¿Cómo levantarías una saga de smartphones brillantes en un año como 2016? Hay fabricantes que han buscado adelantar parte del futuro con conceptos arriesgados. Sin embargo, Samsung ha presentado un Galaxy S7 Edge que a ojos del consumidor es un terminal como el del año pasado, al menos por fuera y en su idea general, pero que esconde avances en campos importantes como la pantalla, batería o cámara de fotos.
En Xataka ya nos hemos enfrentado al análisis completo del Samsung Galaxy S7 Edge y tenemos mucho que transmitiros. Si el año pasado os comentaba que a Samsung le había salido muy bien ser valiente, este año toca comprobar con el análisis del Samsung Galaxy S7 Edge si la continuidad es una acierto cuando tu foco ha sido mejorar todavía más lo que ya funcionaba bien a nivel global. ¿Estamos ante el smartphone de gama alta más difícil de batir del mercado?
Samsung Galaxy S7 Edge, principales características
Hablar de un gama alta de Samsung en su serie Galaxy no puede significar a estas alturas otra cosa que lo último en componentes. Y el Galaxy S7 Edge cumple con la máxima y nos deja una ficha técnica donde, si había posibilidad de mejorar técnicamente algún apartado, se ha hecho.
Samsung Galaxy S7 Edge, características técnicas
Dimensiones físicas
150.9 x 72.6 x 7.7 mm, 157 gramos
Pantalla
SuperAMOLED 5,5 pulgadas con Always On
Resolución
1440 x 2560 píxeles (534 ppp)
Procesador
Exynos 8990 (64 bits y 14 nm)// GPU Mali-T880
RAM
4 GB (LPDDR4)
Memoria
32 GB (ranura microSD hasta 200 GB)
Versión software
Android 6.0 con TouchWiz
Conectividad
LTE Cat 9, NFC, Bluetooth 4.2, Wi‑Fi ac, Ant+, GPS
Cámaras
Principal de 12 MP (f1.7) con estabilización // Vídeo UHD // Secundaria 5 MP (f1.7)
Batería
3600 mAh (no extraíble) Carga inalámbrica (Qi/PMA) y rápida
Extras
Sensor de ritmo cardíaco // Oxígeno en sangre // Perfil IP68
Aunque lo iremos desgranando poco a poco en esta review, el Galaxy S7 Edge ha puesto el énfasis especialmente en algunos apartados como la batería, con una capacidad bastante alta, el aumento de diagonal de pantalla y una cámara que, sorpresa, baja de resolución para hacerse fuerte donde casi todos fallan: las fotos con poca luz.
Review en vídeo del Samsung Galaxy S7 Edge
Tanto en nuestro canal de Youtube como aquí, os dejamos con la review en vídeo para empezar con buen pie el análisis completo del Samsung Galaxy S7 Edge.
La resistencia al agua puede ser muy bella (y práctica)
Las veces que os hemos hablado con anterioridad del Galaxy S7 Edge la palabra continuidad o conservadurismo ha sido una de las más repetidas. Al observar el nuevo Samsung Galaxy S7 Edge es normal que nos devuelva esa sensación a muchos usuarios. Pero hay que entender que el gran salto a nivel de diseño lo realizó Samsung el año pasado. Y le funcionó pues el diseño en metal y cristal con la pantalla curvada en ambos laterales no deja a nadie indiferente, y las valoraciones, si nos ceñimos a lo puramente estético, son muy positivas. Y os lo dice alguien que prefiere la trasera de metal antes que de cristal.
Con esa base Samsung ha construido la evolución que supone este Galaxy S7 Edge que hemos probado en Xataka. El acabado sigue siendo exquisito, único, de una sola pieza donde el cristal de la trasera (reforzado con Gorilla Glass 4) es lo más llamativo junto con la doble curva del frontal. En los bordes se ha incluido aluminio de gran resistencia, como en el Edge Plus que nos mostró Samsung en IFA.
Todo este conjunto hace que el smarpthone, pese al uso del cristal, nos transmita una buena sensación de robustez al mismo tiempo que atención por los detalles. Todo está impecablemente rematado y pocos terminales pueden transmitir mejor lo que significa ser un gama alta por acabado. En los días que lo hemos probado nos ha quedado la misma sensación que con los modelos S6 del año pasado en cuando al buen hacer de la protección Gorilla Glass. En principio no parece sencillo que el uso diario provoque roces o desperfectos. Casi una semana y como recién sacado de la caja.
Si el paso del Galaxy S5 al S6 Edge fue todo un vuelco en la idea que teníamos de un Galaxy S, el nuevo Galaxy S7 Edge se ha centrado en mejorar prácticamente todo lo que le quedaba para redondear un gran diseño
El Galaxy S7 Edge ha aumentado de grosor y peso para albergar una batería de bastante más capacidad que la del año pasado e incluso que la del Edge+ de 5,7 pulgadas. Ya no resulta tan ligero como el Galaxy S6 Edge, que parecía hueco por momentos. Pese a este aumento de grosor a los 7,7 mm (el S6 Edge+ de 5,7 pulgadas tenía 6,9 solamente) y de peso a los 157 gramos (por 153 del S6 Edge+ pero con el 6s Plus en 192 gramos), sigue manteniendo el estatus de ser uno de los smarpthones de esta diagonal más cómodos en mano del mercado, con unas muy buenas proporciones entre diagonal y tamaño global.
El Samsung Galaxy S7 Edge no me transmite en ningún momento la idea de ser un terminal grande. Es muy agradable en mano gracias a su poca anchura, y el agarre es bastante seguro pese al uso de cristal en la parte trasera. No temas que se te deslice de las manos a la primera de cambio porque no pasará. El marco de metal, de muy buena calidad, es ahora más grueso (cerca de un mm) pero esa diminuta diferencia hace que sea una importante ayuda para agarre, sin resultar en absoluto incisivo en el tacto.
Del uso del cristal en la parte trasera siempre nos queda la duda sobre cómo gestionará suciedad y huellas. No podemos decir que esté siempre impoluto pero incluso en modelos como el dorado que hemos probado, las huellas y sensación de suciedad quedan muy bien controladas, y no nos transmite sensaciones desagradables.
Ni por peso ni por grosor ni por altura ni mucho menos anchura. Ningún otro smarpthone de 5,5 pulgadas queda tan bien en dimensiones y mano como el Galaxy S7 Edge
La mayor novedad del Galaxy S7 Edge a nivel de diseño es en realidad doble: resistencia al agua y ranura para microSD. Tras intentarlo con el Galaxy S5 y dejarlo de lado en el paso al cristal y metal, el Galaxy S7 Edge recupera un perfil IP68 para convertirse en todo un gama alta con cuerpo de una sola pieza en cristal y metal, que además podemos sumergir en agua.
No es ése el uso que Samsung aspira a que le des a su nuevo Galaxy, pese a que puede resistir sumergido hasta media hora. Aquí lo que más importa a nivel del consumidor es que podemos ser más descuidados con el teléfono y usarlo en entornos donde no nos atreveríamos a meter un smartphone de 800 euros con tanta tranquilidad (cocina, ducha, playa, piscina ..) o lavarlo si hace falta. O que un descuido como que se derrame líquido sobre él pueda dejarnos cerca de un amago de infarto.
Que un gama alta sea resistente es un gran punto a favor para muchos usuarios. Yo, como usuario intensivo de smartphone que me acompaña a todos lados y en todo momento, es algo que agradezco mucho. Y Samsung ha conseguir implementarlo sin que debamos de preocuparnos de cierres (todo es transparente para el usuario) y sin renunciar a un diseño de metal y cristal de una sola pieza.
El Galaxy S7 Edge es más pesado y grueso pero está pese a ello entre lo mejor del mercado con esa diagonal. Y es que el Galaxy S6 era una pluma
El otro aspecto clave en diseño de este Galaxy S7 Edge es la ranura para tarjetas microSD. Samsung la ha devuelto creo que como un guiño a sus usuarios de siempre y como elemento diferenciador del nuevo Galaxy. El modelo base tiene 32 GB, de los cuales quedan para el usuario unos 23-24 libres. Y esa cantidad, con fotos, juegos, aplicaciones y vídeos 4K, puede que acabe por dejarnos sin espacio en menos tiempo del que pensaríamos. Dejar la posibilidad de que sea el usuario el que la amplíe a muy bajo coste es algo que hay que agradecer a Samsung y contra lo que pocos pueden estar en desacuerdo cuando no hay ningún sacrificio en el terminal: tan solo se ha habilitado la bandeja para la tarjeta nanoSIM con espacio para la microSD.
El uso que cada cual haga de la tarjeta microSD es algo particular. Samsung nos permite usarla tanto para almacenar fotos y vídeos que tomemos de la cámara, como para las aplicaciones, las cuales podemos mover de la memoria interna a la externa con suma facilidad, aunque no es posible con todas, empezando por las que vienen de serie.
Sobre la pantalla curvada en ambos lados, no afecta a la manera de agarrar el Galaxy S7 Edge y es complicado que pulsemos sin querer en la pantalla al cogerlo, aunque no imposible. A mi me ha pasado en alguna ocasión, algo que nunca me ocurre con ternminales con marco clásico. Aquí creo que el muy pequeño aumento de grosor facilita ese agarre y que ese bisel no resulte tan agresivo como en el modelo del año pasado. Con ese milímetro extra el borde ha ganado en superfice y es más suave en mano. Pero también entiendo que no todos los usuarios se sientan igual de cómodos con esta peculiaridad de la curva del modelo Edge, que por otro lado le aporta al diseño una distinción y clase que no tiene ningún otro terminal del mercado.
Samsung ha dejado en evidencia a quien no integra resistencia al agua o ranura microSD por cuestiones de acabado o diseño
La contrapartida a esta doble curva en la pantalla es que si el año pasado no estabas convencido de ella, podías optar por el modelo flat incluso ahorrando dinero. Con la familia Galaxy S7 no pasa así. Si no quieres pantalla curva, tu única opción en la actualidad en algunos mercados para tener un gama alta es renunciar a esta diagonal y pasar a las 5,1 pulgadas del Galaxy S7. Cuestión de cómo lo mires.
En el diseño del Galaxy S7 Edge no hay más novedades. El sensor de huellas se mantiene en el botón de inicio y sigue siendo muy rápido tanto registrando la huella como usándolo. Samsung ha mejorado la única pega que teníamos de él en el Galaxy S6 y ahora es posible identificarnos con la huella incluso con la pantalla apagada de un solo gesto; basta mantener pulsado el botón de inicio con el dedo correspondiente.
Otra pequeña novedad es que la protuberancia de la cámara se ha reducido casi completamente así que no debes temer nada por un posible balanceo o inestabilidad del terminal sobre la mesa.
En los marcos encontramos todas las conexiones y controles. Los de volumen están en la lado izquierdo parte superior, mientras que el de encendido se halla en el lado contrario. Personalmente me siento más cómodo con los controles de volumen un poco más abajo en una diagonal como la de 5,5 pulgadas. En todo caso el acabado y recorrido de todos ellos es muy adecuado.
En el marco superior es donde se encuentra la bandeja que contiene sitio para la microSD y la nanoSIM, mientras que en la parte inferior están el altavoz principal, la salida de auriculares y el puerto microUSB. Samsung no se ha atrevido a incluir en su Galaxy S7 Edge el puerto USB-C, por lo que no hay reversibilidad ni las otras ventajas de este tipo de conexión, pero a cambio mantiene compatibilidad directa con accesorios y cables de carga actuales que tenemos ya por todos sitios.
Pantalla siempre activa para redondear un panel excelente
Como ya os he contado, si el año pasado el Galaxy S6 clásico y el Edge compartían diagonal de 5,1 pulgadas, el nuevo Galaxy S7 Edge se pasa a las 5,5 pulgadas para diferenciarse y ser el phablet de referencia de Samsung en la gama alta de consumo. Quien quiera ir a esa diagonal no tiene más opciones con Samsung.
El panel del Galaxy S7 Edge sigue siendo uno de tipo SuperAMOLED del más alto nivel, con resolución QuadHD que le da una densidad de píxeles de 534 ppp, por lo que la nitidez es absolutamente fantástica tanto para la lectura de información como para la reproducción de vídeo o imágenes. Aquí la doble curva de la pantalla en los bordes le da continuidad hasta los marcos laterales, lo que unido al contraste completo (vaya negros) de los paneles AMOLED, un brillo alto y un colorido intenso, hacen de la pantalla del Galaxy S7 Edge un espectáculo para los ojos.
A nivel de tecnología, el nuevo panel SuperAMOLED ofrece un poco más de brillo y mejoras en el modo automático que se ajusta a nuestras preferencias y a la luz ambiente
Pero no a todos gusta esta explosividad de los paneles SuperAMOLED de Samsung. Para quienes no se sientan cómodos con ello, Samsung mantiene los cuatro modos de visualización que nos parece todo un acierto y que nos dejan suavizar desde colorido hasta contraste.
En exteriores la pantalla SuperAMOLED cumple bien incluso con luz solar directa y los reflejos son similares a los que obtenemos en un panel IPS. Sin embargo, con luz muy intensa, la curva doble de los bordes puede llegar a ser una molestia por ofrecer un segunda dirección reflejos que no podemos adecuar al mismo tiempo que la de la pantalla principal.
Las novedades llegan por parte del brillo. El panel del Galaxy S7 Edge ofrece un brillo máximo más alto que el S6 Edge, y mejora también el brillo automático en varios aspectos. Cuando lo tenemos al máximo, éste es del mismo nivel que el manual. Pero además responde de forma adecuada y con mucha rapidez en los cambios de iluminación. Y es capaz de recordar nuestras preferencias en caso de que el brillo automático lo modifiquemos con cierto nivel de luz ambiente.
La "vieja" y espectacular conocida, la pantalla SuperAMOLED QuadHD, estrena en el Galaxy S7 Edge la función Always On para tener información en la pantalla apagada en todo momento. Pero ha nacido bastante descafeinada
La gran novedad de la pantalla del Galaxy S7 Edge se llama Always On y nos permite disponer de información como la hora, un calendario o notificaciones todo el tiempo en pantalla sin que el consumo en teoría se vea muy resentido. Hemos puesto a prueba el descenso de porcentaje de batería en las mismas condiciones tanto con Always On encendido como apagado, y el consumo es prácticamente el mismo.
El brillo al que se dispone cuando la pantalla está apagada no es excesivamente alto, no molesta nada y se visualiza perfectamente. Cuando hay poca luz, baja todavía más de intensidad para quedarse prácticamente al nivel de brillo mínimo del panel, que como es habitual en Samsung, es casi nulo, lo que nos ayuda a usar el smartphone sin molestias para nuestros ojos o los demás incluso en la más completa oscuridad.
La funcionalidad Always On, que ya tenían otros terminales como Motorola, nos gusta mucho pero por ahora no es demasiado útil. O dicho de otra forma, podría serlo mucho más. Y es lo que esperamos. Lo más interesante de estos modos siempre son las notificaciones, y por ahora Samsung solo permite tener como lo más completo un reloj con notificaciones de llamadas perdidas y mensajes de texto de la aplicación propia de Samsug. Ni Whatsapp ni correo ni nada de nada. No nos vale este Always On por muchos fondos bonitos que nos pongas.
Otro detalle que hay que citar sobre la pantalla es que Samsung no ha apostado todavía por una pantalla capaz de conocer con qué presión la pulsamos. Aquí hay un filón para los sistemas operativos y creemos que es algo que, bien implementado y con apoyo de desarrolladores, puede ser muy útil. Pero en la saga Galaxy toca esperar.
¿Y la pantalla curva? Como en el Galaxy S6, solo es útil a la vez en uno de los dos lados, que podemos intercambiar. Pero en estos 12 meses desde que apareció, Samsung se ha puesto las pilas para conseguir darle más utilidad que la que nos habíamos encontrado hasta ahora.
Samsung ha acertado elevando mucho su apuesta y ha abierto el SDK a terceros, aunque por ahora no se nota demasiado. Todo lo potente y nuevo lo aporta la propia Samsung, que deja más libertad para colocar paneles, quitarlos, añadir accesos directos … hay para colocar noticias, acciones o accesos directos a web e incluso utilidades como una regla. Sigue por supuesto el modo nocturno que coloca la hora y avisos o noticias en esa cirva del lateral de manera horizontal.
En general, tras esta semana usando el Galaxy S7 Edge he resuelto que si inviertes tiempo en configurarlos a tu gusto e incorporas el panel lateral a tu día a día, esta curva en la pantalla puede llegar a ser útil aunque sin marcar grandes diferencias. Dependerá de cómo quieras o estés acostumbrado a interactuar con tu smarpthone. En mi caso lo más útil me ha resultado poder tener a un solo deslizamiento de dedo dos filas de accesos directos a funciones muy cómodas como crear una alarma, escribir un mensaje de correo, ver una web o añadir un contacto al teléfono. También me gusta la función People Edge pero que no nos deje incluir otros servicios a los que vienen por defecto para comunicarnos lo limita bastante.
Potencia bruta
Del smartphone más potente del año pasado a candidato a imbatible en este 2016. La saga Galaxy S ha sido siempre la referencia en potencia bruta dentro del mercado Android y poco a poco TouchWiz ha ido dejando que esos números brutos trasciendan también al día a día.
El Galaxy S7 Edge que hemos probado integra el procesador Exynos de nueva generación para este año. El chip Exynos 8890 es un octacore con cuatro núcleos trabajando como máximo a 2,3 GHz y otros cuatro a 1,6 GHz. La GPU es la nueva Mali T880 y todo va aderezado por 4 GB de memoria RAM de tipo DDR4. Esta combinación nos deja a nivel de benchmarks las cifras más altas del mercado en la actualidad, y creo que se mantendrán ahí por mucho tiempo, al menos hasta que veamos en el mercado los primeros smartphones que apuesten por Snapdragon 820.
Nexus 6P (Snapdragon 810)
Galaxy S6 Edge (Exynos 7)
Galaxy S7 Edge (Exynos 8)
Antutu
61623
63422
112920
Geekbench (Single/Multi)
1342 / 4778
1442 / 4469
2117 / 6063
Quadrant
23643
36379
54023
En el día a día el Galaxy S7 Edge no ha mostrado signos de debilidad por falta de potencia. Editar fotos, moverse por la galería, hacer zoom en imágenes con gran resolución o visualizar vídeo de gran tamaño no es problema. Todo va fluido pero es difícil apreciar diferencias con procesadores del año pasado y TouchWiz, por mucho que haya avanzado, nos sigue dejando la sensación de que no saca todo el partido a la potencia bruta del procesador más RAM.
El nuevo Exynos de Samsung mantiene el control de la temperatura como uno de sus grandes logros. Tan solo con la carga rápida o descargando datos de forma masiva hemos apreciado algo de calentamiento en el uso habitual día a día.
El Galaxy S7 Edge repite configuración en la distribución de los altavoces. Es solo uno, situado en la parte inferior, algo que no nos convence porque creemos que no acompaña la experiencia de vídeo o juego a nivel de pantalla. Si fueran frontales y estéreo el nivel subiría una barbaridad y lo agradeceríamos. Pero por ahora se queda junto al conector de carga.
El nivel de potencia y claridad creo que está a la par que el del Galaxy S6, y es uno de sus puntos más discretos para la gama en la que nos movemos. No ayuda sin duda la membrana que ha colocado Samsung en él para tener resistencia al agua. En general el sonido es correcto pero peca de plano.
Respecto a la conectividad, Samsung incluye LTE cat9 y todo lo que podemos esperar de un smartphone de gama alta: BT 4.2, Ant+ para compatibilidad con accesorios deportivos, GPS, WiFi ac y por supuesto NFC, tecnología que será clave cuando Samsung Pay, que ya aparece como aplicación por defecto para pagos en el smartphone, llegue a ciertos mercados.
Más batería para el formato phablet
Una de las sorpresas del Galaxy S7 Edge es el gran aumento de la batería. Son 3600 mAh, una de las cifras más altas en un terminal con esta diagonal. Aquí entendemos que por el aumento de pantalla en diagonal y brillo, la inclusión de la función Always On y que en el Galaxy S6 la autonomía era el gran punto negro, Samsung no ha tenido más remedio que mover ficha. Tenía margen para hacerlo pues aunque ha tenido que aumentar algo el peso y grosor, el S7 Edge todavía se mantiene en unos niveles fantásticos.
La experiencia en los primeros días con la batería del Galaxy S7 Edge nos dejó bastante preocupados. No cuadraba nada el potencial de la misma con los resultados, que no llegaban ni al día de uso. Probamos diferentes configuraciones con Always On conectado o desactivado, configuramos los modos de ahorro de energía pero nada. Finalmente devolvimos el terminal a su estado de fábrica y en vez de recuperar la copia de seguridad de un modelo anterior, lo configuramos todo desde cero. Y solucionado. Si os pasa algo parecido, dadle un par de días de margen.
Los 3600 mAh de la batería de Galaxy S7 Edge han logrado que la batería no vaya a ser impedimento para llegar de forma solvente al día y medio de uso con unas 5 horas de pantalla activa de media
Ya con el Galaxy S7 Edge funcionando de forma correcta y sin ningún proceso alterando los resultados, hemos mediado unas 5 horas de pantalla activa con un uso que ha alcanzado fácilmente el día y medio de uso. Lo habitual esta semana ha sido alcanzar el final del día con entre un 20 y un 35% de batería restante. Los días de menos actividad, como los fines de semana, pudimos mantener el Galaxy S7 Edge activo en las dos jornadas y usando bastante la cámara de fotos, que junto con la pantalla se llevó el mayor consumo de batería.
Si tu perfil de uso no es excesivamente intensivo, da por hecho que podrás superar el día y medio de uso sin excesivos sacrificios. En el test de batería de PC Mark, con la pantalla calibrada, nos hemos quedado rozando las 7 horas (6 h 48 min), una cifra que no resulta nada espectacular pues por ejemplo el Moto X con la misma capacidad de batería nos dejó casi un 50% más: 9,49 horas. En el caso del Moto la autonomía real se tradujo en dos días.
Con una capacidad de batería tan grande, la carga es un problema si no pones soluciones. Aquí olvídate de usar un cable USB conectado al ordenador porque la carga completa se te puede ir a 4 horas. El sistema de carga rápida de Samsung nos ha dejado en la prueba de carga de Xataka un tiempo de 19 minutos para llegar de 0 a 25%, mientras que la carga completa la hace en 92 minutos. Es una cifra muy destacable para la capacidad en que nos movemos, pero tiene margen de mejora.
La misma prueba pero con un cargador de pared que no es el rápido que Samsung coloca de serie en la caja del Galaxy S7 Edge sube un 50% el tiempo de carga del primer 25% (31 minutos) pero en adelante esa diferencia se mantiene hasta llegar a los 119 minutos que tarda en quedar la batería al 100%.
Samsung ha incluido bastantes opciones en los modos de ahorro de energía. Su idea no va por limitar de serie elementos sino que sea el propio sistema de ahorro de energía el que aprenda cómo usamos el terminal para optimizar. También hay opción de mantener activado el modo de ahorro de energía basándose en el no uso de aplicaciones durante tres días. En ese caso podemos indicarle si queremos que ese aprendizaje lo realice de forma automática o manual. Hay que llevar mucho cuidado porque pasados esos tres días, el sistema puede tomar la decisión de que esa aplicación no nos envíe notificaciones.
TouchWiz y seriedad por el juego
El controvertido TouchWiz no falta en este Galaxy S7 Edge. Esta vez acompaña a Android 6.0, la última versión del sistema operativo móvil más usado del mundo. Se mantiene como una capa ya mucho más ligera que hace unos años y donde realiza aportaciones interesantes como las opciones y centro de notificaciones, que sigue siendo para mi el mejor de los smartphones con Android.
Las mejores aportaciones de TouchWiz tienen que ver con las opciones de configuración y el centro de notificaciones, el mejor del mercado. En Android 6.0 añaden como novedad Game Launcher
Ese centro está en todo momento dándonos información y siendo útil más allá de su apariencia. En algunos iconos como el de red WiFi tenemos información directa de a cuál estamos conectados en cada momento, las notificaciones no se agolpan en la pantalla de bloqueo sino que se agrupan de forma práctica, y éstas desaparecen cuando controlamos el brillo. No falta tampoco la multipantalla a la que tenemos acceso pulsando dos veces sobre el icono de aplicaciones recientes o multitarea.
En la parte negativa hay que hablar del software preinstalado. Aquí nos encontramos con toda la suite ofimática de Microsoft además de servicios como Skype o Dropbox. En todos esos casos es imposible desinstalarlos para liberar espacio y lo más que podemos hacer es desactivarlos.
Toda la potencia que Samsung ha colocado en este Galaxy S7 Edge se aprovecha bastante con los juegos. La aspiración de los coreanos y muchas otras compañías es que cada día más escojamos nuestro smarphone como plataforma de juego que vaya más allá de lo ocasional. Y para ello han puesto en marcha su servicio Game Launcher.
Este modo tiene dos ramas diferenciadas: la experiencia de juego y la parte social/creativa. En la segunda hay lugar para descubrir los juegos más populares , así como vídeos asociados a los mismos y a los que tenemos acceso con un solo clic. Hay vídeos de Youtube de los títulos que tenemos instalados o son similares, pero también de los "youtubers" de juegos y canales más vistos.
Si nosotros somos los que queremos aparecer en esa zona de vídeos, podemos realizar tanto capturas de juego como grabar una partida (calidad máxima 720p) con suma facilidad, incluyendo incluso nuestra cara y comentarios con ayuda de la cámara secundaria del teléfono.
Las otras opciones del modo Game Launcher nos permite configurar no tener alertas (excepto llamadas entrantes) mientras estamos jugando así como bloquear o no las teclas de atrás/delante táctiles para evitar salir o detener el juego en un momento de descontrol. También con Game Launcher existe el modo de ahorro de energía para reducir resolución y los fps del juego.
Además del sensor de huellas, que ya os he contado que es muy rápido y útil, Samsung mantiene en la parte trasera, justo bajo el flash LED doble, un sensor de ritmo cardíaco que es fácil que pase desapercibido. La utilidad en un smartphone es más bien poca, más todavía en gamas altas como la de Samsung donde hay wearables que también lo intergran.
El sensor en sí es preciso, no tarda más que unos 45 segundos en darnos resultados, y con él podemos ir creando un buen historial de nuestra salud y ejercicio con S Health. Esta aplicación es uno de los mejores ejemplos de trabajo bien hecho por parte de Samsung, tanto en diseño como en funcionalidad.
La cámara del Galaxy S7 Edge: ideal para la fotografía en modo automático y de noche
Junto con la pantalla de 5,5 pulgadas en un diseño resistente al agua sin dejar de ser atractivo y la ranura para tarjetas microSD, el gran argumento de compra que veo en el nuevo Galaxy S7 Edge es la cámara. La decisión de Samsung de no ir a más megapíxeles sino incluso renunciar a unos cuantos millones es valiente y toda una declaración de intenciones sobre cómo es la fotografía móvil y sus grandes lagunas actualmente.
Samsung estrena en este Galaxy S7 Edge un sensor de 12 megapíxeles, cuatro menos que los que teníamos en el Galaxy S6 Edge. Queda muy por detrás de Sony y se queda a la par que la elección de Apple para su iPhone. Lo que no ha reducido es el tamaño del sensor, que se va a las 1/2.5 pulgadas. Esa combinación es la clave para entender por qué Samsung ha decidido actuar de esta manera: conseguir doblar la luz que su sensor es capaz de recoger. Y eso en escenas nocturnas puede marcar la diferencia en una cámara como la de Samung donde llevamos dos generaciones en que el procesado de la imagen es muy correcta.
La contrapartida de esa reducción de megapíxeles es que las fotos que hagamos con su nuevo sensor no alcanzan un nivel de detalle muy alto. No podemos pues acercarnos demasiado a las imágenes sin que veamos cómo hemos perdido detalle. Pero si asumimos el rol mayoritario de las fotos que hacemos con un smarpthone, no lo considero en absoluto un inconveniente si ganamos tanto como vamos a ver en escenas con poca luz.
En escenas con buena luz no hay diferencias más allá de la pérdida de detalle por tener menos megapíxeles. Pero cuando es de noche o en interiores, el Galaxy S7 Edge hace las mejores fotos de todos los smartphones del mercado en la actualidad
En las fotos que hemos realizado de prueba con buena luz es justo lo que hemos notado. Las imágenes son muy buenas, bien expuestas en general salvo algunas sobreexposiciones de las zonas de fuente de luz si no acertamos con el punto de exposición correctamente, y con el HDR como un modo que en el caso de los smarpthones de Samsung conviene llevar siempre en modo automático porque acertaremos siempre. Aquí sigue sin tener rival en el mercado. Hasta aquí nada que no hayamos visto antes en los Galaxy desde el S5.
Mención especial merece el enfoque. La nueva distribución del sensor coloca cada uno de los 12 millones de píxeles a realizar su tarea para el enfoque por detección de fase. El resultado sería un enfoque más veloz, pero a este nivel cuesta ya detectar esas mejoras de milisegundos. Para mí la diferencia con el Galaxy S6 del año pasado es inapreciable: es el enfoque más rápido del mercado y solo podemos notar que junto con el disparo no es instantáneo cuando queremos hacer una foto con muy poca luz. Pero incluso ahí hay mucha rapidez.
Ha sido muy divertido y reconfortante poder hacer fotos de interior y exterior con poca luz con la casi total seguridad de que el resultado iba a merecer la pena
También hay que notar que esos 12 megapíxeles se consiguen con formato 4:3, lo que hace que si eres de los que gusta de disparar más en formato 16:9, la resolución se vaya a reducir hasta los 9,1 megapíxeles. Y ahí sí que notarás que el detalle queda lejos de los sensores con muchos más megapíxeles cuando la luz les favorece.
El verdadero salto de calidad que hemos notado en la cámara del Galaxy S7 Edge es como esperábamos en escenas con poca luz. Ahí, que los fotodiodos sean más grandes junto con la estabilización óptica y la apertura F1.7 obra el milagro: la mejor cámara de un móvil para escenas nocturnas que hemos probado nunca. Ha sido muy divertido y reconfortante poder hacer fotos de interior y exterior con poca luz con la casi total seguridad de que el resultado iba a merecer la pena. Que donde otros solo ven y ofrecen oscuridad y zonas sin detalle, el Galaxy S7 Edge nos deja ver qué hay ahí, aunque con ligera tendencia a dar demasiada calidez a las luces frías. Imagina la tranquilidad con la que disparas ahora tu smarpthone de día y piensa que con el Galaxy S7 Edge puedes hacer lo mismo por poca luz que haya.
El Galaxy S7 Edge no sólo consigue que las escenas sean más luminosas sino que controla mejor los puntos de luz potentes, que haya menos trepidación al disparar y no haya que reducir ruido y perder detalle.
La apertura de solo f1.7, como os he contado, va a permitir más luz en escenas nocturnas, pero también imágenes con un buen, fácil y gran desenfoque de fondo. Esto es una buena noticia para conseguir fotos muy creativas pero también puede presentar problemas para los macros "clásicos". Con tal apertura la profundidad de campo se reduce bastante y hay que tener mejor mano que con otros terminales para conseguir acercamientos con la zona que queremos perfectamente enfocada.
Este gran comportamiento cuando realizamos fotografías en todas las situaciones se acompaña de forma ideal con la interfaz de la cámara. El modo automático tiene lo esencial para realizar fotografías de forma rápida (perfecto de nuevo la posibilidad de tener lista la cámara para hacer fotos con solo una doble pulsación del botón de inicio incluso desde la pantalla bloqueada) al tiempo que gestionar algunos aspectos de la toma como aplicar efectos, el modo HDR, el temporizador (al que podemos indicar además que saque tres fotos seguidas), el flash o la resolución.
El resto de modos incluye un poco de todo. Podemos añadir más si queremos descargándolos desde la tienda de apps de Samsung, y ahí encontramos por ejemplo algunos útiles como el modo deportivo o uno para crear gifs, pero de serie también tenemos importantes como el enfoque selectivo, panorámica (hay una nueva opción para crear panorámicas en movimiento con algún elemento que se desplaza y queda registrado en las diferentes posiciones), transmisión de vídeo en directo vía YouTube , cámara lenta de vídeo (a 720p) o el más interesante de todos: el modo Pro.
En este modo podemos gestionar controles manuales como la velocidad de obturación, la ISO, el balance de blancos, el enfoque, el control de la exposición e incluso el modo de medición de la luz de la escena o en enfoque de un punto o multipunto. También se mantiene la excelente idea de poder realizar ajustes concretos y guardarlos en un perfil. Sencillo y tremendamente útil.
En este modo Pro es cuando Samsung nos deja almacenar una imagen tanto en jpg como en RAW, al mismo tiempo. Esa combinación de RAW y fotos con suficiente luz en escenas nocturnas es una combinación a la que resulta muy difícil resistirse si te tomas en serio la fotografía con un smartphone.
En el modo de vídeo Samsung mantiene el buen nivel con grabación 4K y cámara lenta a 720p. No le ocurre lo mismo con la cámara secundaria, con f1.7 y sensor de 5 MP pero que nos deja imágenes que no nos convencen por detalle ni exposición en cuanto la luz es pobre, algo que pasa a menudo en interiores.
La única novedad son los que Samsung llama selfies panorámicos y que no son más que una especie de panorámica en la que debemos mover la cámara al hacernos una foto. Mucho mejor haber apostado como otros fabricantes por un gran angular y por supuesto mejor calidad de imagen final para una cámara secundaria que no nos parece que esté a la altura ni de lejos de la principal.
Galaxy S7 Edge, la opinión y nota de Xataka
Samsung podría parecer que ha presentado el mismo smarpthone que el año pasado, pero nos estaríamos equivocando pensando así. El diseño sí es idéntico, pero mejorado con la resistencia al agua y la ranura para tarjetas microSD, dos avances de los que acaban desequilibrando la balanza a favor del modelo de Samsung para indecisos.
Con el punto de partida tan bueno, Samsung se ha podido permitir aumentar el grosor y peso para meter una batería de más capacidad que nos llega sin problemas a un día y medio de autonomía, pero pese a ello se mantiene como el phablet de mejores dimensiones globales del mercado. Nadie diría que tienes en mano un smartphone con pantalla de 5,5 pulgadas.
Esa pantalla crece y aumenta de brillo, pero lo más significativo es que ahora podemos tener notificaciones e información todo el tiempo en pantalla, aunque por ahora no poder tener aplicaciones de terceros reduce su utilidad bastante.
Para redondear a uno de los mejores smartphones de siempre tenemos la cámara, de menos resolución pero fantástica cuando la luz escasea, manteniendo detalle y poco ruido, tendencia que esperamos ver en más smartphones este 2016. Además añade controles manuales en una interfaz que es de lo mejor de la capa TouchWiz junto con el centro de notificaciones. Todo lo demás sobra y preferiríamos Android puro para sacar todo el partido de un procesador y memoria RAM que ya está entre lo mejor del año.
9,4
Diseño
9,75
Pantalla
9,5
Rendimiento
9,75
Cámara
9,75
Software
8,5
Autonomía
9,4
A favor
Diseño cuidado y con dimensiones excelentes
La mejor cámara de fotos del mercado
Pantalla de gran nivel
Autonomía acorde con lo que esperamos un phablet
Resistente al agua y con ranura microSD
En contra
Precio alto
No hay sonido estéreo
TouchWiz todavía nos genera algo de dudas en rendimiento
Always On por ahora tiene muy poca utilidad
No hay opción de tener estas 5,5 pulgadas sin curvatura de la pantalla