Samsung Galaxy Tab S, análisis

Dominar por completo la gama de tablets de Samsung no es tarea fácil. Muchísimos productos al año, varias gamas y dispositivos para cada tamaño de pantalla y rango de precios. Galaxy Tab S viene a posicionarse por encima de su línea clásica - Galaxy Tab - en paralelo con la no muy diferenciada gama Pro y la gama Note, más reconocible por incorporar el lápiz.

Hablamos por tanto de gama alta en tablets, el espectro de mercado donde Android todavía no parece un competidor con garantías de Apple y los iPad, en el que apenas un puñado de actores han lanzado productos notables: Google con Nexus hace años ya, Toshiba con su no continuado Pro, Sony con la gama Z y la propia Samsung son algunos de ellos.

¿Tiene este nuevo intento con Galaxy Tab S lo necesario para reconocerlo como un candidato de pleno derecho a mejor tablet de gama alta del mercado? Hemos pasado varias semanas con el modelo de 8,4 pulgadas para intentar responder a eso.

Antes de nada, en vídeo

Qué mejor que ver al Galaxy Tab S en acción antes de ir destripando cada aspecto del dispositivo.

Características técnicas

Cuando se presentó ya dimos un repaso en profundidad a lo que sobre el papel iba a representar este tablet a partir de sus características técnicas.

Aquí ofrecemos un repaso a las especificaciones claves del modelo analizado, el de 8.4 pulgadas.

Samsung Galaxy Tab S (8,4")
Pantalla Super AMOLED de 8,4 pulgadas
Resolución 2560 x 1600 (WQXGA) píxeles, 360ppp
Procesador Samsung Exynos 5420 Octa-Core a 1.3GHz / 1,90 GHz (unidad del análisis, en algunos mercados vendrá con micro Qualcomm)
Procesador gráfico Mali-T628MP6
RAM 3 GB RAM
Memoria 16 GB. Permite microSD hasta 128 GB
Versión S.O. Android 4.4.2
Conectividad GPS + GLONASS, WiFi (802.11 a/b/g/n/ac), BT4.0; versión analizada sin LTE; MHL 3.0; sin NFC ni DLNA; USB 2.0
Cámaras Trasera: 8 MP Exmor RS/ Frontal: 2.1 MP
Dimensiones 212.8 x 125.6 x 6.6 mm
Peso 298 gramos
Batería 4900 mAh
Precio oficial de salida A partir de 399 euros la versión con 16 gigas sólo Wifi. 499 para el que añade conectividad LTE. En Amazon lo hemos encontrado bastante más barato.


Indudablemente estamos ante un gama alta que destaca a primera vista por la pantalla - que analizaremos más adelante - así como por peso y dimensiones. En el lado menos positivo vemos ausencias como NFC, USB 3.0 (se queda en la versión anterior) o DLNA, así como quedarse en las 16 gigas que se antojan cortas pero algo fácil de paliar si contamos con tarjeta microSD.

El tablet a primera vista

El Tab S es un pariente muy muy cercano del S5, sobre todo si nuestra mirada y tacto se dirigen a la parte trasera. Ahí llegamos a la muy comentada solución de plástico ligeramente rugoso que tanto dio de hablar en el smartphone de los coreanos.

En acabado podemos discutir si cumple o no como tablet de gama alta, pero en peso y delgadez no hay duda: trabajo excelente de Samsung

Nos podríamos pasar horas - de hecho hay hilos gigantes en Xataka al respecto - discutiendo sobre la calidad de materiales y acabados cuando se pretende posicionar un producto en la gama alta. El Galaxy Tab S reincide en la escuela Samsung de los últimos años: plásticos elaborados para dar una mejor sensación de agarre y simular metal en el lateral. La importancia que cada uno quiera dar a este punto queda en el plano de las prioridades personales.

Dónde el Tab S va a ser menos discutido es, sin duda, en su delgadez y ligereza. La impresión en mano es fantásticas, esos 298 gramos para un dispositivo de 8,4 pulgadas y esos 6,6 milímetros de grosor son una marca fenomenal. Es posible que hayan hecho algunas concesiones - una batería no demasiado grande, un sensor de la cámara tirando a flojo, pero de cara al diseño han merecido la pena.

En cuanto a colores disponibles tenemos el negro, "bronce titanio y blanco deslumbrante", o al menos así los ha llamado Samsung. No hay ninguno que me entuiasme personalmente, aunque al menos destacaría que el "bronce" no me produce rechazo como el resto de productos que se han abonado al "oro" al ofrecerse más opaco, menos chillón.

Una pequeña rareza son los dos círculos magnéticos de la parte trasera, que se ofrecen como enganche para fundas u otros complementos de forma magnética. Como podemos ver en las fotos, el mecanismo es bastante solvente.

En todo caso lo más importante es que, aún llegando a las 8,4 pulgadas, Samsung ha conseguido mantener a este Tab S en la liga de los "tablets pequeños" frente a esos otros que se anclan alrededor de las 10 y, al final, tanto cuesta mover. Si lo comparamos con iPad Mini (7,9) o incluso con el antiguo Nexus 7, el Tab S mantiene el tipo en peso y dimensiones gracias a un gran trabajo de ingeniería y diseño.

Hola pantalla, me alegro de verte

La pantalla del Tab S es, directamente, espectacular. Ya con el S5 Samsung demostró estar en un momento sobresaliente en pantallas, llevar su tecnología actual hasta las 8,4 no ha supuesto en ningún caso una bajada de la calidad, aunque sí que hemos encontrado algún cambio.

Si quedaba alguien escéptico, es difícil mantener los prejuicios y mitos contra AMOLED. En el caso que nos ocupa tanto la resolución como la densidad de píxeles (sin olvidar que Samsung apunta a un contraste de 100,000:1) son una propuesta cuantitativa que además funciona en lo cualitativo: brillante, super contrastada y siempre viva.

¿Alguna crítica que hacerle? El modo por defecto (el de pantalla adaptativa) espectaculariza por la vía de contrastar y saturar. Es con el que podemos ver esas imágenes y vídeos de ejemplo que nos cautivan desde el primer momento... pero que a muchos nos cansan por su falta de realidad.

Si hay algo prácticamente impecable en el Galaxy S, esa es la pantalla: espectacular

Para ello el Galaxy Tab S ofrece distintos modos de pantalla, similares a los que hemos visto en sus smartphones. El que más me gusta es Cinema AMOLED y con él he encontrado la experiencia perfecta para mí con el tablet; quien quiera algo más "espectacularizado" le recomiendo el modo por defecto. En ambos casos también nos ha dado muy buen rendimiento en exteriores.

En todo caso nos encontramos con una pantalla sensacional a la que es muy pero que muy difícil ponerle objeciones. Si la idea que tenemos es elegir tablet por consumo multimedia, el tablet Galaxy Tab S se convierte en el primer candidato por derecho propio.

Rendimiento y autonomía

Una buena ocasión para darle al nuevo Antutu y comparar el rendimiento que ofrece el mejor micro Samsung comparado con la competencia.

De entrada la experiencia es, desde el principio, muy fluida, tanto en aplicaciones como en navegación web, experiencia multimedia y juegos más o menos exigentes. Con lo que le podemos pedir hoy a un tablet Android de gama alta el hoy el tablet, Galaxy Tab S cumple de sobra y con muy buena nota.

Donde no brilla tanto es cuando lo comparamos con algunos competidores - véase el gran trabajo de becnhmarks que hace AnandTech - notable en potencia de la CPU, algo peor en la GPU, siempre pensando que Tab S debería competir por el primer puesto.

La conclusión que uno extrae es que Samsung no está todavía en el nivel de Qualcomm (y sobre todo su Adreno) o de Apple (por favor, si os interesa el tema no os perdáis, Así han evolucionado los SoC de los móviles de Apple, y esto es lo que se espera del chip del iPhone 6, aunque está claro que están en el camino.

En cuanto a autonomía, Galaxy Tab S hace cierto sacrificio con la batería para lograr esa ligereza y delgadez. 4900 mAh no son demasiado para un tablet de 8,4 pulgadas, máxime cuando se disfruta de una pantalla de esa resolución que devora recursos.

A pesar de ello el tablet fácilemente nos da siete / ocho horas de autonomía, en función del uso, de la sincronización y del brillo de pantalla que le exijamos. Está bien, pero está sensiblemente por debajo de lo que he conseguido con productos como iPad Mini o incluso el Nexus 7.

Finalmente un detalle: el tiempo de carga es bastante lento, sobre todo en el tramo final. Aquí choca la decisión de Samsung de no haberle dotado de USB 3.0 como ha hecho en telefonía con los últimos Note y Galaxy S.

Samsung y Google: tenemos que hablar de software

En algún lugar he discutido que la venta actual de iPad sobre los tablets Android estaba mucho más en el lado de ecosistema y aplicaciones adaptadas al formato tablet que en el sistema en sí, donde uno ve cada vez menos ventaja en iOs e incluso algunos puntos a favor de Android.

El caso es que Google no parece que tenga ahora mismo como prioridad empujar en los tablets, a la vista de lo presentado en el pasado Google I/O y a la desaceleración de este mercado.

Sea como fuere, en Android seguimos con ese dolor de tener muchas aplicaciones pero muy pocas realmente optimizadas para ser ejecutadas en una pantalla como la de este Galaxy Tab S. La respuesta de Samsung ha sido, por así decirlo, lateral: dado que lo que más vamos a hacer con el tablet es consumir contenido, lo han llenado de "regalos" para aumentar la competitividad del producto.

Por un lado hay una parte positiva. Si vamos a la página oficial de regalos para el tab S encontramos propuestas tan interesantes como seis meses de Deezer, un año con dos periódicos de Orbyt, seis meses de Vogue y GQ, tres meses de Marvel Unlimited, 50 Gb durante dos años de Dropbox o la aplicación del museo del Praado.

Por otro tenemos que de lo anunciado inciialmente se han caído bastantes cosas, con mucha confusión por parte de Samsung a la hora de distinguir promociones en Estados Unidos (The Economist, Wall Stree Journal, Business Week) y locales en otros países como España o las de Latinoamérica.

Por último, hay algunos aspectos a destacar en la propuesta de valor de la capa software combinada de Samsung y Google. Tenemos multiusuario y modo niños, ambos funcionan bastante bien y facilitan mucho la vida a la hora de dar un uso familiar al dispositivo, algo que se antoja bastante necesario en un tablet. También está WatchOn para usar el dispositivo como mando a distancia y la posibilidad de usar multiventana en con más de una aplicación a la vez, algo que con este tamaño de dispositivo cobra mucho sentido. Infelizmente, de nuevo la multiventana no aplica a todas las aplicaciones.

Mención aparte merece SideSync 3.0, que nos permite conectar el teléfono al tablet y manejarlo desde este a partir de un "mirror" de su pantalla, vemos en el tablet lo que hay justo en la pantalla del smartphone (que tiene que ser Galaxy de última generación). Funciona razonablemente bien, pero aún no le he encontrado excesiva utilidad.

A eso sumaría algunos de los puntos que hemos visto últimamente en otros productos de los coreanos como el tema de detección de huellas para la identificación (que me ha dado la sensación de funcionar bastante mejor que en S5) o el modo ultra ahorro de energía, que nos puede salvar de algún apuro. También tenemos aspectos como el modo lectura, en el que podríamos depositar cierta esperanza a la hora de leer con un tablet... si no fuera porque funciona con muy pocas aplicaciones (el lector de libros de Google sí, Kindle, por ejemplo, no) Actualización: como nos indican en los comentarios y hemos podido comprobar, este modo lectura se puede aplicar a cualquier aplicación, por lo que sí es extensible a Kindle.

Una funda oficial novedosa

Al menos en la forma en que se engancha con el tablet, la funda oficial (Book Cover) que ofrece Samsung destaca por utilizar el sistema magnético que estrena el Tab Galaxy S. Permite varias posiciones de apoyo y, con algo de prudencia, hemos puesto a prueba el sistema de sujeción lo suficiente como para concluir que no, no parece que vaya a provocar accidentes indeseados.

En colores y calidad de los materiales no es que vaya a ser de impresión, pero tener buenos complementos - sobre todo la funda - es clave para la trayectoria de un tablet y esta Book Cover merece cuando menos un noteble.

La opinión de Xataka sobre la Galaxy Tab S

Llevamos un 2014 en el que al menos un par de fabricantes parecen empeñados en llevar los tablets Android al podio de la gama alta. Tuvimos ya el Xperia Z2 tablet y ahora un nuevo intento de Samsung con esta gama Tab S

Si bien es cierto que es imposible no perderse en la amalgama de productos y gamas con las que los coreanos inundan el mercado, el Galaxy Tab S es un producto que merecería la pena que no pasara desapercibido.

Por rendimiento, delgadez y peso y, sobre todo, por una sensacional pantalla, el Tab S brilla como el mejor rival del iPad Mini Retina en el espacio alrededor de las ocho pulgadas.

Sólo el menor alcance del ecosistema Android en lo que a aplicaciones optimizadas para tablet se refiere supone un lunar la experiencia con el Tab S. Samsung lo ha intentado paliar con algunos regalos - servicios, contenido - a los que hay que echar un vistazo antes para dilucidar si el precio del producto se nos hace más atractivo.

La versión con 16 gigas y sólo Wifi de este modelo de 8.4 pulgadas sale con PVP recomendado por Samsung por 399 euros (En Amazon lo hemos encontrado bastante más barato), compitiendo en el mismo rango que iPad. Si tuviera que elegir entre los dos lo tendría, a día de hoy, bastante difícil. En todo caso, las espadas están en todo lo alto y la competencia más dura en tablets parece que va a estar este año en el tamaño de este Galaxy Tab S.

8,7

Diseño 9
Pantalla 10
Rendimiento 8
Software 8
Autonomía 8,25

A favor

  • Una pantalla de impresión, excelente
  • Ligero y muy delgado
  • Contenidos y servicios que incluye
  • El modo niños

En contra

  • En autonomía y potencia podría mejorar
  • Ecosistema Android descuida tablets todavía
  • Calidad de los materiales

El tablet ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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