Sony ha sido valiente. Las revisiones de estos auriculares que esta marca ha colocado en el mercado hasta ahora han conseguido sobresalir frente a buena parte de sus competidores por la calidad de su tecnología de cancelación activa del ruido, su autonomía, y también por su muy bien resuelta ergonomía. Su sonido también es convincente, aunque en nuestra opinión en este ámbito no brillan con la intensidad con la que lo hacen en las tres áreas que acabo de mencionar.
Cuando un fabricante de electrónica de consumo da con una fórmula ganadora suele costarle introducir en ella nuevos ingredientes con el potencial de incrementar su margen de riesgo. Aun así, Sony ha decidido asumir en esta quinta revisión de sus WH-1000 algunos cambios que permiten a estos auriculares desmarcarse de sus predecesores, aunque, eso sí, manteniendo intacto el pedigrí de este modelo. Al menos sobre el papel.
Ahí va una declaración de intenciones antes de seguir adelante: hemos planificado este análisis con el propósito de averiguar no solo si esta marca ha tomado el rumbo correcto al introducir cambios relativamente sustanciales en estos auriculares; también nos hemos propuesto identificar si representan una opción atractiva para los usuarios que ya tienen alguna de las anteriores revisiones de los WH-1000. Y os anticipamos que nuestras conclusiones nos deparan algunas sorpresas.
Sony WH-1000XM5: especificaciones técnicas
CARACTERÍSTICAS | |
---|---|
ARQUITECTURA | Auriculares circumaurales cerrados con transductor electrodinámico |
DIAFRAGMA | Transductor de fibra de carbono. Diámetro: 30 mm |
IMÁN | Neodimio |
CANCELACIÓN DEL RUIDO | Activa Modo de captura del sonido ambiental |
MICRÓFONOS | 8 |
MICROPROCESADORES | Sony HD Noise Cancelling Processor QN1 Sony Integrated Processor V1 |
RESPUESTA EN FRECUENCIA | 4 Hz a 40 kHz (conexión con cable y unidad encendida) |
SENSIBILIDAD | 102 dB/mW (conexión con cable y unidad encendida) 100 dB/mW (conexión con cable y unidad apagada) |
IMPEDANCIA | 48 ohmios (conexión con cable y unidad encendida) 16 ohmios (conexión con cable y unidad apagada) |
CONECTIVIDAD | Carga a través del conector USB-C Jack de 3,5 mm |
CONECTIVIDAD INALÁMBRICA | Bluetooth 5.2 NFC |
PERFILES DE BLUETOOTH | A2DP, AVRCP, HFP y HSP |
FORMATOS DE AUDIO | SBC, AAC y LDAC |
BATERÍA | Hasta 30 horas (con cancelación del ruido activa) |
CONSUMO NOMINAL | 21 vatios |
PESO | 250 g |
PRECIO | 449,99 euros |
Sony WH-1000XM5 Auriculares Inalámbricos con Noise Cancelling, 30 horas de Autonomía, Optimizados para Alexa y Asistente de Google, con Micrófono Incorporado para Llamadas de Teléfono, Negro
La arquitectura de estos auriculares es la misma que nos propusieron las cuatro revisiones que los han precedido: su sistema de acoplamiento es circumaural (esta estrategia les permite envolver completamente nuestro pabellón auditivo), utilizan un recinto cerrado y su altavoz es electrodinámico.
La elección del acoplamiento circumaural y el recinto cerrado responde a la necesidad de tomar como punto de partida un elevado nivel de aislamiento mecánico del ruido ambiental que se sumará a la cancelación activa en la que indagaremos más adelante.
Su respuesta en frecuencia se extiende entre 4 Hz y 40 kHz. Este rango avala la habilidad con la que el transductor electrodinámico es capaz de restituir el extremo grave y las frecuencias más altas del espectro audible
Por otro lado, en sus especificaciones Sony nos promete que su respuesta en frecuencia cuando los conectamos a la fuente de sonido utilizando el cable se extiende entre 4 Hz y 40 kHz.
Este rango avala la habilidad con la que el transductor electrodinámico es capaz de restituir el extremo grave y las frecuencias más altas del espectro audible, que en el mejor de los casos se extiende entre 20 Hz y 20 kHz (con la edad todos perdemos inevitablemente algo de audición, especialmente a la hora de recoger las frecuencias más altas del espectro audible).
Antes de seguir adelante merece la pena que nos detengamos un momento para indagar en las características de los altavoces que nos propone Sony en estos auriculares. El diafragma de cada unidad está fabricado en fibra de carbono, un material rígido y ligero que, sobre el papel, permite a un altavoz acercarse al comportamiento pistónico ideal.
Este es, sencillamente, el ideal al que debe aspirar debido a que el diafragma idóneo tiene que desplazarse como un pistón perfecto. Y esto quiere decir que no debe verse afectado por la inercia, y tampoco debe deformarse lo más mínimo. Como podemos intuir, este es solo un ideal teórico que en la práctica no se puede alcanzar debido a las restricciones impuestas por la física del mundo real.
De generar el campo magnético que se responsabiliza de propiciar el movimiento de excursión del diafragma se encarga un imán de neodimio (al igual que en los anteriores auriculares de esta familia). Y de la cancelación del ruido en esta revisión de los WH-1000 se ocupan, por primera vez, dos microprocesadores y una matriz de ocho micrófonos. Más adelante, en la sección de este análisis dedicada a nuestro banco de pruebas, comprobaremos cómo rinde esta arquitectura de procesado del sonido ambiental.
Sony ha arriesgado con el diseño de estos auriculares. Y ha acertado
Esta marca ha apostado por una estrategia conservadora desde que lanzó la primera revisión de estos auriculares, por lo que su diseño apenas ha variado desde la llegada de los WH-1000 originales. Sin embargo, esta quinta versión introduce varios cambios que, como estamos a punto de descubrir, tienen un impacto perceptible en su ergonomía.
Las almohadillas están fabricadas en un material sintético que emula el acabado de la piel y tiene un tacto extremadamente suave. Es una auténtica delicia. Además, consiguen repartir la presión sobre nuestro cráneo con mucha homogeneidad. De hecho, estas son las almohadillas mejor resueltas que he encontrado en este nivel de precio.
Pero esto no es todo. Como he mencionado unos párrafos más arriba, la estupenda ejecución del acoplamiento circumaural de estos auriculares (en este ámbito la calidad de las almohadillas juega un papel fundamental) y la elección de un recinto cerrado van de la mano para proponernos un nivel de aislamiento mecánico del ruido ambiental muy alto sin necesidad de recurrir a la cancelación activa del ruido.
Si conocéis cualquiera de las versiones anteriores de estos auriculares os daréis cuenta al observar la siguiente fotografía de detalle de que la diadema de estos XM5 es perceptiblemente más estilizada.
No obstante, aunque la superficie en contacto con nuestro cráneo es ahora un poco menor el material que se responsabiliza de repartir la presión es muy suave y resuelve esta interfaz con eficacia, lo que permite a estos auriculares ser más cómodos que sus predecesores.
Sus 250 g juegan a su favor desde el punto de vista de la ergonomía, por lo que es posible usarlos durante sesiones prolongadas sin apenas sufrir fatiga mecánica
Además, son muy ligeros (pesan 250 g). Sony ha conseguido 'arañar' 4 g si tomamos como referencia los WH-1000XM4, una cifra que en la práctica apenas es perceptible, pero que mantiene a estos auriculares entre los más ligeros de su categoría.
Y no cabe duda de que este peso tan comedido juega a su favor desde el punto de vista de la ergonomía. De hecho, durante mis pruebas los he utilizado en varias ocasiones y de forma ininterrumpida en sesiones de entre 4 y 5 horas, y son tan cómodos que casi te olvidas de que los llevas puestos.
Con frecuencia para hacer sus propuestas más ligeras los fabricantes de auriculares recurren a la utilización de policarbonato en el recinto y la estructura interna de la diadema. Y funciona. Es una forma de aligerarlos, pero a menudo su resistencia se ve comprometida.
No es el caso. Y es que estos WH-1000XM5 no transmiten la más mínima sensación de fragilidad. Sony no ha revelado la composición exacta del material que ha utilizado en el recinto y la estructura de la diadema, pero apostaría que se trata de un tipo de policarbonato reforzado. En cualquier caso, estos XM5 soportan estoicamente un trato razonablemente descuidado.
Otra mejora importante: la interfaz táctil ahora sí está a la altura
Los fabricantes de auriculares inalámbricos suelen optar por dos estrategias diferentes durante la implementación de la interfaz de control que vamos a utilizar los usuarios: una ejecución mecánica que recurre a los pulsadores, y, a veces, a los potenciómetros, o bien una interfaz táctil. Esta última es la opción por la que se ha decantado Sony, al igual que en las anteriores revisiones de estos auriculares.
Yo suelo preferir la interfaz mecánica que apuesta por los pulsadores porque es muy fiable, pero con la solución táctil de estos auriculares me he llevado una sorpresa muy grata. Y es que nos proponen un control más preciso que los XM4.
Detener o reanudar la reproducción, saltar al siguiente tema musical, aceptar una llamada, actuar sobre el volumen o activar temporalmente la recepción del sonido de ambiente es muy fácil. Y lo es porque la interfaz táctil identifica e interpreta nuestros toques con precisión.
Junto a estos auriculares Sony nos entrega un bonito estuche semirrígido, plegable y con acabado textil que tiene un diseño muy diferente al de la funda que nos propuso con los XM4 y las anteriores revisiones de los WH-1000. Y, en mi opinión, de nuevo ha dado en la diana debido a que el nuevo estuche es un poco más compacto y protege perfectamente los auriculares si lo metemos en una mochila o un bolso junto a otros objetos.
En la siguiente fotografía podemos ver que este estuche incorpora en su interior un pequeño compartimento que podemos utilizar para evitar que se nos pierdan el cable de carga con conector USB-C a USB-A, y también el cable con tomas en formato jack de 3,5 mm.
Un detalle más que merece la pena que no pasemos por alto: los XM5 incorporan menos puntos de articulación que sus predecesores, por lo que no es necesario plegarlos tanto cuando los introducimos en el estuche.
La razón por la que esta decisión me parece acertada consiste en que al reducir el número de puntos de articulación Sony ha logrado recortar también los posibles puntos de rotura o desgaste a largo plazo, lo que debería tener un impacto perceptible en la vida útil de estos auriculares.
Su mayor baza es que lo hacen todo un poco mejor que los XM4
Para poner a prueba estos auriculares he recurrido a dos escenarios de uso diferentes. En uno de ellos he utilizado como fuente mi iPhone 13 Pro Max, desde el que he reproducido mediante una conexión inalámbrica una selección muy amplia de temas musicales que conozco muy bien. Todos ellos tienen una toma de sonido impecable y están disponibles en varios formatos con y sin pérdida de calidad.
En el otro escenario de uso conecté los WH-1000XM5 al preamplificador híbrido con toma de auriculares que ejerce como centro neurálgico del equipo de alta fidelidad del que os hablamos a fondo en el artículo que enlazo aquí mismo.
Aquí tenéis algunos de los cortes musicales que he utilizado en este banco de pruebas. La selección es ecléctica porque nos interesa que estén representados géneros musicales muy diversos.
Además, buena parte de estos temas está disponible en forma de archivo digital con calidad de máster de estudio (FLAC con una resolución de 24 bits y una frecuencia de muestreo de 96 kHz), con calidad de CD (PCM de 16 bits y 44,1 kHz), y también en vinilo, por lo que los he escuchado en todas las versiones que tengo para poder comparar su sonido. Aquí tenéis los temas más representativos:
- ‘Stir it up’, de Bob Marley
- ‘You make me feel like a natural woman’, de Susan Wong
- ‘Redbud tree’, de Mark Knopfler
- ‘Autumn in Seattle’, de Tsuyoshi Yamamoto Trio
- ‘Spanish Harlem’, de Rebecca Pidgeon
- ‘You’ve got a friend’, de Susan Wong
- ‘Wasted time’, de Eagles
- ‘Vivaldi - Flute concerto in D’, Chesky Records
- ‘Stimela’, de Hugh Masekela
- ‘Lush life’, de Billy Strayhorn
- ‘Afro blue’, de Mongo Santamaria
- ‘April in Paris’, de Duke/Harburg
- ‘No sanctuary here’, de Chris Jones
- ‘Under the boardwalk’, de Mighty Echoes
Sony asegura que sus ingenieros han introducido varias innovaciones en los transductores de estos auriculares que persiguen incrementar su calidad de sonido, así que para ponerlos a prueba los enfrenté de tú a tú a unos WH-1000XM4. Las dos mejoras que a mí me parecen más interesantes son la introducción del diafragma de material compuesto de fibra de carbono y la puesta a punto de un nuevo circuito de conversión D/A y gestión de la amplificación de la señal de audio que, según Sony, incrementa la relación señal/ruido.
Este tipo de mejoras a veces no son palpables en una audición a ciegas, pero si nos ceñimos a los auriculares que estamos analizando y los comparamos con sus predecesoras, el incremento de la calidad de sonido se percibe con claridad. El nivel de detalle de los XM5 es ligeramente más alto que el de los XM4, especialmente cuando ambos se enfrentan a la reproducción del extremo alto del espectro de frecuencias audible (el corte 'Stimela' de Hugh Masekela es perfecto para analizar esta cualidad).
Además, los XM5 tienen una capacidad dinámica un poco más alta que los XM4 (para comprobarlo igualé el nivel de presión sonora de los dos auriculares utilizando mi sonómetro Velleman DVM805). Y también resuelven mejor los transitorios (son sonidos intensos y de corta duración que muchos componentes de audio no consiguen reproducir correctamente, como, por ejemplo, las castañuelas). Por último, en lo que se refiere a la reproducción de las voces y el extremo grave no identifiqué una diferencia claramente tangible entre los XM5 y los XM4.
¿Suenan mejor los nuevos WH-1000XM5 que sus predecesores? Sí, sin duda su calidad de sonido es más alta. Pero, eso sí, no es una diferencia abismal. En mi opinión juegan en la liga de los Fidelio L3 de Philips, que son unos auriculares estupendos, y en algunos apartados rivalizan con los AirPods Max de Apple, que son mucho más caros. Y esto los deja en muy buen lugar. Pero, en mi opinión, les falta un pequeño empujón para que su calidad de sonido brille tanto como los apartados en los que estamos a punto de indagar.
La cancelación del ruido que nos han propuesto las anteriores revisiones de estos auriculares ha destacado por su calidad, por lo que estos XM5 tienen a su favor un punto de partida muy cómodo. La eficacia con la que atenúan el nivel de presión sonora de las fuentes de ruido homogéneas y persistentes es similar a la que nos proponen los XM4, pero consiguen desmarcarse de sus predecesores cuando las circunstancias son desfavorables.
Buena parte de los auriculares dotados de cancelación activa del ruido resuelven bien la atenuación de los sonidos homogéneos, pero fracasan cuando la fuente de ruido experimenta variaciones constantes de intensidad y cadencia. Estos WH-1000XM5 no.
La atenuación que nos proponen en estas circunstancias no es tan convincente como la que nos entregan cuando se lo ponemos fácil, pero en este ámbito doblegan tanto a sus predecesores como a los competidores que he tenido la oportunidad de analizar, entre los que se encuentran los AirPods Max de Apple o los Fidelio L3 de Philips.
Definitivamente estos WH-1000XM5 nos proponen la mejor cancelación activa del ruido que he probado hasta ahora. Para efectuar en tiempo real los cálculos que requiere esta tecnología los XM4 cuentan con un microprocesador HD Noise Cancelling Processor QN1 diseñado por la propia Sony, pero estos XM5 recurren también a un segundo chip conocido como Integrated Processor V1 que libera de una parte del esfuerzo computacional al QN1. Y sí, esta estrategia marca la diferencia, sobre todo cuando las circunstancias en las que es necesario ejecutar la atenuación del ruido son desfavorables.
La responsable de recoger el ruido ambiental es una matriz de ocho micrófonos multidireccionales administrada por los dos microprocesadores que he mencionado en el párrafo anterior, pero cuando se trata de recoger nuestra voz durante las llamadas 'solo' intervienen cuatro de esos micrófonos.
No obstante, el algoritmo utilizado por Sony logra separar nuestra voz del ruido ambiental con precisión. Los XM4 resuelven razonablemente bien las llamadas, pero los XM5 identifican con más precisión nuestra voz, especialmente cuando hay viento.
Aún nos falta indagar en un apartado muy importante antes de concluir esta sección del análisis: qué autonomía nos entregan estos auriculares. Y me parece oportuno confesar que me he llevado una sorpresa grata debido a que por primera vez he medido una autonomía ligeramente superior a la que nos promete el fabricante.
La duración de la batería está condicionada por la utilización que hagamos de la cancelación del ruido y el tratamiento del sonido de ambiente, por el nivel de presión sonora al que nos gusta escuchar nuestra música, y también por el tipo de contenido que reproducimos.
Las cifras de autonomía de estos auriculares son de auténtico récord: hasta 32 horas con la cancelación del ruido activada, y hasta 42 horas con esta tecnología desactivada
Esto explica por qué es imposible obtener una cifra tajante. En cualquier caso, con la cancelación del ruido habilitada y un nivel de presión sonora moderado para proteger la salud de nuestros oídos la autonomía oscila entre 31 y 32 horas. Y con la cancelación del ruido desactivada he medido 42 horas.
Estas cifras de autonomía son de auténtico récord, y me da la sensación de que elevan el listón tanto que probablemente no va a ser fácil que otros auriculares inalámbricos las superen. Un último apunte: cargarlos al 100% cuando la batería está completamente descargada nos obligará a esperar aproximadamente 3,5 horas.
Sony WH-1000XM5: la opinión y nota de Xataka
Estos auriculares son una apuesta ganadora. Sus predecesores, los WH-1000XM4, nos gustaron mucho cuando tuvimos la oportunidad de analizarlos a fondo, y, sorprendentemente, estos XM5 lo hacen todo un poco mejor. Como hemos visto, su calidad de sonido es más alta, su ergonomía está mejor resuelta, su cancelación del ruido resuelve mejor los escenarios de uso desfavorables, recogen mejor nuestra voz durante las llamadas, y, de propina, su autonomía también es ligeramente mayor.
Es evidente que el punto de partida desde el que Sony ha diseñado estos auriculares le ha resultado muy favorable debido al buen rendimiento global de las anteriores revisiones de estos WH-1000, pero, honestamente, no esperaba que los ingenieros de esta marca consiguiesen refinarlo todo en estos XM5. Y sí, lo han logrado. De hecho, para ponerles alguna pega es necesario que adopte el rol de un usuario extraordinariamente tiquismiquis.
Su hándicap más evidente es su precio. Y es que los 450 euros que Sony nos pide por ellos posiblemente los colocarán fuera del alcance de algunos usuarios. No obstante, debido a su calidad este precio no me parece descabellado. Por otro lado, como he mencionado unos párrafos más arriba, a su calidad de sonido le falta un pequeño empujón para doblegar a sus competidores de la misma forma en que lo hacen si nos ceñimos a su cancelación del ruido y su autonomía. Y ya está. No tengo nada más que objetar. Estos WH-1000XM5 son tan buenos que Sony lo va a tener muy difícil para conseguir que los XM6 sean todavía mejores.
9,3
A favor
- Su ergonomía está muy bien resuelta, por lo que podemos usarlos durante sesiones largas sin fatiga
- Tienen la mejor cancelación activa del ruido que hemos probado hasta ahora
- Recogen nuestra voz con precisión durante las llamadas incluso con viento
- Nos proponen una autonomía de auténtico récord
En contra
- Su precio los coloca fuera del alcance de algunos usuarios a los que por sus prestaciones sin duda les encajarán
- Su calidad de sonido ha mejorado perceptiblemente, pero no aventajan a sus competidores como lo hacen gracias a su cancelación del ruido o su autonomía
Sony WH-1000XM5 Auriculares Inalámbricos con Noise Cancelling, 30 horas de Autonomía, Optimizados para Alexa y Asistente de Google, con Micrófono Incorporado para Llamadas de Teléfono, Negro
Estos auriculares han sido cedidos para este análisis por Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con las empresas.
Más información: Sony
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