Qualcomm Snapdragon 888 5G, Pantalla Super AMOLED a 120Hz, Carga SuperDart de 65W, Triple cámara Sony de 64MP, Dual Sim, NFC, 12+256GB, Racing Yellow
Diseño: el cuero vegano se siente bien en la mano
Los móviles de Realme han mantenido unas líneas de diseño basadas totalmente en las corrientes del momento y añadiendo algún toque propio y llamativo. En este caso vemos también algo diferencial, si bien esto se debe a que hemos probado el modelo de cuero vegano y color amarillo (opinión personal: el tono más bonito con diferencia, la verdad).
El tacto de este material es el de un plástico rugoso, lo cual tiene una serie de ventajas claras y que se agradecen: no se ensucia, resiste bien a arañazos y no se resbala. Win, win, win.
Aunque la tira negra con acabado en brillo que baja desde el módulo de cámaras sí que se ensucia un poco más, pero en general podemos decir que es bastante limpio. Además de esto, lo único que hay en esta trasera curvada a los lados es el logo de la marca, en este caso (y por suerte) sin un gran "Dare to Leap".
El borde de plástico tiene un acabado en brillo, en este modelo con un tono cromado, y la pantalla se inserta en él para dejar un grosor máximo de 9,33 milímetros (medido en la parte más ancha y no en los bordes), con lo cual se acerca más a lo que hoy en día se puede considerar como grueso, pero en realidad no se tiene esta sensación. Sobre todo, es un móvil cómodo y ergonómico, y con 186 gramos está en la media y sin ser ligero tampoco resulta pesado.
De esta selección vemos que llega a ser algo más grueso que mastodontes como el Samsung Galaxy S21 Ultra, aunque sin ser el más voluminoso (pero casi). Pese a esto, su peso está más cercano al del liviano Sony Xperia 1 II, teniendo una batería algo mayor y una pantalla con diagonal casi igual.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm²) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Realme GT | 158,5 | 73,3 | 9,1 | 186,5 | 6,43 | 4.500 | 116,18 | 105,73 |
Xiaomi Mi 11 Utra | 164,3 | 74,6 | 8,38 | 234 | 6,81 | 5.000 | 122,57 | 102,71 | Samsung Galaxy S21 Ultra | 165,1 | 75,6 | 8,9 | 228 | 6,8 | 5.000 | 124,82 | 111,09 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
OnePlus 9 Pro | 163,2 | 73,6 | 8,7 | 197 | 6,7 | 4.500 | 120,12 | 104,5 |
iPhone 12 Pro Max | 160,8 | 78,1 | 7,39 | 228 | 6,7 | 3.687 | 125,59 | 92,81 |
El módulo de cámaras sobresale muy poco, lo cual permite que no haya balanceo cuando lo usamos sobre la mesa aunque esté en un lateral. Los botones físicos tienen una buena ubicación y en el borde inferior vemos el USB tipo C, el minijack de audio y el altavoz principal, mientras que la bandeja de la SIM se encuentra en el lateral izquierdo.
El frontal es bastante más estándar, mimetizándose con otros que también disponen una pantalla plana (gracias), un agujero en la esquina superior izquierda para la cámara y unos marcos delgados salvo en el lado inferior, con algo de barbilla. El fabricante habla de un 91,7% de frontal aprovechado por la pantalla, aunque según GSMArena (la referencia que solemos tomar) es un 85,9%.
Pantalla: intentando destacar por software
Hoy en día hablar de gamas es, quizás, algo que en la práctica iría más allá de las tres habituales, y en lo que llamamos gama alta (por el procesador y otras características) vemos que hay apuestas más ambiciosas y otras más conformistas a nivel de pantalla, pese a que el QHD en la gama alta existe desde hace unos siete años (tomando como referencia el LG G3). Y en el caso del Realme GT vemos uno de estos casos, con una pantalla con resolución FullHD+.
Se trata de una pantalla super AMOLED de 6,43 pulgadas con tasa máxima de refresco de 120 Hz. Tiene una densidad de 409 píxeles y una tasa de muestreo táctil de hasta 360 Hz.
Más allá de los datos, la pantalla es muy AMOLED y mucho AMOLED, con su dosis de sobresaturación de fábrica. Realme normalmente calibra con ese toque, saturado, contrastado y con temperatura más bien fría, pero se puede adaptar más o menos a nuestras preferencias en los ajustes de pantalla. No son lo personalizable que vemos en casos como MIUI, pero sirven para dejar unos colores más naturales y una temperatura más a nuestro gusto.
En estos ajustes encontramos añadidos propios de Realme UI y de este móvil, como el motor de ultravisión que incluye las opciones (no aditivas) del refinador de imágenes de vídeo (para potenciar la resolución) y el HDR, para potenciar el color), una posible evolución del ajuste de OSIE Video que hamos visto en esta capa. No son opciones que vayamos a notar mucho, pero teniendo que elegir entre una y otra la del HDR puede percibirse ligeramente y quizás tiene algo más de sentido, ya que FullHD+ es una resolución correcta y la posible compensación tampoco añade más densidad.
A nivel de configuración hay muchas opciones y también en cuanto a la estética, en relación al tema y tamaño de los elementos, a la apariencia y también a nivel de la pantalla de inicio. A estos niveles es muy completo, sobre todo contemplado la interacción con gestos, ajustable más allá de la navegación. Eso sí, los gestos en pantalla apagada no nos han funcionado con Spotify (aunque se diesen la animación y el sonido no se producía la acción).
Algo que destaca de las pantalla de Realme es el contraste, que suele ser más que suficiente sobre todo en las AMOLED. Ésta no es una excepción, acompañado de un brillo máximo más que suficiente. Aunque el ajuste de brillo automático necesitaría algo más de entrenamiento porque tarda algo más de un segundo en reaccionar y suele quedarse alto.
También vemos pantalla ambiente (con muchas opciones estéticas pero las funciones habituales), la opción de no tener cajón de apps y la barra lateral inteligente, que sigue siendo una barra de accesos rápidos configurable para quien prefiera tener ciertas herramientas o apps siempre a mano con un gesto. Además, como ocurría anteriormente, podemos elegir si tapar el agujero de la cámara con una barra negra o no.
Hablando del aprovechamiento de pantalla, el agujero es de tamaño medio (unos 4,1 milímetros), colocado de manera que da lugar a una barra bastante alta aunque dentro de lo habitual (unos 7 milímetros). Al final lo importante es que no moleste en la interacción y no lo ha hecho, tampoco en juegos que suelen tener elementos en ese punto como 'PUBG'.
Otro de los añadidos de esta pantalla es que la tasa de refresco más alta es de 120 Hz, como ya hemos comentado. Se nota bastante a nivel de transiciones o animaciones, si bien dentro del extra de ajustes de Realme UI también está el de la velocidad de animación, por lo que es recomendable mantenerlo en el ajuste alto (está también la opción de selección automática).
Rendimiento: la razón de vivir del Realme GT
Uno de los puntos clave a nivel de marca con este Realme GT es que se han subido a la alta gama de Qualcomm, a lo más potente que han lanzado hasta el momento. Esto se traduce en que integra el Snapdragon 888, habiendo probado para este análisis el modelo con 8 GB de RAM (hay de hasta 12 GB).
Aunque no sea la máxima RAM del momento ni del modelo, es suficiente como para dar una buena experiencia. Tiene todos los ingredientes de hardware para que vaya fluido y no tenga problemas para cargar nada y así es, tanto como viene de fábrica como si aplicamos alguno de los modos del espacio de juegos (que luego veremos).
Además, es posible que el material (cuero vegano) ayude a disipar el calor en tanto a que no llega directamente a la cubierta, notándolo más en los bordes. No se nota tampoco un calentamiento preocupante ni mucho menos, ocurre cuando jugamos un rato y con temperaturas bastante normales, contemplando también este modo "pro" de máximo rendimiento que ofrece para juegos.
En cuanto a los benchmarks, os dejamos a continuación como siempre los resultados comparándolo con otros modelos de configuración parecida.
Realme GT | ASUS Zenfone 8 | Xiaomi Mi 11 Ultra | Samsung Galaxy S21 Ultra | Huawei P40 Pro |
iPhone 12 Pro |
|
---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Snapdragon 888 |
Snapdragon 888 |
Snapdragon 888 |
Exynos 2100 |
Kirin 990 |
Apple A14 Bionic |
RAM |
8 GB |
16 GB |
12 GB |
12 GB |
8 GB |
6 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) |
1.143 / 3.511 |
1.031 / 3.538 |
1.127 / 3.663 |
991 / 3.272 |
943 / 2.527 |
1.614 / 4.148 |
3D MARK (SLING SHOT) |
(Maxed out) |
(Maxed out) |
(Maxed out) |
9.226 |
8.726 |
- |
PCMARK WORK |
14.673 |
11.113 |
11.691 |
14.043 |
9.476 |
- |
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Software: una capa de personalización, sobre todo de personalización
Antes que nada, cabe comentar que la versión que hemos probado es la china y, por tanto, el escritorio que mostraremos y las apps de serie no serán las mismas que os encontraréis al adquirir la versión global. La marca advierte que el bloatware que vemos en este caso no estará presente en la versión global, así que tendremos que esperar a ver las diferencias.
En este caso hemos probado Realme UI 2 sobre Android 12 que vimos, por ejemplo, en el Realme 8 Pro, por lo que daremos un paseo más bien corto por ella en este análisis. En aquel caso, por cierto, había algo de bloatware, quizás un poco menos y con distintas apps, pero en Realme UI hasta ahora al menos siempre hay alguna app de terceros (que se puede desinstalar, como en este caso, aunque no sea la versión global).
El menú de ajustes generales se mantiene claro y con esas secciones particulares de la capa de personalización de la marca, como las "herramientas prácticas" o la "configuración adicional". Como hemos comentado en la sección de pantalla, vemos muchas opciones de personalización del tema y la interacción que se ubican sobre todo en estos apartados.
Realme UI también conserva el espacio de juegos, un software que añade automáticamente los juegos para que se active durante su ejecución un menú de funciones en forma de accesos rápidos. El menú que nos aparece en un lateral nos muestra además los frames por segundo y la exigencia a CPU y GPU, ofreciendo funciones como la optimización táctil o poder ajustar las notificaciones.
En el propio menú del espacio de juegos (de la app) vemos además la posibilidad de configurar el modo de equilibrio, modo de ahorro y modo de jugador pro, aunque no notaremos mucha diferencia a nivel de rendimiento entre el de equilibrio y el pro si sobre todo ya tenemos la tasa de refresco a 120 Hz, el sistema controla bien el segundo plano y no hace falta "robar" de ningún sitio.
En general es una capa completa y que funciona bien. No hemos detectado signos de inestabilidad o mal funcionamiento, con buen comportamiento con la pantalla dividida, la multitarea y al ejecutar cualquier app.
Biometría
El Realme GT cuenta con reconocimiento facial y lector de huellas en pantalla. La lectura del rostro funciona muy bien en un ambiente iluminado, aunque el reconocimiento no actuará en la oscuridad. Eso sí, podrá hacerlo si activamos la iluminación automática que está disponible en los ajustes, de manera que se ilumina toda la pantalla (a modo de flash) para que el sistema tenga suficiente luz para realizar el escaneo.
Al lector de huellas le cuesta algo más, por lo que normalmente compensa el reconocimiento facial. Es un reconocimiento estándar que no funciona en la oscuridad y que no funciona con mascarilla, pero en general es bastante rápido en cualquier condición con algo de iluminación. Además, podemos configurar algunos aspectos como que no se active con los ojos cerrados.
Cámaras: justo lo que esperaríamos de un móvil de gama media
Mientras el Realme 8 Pro fue el que anunciaron a bombo y platillo a nivel de cámara (por los 108 megapíxeles), la apuesta con el Realme GT parece más bien modesta siendo éste el buque insignia de la marca. La cámara principal integra un sensor Sony IMX682 de 64 megapíxeles, acompañada de un gran angular de 119 grados y sensor de 8 megapíxeles y una lente macro con sensor de 2 megapíxeles.
Por su parte, la cámara frontal integra un sensor de 16 megapíxeles con una lente con apertura f/2.5. No vemos estabilización óptica ni zoom óptico, características más costosas de las que sí suele presumir la gama alta que se aleja más de los precios ajustados.
App de cámara
La app de cámara se mantiene con respecto a lo que hemos visto anteriormente, lo cual se traduce en una navegación por pestañas típica y determinados accesos directos, con lo que es bastante intuitiva. Entre éstos vemos el del HDR, que como veremos es muy útil, y el de la inteligencia artificial, bastante más cuestionable.
Podemos elegir qué pestañas dejamos fijas y cuáles guardamos en el cajón de "Más", de manera que podemos dejar las que vienen por defecto. El modo macro está en esta pestaña, por lo que (salvo los modos fijos) tendremos aquí cierta personalización si deseamos mover éste u otro modo.
En el modo vídeo Realme por fin nos trae un acceso directo a la elección de la resolución, aunque lo esconde en una pestañita a modo de tirador de persiana que no siempre responde bien a la interacción. Pero hace la grabación más cómoda, facilitando además que el usuario vea qué resoluciones están disponibles según la lente.
La app funciona bien, salvo por cierta lentitud al procesar los disparos de noche. Por lo demás no hemos visto problemas, aunque como comentaremos más adelante hemos echado de menos que el desenfoque del modo retrato sea editable desde la galería.
Cámaras traseras
En general, lo positivo de los resultados con estas cámaras en el Realme GT es que el procesado en automático tiende al realismo. Solemos premiar esto, con una buena colorimetría, un correcto balance de blancos, una saturación realista o al menos que no sea exagerada y que al final haya un equilibrio sin demasiado contraste o drama, y es el caso de la cámara principal y el gran angular del Realme GT en modo automático y en una escena favorable.
Eso sí, el HDR es una montaña rusa. En unas mismas condiciones nos puede resolver bien o bien sobreexponer, sobresaturar o bien hacer como si se hubiese ensuciado la lente como hemos visto por la noche.
Es una lástima porque llega a salvar cielos demasiado sólidos y sin matiz, pero muchas veces es a costa del primer plano. Curiosamente, en ciertos contraluces ha favorecido el disparo en la lente gran angular, pero normalmente saca más ruido y menos nitidez que el disparo en automático (con la lente principal).
De hecho, el detalle es el punto a mejorar, y mucho. Lo notamos ya de día en el recorte, sobre todo en puntos clave y que normalmente son un enemigo duro a batir como el follaje de los árboles.
El zoom digital a 2x es aceptable, pero en el de 5x ya vemos contornos un poco al óleo, y aunque sirve para acercar la escena muy decentemente no hemos de esperar un disparo realista en tanto a los contornos. Su uso es más recomendable de día, si sobre todo queremos obtener una foto válida y no se trata simplemente de acercar algo a modo de prismáticos (y que nos den igual la calidad y el encuadre final).
Con en el disparo a 64 megapíxeles tendremos fotografías más grandes (en automático tenemos disparos a 12 megapíxeles). Podremos notar un poco más de detalle sobre todo de día, dado que de noche la lentitud del disparo sin la estabilización artificial los pone algo más a la par.
El gran angular está a un nivel inferior que la cámara principal ya sea en automático o a 64 megapíxeles. Cabe decir que a nivel de colorimetría, rango dinámico y resultado sin pellizcar para buscar las cosquillas es como si realmente ampliásemos el campo de visión de la principal, pero al recorte queda por debajo.
De noche, en el gran angular, el modo noche es casi obligatorio. La disminución de la nitidez se compensa con un toque algo exagerado, pero sin duda favorece a la escena e incluso logra algo más de rango dinámico que el HDR.
En la cámara principal, el modo noche también ayuda a recuperar unos contornos que en el modo automático se diluyen. Y del HDR habría que huir, así que mejor tenerlo en manual.
De las cámaras macro, sinceramente, nos estamos cansando cada día más, sobre todo si hablamos de un tope de gama. Las cámaras principales, como ésta, tienen aperturas máximas que permiten un buen bokeh para crear una buena foto en este estilo sin necesidad de minimizar la distancia de enfoque, con un encuadre que tiene mucho más sentido. En este caso tenemos más de lo mismo: una cámara con un sensor de muy baja resolución que ni siquiera puede defender fotos a pleno día y que no suele dar fotografías demasiado aprovechables.
El modo retrato nos suele dar fotografías con un resultado decente a nivel de recorte, aunque el desenfoque es bastante postizo. Podemos mejorarlo reduciendo el bokeh artificial, aunque en este caso siempre antes del disparo (no hay edición de la profundidad en la herramienta propia).
Cámara frontal
La cámara subjetiva nos da buenos selfies de día, con buen nivel de detalle y colores también muy realistas. En modo automático nos da fotografías equilibradas, con un punto alto de contraste en contraluces, pero en general bien defendidas.
El modo retrato es demasiado exagerado (y ojo con el ajuste de belleza, que viene activado por defecto y aunque lo quitemos del modo automático se quedará en el retrato). El desenfoque se puede regular, pero el problema está en el recorte, a veces muy drástico incluso con un fondo que se diferencia a nivel de profundidad y paleta de colores con el primer plano.
De noche, la cámara frontal da un bajón considerable, sobre todo con el modo retrato. El modo noche es un buen aliciente porque, aunque nos dé fotografías algo artificiales, recupera un detalle que se echa en falta incluso en una escena medianamente iluminada.
Ver galería completa » Realme GT, galería fotográfica (33 fotos)
Vídeo
Lo que destacamos del vídeo del Realme GT es la estabilización en las tomas diurnas. Pese a no ser estabilización óptica, da muy buen resultado a nivel de evitar temblores y hacer que los cambios de encuadre sean suaves.
Vemos que hay bastante igualdad a nivel de contraste, exposición y colorimetría en cuanto a las tomas en 4K, 1080p y a las tomas con el gran angular (sólo disponible para ésta la resolución 1080p), aunque esto no es del todo positivo. Las tomas quedan algo sobreexpuestas y el rango dinámico es reducido, aunque más o menos se acercan a la realidad en tanto a que no vemos sobresaturaciones ni contrastes exagerados.
El ruido, como vemos, no tarda en aparecer. Aunque de día las tomas se salvan, y vemos que la distorsión por curvatura de la lente con el gran angular no es un problema.
Los problemas... Vienen de noche, como en fotografía. La calidad baja bastante e incluso la estabilización que comentábamos desaparece, como si hubiese huido temiendo la caída de la noche.
La peor parada es el gran angular, viendo que incluso los pasos ocasionan una desestabilización notoria y hay una gran cantidad de ruido cuando la iluminación es media-baja. Los reflejos de las farolas pueden causar también algún artefacto.
La cámara frontal tiene un resultado bastante equivalente con lo visto en las traseras. De día salva el resultado aunque veamos algo de sobreexposición, y de noche necesita una buena dosis de iluminación.
Autonomía: frenando el impacto de la tasa de refresco
El Realme GT viene con 4.500 mAh, lo que hoy en día se puede considerar una pila de capacidad media hablando de móviles con unas dimensiones como las de éste. La estrella es más la carga rápida, que en este caso alcanza los 65 vatios y el cargador está en la caja.
La autonomía media en nuestra experiencia ha sido de unas 24 horas, lo cual está bastante bien para esta batería, que no tiene una capacidad que destaque sobre el papel teniendo en cuenta el mercado. Casi lo mejor ha sido ver que la tasa de refresco no determina tanto la experiencia; en el test de batería de PCMark vemos resultados muy parecidos, y la máxima autonomía que hemos conseguido (con uso normal y de poco multimedia/juegos), de 31 horas, ha sido con 120 Hz.
En cuanto al tiempo de carga, hemos podido probar tanto el cargador de 65 vatios que se incluye como uno que se vende a parte más pequeño (parece un modem 4G) de 50 vatios. El tiempo de carga es, respectivamente, de 45 minutos y de 55 minutos respectivamente, lo cual son muy buenos tiempos.
En conjunto queda una buena experiencia a este nivel. Con un uso estándar, no muy exigente a nivel de cámara o juegos, lo normal es sobrepasar el día con tranquilidad, con la ventaja de que la tasa de refresco no es algo que tengamos que sacrificar para tener aquí un buen resultado.
Sonido: un desempeño correcto y sin alardes
Hablado de los altavoces, se agradece el estéreo y es algo que se nota bastante si lo comparamos junto con algún móvil que no lo tiene (por ejemplo, el OnePlus 8T). La experiencia mejora aunque, como en este caso, tampoco sea un audio de calidad máxima.
De hecho, se echa en falta rango dinámico y en general algo más de profundidad. Es bastante plano y, aunque no hay carraspeos o distorsiones, tampoco llega tener el matiz que alcanzan otros.
Hablando del volumen, al 100% va muy sobrado (demasiado) con hasta 110 decibelios en la inmediata salida del altavoz, que se traducen en unos 82 ambientales, lo cual ni es conveniente ni necesario. Mejor experiencia se tiene con en torno al 70%, ya que a volumen máximo sí llega a haber una bajada de calidad.
Si conectamos unos auriculares tendremos la opción del Dolby Atmos, activado por defecto y conveniente de mantener, porque da ese toque de profundidad que el audio por altavoces no tenía. El estéreo vía audífonos es también correcto y la experiencia es bastante mejor que por altavoces, y aunque no hay muchos ajustes adicionales y también es algo plano, al final es un sonido bastante aceptable (aunque nos suena más a gama media con pretensiones).
Realme GT, la opinión de Xataka
Todo lo que sea ofrecer grandes prestaciones por un precio que esté por debajo de la media es positivo para el consumidor, especialmente si hablamos de quienes buscan catar las mieles de la máxima potencia. Pero la cara B son las concesiones que se han de realizar por este punto de partida de precio menor, entonces quizás no siempre compense.
El Realme GT puede presumir de varios aspectos: potencia, tasa de refresco y que éstas dos no se coman la autonomía. También de un material de construcción que logra estar en la intersección entre lo práctico y lo resistente y, si me permitís el apunte personal, de un color fantástico hablando del modelo en amarillo.
Pero queda algo más cojo en fotografía y sonido, los cuales van de la mano de una pantalla que rinde bien, pero que no supone nada diferencial con respecto a mucha gama media y parte de la alta. Es un móvil diseñado para quien priorice tener lo más potente de Qualcomm y una tasa de refresco por encima de la media, así como una carga rápida con uno de los estándares más altos del mercado.
Esto, el hecho de no ser una propuesta equilibrada, puede suponer un aliciente para quienes precisamente prioricen algo de esos puntos y no quieran irse a los más de 600 euros, pero también pueden ser un freno para quienes busquen algo que cumpla con más puntos en la gama alta.
8.6
A favor
- El material de construcción es cómodo y limpio. Sin la tira con acabado en brillo sería genial, para llevar sin funda y con tranquilidad.
- Con 8 GB de RAM va sobrado, así da gusto jugar a lo que sea.
- La carga rápida (al menos a corto plazo) es una pasada.
En contra
- Las cámaras nos llevan a una gama que en teoría no corresponde al terminal.
- El sonido es bastante plano, nos pasa un poco como con las cámaras, aunque cabe matizar que el estéreo es un minipunto positivo.
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
realme GT Smartphone Libre, Procesador Qualcomm Snapdragon 888 5G, Pantalla Super AMOLED a 120Hz, Carga SuperDart de 65W, Triple cámara Sony de 64MP, Dual Sim, NFC, 12+256GB, Racing Yellow
Preguntas frecuentes sobre el Realme GT
1. ¿Cuál es el precio de Samsung A72?
El Realme GT tiene un precio oficial de 500 euros en la web de Realme en España.
2. ¿Qué gama tiene el Realme GT?
El Realme GT es un móvil de gama alta con un precio más reducido que el de muchos competidores.
3. ¿Tiene 5G el Realme GT?
Sí, este modelo tiene conectividad 5G.
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