Samsung Galaxy K Zoom, análisis

Samsung no teme mostrar músculo. Pese a disponer de una rama de cámaras de fotos compactas y sin espejo muy cercanas en la parte de software a las de un smartphone, y a la vez uno de los mejores terminales para hacer fotografía - el Samsung Galaxy S5 -, no le ha temblado el pulso a la hora de invertir de nuevo en convencer al consumidor de que hay lugar para tener un híbrido en toda regla.

De las aproximaciones para tener la mejor convergencia móvil-fotografía, la idea del Galaxy S4 Zoom el año pasado y este 2014 el Galaxy K Zoom, parece la más sensata sobre el papel. Ejecutarla de la manera adecuada ya no lo es tanto. Y ciertamente con el modelo de este año ha habido una mejora muy destacable tanto en los apartados fotográficos como en los de smartphone. ¿Ha sido suficiente para convencernos de que el móvil con zoom óptico es una opción para quien quiera invertir en un terminal móvil fotográfico?

Samsung Galaxy K Zoom, especificaciones técnicas

A continuación te dejamos con las principales características técnicas del Galaxy K Zoom de Samsung:

Samsung Galaxy K Zoom, características técnicas
Dimensiones físicas 137.5 x 70.8 x 20.2 mm, 200 gramos
Pantalla SuperAMOLED de 4.8 pulgadas
Resolución 720 x 1.280 (306 ppp)
Procesador HexaCore 1.7 GHz Dual + 1.3 Ghz Quad
RAM 2 GB
Memoria 8 GB ampliable con microSD
Versión software Android 4.4.2 (KitKat)
Conectividad LTE, NFC, WiFi 802.11ac, BT 4.0 LE, USB 2.0
Batería 2.430 mAh (extraíble)
Precio El oficial es de 499 euros

Si nos centramos en las prestaciones fotográficas, esto es a lo que debemos atenernos:

Galaxy K zoom como cámara de fotos
Resolución sensor 20.7 megapíxeles (24 mm)
Tamaño sensor 1/2.3 pulgadas
Zoom óptico 10X
Zoom digital 20X
Apertura f3.1-f6.3
Flash Xeon+LED
Estabilización OIS
Vídeo FullHD 60fps
Cámaras secundaria 2.0 megapíxeles
RAW No
Controles manuales

Análisis en vídeo del Galaxy K Zoom

Si quieres conocer de cerca cómo es y el funcionamiento general y fotográfico del Samsung Galaxy K Zoom, puedes empezar con nuestro análisis en vídeo:

Como smartphone, así es el Galaxy K Zoom

Un mérito que hemos de darle a Samsung con este K Zoom es la mejora que ha logrado en diseño respecto al S4 Zoom. El modelo del año pasado era un híbrido en una muy temprana fase, todavía con apariencia de cámara de fotos ante todo, incluida una empuñadura que ahora desaparece completamente en el K Zoom. A nivel de grosor y peso no hay excesivas diferencias, pero en mano ha ganado mucho.

A la izquierda, el nuevo K Zoom, mucho más cercano a un smartphone que el S4 Zoom

El K Zoom casi podría pasar, entre comillas claro, como un smartphone al que algo le sale cuando lo encendemos. Ese extra es el zoom de 10 aumentos que no tendrá cualquier otro smartphone ahora mismo en el mercado.

El Galaxy K Zoom sigue siendo pesado y grueso comparado con un smartphone actual, pero ya no parece una cámara de fotos sino un smartphone mucho más cómodo en mano

Para enfatizar todavía más el hecho de que este K Zoom se acerca más al mundo smartphone que al de cámara compacta, siempre hablando desde el punto de vista del diseño, Samsung le ha colocado una carcasa con acabado texturizado e imitando a la piel, como ya tiene en la gama Note y el Galaxy S5, del que en el frontal casi no se puede diferenciar.

Las formas curvas que recogen toda la carcasa trasera hacen que, cuando lo usamos como smartphone, este Galaxy K Zoom sea cómodo, aunque el zoom óptico se deja todavía sentir bastante en mano. También es evidentemente apreciable cuando lo colocamos sobre la mesa con la pantalla hacia arriba.

El K Zoom no es precisamente cómodo colocado con la pantalla hacia arriba sobre una mesa

Los controles del K Zoom incluyen un botón dedicado para la cámara, y un sitio preferencial para la tarjeta de memora microSD, vital dado que la memoria interna es de solamente 8 GB, capacidad que, con fotos y vídeo no tardaremos en ocupar. Imprescindible pues hacerse con un modelo de buena capacidad para llevar siempre puesto.

El rendimiento general del Galaxy K Zoom como smartphone está en la liga de los gama media-alta, con fluidez en todos los apartados pero sin permitirse alardes. La mejora es brutal respecto al S4 Zoom, especialmente si entra en juego la pantalla.

De frente cuesta diferenciar el K Zoom (izquierda) del Galaxy S5 (derecha)

Samsung la ha agrandado hasta alcanzar las 4.8 pulgadas, mantiene el panel SuperAMOLED y le da una resolución de 720p. Ahora sí es una pantalla que por tamaño y respuesta táctil podemos usar sin problemas. Pero en resolución demuestra que no puede competir con un gama alta. Pese a todo, la pantalla es perfectamente válida con sus 300 ppp para comprobar qué tal nos han salido las fotos, e incluso para su uso como smartphone, aunque la visualización en exteriores no es un punto donde destaque y aquí también los gama alta de este año le sacan ventaja.

Aunque se quede en resolución 720p, la pantalla del Samsung Galaxy K Zoom sí que es ahora digna de un smartphone, no como en el S4 Zoom

Pero para mi, el punto más crítico de este Galaxy K Zoom es la batería. Con su pantalla 720p y potencia, los 2.430 mAh de su batería extraíble darían para completar sin problemas un día de uso incluso intenso, pero no ha sido el caso. El espacio necesario para colocar el zoom de 10 aumentos ha provocado que la batería quede relegada en importancia en el interior de este Galaxy K Zoom, lo que provoca que, si realmente vas a usar este terminal para hacer fotos, sea imprescindible contar con al menos una batería de repuesto o un cargados externo.

Usando la cámara de forma más o menos intensa, medio día es un reto que no siempre va a poder cumplir este Galaxy k Zoom. Mala noticia si Samsung pretende que nos lo llevemos de viaje como cámara principal, por mucho zoom que nos ofrezca.

Rendimiento y funcionamiento como cámara de fotos

No creo que exista nadie que, conociendo cómo es este Galaxy K Zoom, lo seleccione de un escaparate por sus labores de smartphone. Ni por precio ni por rendimiento tiene sentido. ¿Lo podría hacer por sus méritos como cámara de fotos? Eso ya es más factible.

La base fotográfica del Galaxy K Zoom la conforma un sensor de 20 megapíxeles cuyo tamaño es de 1/2.3 pulgadas. Esto significa que es el mismo tamaño que por ejemplo encontramos en el Xperia Z2 pero más pequeño que el del Lumia 1020. Y es exactamente la combinación habitual en cámaras compactas de perfil medio-bajo. Por lo tanto, a nivel de calidad de imagen va a resultar bien solvente sobre el papel.

La diferencia y ventaja clara que saca a los smartphones del mercado es el zoom de 10 aumentos, de tipo óptico. Es más o menos también el rango en el que se mueven las compactas con las que en teoría compite en el mercado. Ahí está la clave para nosotros: el Galaxy K Zoom realmente debe estar pensando en convencer a quien va a comprar una compacta básica más que a quien quiere un smartphone nuevo.

A nivel de calidad de imagen, el Galaxy K Zoom no sorprende pero eso no significa que nos haya defraudado su calidad. Ni mucho menos. Cumple con lo que se espera de un sensor como el que lleva incluido, y no hay apenas diferencias con las instantáneas que podemos obtener con los smartphone de gama alta actuales.

Si bien el año pasado el S4 Zoom sí establecía de forma general una diferencia a su favor frente a la mayoría de smartphones incluso de gama alta, este año, las mejoras fotográficas de los teléfonos puros han equilibrado e incluso llevado a su terreno la diferencia.

De hecho, si no llevara ese zoom óptico, sería ilógico apostar por él frente a cualquier otro smartphone de gama alta del mercado. Es escenas donde demostrar buen trabajo en el rango dinámico o por la noche, las diferencias no son sustanciales, ni a favor ni en contra. El sensor en estos casos es la clave, y aquí el K Zoom no marca territorio para diferenciarse, sí en calidad general.

El K Zoom tiene su gran ventaja en el zoom óptico. Si no lo necesitamos, mejor optar por un smartphone de gama alta

La diferencia hay que buscarla pues en el zoom. Ahí no tiene competencia en el segmento de los smartphones. Cuando recurrimos al zoom óptico, con un máximo de 10 aumentos, no hay manera de obtener con recortes el mismo nivel de detalle que con el K Zoom ni por casualidad. Al abrir el máximo el zoom, ya encontramos una reducción parcial de la calidad y detalle, que no nos da el mismo resultado que cuando disparamos de base con su angular de 24 mm.

Si las condiciones de luz son las adecuadas, el uso del zoom digital que llegaría hasta 20X es factible. En la instantánea de abajo, vemos en primer lugar la imagen sin zoom, con zoom de 10 aumentos y finalmente con el máximo alcance digital.

Una limitación que se ha eliminado respecto al S4 Zoom es la de que, en modo automático, no se pudiera pasar de IOS 400. En la K Zoom no hay problema, pero aunque se ha mejorado el comportamiento a nivel de ruido, éste es ya visible y además, para que no se aprecie mucho, el sistema trata de reducirlo con los consecuentes daños colaterales: pérdida de detalle. Justo con los smartphones "nativos". En la imagen de abajo hay que admitir que la escena era realmente complicada de resolver por la poca luz disponible.

También hay que tener en cuenta que, para conseguir la máxima resolución del sensor, 20.7 megapíxeles, hay que optar por el formato 4:3, pues por defecto buscará darnos el 16:9 nativo de la pantalla con una resolución de 15 megapíxeles.

Por cierto, aunque lo lógico es que este Galaxy K Zoom nos dejara acceder directamente a la función de cámara manteniendo pulsado el botón físico de disparo incluido, no es así, y además de ese botón, hay que pulsar el de volumen (arriba) para acceder a la cámara desde el terminal bloqueado. Sí que vamos a la pantalla de cámara directamente al pulsar el disparador cuando estamos en el escritorio u otra aplicación.

La interfaz con la que trabaja en el modo fotográfico el Galaxy K Zoom es idéntica a la que tenemos en los terminales de Samsung. Nos hubiera gustado, dado el protagonismo de la cámara en este terminal, una personalización más profunda por parte de Samsung que pusiera en valor la gran cantidad de opciones disponible. No hay todavía modo RAW, algo que le hubiera dado una buena diferenciación respecto a los smartphones clásicos, pero sí bastantes opciones de control, como la del enfoque (área o modo macro), la medición o el balance de blancos. Bienvenidas sean estas opciones a todo los dispositivos de Samsung, que falta le hacen. Punto muy positivo aquí para el K Zoom.

También hay un modo manual casi total, pero solo podemos jugar con dos aperturas, las cuales son diferentes dependiendo de la focal en la que estemos trabajando. Con el zoom completamente cerrado nos da las opciones de f3.1 y f.9.

Precisamente en la apertura es donde la cámara de este K Zoom está en desventaja respecto a los mejores smartphones de este año, casi todos con f2.0. La ISO de la K Zoom puede llegar a los 3200 ISO.

De lo que sí hay opciones para aburrir es modos. Incluso demasiados, porque cuesta decidir en qué momento usar cada uno o cambiar de ellos cuando queramos hacer fotos de una manera un poco más seria.

El modo de vídeo, que no opta por la mediática grabación UHD, se conforma con los 1080p pero con posibilidad de usar 60 fps. El resultado nos ha gustado bastante, el zoom se agradece pero a veces, de nuevo, la estabilización no es suficiente si la luz escasea o no somos muy estables.

El K Zoom se pone serio fotográficamente pero solo en el zoom. En lo demás no ofrece nada que no tengamos en un smartphone de gama alta actual. Incluso el Lumia 1020, salvando la velocidad desesperante de funcionamiento comparado con la del K Zoom, da mucho más juego a nuestro parecer por lo que nos parece que, ya que había que hacer sacrificio en dimensiones y prestaciones respecto a un gama alta, Samsung tendría que haber optado por un sensor de más tamaño que supusiera, combinado con el zoom 10X, una tentación irresistible para quienes aspiran a tomarse muy en serio la fotografía en un móvil.

Ver galería completa » Galaxy K Zoom ejemplo (11 fotos)

La nota y opinión de Xataka para el Galaxy K Zoom

¿Estás dispuesto a llevar un segundo smartphone, en este caso pesado y abultado, para hacer fotos? Hace unos años tendría sentido. A día de hoy, si usas uno de gama alta, no es así ya. Salvo una excepción: que necesites sí o sí un zoom óptico. En ese caso tendrás que valorar si la inversión, alrededor de los 400 euros, la quieres hacer en otro smartphone u optas por complementar a tu actual modelo con una compacta que, a nivel fotográfico, te dará el mismo resultado.

Que el Galaxy K Zoom tenga un usuario tipo muy definido no debe ocultar que estamos ante un completo smartphone con cámara que ante todo marca diferencias por el zoom óptico

Dicho esto no hay que quitar ni un ápice de lo logros de Samsung con este K Zoom. El salto de calidad a nivel de smartphone e incluso fotográfico respecto al modelo del año pasado es más que considerable, aunque todavía con alguna laguna.

Para mi, durante la prueba, sin duda alguna ha sido la de la batería, que no está a la altura de un modelo al que vamos a dar un uso intensivo, y cuyo motor para el zoom o la propia pantalla, es un pozo sin fondo que se traga los mAH que le echemos.

Y ante todo, este Galaxy K Zoom sigue siendo un terminal de nicho, con un usuario potencial muy concreto a la vez que un digno e interesante banco de pruebas de Samsung para, algún día, lograr colocar un zoom óptico de manera factible en un smartphone y que éste no sea nuestro segundo terminal.

7,7

Diseño 6,5
Pantalla 7
Rendimiento 8
Cámara 9,25
Software 8,5
Autonomía 7

A favor

  • Zoom óptico sin igual en el segmento
  • Cámara rápida y que cumple
  • Uso muy mejorado como smartphone

En contra

  • Interfaz de cámara mejorable
  • Autonomía para un terminal que demanda un uso intensivo
  • Todavía algo grueso y pesado

El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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