Samsung Neo QLED 8K QN900D, primeras impresiones: este televisor insignia aspira a romper en calidad de imagen con su IA

Cuando Samsung dio a conocer este televisor a principios del pasado mes de enero, durante la última edición del CES, hizo hincapié en la característica que para esta marca es la principal seña de identidad de su modelo insignia para 2024: incorpora con mucha diferencia el procesador de imagen más avanzado diseñado por los ingenieros de Samsung hasta ahora. Este chip se apoya en una unidad de procesamiento neuronal (NPU) dos veces más rápida que la que incorpora su predecesor, el Neo QLED QN900C 8K.

Además, la cantidad de redes neuronales con las que trabaja se ha multiplicado por ocho, pasando de 64 a 512. En teoría esta mejora debería permitir a este televisor recuperar un nivel de detalle más alto y resolver el escalado a 8K con más precisión que nunca. Hoy hemos tenido la ocasión de verlo en acción con la calma necesaria para que podamos hacernos una idea bastante precisa acerca de su calidad de imagen. Y sí, podemos anticiparos que es el modelo Neo QLED 8K más ambicioso que hemos probado hasta ahora si nos ceñimos específicamente a su calidad de imagen.

Samsung Neo QLED 8K QN900D: especificaciones técnicas

El nivel de detalle que recupera la IA de este televisor es fabuloso

Las condiciones en las que hemos llevado a cabo nuestra primera toma de contacto con este televisor no son las ideales para llegar a unas conclusiones definitivas. Aun así, lo hemos visto en acción tanto con contenido 8K como al entregarle señales con una resolución inferior a la nativa del panel, incluida 1080p. Cuando lo probemos en nuestras propias instalaciones y con nuestros propios contenidos os contaremos nuestras impresiones con más detalle, pero desde luego la inteligencia artificial (IA) resuelve el escalado a 8K en este QN900D mucho mejor que cualquier otro televisor de Samsung.

Lo más sorprendente es el altísimo nivel de detalle que es capaz de recuperar, especialmente cuando el punto de partida es una señal 4K. De hecho, recuerda muchísimo a la tecnología DLSS, que, como muchos lectores ya sabréis, es la técnica de reconstrucción de la imagen mediante IA que nos propone NVIDIA en sus tarjetas gráficas. Por otro lado, la colorimetría nos parece muy similar a la que nos propuso el Neo QLED QN900C 8K el año pasado, aunque estamos razonablemente seguros de que este QN900D sale mejor calibrado de la fábrica. Lo comprobaremos cuando tengamos la oportunidad de analizarlo a fondo.

Por otro lado, la relación de contraste subjetiva de este televisor es sobresaliente. Es una lástima que Samsung apenas dé detalles acerca del número de diodos mini-LED y zonas de atenuación local independientes que incorpora, pero durante esta toma de contacto nos ha dado la sensación de que el algoritmo de gestión de la retroiluminación es más preciso que el implementado en el televisor insignia del año pasado. En lo que concierne a los contenidos HDR, nada nuevo bajo el sol: este televisor procesa HDR10+, HDR10 y HLG, pero Samsung sigue sin introducir en sus televisores más ambiciosos Dolby Vision. Es una pena.

Samsung ha rizado el rizo con el diseño de este televisor

Aparentemente el recinto de este televisor es idéntico al del modelo insignia que nos propuso Samsung el año pasado, pero, en realidad, no es del todo así. Sus marcos laterales y superior son muy finos. Tanto, de hecho, que la matriz casi roza el perfil de aluminio que podéis ver en la siguiente fotografía de detalle. Lo curioso es que Samsung se ha propuesto que este modelo sea aún más estilizado que su predecesor, de modo que los ingenieros de esta marca han conseguido reducir su grosor en la versión de 65 pulgadas a unos ínfimos 12,9 mm. Es una auténtica proeza si tenemos presente que es un televisor con retroiluminación mini-LED.

Por otro lado, el acabado de este televisor está a la altura de lo que podemos esperar de un modelo prémium. El perfil de aluminio que protege la matriz LCD de tipo VA está impecablemente mecanizado. Un apunte interesante: los pequeños orificios practicados en el perfil que podéis ver en la siguiente fotografía de detalle sirven para disipar la energía térmica residual del panel y la matriz de retroiluminación, transfiriéndosela al aire mediante convección.

Otra característica de este televisor que merece la pena que no pasemos por alto consiste en que incorpora un módulo Slim One Connect más estilizado que los modelos de los últimos años. De hecho, es mucho más fino que, por ejemplo, el módulo del televisor insignia de Samsung de 2023. Además, se puede acoplar a la peana del televisor de manera que pasa todavía más desapercibido que la anterior revisión de este módulo de conexiones. Y, afortunadamente, nos entrega cuatro entradas HDMI que implementan la norma 2.1 completa. Samsung lleva más de cinco años mimando a los jugadores. Y se agradece.

Antes de concluir esta primera toma de contacto merece la pena que echemos un vistazo a la peana central de este televisor. Se parece a la del modelo insignia del año pasado, pero hay una diferencia importante entre ambas bases: la de este televisor ha sido diseñada, según Samsung, para ofrecer a los usuarios la sensación de que el panel flota en el aire. Este efecto es bastante chulo, aunque su credibilidad depende de la posición desde la que miramos el televisor. En lo que concierne al acabado y la robustez de la peana no tengo nada que objetar. Parece pequeña, pero tiene el tamaño y la masa necesarios para garantizar la correcta estabilidad de este apetecible Neo QLED 8K QN900D.

Samsung Neo QLED 8K QN900D: disponibilidad y precio

Este televisor estará disponible a partir del 15 de mayo con estos precios recomendados dependiendo de su tamaño:

• 65 pulgadas: 5.499 euros
• 75 pulgadas: 7.798,99 euros
• 85 pulgadas: 10.999 euros

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