Este televisor es el actual modelo insignia de Sony con panel LCD 4K UHD. Y es un dispositivo decididamente prémium. Lo es porque tiene un diseño, un acabado y un precio equiparables a los de otros televisores prémium del mismo tamaño, y, lo que es aún más importante, también debido a que sus prestaciones, sobre el papel, deberían permitirle codearse con los modelos más avanzados que utilizan otras tecnologías de panel y retroiluminación. Sin embargo, pese a todo esto es probable que a algunos entusiastas de los televisores les choque que las palabras 'prémium' y 'LCD' convivan en la descripción de un mismo producto.
El mayor desafío al que se enfrenta este televisor no es otro que demostrarnos que tiene sentido. Que realmente representa una alternativa a los modelos OLED y MiniLED del mismo tamaño que tienen un precio similar, o, incluso, inferior. La madurez que han alcanzado los paneles LCD cuando están arropados por una retroiluminación LED y una electrónica bien ejecutadas es indudable.
Además, Sony asegura haber volcado en este televisor toda su experiencia y su pericia para conseguir que se afiance como su mejor modelo con panel LCD 4K UHD. Esto juega a su favor, pero nuestro propósito es comprobar si realmente da la talla en un escenario de uso real. Si merece la pena que lo tengamos en cuenta en su segmento de precio. Y no va a tenerlo fácil debido a que la última hornada de modelos OLED y MiniLED aprieta. Mucho.
Sony Bravia XR X95J: especificaciones técnicas
Os propongo que arranquemos indagando en el que sin duda es el auténtico corazón de este televisor: su panel. Durante los últimos años Sony ha apostado por utilizar en sus televisores LCD de gama alta paneles VA de 10 bits, y este modelo respeta a pies juntillas esta estrategia. La versión que hemos analizado incorpora una matriz de 65 pulgadas que trabaja con una frecuencia de refresco nativa de 120 Hz, así que hasta aquí no hay nada que no sea previsible.
El corazón de este televisor es un panel LCD de tipo VA y 10 bits que está retroiluminado por una matriz de diodos LED de tipo FALD ('Full Array Local Dimming')
De retroiluminar el panel LCD se responsabiliza una matriz de diodos LED de tipo FALD (Full Array Local Dimming) cuyas características Sony no ha dado a conocer. No sabemos cuántos diodos incorpora la matriz, y tampoco en cuántas zonas están distribuidos, pero no cabe duda de que ambas cifras son inferiores a las de los televisores MiniLED que han llegado a las tiendas durante los últimos meses, como, por ejemplo, el Neo QLED QN900A 8K de Samsung que analizamos a finales del pasado mes de julio. De lo contrario Sony habría remarcado que este televisor incorpora tecnología MiniLED en un movimiento similar al que han hecho LG, Philips, TCL o Samsung.
En teoría que la matriz de diodos LED de este televisor de Sony sea menos ambiciosa que las que utilizan los modelos LCD con retroiluminación MiniLED lo coloca en desventaja, pero en la práctica no tiene por qué ser así. Y es que no importa únicamente cuántos diodos incorpora la matriz y en cuántas zonas están agrupados; también es crucial que de administrarlos se encargue un algoritmo que sea lo más preciso, refinado y avanzado posible. Y aquí Sony tiene mucho que decir si nos ceñimos al rendimiento que han arrojado durante nuestras pruebas sus anteriores televisores LCD de gama alta.
Si aceptamos que el panel LCD VA es el corazón de este televisor también podemos asumir que su cerebro es su procesador de imágenes. Su impacto en la calidad de imagen global puede ser muy profundo, por lo que es comprensible que este sea uno de los componentes a los que los fabricantes de televisores dedican más recursos año tras año. Este modelo incorpora el nuevo chip Cognitive Processor XR que este año Sony está instalando en sus televisores OLED y LCD LED más avanzados.
Según la compañía japonesa este procesador ejecuta un conjunto de algoritmos diseñados para actuar en tiempo real sobre el procesado de la imagen y el sonido con el propósito de optimizarlo de acuerdo con la forma en que nosotros percibimos las imágenes y el audio. Sony dice que su chip cognitivo evalúa ambos parámetros con este enfoque tan inusual, y suena bien. A priori es difícil saber dónde acaba el marketing, que sin duda está presente en la forma en que esta marca nos explica esta tecnología, y dónde empieza la auténtica innovación, pero resolveremos esta duda más adelante, en las secciones en las que pondremos a prueba la calidad de imagen y sonido de este televisor.
En lo que se refiere al procesado de los contenidos HDR, nada nuevo bajo el sol. Este televisor, al igual que todos los modelos de Sony que hemos analizado durante los últimos años, puede procesar contenidos Dolby Vision, HDR10 y HLG, pero no HDR10+. Tampoco podemos pasar por alto que incorpora dos puertos HDMI, los identificados como 3 y 4, que implementan al completo la norma 2.1, pero que aún no soportan la tecnología VRR (frecuencia de refresco variable). Sony ha confirmado que en el futuro publicará una actualización del firmware que la habilitará, lo que nos permitirá sacarle partido con las consolas de última generación.
SONY BRAVIA XR-65X95J | CARACTERÍSTICAS |
---|---|
PANEL | LCD VA 4K UHD de 10 bits, 65 pulgadas, 120 Hz y relación de aspecto 16:9 |
RESOLUCIÓN | 3840 x 2160 puntos |
HDR | Dolby Vision, HDR10 y HLG |
RETROILUMINACIÓN | Full Array Local Dimming (FALD) |
PROCESADOR DE IMAGEN | Sony Cognitive Processor XR |
MODOS DE IMAGEN | Vívido, estándar, cine, IMAX Enhanced, juegos, gráficos, fotografía, personalizado, Dolby Vision Bright, Dolby Vision Dark y calibración de Netflix |
SONIDO | Altavoces: 2 tweeters, 2 medios y 1 subwoofer Potencia de salida total: 50 vatios Procesado: Dolby Audio, Dolby Atmos y DTS Digital Surround |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 16 GB |
SISTEMA OPERATIVO | Google TV 10 |
CONECTIVIDAD | 2 x HDMI 2.1 (conectores 3 y 4), 2 x HDMI 2.0 (conectores 1 y 2), 3 x USB 3.0, 1 x Ethernet, 1 x RF, 2 x IF, 1 x salida digital óptica y 1 x jack de 3,5 mm |
CONECIVIDAD INALÁMBRICA | Wi-Fi 802.11ac y Bluetooth 4.2 |
PRESTACIONES PARA JUEGOS | 4K a 120 Hz, ALLM y VRR (eARC en conector HDMI 3) |
NÚMERO DE SINTONIZADORES | 2 (DVB-T/T2) |
DIMENSIONES | 144,3 x 84,8 x 33,8 cm (con soporte) |
PESO | 27,5 kg |
PRECIO | 2299 euros (65 pulgadas) / 2799 euros (75 pulgadas) |
Sony XR-75X95J BRAVIA XR FULL ARRAY TV LED 190,50 cm (75"), Google TV, 4K HDR, XR Cognitive Processor y XR Triluminos Pro
No es un televisor lujoso, pero su diseño y su acabado son impecables
El esfuerzo que durante los últimos años están haciendo todos los fabricantes de televisores para reducir el grosor de los marcos ha provocado que cada vez les cueste más diferenciarse de sus competidores desde un punto de vista estético. El elemento que les permite desmarcarse con más facilidad y dotar a sus propuestas de cierta personalidad es el sistema de sujeción del recinto, que puede ser una peana central o dos pies laterales.
La integración de una barra de sonido en la base del televisor, o bien en un recinto adicional, como hacen los televisores más ambiciosos de Philips, también aporta cierta identidad estética, pero las fotografías que ilustran este análisis demuestran que este televisor ha apostado todas sus cartas por unos pies muy originales.
En la siguiente fotografía de detalle podemos ver que los marcos de este televisor son finos y están rematados en un perfil metálico impecablemente mecanizado. Este último elemento cumple una evidente función estética, pero también se responsabiliza de proteger el panel si por accidente le damos un golpe en esta zona periférica. Cuando te colocas a una distancia del televisor de 2 metros o más los marcos pasan casi completamente inadvertidos, así que en este ámbito no puedo ponerle ninguna pega.
Los televisores con panel LCD y retroiluminación FALD suelen ser sensiblemente más gruesos que los que utilizan un panel OLED, y esta propuesta de Sony no es una excepción. La necesidad de retroiluminar el panel LCD con una matriz de diodos LED provoca que sea necesario incrementar el grosor del recinto del televisor.
Además, los componentes electrónicos y los altavoces también ocupan espacio, aunque en este ámbito todos los televisores compiten en la misma liga, al margen de la tecnología de panel que utilicen. De todas formas, los 6,6 cm de grosor de este modelo (si incluimos los pies esta cifra se incrementa hasta rozar los 34 cm) no son en absoluto exagerados.
Y, por fin, llegamos al elemento en el que este televisor ha depositado su seña de identidad desde un punto de vista estético: los pies de sujeción. Instalarlos es muy sencillo debido a que cada uno de ellos queda fijado al recinto con tan solo dos tornillos de tipo Phillips. En la siguiente fotografía podéis ver que son simétricos, por lo que sobresalen lo mismo hacia delante y hacia atrás. Una peculiaridad de los pies laterales de este televisor que merece la pena que no pasemos por alto consiste en que es posible instalarlos en dos posiciones diferentes.
Una de ellas, la que nosotros elegimos, deja un hueco debajo del televisor que puede servirnos, por ejemplo, para colocar ahí una barra de sonido. La otra posición permite que el borde inferior de la tele quede casi pegado a la superficie de la mesa. En cualquier caso lo realmente importante es que los pies cumplen su cometido con eficacia al margen de la opción de instalación que elijamos.
Google TV convence, pero lo que enamora es la calibración de este televisor
Un pequeño apunte antes de seguir adelante: la mayor parte de las fotografías que hemos utilizado para ilustrar las siguientes secciones de este artículo están tomadas intencionadamente en una habitación con poca luz ambiental porque hemos intentado que recojan de la forma más fidedigna posible la calidad de imagen del televisor. Al fin y al cabo en las fotografías que hemos examinado hasta ahora podemos apreciar su diseño y su acabado, y en adelante nos interesa sobre todo evaluar su calidad de imagen.
Al igual que el Bravia XR A90J que tan buen sabor de boca nos dejó en abril, cuando tuvimos la oportunidad de analizarlo, este X95J incorpora Google TV. Esta plataforma es muy similar a la última revisión de Android TV, pero lo realmente importante es que nos ofrece una experiencia fantástica por la fluidez con la que nos permite movernos a través de la interfaz y la agilidad con que inicia las aplicaciones.
Si nos ceñimos a su rendimiento la implementación de Google TV de este Bravia XR mira de tú a tú a los ojos a las plataformas que LG y Samsung utilizan en sus televisores
No he podido confirmarlo, pero sospecho que este televisor utiliza el mismo chip MT5895 de MediaTek por el que se decantó Sony en el modelo XH90 que analizamos a finales del año pasado. Y es una buena noticia si tenemos presente cómo rinde. De hecho, en mi opinión, las últimas revisiones de webOS y Tizen están un punto por encima si nos ceñimos a su diseño, pero si evaluamos estrictamente la velocidad con la que se ejecuta la interfaz y la experiencia que nos propone, la implementación de Google TV de este Bravia XR mira de tú a tú a los ojos a las plataformas que LG y Samsung utilizan en sus televisores.
Todos los televisores de gama alta de Sony que he analizado durante los últimos tres años han salido de fábrica muy bien calibrados, especialmente los modelos que pertenecen a la familia Master Series. Uno o dos retoques sutiles fueron suficientes para conseguir que su estética visual encajase estupendamente con mis preferencias personales. Para ir más lejos y ejecutar una calibración minuciosa era necesario utilizar herramientas profesionales de ajuste, pero es algo que en ninguno de ellos me pareció necesario hacer para disfrutarlo al máximo.
Este Bravia XR X95J también está impecablemente calibrado. La estética de sus imágenes varía claramente en función del modo que estemos utilizando debido sobre todo a que algunos de ellos desactivan una parte de los algoritmos de procesado, pero una vez que demos con el modo que más nos gusta para cada fuente de contenido no será necesario que llevemos a cabo un ajuste fino de los parámetros de imagen. El televisor nos permite hacerlo, y el abanico de opciones sobre las que podemos actuar es amplísimo, pero la calibración que nos propone Sony de fábrica está muy bien afinada.
De hecho, si yo comprase este televisor únicamente tocaría la calibración empleando la función de ajuste automático con el software de Calman, con el que es compatible. Está tan bien afinado que me parece muy difícil sacarle más partido sin contar con una herramienta profesional. Refinar aún más su calibración puede ayudarnos a conseguir que se adapte mejor a las condiciones de luminosidad de la habitación en la que lo hemos instalado, pero es un plus del que podemos prescindir porque este televisor rinde de forma sobresaliente tal y como lo sacamos de la caja.
Un ingrediente importante de la receta que nos propone Sony junto a este televisor es su servicio de streaming de películas Bravia Core, con el que pretende competir con Netflix, HBO, Disney+, Amazon Prime Video y las demás plataformas en liza en este mercado tan agresivo. La app Bravia Core está preinstalada en el televisor, y, aunque no se ejecuta con la fluidez de la app de Netflix, que de acuerdo con mis pruebas es la más rápida de todas, nos ofrece una experiencia satisfactoria.
Su catálogo se nutre sobre todo de las películas que son propiedad de Sony Pictures Entertainment, y tiene títulos muy apetecibles, como 'Sicario: El día del soldado' o 'Call me by your name', entre muchos otros, aunque queda muy lejos del inmenso porfolio de películas y series que tiene Netflix. Además, con este televisor tenemos dos años de suscripción y 10 créditos que podemos utilizar para comprar las películas que prefiramos.
No obstante, he dejado lo mejor para el final: su calidad de imagen y sonido. Sony nos promete que si activamos su tecnología Pure Stream disfrutaremos de una velocidad de transferencia máxima de 80 Mbps, y lo cierto es que disfrutar una película como 'Sicario: El día del soldado' con resolución 4K UHD y sonido DTS es una auténtica gozada. No he podido corroborar si, efectivamente, la velocidad de transferencia efectiva roza los 80 Mbps que nos promete Sony, pero, en cualquier caso, la calidad de imagen y sonido de este servicio es sobresaliente.
El mando a distancia que nos entrega Sony junto a este televisor se conecta tanto por infrarrojos como a través de un enlace Bluetooth, por lo que una vez que lo hayamos vinculado utilizando esta última tecnología de conexión ya no hará falta que nos preocupemos de apuntar con él hacia la pantalla. Es estilizado, tiene retroiluminación e incorpora un micrófono que nos permite interactuar con el televisor utilizando nuestra voz, algo que ya es habitual en los modelos de los últimos años, pero una de las características que más me gustan de él es que incorpora cuatro botones de acceso directo a YouTube, Netflix, Disney+ y Amazon Prime Video. Me parece un acierto porque es más rápido lanzar estas apps presionando un botón que ejecutándolas desde la interfaz de Google TV.
Su calidad de imagen le permite desafiar a cualquier otra tecnología
Para poner a prueba este televisor recurrí a mis películas de referencia habituales, entre las que se encuentran ‘La llegada’, ‘El renacido’, 'Interstellar' o ‘Blade Runner 2049’, todas ellas en Blu-ray 4K y Blu-ray Disc. Y, por último, a contenido de Netflix y YouTube que conozco bien. Para reproducir estas películas recurrí a un lector OPPO UDP-205, un dispositivo que ya está descatalogado, pero que sigue destacando por la gran calidad de su mecánica de transporte y su lógica de procesado de audio y vídeo.
La fotografía que podemos ver debajo de estas líneas la tomé utilizando mi microscopio digital, y en ella podemos apreciar con relativa claridad el patrón de distribución de los subpíxeles RGB que permiten generar las imágenes. La responsable de que la matriz de subpíxeles no se vea más nítida es la cobertura utilizada por Sony para incrementar la difusión de la luz, y, de esta forma, mejorar los limitados ángulos de visión que tienen los paneles LCD de tipo VA. La tecnología X-Wide Angle, que es como esta marca llama a esta innovación, funciona, aunque no consigue igualar los sobresalientes ángulos de visión que nos proponen los televisores OLED, que en este terreno por el momento son imbatibles.
Aunque existe una gran diferencia entre mirar una fotografía y tener este televisor delante, la siguiente instantánea nos permite intuir el alto nivel de detalle que el procesado de imagen de este Bravia XR X95J consigue recuperar. La textura de la piel es especialmente difícil de reconstruir, y este televisor la recrea con una credibilidad absoluta no solo por su detalle, sino también por lo bien que resuelve el color tal y como sale de fábrica.
Una de las deudas pendientes de los televisores de Sony en lo que se refiere a la reproducción de los contenidos con HDR consiste en que continúan sin procesar metadatos HDR10+. Son compatibles con contenidos Dolby Vision, HDR10 y HLG, pero lo deseable sería que Sony siga los pasos de los fabricantes de televisores que han apostado por lidiar con todos los formatos HDR, entre los que se encuentran Panasonic, Philips, TCL y Hisense. Un pequeño tirón de orejas para Sony en este ámbito.
Eso sí, cuando alimentamos este televisor con contenidos HDR de calidad, se luce. En sus especificaciones Sony no refleja qué capacidad de entrega de brillo tiene, pero apostaría que coquetea con los 1000 nits en aquellos fotogramas que requieren entregar un pico alto de luz en una ventana que ocupa entre el 10 y el 25% del panel. La siguiente fotografía muestra uno de los fotogramas en los que este televisor demuestra su capacidad de entrega de brillo, aunque en ella no he conseguido respetar fielmente el elevado nivel de detalle que recupera en las zonas más iluminadas o altas luces.
El rendimiento de este televisor en una habitación completamente a oscuras es fabuloso. El siguiente fotograma lo he extraído de la película 'Sicario: El día del soldado', y, como podéis ver, reproduce los negros con una profundidad sobresaliente. El mérito se lo reparten un panel LCD de tipo VA que sin duda alguna tiene un contraste nativo muy alto y una retroiluminación LED administrada por un algoritmo de atenuación indiscutiblemente eficaz. Indagaremos un poco más en él en la siguiente fotografía, pero antes de pasar a ella, un apunte más: este es uno de los televisores que más información recupera en las regiones en sombra de todos los que he probado hasta ahora, incluidos los OLED y los LCD MiniLED.
La siguiente fotografía pone encima de la mesa la pericia que tienen los ingenieros de Sony a la hora de poner a punto los algoritmos de gestión de la retroiluminación de sus televisores con panel LCD. He tomado esta instantánea con mucho cuidado para que recree con la máxima precisión posible cómo resuelve este televisor esta prueba tan agresiva, y, como podéis ver, el blooming es prácticamente inapreciable. Ni siquiera se incrementa perceptiblemente cuando el disco de color blanco se desplaza a gran velocidad por todo el panel, lo que refleja que la matriz de diodos LED consigue responder con una altísima velocidad frente a los estímulos que recibe del algoritmo de atenuación.
Además, esta fotografía también nos permite comprobar que la uniformidad del panel cuando debe entregar la mínima cantidad de luz posible es muy buena. La uniformidad de la unidad que hemos analizado cuando reproduce el color gris homogéneo no es tan alta debido a que las esquinas son ligeramente más oscuras que el centro del panel. No es nada preocupante porque al reproducir una película o un videojuego es casi imposible notarlo, pero es un pequeño defecto que en alguna ocasión podríamos percibir.
Otro apartado en el que este televisor sale airoso es la gestión del movimiento, aunque es algo que, honestamente, esperaba. Y es que todos los televisores de gama alta de Sony que he analizado durante los últimos tres años han resuelto muy bien este escenario de prueba. En este ámbito, en mi opinión, Panasonic y Sony están un paso por delante de sus competidores.
Y, por último, en lo que se refiere al manejo de los reflejos me temo que este televisor nos depara una de cal y otra de arena. Los destellos de alta intensidad los resuelve muy bien, como demuestra la siguiente fotografía, pero los reflejos ambientales pueden llegar a molestar. Una pequeña sugerencia: si os lo compráis no lo coloquéis enfrente de una ventana porque su reflejo degradará vuestra experiencia.
El consumo instantáneo de este televisor está estrechamente vinculado al brillo que esté entregando el sistema de retroiluminación en ese momento, por lo que, al igual que en cualquier otro televisor LCD LED, fluctúa constantemente. En cualquier caso, durante mis pruebas en los instantes de máximo estrés arrojó un consumo ligeramente inferior a los 200 vatios, una cifra coherente con el consumo de los televisores de 65 pulgadas con retroiluminación LED que he analizado hasta ahora.
Un rendimiento con videojuegos penalizado por la ausencia temporal del VRR
Para evaluar el rendimiento de este televisor con videojuegos recurrí a nuestra Xbox Series X y a varios títulos que son muy sensibles a la latencia, como ‘Mortal Kombat X’, ‘Forza Horizon 4’, ‘Gears 5’ y ‘Ori and the Will of the Wisps’. En lo que se refiere a la calidad de imagen que nos propone con juegos la mayor parte de lo que hemos visto en la sección anterior del análisis sigue siendo válido aquí. En este ámbito se siente tan cómodo con las películas como con los videojuegos.
Además, no podemos pasar por alto que este Bravia XR X95J incorpora dos puertos HDMI que implementan la norma 2.1 completa (los etiquetados como 3 y 4), aunque, como veremos a continuación, en este terreno me veo obligado a ponerle un pero que no podemos esquivar. Un apunte interesante que gustará a los usuarios que quieren conectarlo a su PC para disfrutar a lo grande sus videojuegos: no tiene ningún problema para restituir correctamente las señales 2160p a 120 Hz con muestreo de color 4:4:4. Aunque, eso sí, debemos utilizar los puertos HDMI 3 o 4, y no el 1 o el 2, como es lógico.
En la siguiente fotografía podemos ver lo que os anticipé en los primeros párrafos de este artículo: este televisor aún no implementa la tecnología VRR (frecuencia de refresco variable). Llegará en una próxima actualización del firmware (Sony lo ha confirmado), pero lo deseable es que incorpore todas las prestaciones que nos promete cuando llega a las tiendas, especialmente si es un modelo de gama alta. Y este lo es.
A principios del pasado mes de mayo publicamos un artículo en el que explicamos con bastante detalle la letra pequeña que, desafortunadamente, suelen tener los televisores con conectividad HDMI 2.1 que están llegando este año a las tiendas. Y sí, esta propuesta de Sony también tiene letra pequeña. Confiemos en que esa actualización del firmware no tarde mucho en llegar.
Si nos ceñimos a la latencia la experiencia que nos propone este televisor cuando habilitamos el modo para juegos tanto a 1080p como a 2160p es fantástica. No es una cifra lo suficientemente baja para batir a los últimos televisores de Samsung y LG, que en este ámbito suelen entregarnos la latencia más competitiva, pero se mantiene claramente por debajo de los 20 ms. Y está realmente bien. Además, es probable que cuando llegue la actualización del firmware que habilitará la frecuencia de actualización variable vinculada a los conectores HDMI 2.1 esta cifra se reduzca un poco más, lo que contribuirá a consolidar este televisor como una opción atractiva para disfrutar nuestros videojuegos.
Su sonido está a un nivel equiparable al de su calidad de imagen
Este televisor es un ejemplo perfecto de lo mucho que ha mejorado el sonido de los dispositivos con panel LCD y OLED durante los últimos años. Al menos en los televisores de gama alta, en los que los fabricantes suelen poner toda la carne en el asador. Es difícil intuir en qué medida el procesado del audio que lleva a cabo el chip Cognitive Processor XR es el responsable del alto nivel de detalle y la amplia escena sonora que este televisor es capaz de entregarnos, pero lo realmente importante es que su sonido convence.
Además, no procesa solo contenidos codificados en los formatos Dolby Audio y Dolby Atmos; también lidia sin problema con las bandas sonoras disponibles en DTS Digital Surround, una cualidad que no tienen algunos de sus competidores, como, por ejemplo, los televisores de Samsung y LG.
Para superar la experiencia que nos propone el audio de este televisor no basta asociarlo a una barra de sonido básica; es necesario apostar por una de gama alta que pueda entregarnos una mayor capacidad dinámica y una escena sonora más envolvente. No obstante, la mejor opción en este ámbito si queremos conseguir el sonido más tridimensional posible consiste en delegar la responsabilidad de reproducirlo a un equipo multicanal dedicado. Si tenemos el espacio necesario y nuestro presupuesto nos lo permite esta es siempre la mejor opción a nuestro alcance.
Sony Bravia XR X95J: la opinión y nota de Xataka
En los primeros párrafos de este artículo he planteado que el gran desafío que tiene por delante este televisor prémium con panel LCD y retroiluminación LED es demostrarnos que realmente representa una alternativa atractiva a los modelos OLED y LCD MiniLED que se mueven en su mismo segmento de precio. Y sí, a lo largo de este análisis hemos comprobado que tiene las bazas necesarias para lograr que nos fijemos en él siempre y cuando, eso sí, su precio encaje en nuestro presupuesto.
Su cualidad más atractiva es, sin lugar a dudas, su calidad de imagen. No tiene el contraste nativo de un televisor OLED, pero el rendimiento de su retroiluminación, su capacidad de entrega de brillo, la información que consigue recuperar tanto en altas luces como en las regiones en sombra y su cuidada colorimetría lo colocan a un nivel sobresaliente. Además, sale impecablemente calibrado de fábrica; tiene un sonido sorprendente; nos propone una implementación de Google TV que rinde a las mil maravillas, y, para rematar la faena, su latencia con videojuegos es baja. Tampoco podemos pasar por alto que dado que usa un panel LCD nos invita a que no nos preocupemos por la posibilidad de que se produzca retención de imágenes en el panel.
Estas cualidades lo posicionan como un televisor interesante en su segmento, pero, como hemos visto, también tiene margen de mejora en varios apartados. Aunque es capaz de procesar contenidos Dolby Vision, HDR10 y HLG no es compatible con HDR10+, y es una lástima que no nos ofrezca un soporte completo de los formatos HDR. Además, los reflejos que aparecen si lo colocamos frente a una ventana u otra fuente de luz pueden molestar, lo que nos exige que seamos cuidadosos a la hora de colocarlo. Tampoco podemos pasar por alto que solo dos de los conectores HDMI implementan la norma 2.1, y, por último, que la tecnología VRR todavía no está disponible. Estas carencias empañan un poco el atractivo de un televisor que en todo lo demás puede rivalizar de tú a tú con la mayor parte de los modelos prémium, al margen de las tecnologías por las que apuesten.
9,1
A favor
- Su calidad de imagen global es sobresaliente
- Sale impecablemente calibrado de la fábrica
- La calidad de su sonido está a la altura de su estupenda calidad de imagen
- En este televisor Google TV nos ofrece una experiencia fantástica
- Su rendimiento con videojuegos es tan convincente como con películas
En contra
- No procesa contenidos HDR10+, aunque sí Dolby Vision, HDR10 y HLG
- Los reflejos ambientales pueden llegar a molestar si este televisor está colocado frente a una ventana u otra fuente de luz
- Solo dos conectores HDMI, los etiquetados como 3 y 4, implementan la norma 2.1
- Aún no soporta la tecnología VRR, pero la incorporará en el futuro a través de una actualización del 'firmware'
Sony XR-75X95J BRAVIA XR FULL ARRAY TV LED 190,50 cm (75"), Google TV, 4K HDR, XR Cognitive Processor y XR Triluminos Pro
Este televisor ha sido cedido para esta prueba por Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con las empresas.
Más información | Sony
Ver 11 comentarios