Pasada la vorágine del día 0 del MWC 2016, que nos dejó entre otros terminales, los nuevos Galaxy S7 de Samsung, toca repasar y contaros con más calma lo que nos han parecido los nuevos smartphones de gama alta de Samsung, los cuales ya hemos podido probar, vídeo incluido.
Y tenemos que adelantaros que por ahora hemos quedado bastante satisfechos en todo lo que hemos podido probar. Con pantalla, diseño, novedades software y sobre todo la cámara como elementos más destacados, estas son las primeras impresiones de Xataka con los nuevos Samsung Galaxy S7 y S7 Edge.
Diseño conservador que remata el sobresaliente
Si el año pasado cuando probábamos los Galaxy S6 y S6 Edge todo era nuevo (materiales, acabado, la doble curva, el grosor, el poco peso ...), con la primera toma de contacto con los Galaxy S7 y S7 Edge la sensación ha sido de que todo nos sonaba. Y nos gustaba, pues consideramos que la línea de diseño inaugurada por Samsung el año pasado era acertada.
El nuevo Galaxy S7 y S7 Edge es un terminal que suena al consumidor pero que integra la gran novedad de la resistencia al agua sin que podamos apreciarlo en ningún momento ni haya que sacrificar diseño o dimensiones.
El Galaxy S7 sigue siendo un modelo compacto que aprovecha muy bien las dimensiones, especialmente la versión "flat" con sus 5,1 pulgadas, increíblemente delgado, ligero y con un tacto de gran acabado. Nos ha gustado mucho el borde de aluminio, rematado con gran exquisitez como vimos en el análisis del Galaxy S6 Edge Plus, que fue quien lo estrenó.
Aquí no hay compromisos ni dudas sobre la resistencia al agua porque no hay tapas ni cierres que tengamos que mantener herméticos. Membranas y protecciones internas, invisibles al usuario final, son las encargadas de que estemos ante un smartphone que podemos mojar y dejar sobre la arena sin miedo. Pese a que tiene un perfil IP68 que permitiría sumergirlo hasta media hora, no es la idea que quiere transmitir Samsung. No es un teléfono para llevar de buceo sino para sentirnos protegidos en el día a día.
En mano el Galaxy S7 y S7 Edge mantiene la buena línea de la generación anterior y es muy cómodo y agradable, todavía más gracias a que los bordes son ligeramente más curvados. También, y aunque no se aprecia, la protuberancia de la cámara es menor. La división en dos tamaños deja abierta la puerta a que quien quiera un modelo compacto opte por el Galaxy S7 clásico y la curva se vaya a un modelo más cercano al phablet por diagonal, aunque no por dimensiones.
Por cierto, la tarjeta microSD que regresa al Galaxy S7 es una tremenda alegría para sus defensores, y el sistema de ranura única para nanoSIM y microSD es una excelente solución que, la vayas a usar o no, no compromete ningún otro aspecto del terminal. Bienvenida sea pues.
Estupenda pantalla con el extra del Always On
Esa pantalla dividida en dos diagonales mantiene la excelente calidad de los paneles SuperAMOLED del Samsung. Y siguen siendo una gozada para la vista, tanto por densidad de píxeles (más de 500 en los dos casos) como por contraste, intensidad o ángulos de visión. Hasta ahí todo sigue igual. Pero hay una gran novedad que nos ha gustado mucho.
La tecnología Ambient Display o Always On por fin se está expandiendo en los gama alta de referencia. Samsung lo ha integrado a lo grande en sus nuevos Galaxy S7 y S7 Edge. Su panel AMOLED está todo el tiempo encendido y por ello las notificaciones, hora, calendario o incluso algún dibujo pueden permanecer todo el tiempo activos, aunque son por ahora meros paneles informativos.
Habrá que comprobar si la ambición de este modo de información relevante todo el tiempo en pantalla no lo acusa la autonomía. La teoría nos dice que no lo hará, de ahí la ventaja de la tecnología AMOLED. Incluso podría ser mejor solución que ir activando la pantalla cada poco tiempo para consultar hora o avisos de notificaciones pérdidas. El caso es que una vez que lo pruebas ya no quieres una pantalla de smartphone sin estas notificaciones siempre visibles.
La otra novedad asociada con la pantalla, que no sorpresa, es la curva. Ahora hay más aplicaciones que la aprovechan, más servicios y no se limita a la curva como tal, sino que ésta es excusa para abrir paneles más amplios en una parte lateral de la pantalla.
A tomarse en serio los videojuegos
Otro punto importante en la capa software está del lado de los videojuegos. Samsung confía en convencer al consumidor de que el smartphone está ya cerca de las consolas de sobremesa y ya han iniciado el volcado de algunas ideas alrededor del juego móvil que se asemejan a las que tenemos en PC o consolas clásicas.
Por ahora lo que hemos podido probar a nivel software está en el llamado Game Launcher, cuya principal función es ayudarnos a concentrarnos en el juego y evitar que una llamada, un mensaje o una alerta de calendario nos amargue el juego. También tenemos posibilidad de convertirnos en "youtubers" y grabar nuestras partidas incluyendo nuestra cara y comentarios gracias a la cámara secundaria del smartphone.
Todo esto no será posible sin una marcha más en los procesadores pero sobre todo el apoyo de los desarrolladores. La API de Vulkan y un pack de juegos de serie con el lanzamiento del Galaxy S7 y S7 Edge son las primeras piedras que veremos.
Por cierto, en un "despiste" pudimos lanzar Antutu para comprobar cómo de potente es el nuevo Exynos y obtuvimos un resultado de ... más de 111000 puntos. En cuanto a GeekBench, estamos en más de 6.000 puntos, un nivel cercano al de un Core i5.
Más batería para unir a Android 6.0
Casi la única pena que podía ponérsele al Galaxy S6 del año pasado estaba en la batería. Y ahí Samsung ha sido lista y ha decidido no arriesgar con su nuevo Galaxy S7 y S7 Edge, a los que ha dotado de una capacidad de batería bastante grande: 3000 mAh para el Galaxy S7 y 3600 mAh para el Galaxy S7 Edge que solo tiene 0.4 pulgadas mas que la versión "flat".
Los coreanos confían en que con esta capacidad, el nuevo procesador Exynos y el mejor trato de Android 6.0 al consumo cuando la pantalla no está activa, consiga devolver a estos nuevos Galaxy S7 y S7 Edge a un nivel de autonomía a la altura.
Relacionado con la batería nos ha sorprendido que un fabricante como Samsung no haya optado por el puerto USB-C. Por ahora, y dado que dicen que no está suficientemente extendido, nos quedamos con puerto USB-A, sin las claras ventajas del nuevo conector pero con una cantidad suficiente de cables por casa para no temer por la carga en cualquier momento.
La cámara del Galaxy S7, la verdadera estrella del smartphone
Y llegamos a la que nos parece que es la verdadera estrella de los nuevos Galaxy S7 y S7 Edge: la cámara de fotos. Si el número de megapixeles puede que no te diga nada, bajan de 16 a 12 MP, los resultados en baja luz prometen. Al menos Samsung ha puesto las medidas para que así sea.
Con más sensor y menos millones de píxeles, Samsung ha conseguido que estos sean más grandes y puedan captar más luz individualmente. Si le unimos la lente más luminosa de un smartphone hasta la fecha, f1.7, material hay para pensar que estamos ante una de las mejores cámaras con poca luz.
Pero no se quedan ahí las mejoras de la cámara del Galaxy S7 y S7 Edge. El enfoque, que ya era rápido en la generación anterior, se ha mejorado con un sistema de detección de fase avanzado donde todos y cada uno de los píxeles se encarga de esa labor, y no solo algunos como hasta ahora.
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