Samsung introducía el año pasado la tecnología QLED en sus televisores, y lo hacía de forma ambiciosa aunque con decisiones cuestionables, como la de optar por tecnología Edge LED en los modelos más caros. Esto se traducía en que el nivel de negro no era especialmente bueno y podía llegar a ser frustrante si, como en mi caso, te gusta ver la tele con poca luz.
Las QLED de este año llegan con una novedad importante: un modelo con Direct Full Array que promete mucha mejor calidad de imagen (y negros más puros), además de ser una apuesta total por el diseño tanto a nivel físico como a nivel de software, con novedades introducidas con la vista puesta en que el televisor deje de ser eso, un mero televisor. ¿Ha conseguido Samsung su objetivo? Hoy analizamos la Samsung QLED 65Q9FN.
Samsung QLED 65Q9FN, especificaciones técnicas y conectividad
SAMSUNG QLED Q9FN | CARACTERÍSTICAS |
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Pantalla | Panel QLED de 10 bits con resolución 3840 x 2160 píxeles |
Sistema de iluminación | Full Array (FALD) con Supreme UHD Dimming, Q Color y Q Contrast Elite |
Imagen | 100% de cobertura espacio de color DCI P3 |
Salida de sonido | 4.2 Ch con woofer y 60W de potencia |
Audio | Soporte Dolby Digital Plus |
Sintonizador | Sintonizador digital DVB-T2CS2 x 2. HbbTV 1.5 y CI+ (1.4) |
Conexiones | 4 x HDMI, 3 x USB, Ethernet, Salida óptica, entrada RF, EX-Link, CI, Wifi y Bluetooth de bajo consumo |
Smart TV | Samsung Smart Hub 2018 |
Dimensiones | 1450,1 x 899,9 x 353,4 mm con peana |
Peso | 26,7 kg sin peana 30,9 kg con peana |
Precio | 3499 euros (65"), disponible también en 55" (2699 euros) y 75" (4999 euros) |
Dentro de su gama QLED de este año, Samsung ha presentado cinco modelos distintos: Q6F, Q7F, Q8F y su versión curva Q8C, y el gama alta, Q9F. Pese a tener el mismo nombre oficial que el año pasado, distinguirás los modelos porque los de 2018, en el número de serie, van acompañados de una "N" final. Por tanto, el Q9F es en realidad Q9FN, y es el que nosotros hemos probado en su versión de 65".
La principal diferencia entre todos ellos es que tan sólo el Q9FN posee la tecnología Direct Full Array, de la que hablaremos más adelante. El resto es Edge LED, aunque pronto estará disponible también en Europa el modelo Q8DN con Full Array a un precio más asequible que el modelo que nos ocupa: 3099 euros para el modelo de 65".
Si vamos bajando de modelos, se va perdiendo nivel de brillo, calidad de sonido y algunos detalles de diseño. Por ejemplo, las Q8 y Q7 bajan hasta los 1500 nits y la Q6 a 1000 nits. La Q6 además no tiene el cable invisible, aunque todas ellas poseen las mismas funcionalidades de software (Ambient Mode, Universal Guide, etc).
Diseño minimalista y mejorado
Desde la llegada de los modelos QLED el año pasado, Samsung está poniendo un especial énfasis en el diseño de sus televisores. Lo que presentaron en 2017 fue revolucionario: el panel por un lado y el "cerebro" con las conexiones por otro, unidos por un cable semitransparente (que en realidad eran dos, ya que la alimentación de la pantalla tenía su propio cable independiente). La Samsung QLED Q9FN de 2018 hereda muchas características de diseño de su antecesora, pero además las mejora.
Comenzando por el panel, merece la pena destacar que el panel de este año es ligeramente más grueso: 3,89 cm en total. Esto es consecuencia de la incorporación de la tecnología Full Array, de la que hablaremos más adelante. Samsung ha decidido añadirle un pequeño marco en color negro que lo disimula y, de hecho, hace que el televisor se parezca más a un cuadro. No al nivel The Frame, sino mucho más sutil. Queda, en mi opinión, realmente bien.
Del panel sale el cable óptico "casi invisible", que lo llama Samsung. Un único cable por el que pasan todas las señales e incluso, como novedad de este año, la alimentación. Esto último hace que sea un poco más ancho y, según Samsung, han añadido una capa de protección extra (recordemos que los cables ópticos no son precisamente resistentes y hay que tratarlos con sumo cuidado).
El cable óptico llega hasta el módulo OneConnect, el "cerebro" de la televisión, al que conectamos todas las fuentes: la antena de la tele, las consolas, los equipos de sonido, etc. Al ser un módulo separado, tiene la ventaja de que puedes situarlo en un mueble y ocultar todos los cables: sólo quedará al aire el cable "casi invisible" que, como su propio nombre indica, apenas se ve.
El tener panel por un lado y "cerebro" por otro tiene otra ventaja, además de la estética: es mucho más fácil enchufar las cosas. Si bien es muy difícil enchufar cables a una tele ya colgada porque los conectores suelen estar en la parte trasera en contacto con la pared, al tener el módulo de conexiones por separado ahora es sumamente sencillo. Además, permite organizar mejor los cables de todos los dispositivos.
Que el cable "casi invisible" lleve también la alimentación de la pantalla tiene otra consecuencia directa en el OneConnect: éste, al tener que alimentarse tanto a sí mismo como al panel, es más alto: 6,5 cm, similar a la altura de la PS4 Pro o de la Xbox One S. A la hora de colocarlo, hay que tener en cuenta además que se calienta y que es recomendable dejar un margen de seguridad para que ventile bien.
Hasta ahora, como veis, todas las decisiones de diseño que ha tomado Samsung con la Q9FN me parecen muy acertadas, pero hay algo en lo que este modelo sí me ha decepcionado. La Samsung QLED Q9FN es una tele pensada para ir colgada en la pared. ¿Por qué digo esto? Por el cable semitransparente y por el Modo Ambiente que comentaremos ahora. Entonces, si es una tele pensada para colgar, ¿por qué lo ponen tan difícil?
Me refiero especialmente al soporte. En mi caso, ninguno de los dos soportes VESA estándares incluía los tornillos específicos (de entre 19 y 21 mm de largo sin contar el ancho de las sujecciones) que se necesitaban para fijar la tele al soporte. Opté por comprar por mi cuenta unos de ese tamaño, pero tampoco encajaban correctamente. Al final, no quedó más remedio que optar por el soporte oficial de Samsung. Un soporte muy bonito, inclinable y que apenas deja hueco con la pared, todo sea dicho, pero que ya supone gastar entre 100 y 150 euros, dependiendo de la tienda.
Si no quieres colgar el televisor, también tienes la opción de usar la peana que viene incluida, claro. Es de diseño simple y quizá pueda parecer algo austera (a lo que no ayuda el acabado en negro por el que han optado). Cuestión de gustos: para algunos será demasiado sencilla, para otros elegante. Yo me encuentro en este último grupo. Si optas por esta configuración, el cable "casi invisible" se camufla por dentro de la peana.
Un Modo Ambiente todavía a medio gas
Y cuando hablamos de la apuesta de este año por los televisores de diseño, es imposible no mencionar el Modo Ambiente, una funcionalidad de software en la que Samsung insistió y mucho durante la presentación de los nuevos modelos. ¿La idea? Intentar que la tele deje de ser un cuadrado negro gigantesco cuando está apagada y que, en su lugar, pueda servir para decorar o para proporcionar información relevante. Algo que, según Nacho Monge (Samsung), cobra especial sentido ahora que cada vez nos vamos hacia televisores más grandes.
Ahora mismo, y en esta primera versión (que imagino que irán ampliando y mejorando con el tiempo), las opciones para el Modo Ambiente son bastante limitadas y poco personalizables:
- Modo decorativo: con la opción de poner unas montañas de fondo, un fondo de agua, etc. Más orientado a la decoración, todo con fondos ya predefinidos.
- Modo información: puedes optar por la opción básica con el reloj (y el fondo ajustarlo al color de tu pared para que la tele se "camufle"), por la opción de que te muestre las últimas noticias, o por la información del tiempo.
- Modo fotografías: con la posibilidad de hacer un mosaico con tus fotos, mostrar únicamente una o mostrar dos (una a cada lado).
¿Por qué digo que es poco personalizable? Efectivamente en algunos de los modos puedes personalizar el color de fondo para que tome el mismo tono que el de tu pared y hacer así que la tele quede más integrada. Pero ésa es básicamente la única personalización que permiten. No puedes seleccionar, por ejemplo, que te muestre noticias de un determinado tema o fabricarte tú, con módulos, la información de utilidad que quieres ver en la pantalla.
¿Es realmente útil este modo? Seguramente depende de la persona. En mi caso sólo lo he utilizado para hacer este análisis. No le veo mucha utilidad y el tener que seleccionarlo desde el mando no me parece algo natural (no se activa solo como si fuera un salvapantallas, tienes que darle al botón del mando). Al final acabo optando por apagar la tele cuando no la estoy usando, algo más habitual y que hago sin pensar por costumbre.
Puedo entender que en ciertos ambientes puede ser interesante para la decoración, pero hoy por hoy el modo información se queda bastante corto. A fin de cuentas, que me diga el tiempo que hace en mi localidad es algo redundante cuando tengo una ventana al lado. Sería útil, por ejemplo, el poder seleccionar que te muestre la previsión para las próximas horas, pero aquí entra ya la falta de posibilidades de personalización que comentábamos. En definitiva: un añadido llamativo pero que seguramente sólo será útil para algunas personas.
Sobresaliente en calidad de imagen con negros que por fin son negros
Samsung vuelve a repetir este año en su gama alta de televisores con la tecnología QLED. De ella os hemos hablado en numerosas ocasiones, y a modo de resumen puede decirse que es una versión "vitaminada" de la tecnología LED que permite alcanzar un alto nivel de brillo y reproducir el 100% del volumen de color, según Samsung.
Pero QLED necesita iluminación trasera para funcionar, lo que a priori hace que esté en desventaja con OLED en otro aspecto importante: la calidad de los negros. En OLED los píxeles se apagan y se encienden de forma individual, lo que hace que los negros sean más puros. Esto tiene también sus desventajas (principalmente, el "quemado" de los paneles y el no poder alcanzar imágenes tan brillantes como los LED o QLED).
Volviendo a la iluminación trasera de QLED, en los televisores del año pasado Samsung había optado por la opción Edge LED o Edge lit, es decir, con la iluminación trasera del panel situada en los bordes laterales del televisor. Esto se traducía en que, en cuanto había subtítulos o elementos brillantes en algún punto del panel, se veían bandas verticales iluminadas que podían a ser bastante molestas en ambientes oscuros. No era la mejor opción.
Este año, Samsung apuesta por cambiar de tecnología para su Q9FN, su televisor de gama más alta, que pasa a ser Direct Full Array. Esto significa que la iluminación ya no está en los bordes, sino que se reparten las lámparas por todo el panel trasero del televisor, como si tuviéramos una red de bombillitas. En la práctica, así es mucho más fácil controlar los negros: puedes encender las lámparas de la zona iluminada y apagar el resto.
Ya no hay problemas con bandas verticales iluminadas, pero sorprendentemente Samsung también ha hecho un gran trabajo a la hora de controlar los "halos" que pueden aparecer en los paneles Full Array alrededor de los objetos más luminosos. En todas las horas que he estado probando este televisor con distintos contenidos (Full HD, 4K, animación, series "oscuras", juegos, etc.) no ha habido ningún momento en el que alguna luz "fuera de lugar" me haya llamado la atención.
Si bien Samsung nunca confirma en público el número de zonas (cuantas más sean, mejor se puede mostrar los negros y mejor se puede controlar las fugas de luz), se rumorea que tiene sobre 480 en su modelo de 65" (cifra similar a las de la Sony Bravia ZD9 y muy por encima de las 150 zonas que incluía la Samsung 65KS9500, la gama alta de hace dos años y el panel Full Array más reciente que Samsung había lanzado al mercado). Esto, junto al software de Samsung para atenuar los brillos no deseados, hace que por fin Samsung haya conseguido unos negros muy negros. Siendo estrictos los negros no están tan logrados como en los paneles OLED, pero sí se les aproximan mucho.
Nótese que aquí estoy hablando del modelo Q9FN, el más caro. Para los modelos que han sacado por debajo (Q6, Q7 y Q8), Samsung vuelve a repetir este año con la tecnología Edge LED (y con las limitaciones en cuanto a calidad de imagen esto implica). Según nos explicaron desde Samsung, seguramente en los próximos años veremos cómo el Full Array se democratiza y "baja" a modelos más económicos de la gama QLED.
Respecto a los brillos, poca sorpresa: la Q9FN brilla, y mucho. El HDR10+, combinado con la tecnología que Samsung ha llamado Q HDR Elite, hace que se alcance un nivel de brillo casi exagerado, con picos de hasta 2000 nits según las especificaciones oficiales. Con algunos de los modos que vienen por defecto, llega incluso a veces a molestar a los ojos de lo brillante que es la imagen.
Esto no es problema ya que se puede regular (y si estás familiarizado con los modos de imagen que vienen en los televisores Samsung de fábrica, les gustan mucho los colores saturados y los brillos exagerados). En mi caso, el Modo cine es el que mejor se ajusta a lo que busco en una imagen y, para mi gusto, venía muy bien ajustado.
Con este mismo modo, el resultado en películas con HDR es espectacular. En las escenas en las que, por ejemplo, te muestran una ventana con iluminación natural intensa y un personaje dentro del edificio, el brillo intenso de la ventana no impide que aprecies los detalles en el personaje gracias a un contraste notable proporcionado por el Q HDR Elite del que hablábamos. Y aquí es donde Samsung está por encima de sus rivales.
Cabe la pena recordar que Samsung sigue apostando por HDR10+, un estándar HDR libre que mejora HDR10 y que compite con Dolby Vision, que es propietario. Ambos usan metadatos dinámicos. Por desgracia no hay muchos contenidos que soporten HDR10+. Netflix por ejemplo apuesta por Dolby Vision, aunque Amazon Prime Video sí está haciendo cosas en HDR10+. Eso es la teoría. En la práctica, hay tan pocos contenidos con HDR que no es algo que impacte demasiado en el visionado.
La Q9FN recuerda el modo de imagen que seleccionas para cada fuente por defecto y, en el caso de conectar una consola, te la identifica automáticamente y pone el Modo juego. Un modo en el que se no se aprecian problemas de latencia (el tiempo de respuesta ronda los 15ms y la latencia de entrada a resolución 4K UHD con el modo juego activado oscila entre 18 y 22 ms, según mediciones de Rtings) y en el que, si juegas a títulos "oscuros" todavía apreciarás más lo que Samsung ha hecho gracias al Full Array.
Respecto al escalado, el Q Engine hace un gran trabajo: pese a sentarme relativamente cerca del televisor, los contenidos en Full HD se ven a una calidad notable. No con tantos detalles como si fuera 4K, lógicamente, pero lo suficiente como para que no te "moleste". Con la TDT eso sí sigue teniendo el mismo problema que todos los televisores: la fuente no es de buena calidad en la mayoría de canales y, al ser un panel tan grande, se ve bastante pixelado.
Para terminar el apartado dedicado al panel, merece la pena destacar que Samsung ha hecho un gran trabajo con la superficie antirreflejos y con el ángulo de visionado. A mayor ángulo se nota que la atenuación de las fugas de luz es algo peor, pero nada fuera de lo esperado y tanto colores como brillo aguantan muy bien para tratarse de un panel VA y no IPS.
En resumen, y en cuanto a imagen, Samsung sí ha hecho los deberes este año con la calidad de imagen. Durante meses estuve usando la QLED Q7F del año pasado y el problema con la iluminación en los negros era algo que me molestaba en exceso (también reconozco que me gusta ver la tele con muy poca luz y entonces el efecto se acentúa aún más). Este año esto no ocurre y es un gran salto hacia delante.
Respecto al audio, el hecho de que el televisor sea un poco más ancho que el año pasado permite que Samsung haya podido integrar un mejor sonido que en modelos anteriores: se mantiene el sistema de sonido 4.2CH pero sube hasta los 60W. ¿Qué significa esto? Que podrás ver perfectamente la tele o jugar con ella con una calidad de sonido muy decente (y mejor de lo esperado para un panel tan fino), pero para sacarle el máximo partido te vendrá bien una barra de sonido externa.
Buena SmartTV aunque con nuevas funciones algo verdes
Con las QLED de este año, Samsung sigue la estela de lo planteado en años anteriores y reafirma su apuesta por Tizen como sistema operativo. El resultado es muy satisfactorio: estamos ante un sistema operativo fluido, completamente integrado con todas las funcionalidades de la tele, simple y poco recargado y muy sencillo de usar.
Nada más seleccionar el botón inicio, en la parte inferior te aparece una barra de navegación. A la izquierda están las opciones de configuración y las fuentes. A la derecha, los iconos de las aplicaciones que tienes instaladas. Puedes borrar iconos, cambiar el orden y acceder al menú de aplicaciones de forma sencilla si quieres instalar alguna más. Como decía, una interfaz sencilla que cumple perfectamente su misión.
En el caso de las aplicaciones, el SmartTV de Samsung tiene una funcionalidad adicional bastante interesante: al seleccionar el icono de la aplicación, automáticamente te muestra más opciones para que puedas acceder directamente. En el caso de Netflix o Amazon Prime, al seleccionarlas en el menú te muestran lo que ya estabas viendo y puedes entrar directamente (saltando un paso), mientras YouTube te enseña los vídeos recomendados.
Si bien el SmartTV de las nuevas QLED me parece de lo mejor que hay en el mercado ahora mismo, también tiene algunas sombras. Sombras que precisamente van ligadas a las novedades que han introducido este año.
- SmartThings: Samsung quiere que el televisor sea el cerebro de la casa conectada. Por eso este año han integrado SmartThings, su plataforma IoT, dentro del televisor. Pero para eso, claro, necesitas dispositivos compatibles. Además, la configuración no es tan sencilla y útil como podría parecer. En mi caso, no fui capaz a añadir las bombillas Hue que tengo, aunque en teoría son compatibles. Aunque si tienes una lavadora "inteligente" de Samsung podrás ver notificaciones de cuando acabe de lavar directamente en la tele, lo cual no sé hasta qué punto es útil o es demasiado.
- Guía universal: Una guía que se adapta a tus gustos y te muestra contenido que te interesa en función a las cosas que ves. Eso en la teoría. En la práctica, no conseguí hacerla funcionar (al parecer, y tras consultar a Samsung, esto no es compatible con mi operador, Telecable). Y, aunque lo hubiera conseguido, seguramente no me habría resultado muy útil ya que por ahora sólo registra actividad de visionado en la TDT y no en apps de terceros. Pero ojo, porque si siguen avanzado con esto y logran mostrar recomendaciones de las apps que tienes instaladas, puede ser algo muy interesante para ayudar a descubrir cosas entre el gran mar de aplicaciones de vídeo bajo demanda que tenemos hoy en día.
- Easy Setup: La configuración inicial del televisor se hace directamente desde el móvil, y esto permite que puedas decirle qué apps instalar. En teoría, también te ofrece identificarte directamente en las apps que tienes en el móvil y en el televisor (por ejemplo, Netflix) importando directamente las contraseñas y sin que tengas que escribirlas tú en la tele. En mi caso, tuve que seguir haciéndolo manualmente.
Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? La SmartTV de Samsung funciona, y funciona muy bien. La sensación agridulce que me deja este año es por culpa de los "añadidos": las mejoras, especialmente la Guía universal, están muy bien pensadas pero llegan en una versión muy preliminar. Pero ojo porque si Samsung sigue avanzando en el desarrollo, pueden llegar a ser muy útiles en el futuro.
El mejor mando a distancia
El mando de los televisores QLED de Samsung es bastante peculiar. Si estás acostumbrado a los mandos "tradicionales", lo primero que pensarás al ver éste es que le faltan botones. En el centro aparece un botón circular, al que rodean otros botones más pequeñitos. ¿Y los números? Samsung los elimina y crea un botón adicional que activa el selector de números en la pantalla.
La primera sensación es de confusión. "¿Seré capaz de manejarme con este mando? ¿Echaré de menos las teclas numéricas?" A estas preguntas les das respuestas pronto: habiendo utilizado este mando durante más de un año (es el mismo, salvo detalles, que el de las QLED del año pasado), yo lo tengo claro: es el mejor mando para televisión que he probado.
No sólo porque es Bluetooth (que también, y esto hace que puedas manejar la tele sin tener que apuntar directamente a ella o sin problemas pese a tener obstáculos por el medio), sino porque es tremendamente cómodo. La rueda de navegación es muy práctica para desenvolverse en el SmartTV y, sin ser ergonómico, es pequeño y cómodo en la mano.
Quizá pueda ser poco práctico para alguien que suele hacer mucho zapping en la tele y que recurre mucho a los números, pero en mi caso, con la mayor parte del tiempo usando el televisor para apps de vídeo bajo demanda, para mis propios archivos y para jugar, puedo decir que estoy muy satisfecha. Hasta tal punto de echarlo de menos cuando utilizo otros televisores.
Como decía, el mando es el mismo que el del año pasado salvo por un cambio: el nuevo botón para el Modo Ambiente, que te permite activarlo directamente.
En la parte superior está también el botón dedicado al asistente de voz. Al pulsarlo, puedes pedirle cosas básicas tipo "Pon Netflix" o "Qué tiempo hace hoy", pero ya no funcionará para comandos más avanzados o para realizar acciones dentro de las aplicaciones (por ejemplo, "Pon 'House of Cards' en Netflix" no funcionaría). Algunos ejemplos de comandos a los que sí responde:
- Operativa general del televisor: Apagar televisor, subir y bajar volumen, cambiar fuente, etc.
- TDT: Cambia de canal a 5, filtrar por favorito, etc.
- Aplicaciones: inicio de aplicaciones diciendo el nombre (por ejemplo "HBO")
- Información básica: "Qué hora es", "qué tiempo hace hoy"
De nuevo, con el asistente de voz estamos ante un añadido curioso y que no molesta, pero en mi caso me pasa lo mismo que con el Modo Ambient: no lo utilizo. Sus limitaciones hace que vaya más rápido usando el mando de la forma tradicional, así que es lo que acabo haciendo.
Samsung QLED Q9FN, la opinión de Xataka
Si has llegado hasta aquí, habrás visto que la QLED Q9FN de Samsung me ha sorprendido, y para bien. Hay mejoras evidentes en el diseño pero, sobre todo, lo más importante es que también hay mejoras muy significativas en la calidad de imagen. El paso a la tecnología Full Array es todo un acierto, aunque es una pena que llegue este año y no llegara el año anterior. La experiencia, en estas semanas que lo he estado usando, es muy positiva.
Pero eso no significa que sea una experiencia redonda. Hay ciertos detalles que pueden resultar frustrantes a alguien que se gasta tanto dinero en un televisor, como las dificultades que te puedes encontrar para colgarlo en la pared o lo verdes que llegan funcionalidades como la Guía Universal. Por suerte para Samsung hablamos, eso sí, de detalles menores, porque aunque han querido introducir muchas novedades que pueden no ser útiles para todo el mundo (en su estado actual al menos), el gran paso adelante en este modelo lo dan este año en la calidad de imagen.
A tener en cuenta eso sí que estamos ante un televisor que no es precisamente barato: 2699 euros para su versión de 55", 3499 para sus 65" y 4999 en el caso de que optes por 75". Aunque ya puede encontrarse a precios más rebajados en algunas tiendas, son precios prácticamente similares a los nuevos OLED de LG de 2018, y esto hace que la decisión entre ambas tecnologías sea aún más difícil.
Antes de probar la nueva Samsung QLED 65Q9FN, tenía muy claro que mi siguiente televisor sería OLED. Ahora ya no lo tengo tan claro, y eso es consecuencia directa de que Samsung ha hecho un muy buen trabajo con su televisor de gama alta de 2018.
9.3
A favor
- Diseño premium, con cable "invisible" y con caja de conexiones independiente
- Brillos y colores muy intensos y vibrantes
- Negros que por fin están a la altura con Direct Full Array
- Posiblemente el mejor sistema operativo Smart TV del mercado
En contra
- Algunas de las nuevas funcionalidades de software llegan algo "verdes"
- Precio, casi a niveles de los OLED de este año
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