Samsung intentó el año pasado crear una nueva gama de producto en su portfolio de teléfonos móviles: Galaxy Alpha. Una familia que se estrenó con un único terminal con el propósito de darle un empujón a la marca en lo que respecta a diseño. No terminó de funcionar, a pesar de tener muy buenas ideas, y la prueba de ello fue su corta vida. Sin embargo, su legado ha servido para fundar una nueva familia de cara a 2015: Samsung Galaxy A.
Teléfonos con especificaciones de gama media y materiales de calidad, dejando de lado al siempre cuestionado (pero funcional) plástico. Todo ello con una seña de identidad en telefonía de los coreanos: sus pantallas AMOLED. Galaxy A se estrena con tres modelos y en Xataka os traemos el análisis del modelo mediano de la familia: el Samsung Galaxy A5.
Análisis en vídeo
Principales especificaciones Samsung Galaxy A
Por especificaciones, el Samsung Galaxy A5 es un claro ejemplo de lo que se espera de un terminal de gama media. Qualcomm Snapdragon 410 a GHz y 2GB de RAM. El procesador es una pequeña evolución del modelo 400 en cuanto a rendimiento, un chip que hemos visto en otros terminales con resultados muy buenos, siendo el Motorola Moto G el más claro ejemplo de lo que se puede hacer con él.
Este procesador introduce realmente poca evolución en rendimiento bruto pero con un dato interesante: salto a 64 bits. En la RAM, una cifra considerable, más propia de un gama alta de 2014, que le da suficiente memoria para gestionar la multitarea sin mayor problema.
Samsung Galaxy A5, características técnicas | |
---|---|
Dimensiones físicas | 139.3 x 69.7 x 6.7 mm, 123 gramos |
Pantalla | SuperAMOLED de 5 pulgadas |
Resolución | 720x1280 (294 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 410 a 1,19 GHz |
RAM | 2 GB |
Memoria | 16 GB, ampliable con microSD de hasta 64 GB |
Versión software | Android 4.4.4 (KitKat) con capa TouchWiz |
Conectividad | LTE, NFC, WiFi 802.11ac, BT 4.0 LE, USB 2.0 |
Cámaras | Principal de 13 MP con enfoque Selectivo, secundaria de 5 MP |
Batería | 2.300 mAh (no extraíble) |
Precio | El oficial es de 399 euros pero puedes encontrarlo a Amazon por 379,48 euros. |
En la pantalla Samsung apuesta por un Super AMOLED de 5 pulgadas y resolución HD a 720p que deja una densidad total de 294 píxeles por pulgada, un buen ejemplo de por qué este terminal es gama media: buen panel, tamaño grande pero sin saltar a Full HD.
En la cámara si que han querido despuntar y tenemos 13 megapíxeles en la parte trasera y 5 en la frontal con un claro foco en que usemos el móvil para hacer fotos y también selfies, como veremos a lo largo de nuestro análisis.
En la batería nos encontramos con uno de los puntos débiles de este terminal. Ser fino y ligero conlleva una serie de sacrificios en autonomía y sus 2.300 mAh nos hacen pensar en que vamos a tener algún que otro problema para llegar al final del día con el móvil encendido. La cantidad en sí no es pequeña, pero los análisis anteriores nos demuestran que es algo escasa para aguantar un día. De momento, un buen compendio de especificaciones si tenemos en cuenta que no es terminal tope de gama.
Samsung se reencuentra con un diseño atractivo
Samsung Galaxy Alpha sirvió para que Samsung se quitara la espinita del diseño y la elección de materiales en sus terminales. Esto se hereda en el Galaxy A donde los coreanos nos traen un móvil con cuerpo metálico y acabado idéntico en la parte trasera. Esto ha implicado algunos sacrificios, como veremos, además de tener que olvidar la extracción de la batería.
Estamos ante un teléfono que en mano se siente cómodo y con una línea de diseño muy refinada. Da gusto mirarlo, tocarlo y es cómodo de llevar en un bolsillo. El Galaxy A5 es ligero, elegante y a pesar de albergar una pantalla de cinco pulgadas, lo hace en un cuerpo que no es grande y aprovecha muy bien el espacio frontal. Dispone de marcos finos en los laterales y algo más gruesos abajo y arriba para albergar diferentes componentes como los micrófonos, cámaras y el botón de inicio.
El Samsung Galaxy A5 nos transmite sensación de robustez, aunque al tacto (y más en estas fechas) el aluminio es un material poco bienvenido por la sensación fría que transmite de primeras. Además, tampoco ayuda mucho en la tapa trasera donde resbala en exceso en comparación con el plástico, que luce menos pero es más funcional. El acabado está en la línea de otros terminales que apuestan por los metales: bonitos, pero con pequeños problemas a la hora de cogerlos.
La cámara sobresale un poco pero no hace que el teléfono “cojee” mucho cuando lo tenemos sobre una superficie plana. Los botones son robustos y la sensación que da es la de un terminal maduro que mantiene sus señas de identidad respecto a generaciones anteriores (esos acabados cuadrados del S2) y donde el plástico, que no siempre es una mala opción, es sustituido por materiales más nobles.
Quizá el aspecto que más desluce a nivel de diseño es la tapa trasera. Algo sosa y menos cuidada que el resto del terminal. Es agradable al tacto pero con poca personalidad. El flash, eso sí, es algo más grande que en el Alpha y con un micrófono algo mejor colocado que en otros teléfonos de Samsung aunque sin tanto protagonismo como le dan otras marcas.
A vueltas con el AMOLED en la pantalla
Samsung es de los pocos fabricantes que en la pantalla apuesta por AMOLED y, aunque le ha llevado tiempo, por fin ha conseguido unos niveles de calidad notables. El año pasado le sirvió para reafirmarse con el Note 4, aunque no en todos cuajó un resultado tan bueno. En el Samsung Galaxy A5 es uno de los aspectos que más destaca.
En este caso, panel Super AMOLED con un perfil de color algo diferente respecto a otros móviles de Samsung. Siempre ha predominado lo frío y azul, en este caso podemos observar cómo la pantalla es algo más cálida y, con poco brillo. Se deja ver algo rojiza cuando estamos viendo tonos blancos. Los tonos saturados, a veces en exceso, se conservan eso sí. No es molesto en el uso cotidiano pero si nos fijamos en los detalles se aprecia que los coreanos no han terminado de atinar con la temperatura de color de esta pantalla.
En ángulo de visión la pantalla se ve excelente desde cualquier posición y apenas hay variaciones de color. En luminosidad la pantalla rinde muy bien y gracias al fino cristal de la parte frontal no se producen muchos reflejos cuando tenemos una fuente de luz encima. En interiores rinde bien con brillo bajo y en exteriores, si hay mucha luz ambiente, tiene suficiente potencia para que veamos la pantalla sin problemas.
A todo esto hay que sumarle las ventajas exclusivas de usar un panel AMOLED: negros puros que reducen muy ligeramente el consumo de batería. Samsung ha mejorado ligeramente la experiencia en sus AMOLED en comparación con el Alpha y da un pequeño paso adelante para situarse detrás, eso sí, de los tope de gama. En este apartado el Note 4 sigue siendo el rey. Pero en la gama en que nos encontramos, el panel AMOLED os dejará satisfechos.
Rendimiento y autonomía...de gama media
Samsung decidió ponerle el chip de gama media por excelencia de Qualcomm, el Snapdragon 410, al Galaxy A5. Con esta nueva generación y el paso a 64 bits, era de esperar que Qualcomm diera un salto adelante importante pero, de momento, lo que ofrece es bastante descafeinado y no es una mejora importante respecto a lo que ya vimos en la generación anterior.
Los 64 bits prometieron una mejora sustancial en todas las gamas Android pero, de momento, en el rendimiento del día a día no es algo que se haga notar a pesar de puntuar algo más en los benchmark.
Un rendimiento que si bien es bueno tampoco despunta en exceso en ningún apartado. Ágil, mueve Android sin mayor problema pero con una potencia en los benchmark donde demuestra que algunos móviles de entrada con un procesador parecido rinden de forma similar. La evolución respecto al Snapdragon 400 es muy pequeña.
Samsung Galaxy A5 | Moto G (2014) | Moto G | bq Aquaris E5 HD | HTC Desire 816 | |
---|---|---|---|---|---|
AnTuTu | 20.858 | 17.429 | 16.978 | 17.422 | 21.607 |
Quadrant | 12.278 | 8.708 | 7.329 | 5.788 | 13.112 |
Epic Citadel | 52,6 fps de media / High Performance | 57,5 fps de media / High Performance | 57,2 fps de media / High Performance | 48,1 fps de media / High Perfomance | 59,5 fps de media / High Performance |
Vellamo | 3.047 | 1.935 | 1.898 | 1.784 | 2.771 |
En uso práctico, el Samsung Galaxy A5 ofrece un rendimiento en la media. Capaz de mover la mayoría de aplicaciones sin problemas, el único obstáculo que se pone en su camino son los juegos más exigentes donde el lag y la bajada de frames en algunos puntos se deja notar. Sin sorpresas pero tampoco despunta ni demuestra el presunto potencial de los 64bits en el día a día.
¿Y qué tal la batería? Pues la capacidad de 2.300 mAh nos deja poco margen y, de nuevo, nos demuestra la realidad de Android a día de hoy: si queremos un móvil con garantías plenas de que va aguantar más allá de una jornada, nos tenemos que ir a los 3.000 mAh. Por supuesto, la forma en la que lo usamos condiciona mucho la autonomía.
En total hemos obtenido cinco horas de pantalla encendida, que no es mala cifra, pero que, dependiendo de lo intensa que sea nuestra actividad, nos deja con un día justo de uso intenso del smartphone. Aquí es cierto que tener 720p en vez de Full HD le beneficia ligeramente. En caso de depender totalmente de nuestra conexión telefónica, hemos tenido que usar un poco menos el teléfono para poder llegar con batería al final del día.
Touchwiz descafeinado y aburrido
TouchWiz siempre ha sido uno de los puntos más críticos de los terminales de Samsung. En este caso nos encontramos con una versión algo más rebajada en especificaciones y algo más ligera en la práctica. Más fluidez en las animaciones y menos lag en determinadas transiciones hacen que la experiencia de uso sea menos frustrante.
Se mantienen las señas de identidad respecto a lo que vimos en 2014: colores planos, iconos más sencillos y una gran cantidad de opciones que hay momentos que llegan a abrumar. Por el camino se han quedado algunas opciones como el sensor de huellas en el botón de inicio o el pulsómetro en la parte trasera. Nada que se eche especialmente de menos respecto al S5, Note 4 o Alpha.
La aplicación Studio es quizá el aspecto más destacado. Un editor de fotos que quiere sacar provecho de la combinación de cámaras en el A5 para ofrecernos una suite de edición rápida. Como aplicación de retoque rápido cumple pero hay opciones mucho más interesantes y completas en Android: VSCO Cam, Snapseed o incluso Retrica con un enfoque mucho más juvenil.
Algunas funciones, como el modo multiventana, están presentes pero al ser un teléfono con más pretensiones de smartphone y menos de tablet, no se le termina de sacar provecho y es una opción que para usos puntuales es útil pero donde la multitarea de Android para ir de una aplicación a otra es más ágil y práctica.
Pese a llegar al mercado ya, la versión de Android no es todavía Android 5.0.
13 megapíxeles en la trasera y enfoque en los selfies
Junto a la pantalla, el gran protagonista del Samsung Galaxy A5 es su cámara. La principal cuenta con un sensor de 13 megapíxeles que ofrece buena calidad y se distancia un poco respecto a las fotos que hacíamos con otros terminales de Samsung. Los colores son más naturales, menos vibrantes y en la nitidez no está todo tan afilado.
El rango dinámico es algo más amplio y el procesado de imagen sorprende dando unos resultados muy buenos en todo tipo de condiciones lumínicas. Todavía hay margen de mejora en este último apartado eso sí: buenos resultados (de los mejores en esta gama) pero podrían haber conseguido la excelencia en un apartado donde los teléfonos de gama media no terminan de despuntar y hacerse fuertes.
El enfoque y la velocidad de la cámara del Galaxy A5, junto con su buena resolución nos han dejado bastante satisfechos.
En la parte delantera tenemos un sensor con cinco megapíxeles que si bien no tienen el nivel de definición de su hermana trasera los resultados son buenos para autoretratos y fotos rápidas. Además, en este caso tenemos dos modos adicionales que no estaban presentes en otros modelos.
Por un lado efectos para modificar la cara ligeramente y reducir imperfecciones o hacer que la forma sea algo más delgada y estilizada. Por otro, la posibilidad de crear gifs combinando varias imágenes. Este último es capaz de hacer efectos muy curiosos si nos damos un poco de tiempo para usarla.
Comparativa de una misma toma usando y quitando el modo HDR en exteriores con bastante luz en el ambiente. En este caso el HDR ayuda a equilibrar un poco la toma y ampliar el rango dinámico en las zonas de sombra para arrancar más color (véase el edificio rojo al fondo). También ajusta el tono del suelo para hacerlo menos luminoso y más acorde a lo que veríamos con el ojo. Bien captando también en los detalles, en los reflejos de la ventana de la izquierda se aprecian los carteles.
Foto de interiores con mucha luz. Muy fiel captando el color y los detalles de la escena. De hecho en el recorte al 100% se puede ver que capta muy bien la textura de las diferentes pinturas utilizadas en el gato. No introduce mucho ruido y solo se nota ligeramente en el enchufe negro que hay en primer plano en la esquina inferior izquierda.
Foto de interior con poca luz y utilizando el flash incorporado de la cámara. La luz de apoyo cumple bien su trabajo y añade mucha luz sin comprometer al ISO y meter mucho ruido. Tampoco genera muchos reflejos en el cuenco de cristal. No es un gran resultado, pero nos puede servir para salir del paso cuando necesitemos usar el flash.
Ejemplo de gif (5 fotogramas por segundo) utilizando el modo para crear imágenes de este tipo utilizando la cámara frontal del móvil. Teniendo en cuenta que la paleta de colores es limitada debido al tipo de archivo, el resultado no es malo pero el archivo final (3MB en este caso) es muy pesado.
La opinión y nota de Xataka
Samsung ha hecho muchas cosas bien a la hora de redefinir la gama media con Galaxy A, cubriendo una gama cada día más importante y llamada a llenar las páginas de los catálogos de operadoras.
El Galaxy A5 ofrece acabados de más calidad, diseño más cuidado en comparación con otros modelos con los que compite y algunos aspectos punteros como la pantalla o la cámara donde rinde muy bien y es capaz de marcar una diferencia.
Sin embargo, también presenta algunos aspectos en los que no termina de convencernos: el rendimiento no despunta frente a otros terminales y TouchWiz es una capa que, en este caso, no aporta lo suficiente respecto a lo que ofrece Android por defecto. El precio de salida, 399 euros, se antoja también un poco elevado para un terminal bien planteado pero donde por una cifra similar hay opciones más atractivas.
8,1
A favor
- Buen panel y calidad de pantalla
- Cámara notable
- Diseño y materiales por encima de la media
En contra
- Precio de entrada elevado
- Batería justa
- Software discreto
El terminal ha sido cedida para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
Ver 56 comentarios