Decía mi compañera Anna en su análisis del Samsung Galaxy Note 9 que podríamos resumir el terminal como un S9+ vitaminado. Sí, tiene más RAM, más batería y viene con el S Pen, pero las esencias son prácticamente las mismas que las de su hermano de la familia S.
En este mes de uso comprobamos lo que dan de sí sus cámaras, sus 4.000 mAh de autonomía, sus 6,4 pulgadas de "pantalla infinita" y, por supuesto, sus tripas hechas para conquistar el gaming y al público profesional con el S Pen.
Mes de uso con el Note 9, en vídeo
Mar de cristal
A simple vista es complicado distinguir un Note 8 de este Note 9 y es que a nivel de diseño se sigue manteniendo ese bloque rectangular de cristal que se estira verticalmente para lograr más pulgadas de pantalla.
Samsung ha hecho un buen trabajo en compactación por varios motivos. El primero: ha logrado meter una batería de 700 mAh más en un teléfono tan solo 0,2 mm más grueso que su predecesor. También crece en anchura a cambio de tener una pulgada más de pantalla (6,4" frente a las anteriores 6,3"), aunque más allá de datos, ¿es un teléfono cómodo en la mano?
Si es por sensaciones y materiales, sí. El cristal es agradable al tacto, los acabados están muy pulidos y da gusto tocarlo. Pero todo deja de ser tan bonito cuando tienes que usar el teléfono para hablar, para jugar o para grabar vídeos. Y el ejercicio es simple: a mayor tiempo con el Note 9 en la mano, más cansa y más incómodo se hace. Al menos en mi caso y teniendo en cuenta el tamaño de mi mano.
Esos 201 gramos empiezan a pesar cuando tienes que sostener el teléfono en una llamada larga, o cuando estás viendo una serie en el metro con el móvil en horizontal o echando una partida (ojo aquí porque Samsung dio un mensaje claro para gamers en su presentación con esa "exclusividad" junto a 'Fortnite'). La ergonomía en mi experiencia se desvanece con esos bordes curvados clavándoseme en las manos, que incluso dejan huella tras un rato de uso.
¿Grabar un vídeo en horizontal de más de dos minutos? ¿Una llamada de 15 minutos? ¿Una partida de media hora a 'Fortnite' o 'Clash Royale'? Incómodo en todos los casos. Quizá no sea así con una mano más grande, pero aquí me temo que el diseño debe ser juzgado por su comportamiento en la mayoría de escenarios, y yo no tengo una mano fuera de lo normal como para que sea un problema.
Por otro lado, aunque el sensor de huella dactilar haya corregido su posición en la parte posterior para no manchar la lente de la cámara, como sucedía en el Note 8 y en el S8, también me parece algo incómodo de usar, especialmente por lo alargado del terminal. Justo me da la sensación de que la posición natural se encuentra a la altura de las cámaras. En su ubicación actual debo sujetar el teléfono ligeramente con la otra mano para poder cambiar de posición la otra y llevar el dedo al sensor. ¿En resumen? Mucho más cómodo usar el escaneo inteligente (facial + iris), que funciona rápido en la mayor parte de ocasiones, con y sin gafas de ver puestas.
De todos modos, con el paso de los días, acabas acostumbrándote al diseño del Note 9, aunque las marcas en las manos sigan ahí.
Rendimiento de sobra
Posiblemente el apartado más aburrido de comentar en un terminal de estas características sea el de rendimiento. Y eso es bueno porque que llevamos varias generaciones en las que la gama alta Android farda de músculo, con procesadores y capacidades de memoria que garantizan un uso fluido en todo tipo de situaciones. El Note 9 no es una excepción.
Los 8 GB de RAM y los 512 GB de almacenamiento de la unidad que hemos probado dan de sobra tanto para actividades normales como para aquellas más severas. Es cierto que se calienta con juegos medianamente exigentes, pero nada preocupante.
La batería es uno de sus puntos fuertes. Se notan esos 4.000 mAh, que puedes estirar sin problemas para un día con uso normal. En mi caso, llegué a picos de casi seis horas de activación de pantalla con uso moderado (videollamadas, redes sociales, grabación de vídeo, fotos, juegos, consumo de contenido, etc.).
Si lo comparamos con el que considero su rival más directo, el Huawei P20 Pro, del que también hice mes de uso, esas seis horas del Note poco tienen que hacer con las nueve horas que logré con un uso similar el dispositivo de Huawei. Ambos tienen la misma capacidad de batería.
La carga rápida funciona estupendamente (el 50% se carga en poco menos de una hora, el total en casi dos) y la capa de personalización, Samsung Experience, no genera lags, es bonita y personalizable, aunque no es Android puro. De hecho, la principal pega es que sigamos sin tener Android 9 Pie en un dispositivo que se presentó cuando la nueva versión del sistema operativo ya estaba disponible.
Hay otras cosas en las que hay margen de mejora, como el control de energía de aplicaciones, que es conservador por defecto y apaga las aplicaciones que más consumen en segundo plano. ¿Resultado? Es posible que hasta que no vuelvas a iniciar alguna app no te enteres de las notificaciones. Tampoco me gusta que un terminal que cuesta más de mil euros me meta publicidad en el cajón de notificaciones:
Y no es algo aislado, aquí la segunda vez en el mismo día y con diferente anuncio:
Se agradece el gesto de incluir diferentes modos de rendimiento. Tenía curiosidad por probar el modo juego, que sube el brillo un 10% y mantiene resolución FHD+, aunque el cambio es apenas perceptible. Creo que para futuras iteraciones sería bueno que estos modos tengan la capacidad de activarse automáticamente. Si voy a jugar un partida quiero hacerlo en ese momento, y no quiero perder el tiempo buscando en ajustes los diferentes modos de rendimiento y seleccionando el modo juego, mucho menos si el cambio es discreto.
El Samsung Galaxy Note 9 es puro músculo y su potencia le asegura un rendimiento excelente durante varios años. Salvo lo ya comentado, pocas pegas se le pueden poner.
Cuando tener buenas cámaras no es suficiente
El Note 9 tiene los mismos "ojos" que el S9+, es decir, doble cámara trasera (objetivo estándar + telefoto con apertura variable f/1.5-2.4, ambos de 12 megapíxeles) y cámara frontal de 8 megapíxeles y 1.7 de apertura.
Tiene las novedades más demandadas en la fotografía móvil actual (estabilización óptica, modo retrato, cámara superlenta y zoom óptico 2x). Sin embargo, tenerlas todas no te hace mejor. De hecho, creo que no lo es en ninguna de ellas. En zoom óptico el Huawei P20 Pro le gana. En cámara superlenta el Sony Xperia XZ3 le gana. En modo retrato el Pixel 2 o el iPhone Xs le ganan.
¿Significa eso que el Note 9 se queda atrás en el apartado de cámaras? No, simplemente no es el mejor en nada. Ahí van algunos ejemplos de un paseo por París con el modo automático activado y controlando en ocasiones manualmente la exposición:
Las fotos con buena luz son muy buenas, aunque tiende a sobreexponer un pelín:
Por la noche también se le puede sacar gran partido, a pesar de que haya que jugar con el contraste y de que aparezcan blurs o borrones en diferentes puntos de luz:
Con baja luz el terminal sufre como la gran mayoría, especialmente para definir todos los objetos, aunque solo retocando la exposición pueden lograrse buenos resultados:
El zoom 2x es muy útil para lograr composiciones mejores, aunque hay que tener buen pulso para que no salga nada movido:
Los macros son una de sus grandes bazas (la comida siempre ayuda):
Y el modo retrato es el que más puede mejorar porque suelen colársele imperfecciones o difumina partes que no debería difuminar, además de un modo belleza algo exagerado:
De lejos, el vídeo es el punto más débil de este Note 9. Con buena luz no hay fallo, pero en condiciones más adversas, como un concierto, tanto la imagen como el sonido flaquean (fijaos en las idas y venidas del audio):
Multimedia excelente
La pantalla AMOLED de 6,4 pulgadas de este Note 9 es muy buena, con un brillo suficiente para no tener que forzar la vista en exteriores, unos colores vivos y, en general, una calidad sobresaliente. Quizá los ángulos de visión son su aspecto más mejorable, aunque realmente debes ponerte en una posición muy extraña para notar que la pantalla no responde correctamente.
El audio me ha sorprendido para bien. Los altavoces ofrecen una presión bastante buena, lo que se traduce en un volumen más que suficiente para escuchar música o ver vídeos o series/películas. Incluye un ecualizador muy sencillo y la posibilidad de activar o desactivar Dolby Atmos, una opción que rellena algo más el sonido.
La decisión de mantener el jack es digna de aplaudir, especialmente porque demuestra que no es necesario eliminarlo para lograr un grosor aceptable, y porque puedes disfrutar de contenido multimedia mientras cargas el teléfono y escuchas con auriculares. Con otros modelos sin jack esto no es posible o, si lo es, necesitas comprar un adaptador.
El S Pen es la clave
A grandes rasgos, lo único que hace diferente al Note 9 tanto de su hermano S9+ como del resto de la competencia de gama alta es el S Pen. Hasta ahora, se trataba de un gadget con unos usos muy puntuales, pero aquí Samsung ha sido muy inteligente y ha decidido introducirle mejoras para que el lápiz sirva para más cosas que hacer garabatos en tu pantalla...
... que, por cierto, puedes seguir dibujando, y la sensibilidad del puntero con los diferentes cabezales es bastante buena en las manos adecuadas. Aquí mi ojo dibujado en cinco minutos por una ilustradora. Ella nunca había usado un Note antes:
Resulta casi paradójico que la innovación más destacable del Note 9 se encuentre en el S Pen, pero es muy interesante todo con lo que Samsung le ha dotado. Básicamente es un controlador remoto que funciona por Bluetooth, por lo que puedes usarlo para pausar vídeos, pasar diapositivas si le estás enseñando una presentación a alguien y, para mí, lo más útil: como disparador para fotografías y vídeos.
El lápiz tiene un rango de hasta 10 metros, por lo que puedes ser bastante creativo con tus fotos. El uso más claro es en los selfies porque ya no tendrás que preocuparte de alcanzar esa posición mágica en la que todo sale encuadrado y al mismo tiempo llegas con la mano al botón de disparo. Simplemente sujetas con una mano el teléfono y disparas desde la otra pulsando con el lápiz. La autonomía del S Pen es de unos 20 o 25 minutos, depende del uso, pero tarda en cargarse totalmente menos de un minuto, así que esto no es un problema (incluso aunque te hagas selfies como si no hubiera un mañana).
Otras cosas interesantes que puedes hacer con el lápiz tienen que ver con el propio software del teléfono. Puedes usar una lupa para ampliar fotos o texto, traducir palabras conforme vas leyendo o sacar gifs rápidamente de imágenes en movimiento ("smart select"), todo ello con el S Pen como herramienta. Y no, no te preocupes que es casi imposible que metas mal el lápiz dentro del teléfono (no como en Notes anteriores).
¿Y bien?
Cuando llegas al punto de pedir más de mil euros por un dispositivo, tienes que asegurarte de brindar lo mejor de lo mejor. Lo dijimos con el reciente iPhone Xs y lo decimos con el Note 9. ¿Es un buen teléfono? Sí, faltaría más que no lo fuera. ¿Es el mejor en calidad-precio? Ahora mismo, no.
Es un dispositivo equilibrado, atractivo y con unas prestaciones de escándalo, pero que sólo es diferente por una cosa: el S Pen. Por eso decía en el titular que es un smartphone "S Pentacular". La pregunta es, ¿te gastarías más de mil euros solo por él?
Yo, antes que llegar a esa pregunta, respondería que no directamente por los sacrificios que hace en ergonomía y porque su cámara me ha sabido a poco con la de grandes opciones que hay en la gama alta ahora mismo.
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