Las nomenclaturas de Sony para sus móviles parecen seguir ciclos anuales, pero la de este año es un claro guiño a sus cámaras de fotos, así como las prestaciones de su buque insignia. Algo que teníamos muchas ganas de comprobar en el análisis del Sony Xperia 1 II, con ese nombre que lleva latente el “mark II” y unas apps para foto y vídeo que emulan el uso de sus cámaras.
Se trata de un móvil que, como ya vimos en su presentación, mantiene la apuesta por esa forma rectangular en pro de que la interfaz pueda contener dos cuadrados completos en la configuración de pantalla dividida. Un panel 4K, cumpliendo estándares propios para su buque insignia y presumiendo de la firma Zeiss en sus ópticas. Veamos qué tal resulta la experiencia con él.
Ficha técnica del Sony Xperia 1 II
SONY XPERIA 1 II |
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DIMENSIONES Y PESO |
166 x 72 x 7,9, 181 gramos |
PANTALLA | OLED de 6,5 pulgadas |
PROCESADOR |
Snapdragon 865 |
MEMORIA RAM |
8 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
256 GB |
CÁMARAS TRASERAS |
Gran angular de 12 MP f/2.2, 16 mm |
CÁMARA DELANTERA | 8 MP |
BATERÍA |
4.000 mAh |
SISTEMA OPERATIVO |
Android 10 |
CONECTIVIDAD |
Por determinar |
OTROS | IP65/68, sonido estéreo 360 Reality Audio, jack 3,5 mm, altavoces estéreo |
PRECIO |
Sony Xperia 1 II Negro Single SIM & WH-1000XM3
Diseño: indudablemente, un Xperia (para lo bueno y lo no tan bueno)
Aunque sus móviles son singulares, la carta que juega Sony con el diseño es una que vemos en otras marcas como Apple: la de “no renovarse o morir”. El fabricante se mantiene férreo en un formato y diseños característicos, renovándolo lo justo según las modas y que se dibuja en unas líneas rectangulares y alargadas que este Sony Xperia 1 II lleva impresas en su código genético.
El Xperia 1 II es delgado pero deja de lado casi de manera absoluta las curvaturas, tanto en la pantalla como en la trasera. Incluso en los bordes, que solemos ver dibujando curvas de 180 grados en casos tan exagerados como el Motorola Edge o el LG Velvet 5G, aquí son planos y en ángulo recto con respecto a la pantalla y a la trasera, con la excepción de las esquinas (que sí son curvas en el eje transversal).
El acabado reflectante se extiende por toda la trasera y los bordes, aunque veamos distintos materiales. Corning Gorilla Glass 6 para la pantalla y la trasera con aluminio para los marcos, todo con un tacto parecido y con la trasera a modo de tapa entre ese chasis de aluminio.
Llaman la atención algunos aspectos estéticos, algunos repercutiendo en el manejo: los botones de volumen conforman una discretísima barra, sobresaliendo lo justo como para que los detectemos a ciegas y quedando por encima del lector de huellas (también botón de encendido). El sensor sigue teniendo la forma alargada que hemos visto en otros Xperia anteriormente, aunque algo más insertado en el borde, de modo que el dedo llega a “meterse” en cierto modo en el borde al posarse sobre el botón.
Algo que ya nos llamó la atención en nuestro análisis en la primera toma de contacto en vídeo (os lo mostramos a continuación) es que sí, sigue habiendo botón dedicado a la cámara. Cuando hablemos de las apps de cámara veremos que ahí juega un papel importante (gracias o por culpa del software), pero de momento podemos decir que sirve para abrir la app de serie de cámara presionando y manteniendo. Aunque no es una sensación del todo positiva al dar la impresión de que está suelto, algo que no pasa con los de volumen.
Más aspectos a destacar en el diseño son, por ejemplo, el altavoz principal, situado en la parte inferior pero no en el borde, sino en la pantalla. Asoma a modo de discreta hendidura como el superior, pero en este caso la ventana es más larga.
Hablando de sonido, hay jack de audio en la parte superior y los 3,5 milímetros son justo lo que mide el plano borde lateral (¿casualidad? No lo creo). El USB tipo C campa a sus anchas en en lado opuesto, totalmente centrado, y para la bandeja de las SIM vemos una tradicional tapa, aunque añadida con discreción y que nos permitirá cambiar las tarjetas sin tener un pincho.
Entonces, ¿es cómodo? Buena pregunta. Al agarre en vertical lo es, pero este ratio de pantalla hace que el manejo no lo sea tanto, ni siquiera con el modo a una mano. La parte superior queda totalmente inaccesible salvo que lo usemos con una mano únicamente para sostener y la otra como puntero, y las esquinas (aunque curvadas) no son cómodas en su apoyo en la palma de la mano.
Y entonces, ¿es compacto? Otra buena pregunta. Por volumen queda el segundo por debajo del iPhone 11 Pro hablando de los más pequeños dentro de los rivales más recientes, aunque justo le sigue el LG Velvet con mayor diagonal y mayor batería con el mismo peso. Logra ser por tanto de los más compactos, si bien también es más alto que algunos, como el Huawei P40 Pro o el iPhone.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
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Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Samsung Galaxy S20 Ultra | 166,9 | 76 | 8,8 | 220 | 6,9 | 5.000 | 126,84 | 111,62 |
Xiaomi Mi 10 Pro | 162,5 | 74,8 | 9 | 208 | 6,67 | 4.500 | 121,55 | 109,39 |
LG Velvet 5G | 167,08 | 74 | 7,85 | 180 | 6,8 | 4.300 | 123,58 | 97,0103 |
Motorola Edge | 161,4 | 71,1 | 9,29 | 188 | 6,7 | 4.500 | 114,75 | 106,60 |
Black Shark 3 Pro | 177,79 | 83,29 | 10,1 | 253 | 7,1 | 5.000 | 148,11 | 149,59 |
Nubia Red Magic 5G | 168,6 | 78 | 9,8 | 218 | 6,65 | 4.500 | 131,51 | 128,88 |
OnePlus 8 Pro | 165,3 | 74,35 | 8,5 | 199 | 6,78 | 4.510 | 122,9 | 104,47 |
iPhone 11 Pro | 144 | 71,4 | 8,1 | 188 | 5,8 | 3.179 | 102,82 | 83,28 |
Al final se agradece que no llegue a los 200 gramos, ya que aunque tampoco se puede hablar estrictamente de un móvil ligero es, en cierto modo, un descanso con respecto a otros más pesados. Eso sin perder robustez en la construcción, gozando de buenos acabados y sin resbalar, siendo algo sufrido en cuando a la suciedad (se queda el rastro de las manos, pero de una manera bastante disimulada).
Antes de pasar a la pantalla podemos hablar precisamente del diseño del frontal. Sony deja a un lado tendencias como los agujeros en pantalla, las cámaras retráctiles o algo ya muy recurrido como el notch para optar por unos marcos convencionales y simétricos a ambos lados. La cámara frontal queda así oculta con un marco superior igual a la barbilla, sin que esto signifique que el frontal no esté bien aprovechado, sino todo lo contrario.
Por cierto, hablando de mantener características tradicionales, en la parte superior encontramos un discreto LED de notificaciones. Aunque eso sí, sólo podremos activarlo o desactivarlo, ni una opción para configurar.
Pantalla: manteniendo el listón en resolución no se necesitan añadidos de manejo
En ese convencional frontal se halla una pantalla OLED con resolución de 1.644 x 3.840 píxeles, con lo que queda una densidad aproximada de 643 píxeles por pulgada. Un número bastante alto, superior al resto de la competencia y sólo por debajo del Sony Xperia XZ Premium (con menor diagonal), por lo que va sobrado de densidad y es todo un golpe en la mesa a esa cantidad creciente de gamas alta que cojean en resolución al quedar en FullHD+ (como muchos gama media).
No gana en aprovechamiento de frontal a los que sí optan por esas soluciones que mencionábamos antes, pero queda en un 84% (según GSM Arena) que más allá del número no está mal al lograrse la sensación de “todo pantalla” con bastante discreción y sin que molesten los marcos como sí podía ocurrir con el iPhone SE (2020). Contemporáneo no, efectivo sí.
Hablando del panel, la nitidez es más que suficiente como cabría pensar por los datos numéricos. Podremos ajustar el balance de blancos con bastante cercanía a nuestras preferencias gracias a la sección que hay al respecto en los ajustes de pantalla, pudiendo preestablecerlo o bien ajustarlo en temperatura o por los componentes de color (rojo, verde y azul).
Aunque lo que destaca es el apartado de ajustes de calidad de imagen, donde vemos principalmente dos modos de color: modo creador y modo estándar. El primero está orientado a dar un mejor procesamiento de la imagen compatible con el espacio de color BT.2020 y color de 10 bits (8 bits con suavizado de 2 bits) de la especificación HDR.
La combinación del balance de blancos y estos modos es muy positiva de cara a permitir que los usuarios más exigentes en este sentido puedan jugar con las combinaciones hasta dar con los colores y el balance que más les encaje. Eso sí, para los que más vayan al detalle, hay que tener en cuenta que el Xperia 1 II no abarca estrictamente por completo el espacio de color BT.2020 (podemos ver en la web el diagrama según el fabricante).
Según lo que hemos ido probando, hemos tenido mejor experiencia dejando el balance de blancos en torno al punto blanco D65 (corrigiéndolo ligeramente) y el modo creativo de color, aunque si preferimos un toque de mayor viveza podemos optar por el estándar y dejar el creativo en automático para las apps que son compatibles con el HDR, como Netflix. Los colores que muestra el panel son naturales, sin exceso de saturación en ninguno de los modos, por lo que habrá bastantes usuarios que se conformen con la configuración de fábrica.
No hemos hablado de la tasa de refresco porque Sony ha decidido no entrar en la competición del momento. 60 hercios para este panel, lo cual no es determinante para la experiencia y no todo el mundo es capaz de apreciarlo, pero a nivel de mercado no iguala a la competencia y es un extra de fluidez que podría resultar interesante.
Lo que sí vemos entre las opciones, que en cierto modo podría aproximar la sensación que tendríamos con una mayor frecuencia de refresco, es la posibilidad de activar la reducción del desenfoque de movimiento, pensado para mostrar una imagen más clara al disminuir el tiempo que necesitan los píxeles para activarse. Pero en nuestras pruebas no hemos apreciado cambios, ni en vídeos ni en juegos ni con las transiciones en general.
Hablando del brillo máximo, es suficiente para que la pantalla se vea bien cuanta más luz hay en el ambiente (y más directamente incide). Eso sí, el ajuste de brillo automático no funciona del todo bien, y en ocasiones tendremos que corregir manualmente (sobre todo cuando baja demasiado de manera repentina al pasar de un entorno iluminado a uno algo más oscuro).
La respuesta táctil es correcta hablando de la interacción estándar, pero a este respecto el fabricante ha querido innovar añadiendo sensores laterales en la pantalla. La idea es que el uso a una mano sea más cómodo, de modo que con un doble toque se active el modo a una mano, tengamos acceso rápido a ciertas apps o se facilite la multiventana (un poco la “función estrella”), pero la interacción requiere bastante entrenamiento y al final cae en el olvido aunque quitemos transparencia de la zona de sensibilidad (puede ajustarse el tamaño, la posición y la transparencia, esto es fundamental y está muy bien).
Vemos que la pantalla ambiente es bastante básica, permitiendo un mínimo de personalización. Y lo que sí podremos echar de menos es despertar la pantalla con un toque.
Rendimiento: suficiente potencia, demasiado calor
Como buque insignia de la compañía japonesa, el Sony Xperia 1 II integra el procesador más potente de Qualcomm que vemos actualmente en la gama alta de Android: el Snapdragon 865. Hablando de la RAM es menos ambicioso, con 8 GB de RAM y dejando a un lado esa aparente carrera por sobrepasar los 12 GB que hemos ido viendo el último año.
Con este hardware no esperamos que haya problemas de rendimiento y las expectativas se cumplen: ninguna tarea supone un problema para el Sony Xperia 1 II, ni siquiera las complejas apps de vídeo y foto o juegos exigentes como ‘Real Racing 3' o ‘Call of Duty’. Hemos puesto especial empeño en probar la multiventana para buscarle las cosquillas a una de las funciones que más destaca el fabricante, pero tampoco hemos notado nada extraño.
Así, ni lags, ni tirones ni ningún otro signo de que alguna tarea vaya a no desarrollarse bien, aunque lo que sí hemos notado es un evidente calentamiento que no se hace demasiado de rogar. Especialmente con la reproducción de vídeo, notaremos que la trasera y los bordes aumentan de temperatura hasta el punto de tener que dejarlo en reposo por precaución. No deja de funcionar bien, pero no es algo conveniente ni a corto ni a largo plazo.
Hemos probado varios móviles con configuración de chipset similar sin experimentar esto, por lo que podría tener relación en cómo se haya pensado la disipación del calor, en el diseño y/o en los materiales, pero desde luego es algo a mejorar.
Os dejamos los benchmarks habituales pasados al Sony Xperia 1II junto a los de otros móviles de configuración similar.
Sony Xperia 1 II | Black Shark 3 Pro | NUBIA RED MAGIC 5G | ONEPLUS 8 PRO | HUAWEI P40 PRO | SAMSUNG GALAXY S20 ULTRA | XIAOMI MI 10 Pro | IPHONE 11 PRO | ||
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PROCESADOR | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Kirin 990 | Exynos 990 | Snapdragon 865 | Apple A13 Bionic | |
RAM | 8 GB | 8 GB | 8 GB | 12 GB | 8 GB | 12 GB | 8 GB | 4 GB | |
ANTUTU | 535.791 | 582.466 | 586.961 | 570.630 | 465.493 | 522.873 | 585.713 | 409.070 | |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) | 905 / 3.330 | 906 / 3.316 | 925 / 3.214 | 885 / 3.136 | 943 / 2.527 | 819 / 2.315 | 892 / 3.224 | 1.331 / 3.333 | |
3D MARK (SLING SHOT) | 8.885 | 7.330 | 9.448 | 8.726 | 4.074 | 8.184 | - | - | |
PCMARK WORK | 9.994 | 9.878 | 9.878 | 13.414 | 9.476 | 10.426 | 8.948 | 9.929 | - |
Ver galería completa » Sony Xperia 1 II, benchmarks (5 fotos)
Software: la mínima personalización por parte del fabricante y para el usuario
Sony sigue apostando por un launcher propio que ha ido evolucionando hasta añadir menos bloatware y sobre todo menos opciones de personalización que otras capas. En este caso vemos esta capa de software sobre Android 10.
Vemos que en el pre-load nos deja elegir si instalar una serie de apps propias y de terceros, por lo que podemos arrancar en móvil sin ese pellizco de probable bloatware en nuestro móvil. Habrá algunas apps que se sí instalen como Facebook o la de Noticias (aunque ésta la deseleccionamos), pero pueden eliminarse en su mayoría.
Vemos una estética propia pero relativamente tradicional (hablando de la marca) y bastante discreta. El menú de ajustes también bebe de esta sencillez y muestra apartados muy genéricos y conocidos, salvo Xperia Assist (que integra los modos para la batería que luego veremos y un acceso directo a la guía de uso del móvil).
Es un launcher bastante parco en opciones comparado con otro, casi más cercano a una experiencia con Android stock. Tenemos el bienestar digital sin añadidos, los ajustes de audio y batería que analizaremos en sus secciones y los de la pantalla, que son los que más nutridos están en comparación con la versión “rasa” de Android y otras capas.
En ese apartado podremos echar en falta opciones para personalizar la pantalla de inicio, teniendo que mantener la distribución de cajón + escritorio. Lo que sí que podremos hacer es cambiar la barra de botones por la navegación por gestos.
Hemos visto ya que el software en relación a la interacción interfaz-usuario se centra mucho en la pantalla dividida y en los sensores laterales. En la práctica no suponen un cambio determinante; hablando de la doble ventana es quizás algo más versátil y visualmente más atractiva (al ser 1:1), pero los sensores laterales caen en el olvido y casi acaban molestando al activar la barra lateral por accidente.
Algo que también han querido destacar es el optimizador de juegos. Representa una serie de ajustes que permiten priorizar el trabajo del procesador, la RAM y la gráfica para el videojuego, pudiendo restringir notificaciones y optimizar el área táctil.
No es que se note demasiado en cuanto a rendimiento porque per sé la optimización es ya correcta y no necesita limitar el resto de tareas para que el juego funcione bien, pero hay algún añadido interesante como el control de carga (que hace que el móvil no se cargue si jugamos para evitar el sobre calentamiento). Aunque eso sí, el botón es bastante poco discreto, pero podemos eliminarlo o cambiarlo a una barra.
El software funciona muy bien y no hemos detectado ningún problema, pero cierto es que con respecto a otras capas se echan en falta muchas opciones de personalización comparándolo con otras capas. Es lo único que un usuario habituado a otros software podría percibir con relativa facilidad.
Biometría
Un apartado que vemos anormalmente recortado el de biometría, ya que el Sony Xperia 1 II no incluye reconocimiento facial, ni de los más sencillos. Es una carencia bastante notable al ser una característica que vemos en móviles de prácticamente cualquier gama (y funcionando muy bien), aunque quizás puedan añadirla por actualización.
Hablando del lector de huellas, la experiencia nos ha recordado a la que tuvimos con el Sony Xperia 10 Plus porque nos ha llegado a fallar en ocasiones (y el cual tampoco incluía reconocimiento facial), aunque la ubicación es buena y normalmente funciona bien y rápido en el agarre estándar del móvil (si lo sostenemos con la izquierda y tenemos el índice corto quizás falle, al apoyar menos huella). No llega a ser la buena experiencia que tuvimos conel Sony Xperia XZ1 Compact, pero al menos notamos cierta mejora.
Cámaras: la versatilidad y el enfoque "pro" marcan un buen camino
Muy Sony y mucho Sony en la fotografía de este buque insignia de la marca, sobre todo en apariencias e interfaz. Como vemos en otros fabricantes como Apple, la marca (proveedora de multitud de sensores fotográficos del mercado móvil) no se sube tampoco al tren de los megapíxeles y queda con una triple cámara trasera con captadores de 12 megapíxeles, buscando no aumentar tanto la resolución, sino el tamaño. Así es la configuración de cámaras del Xperia 1 II:
- Cámara principal con un sensor Sony EXMOR RS de 12 megapíxeles (1/1,7 pulgadas y píxeles de 1,8 µm), con 24 milímetros de distancia focal equivalente y una lente con apertura f/1.7. Dispone de estabilización óptica de imagen (OIS).
- Gran angular con sensor Sony EXMOR RS de 12 megapíxeles (1/2.55 pulgadas y píxeles de 1,4 µm), con 16 mm equivalente y lente con apertura f/2.2. Campo de visión de 124 grados.
- Teleobjetivo con sensor de 12 megapíxeles con 70 mm de equivalente y lente con apertura f/2.2.
- Sensor ToF
- Cámara frontal: sensor de 8 megapíxeles (1/4 pulgadas) y lente con apertura f/2.0 y campo de visión de 84 grados.
Algo que en su momento destacaron es la aportación de Zeiss en las cámaras. Concretamente lo que ha hecho esta compañía es aportar el revestimiento a las lentes, buscando que que se minimicen reflejos y aberraciones mientras se incrementa el contraste.
Hablando del software, las mejoras que más se destacó en la presentación fueron las concernientes al enfoque, gracias a ese sensor ToF y al motor de procesado BIONZ X. Esto se traduce, según la marca, en que el enfoque se mantiene en los ojos de animales o personas que nos interesa fotografiar aunque esté en movimiento (algo que también vemos en las cámaras de Sony), con lo cual además se logran ráfagas de hasta 20 imágenes por segundo.
App de cámara
Este apartado es en esta ocasión algo más interesante porque tenemos dos apps de cámara y una propia de vídeo que se añade a la de serie. Vayamos por partes.
La app estándar (y para todos los públicos) es bastante conservativa y sigue teniendo dos pestañas globales para foto y para vídeo. Nada de modo noche y muchos de los múltiples modos que vemos en otras capas y ni siquiera está ya el acceso directo al HDR, antes disponible en el modo pro y ahora sólo presente en el vídeo. De hecho, con las apps Pro ya no hay tal modo como tal.
Lo que sí vemos son los accesos al flash, el ratio, los controles de exposición y balance de blancos, los ajustes y el modo retrato (suerte que conocíamos el símbolo de anteriores análisis). Un modo cuyos resultados veremos a posteriori, pero que es muy poco claro en su desempeño y muchas veces haremos la foto sin saber si se ha aplicado el bokeh artificial.
Respecto a versiones previas (y en consonancia con la triple cámara), vemos que se añaden los habituales botones para cambiar de lente para el gran angular (0,7x), estándar (1x) y teleobjetivo (3x), que permiten elegir según nos convenga. Eso sí, el zoom que hacemos con cada una en cada caso será digital.
La app Photo Pro es, directamente, manejar una réflex de Sony. Control manual de todo, elección del objetivo, posibilidad de elegir entre HDR o DRO (Dynamic Range Optimizer de Sony, usando una sola imagen) y posibilidad de elegir ver el histograma y el nivel. Aunque nos hace depender del botón de cámara físico para disparar (o los de volumen), cuando sería más cómodo añadir uno táctil (al menos como alternativa).
La app Cinema Pro es tres cuartos de lo mismo, pudiendo hacer multitud de ajustes manuales y teniendo muchos datos de la toma en la pantalla, como el nivel de audio, la exposición, el códec o los filtros. Podemos trabajar en proyectos distintos y elegir para cada uno unos FPS, así como elegir si deseamos la estabilización activada, la medición de luz y algún otro aspecto.
Al final tenemos más bien dos extremos: una app muy, muy sencilla para la fotografía y vídeo más estándar, para sacar el mínimo partido a la óptica y al hardware, y otras que implican cierto conocimiento previo de conceptos y un tiempo de exploración de las posibilidades de la app. Quizás la app estándar peca de ser demasiado parca en opciones, pero todas funcionan bien.
Cámaras traseras
Tirando de ajustes automáticos, las fotografías del Sony Xperia 1 II en exteriores y con buena luz destacan por la naturalidad y realismo de los colores. Hay un buen control del ruido y tratamiento de los contornos sin ver aquí exageraciones, pero sufre especialmente en penumbras y follajes a nivel de detalle.
El contraste está en su correcto nivel y también el rango dinámico, estando el HDR de manera automática y sin poder desactivarlo en la app de cámara estándar. Tiene margen de mejora sobre todo en contraluces, pero al menos no vemos que resulte agresivo ni en escenas de día ni de noche.
En baja luz, como todos los móviles, la calidad es algo menor, pero en automático logramos instantáneas muy bien defendidas incluso con iluminación cambiante. No hay modo noche, así que para jugar con la larga exposición y la ISO tendremos que ir al modo PRO, aunque ahí lo único que puede fallarnos es el enfoque manual (no se ve bien del todo el campo enfocado, vendría bien el peaking).
Hablando del gran angular, podremos ver que el balance de blancos varía ligeramente dejando un tono algo más frío, pero es poco perceptible y hay bastante fidelidad con el objetivo estándar y ru realismo incluso con el contraste. Veremos que hay menor nitidez sobre todo en escenas más exigentes, pero incluso de noche da fotos más que decentes y sin que el ruido (mayor que con la estándar) se adueñe del entorno si hay iluminación abundante.
En cuanto al teleobjetivo, obtenemos tres aumentos de zoom óptico que podemos incrementar ya de manera digital. Tal cual (con esos 3x) da resultados aceptables, sin sobresalir y con buena luz. De noche tiene bastante más problemas para exponer que otros teles de la actualidad y puede que nos encontremos algún problema al enfocar si la situación es complicada.
Lo positivo es que hablando de rango dinámico y de fidelidad del color queda bastante cercano a la lente estándar, con la principal diferencia de tener algo menos de nitidez en situaciones como el amanecer/atardecer. De noche veremos buen resultado si hay iluminación abundante, si no probablemente dé algo de subexposición.
El modo retrato (muy poco intuitivo en la interfaz, por cierto) tiene mucho margen de mejora. El desenfoque es demasiado plano y si no hay un contraste muy claro entre el sujeto y el fondo el recorte deja mucho que desear, además de que es bastante exigente con la distancia mínima. El rango dinámico parece ser también inferior al disparo en automático y cuesta bastante que actúe con ítems (no humanos).
Cámara frontal
La cámara subjetiva no parece haber experimentado mucha evolución con respecto a lo previo. De hecho, no vemos que tenga un resultado a la altura de lo esperado, aunque defiende bastante bien las tomas con buena iluminación sobre todo manteniendo esos colores naturales.
De noche dependerá enormemente de la iluminación: si no tenemos algo de luz a favor la foto será casi insalvable, con mucho ruido, pérdida de detalle y subexposición. Pero con más cantidad de luz podemos mejorar bastante el resultado.
El modo retrato también está bastante por debajo de las expectativas. No hay un buen recorte en muchas ocasiones y el fondo es demasiado plano.
En general, tratándose de un gama alta, da la impresión de que esta cámara se ha descuidado o de que se han centrado esfuerzos en las traseras en detrimento de ésta.
Ver galería completa » Sony Xperia 1 II, galería fotográfica (8 fotos)
Vídeo
Las opciones de vídeo se multiplican en este Xperia sobre todo si somos profesionales o nos gusta dar un toque distinto (y quizás más cinematográfico) a nuestros vídeos. Desde luego, para la app Pro es mejor tener nociones de grabación, pero con tiempo y paciencia ya no hay excusa para aprender con una app tan nutrida.
En cuanto a la app estándar, nos encontramos la posibilidad de activar o no el HDR (y esto veremos que será determinante). Hablando del 4K en automático tenemos tomas bastante decentes, con colores realistas y buen contraste y rango dinámico, que logran mantenerse a 1080p al menos de día.
Lo bueno: podemos grabar en 4K también con el gran angular y el tele. Lo malo: la lente que elijamos será la única con la que grabemos, nada de saltos de una a otra.
Veremos que con el gran angular la nitidez es menor y puede haber algo de neblina, aunque los problemas vienen con el HDR. La calidad es muy baja con este supuesto mayor rango dinámico, y de noche las tomas son casi insalvables.
En el teleobjetivo las tomas salen bien de día y con la resolución 4K sobre todo. A 1080p hay algo de sharpening y menos nitidez, aunque los colores realistas se conservan.
Buen trabajo de la estabilización tanto en 4K como a 1080p para la cámara principal, tirando en este caso (y en el del teleobjetivo) de OIS. Se pierde un poco a 60 frames por segundo (sólo disponible en 1080p), y aunque también hay OIS en el tele la estabilización resulta mejor en el gran angular (electrónica), con menos tirones.
Con la app Pro podemos configurar gran parte de los aspectos de manera manual, teniendo en cuenta que no nos dejará ajustar en automático si no ponemos un valor cercano al adecuado para la escena (por ejemplo, si hemos puesto una ISO demasiado baja). Hemos hecho pruebas con algunos filtros, pero disminuyen bastante la calidad (aunque añadan este toque de cine).
En la cámara frontal se traduce bastante directamente lo que hemos visto en la fotografía. Podemos ver colores un poco lavados en luz media, pero el detalle se mantiene relativamente bien salvo de noche, cuando la calidad decae más.
Autonomía: cumpliendo mínimos
El Xperia 1 II ha logrado algo sobre el papel que no había alcanzando ninguno de sus predecesores, ni los más voluminosos: integrar una batería de 4.000 mAh. Actualmente estamos viendo pilas de 5.000, 6.000 e incluso más miliamperios por hora, pero hablando del fabricante esto es un salto en principio para bien, ya que aunque no sólo depende de esto normalmente una mayor capacidad da mejores autonomías.
Alternando jornadas de uso intensivo y menos exigente, la experiencia es bastante buena con esta pila, sin milagros. La autonomía media es de 23 horas, si bien normalmente pasará de las 24 si no tiramos mucho de cámara o multimedia y en las jornadas más exigentes supera las 8 horas de pantalla, quedando de hecho esto de media.
Desde luego no es una autonomía que bata récords ni nada por el estilo, pero esperábamos incluso un peor rendimiento teniendo en cuenta la resolución del panel (aunque el renderizado puede variar hablando de plataformas VOD, en las cuales no suele alcanzarse el 4K). Parece que el software haga un buen trabajo en el control del consumo en segundo plano, contando además con el habitual modo Stamina (para ahorrar batería) y el cuidado de la batería, orientado a prolongar la vida de la pila al reducir el tiempo de carga del móvil una vez se alcanza el 90%.
En cuanto a la carga, con el cargador que se entrega en la caja (18 vatios) se tardan unas dos horas en completar la carga del 0 al 100% y con el móvil apagado, llegando al 45% en media hora y al 60% en torno a los 45 minutos. Desde luego no es algo que lo vaya a diferenciar dado que en cargas rápidas mayores hemos llegado a ver tiempos de 40 minutos para baterías similares (o más grandes), aunque tampoco es de los más lentos.
Audio: todo lo necesario para una buena experiencia (y algo que nos sobra)
Sony cuenta con un largo recorrido en el área de sonido y es un apartado que parece que han querido cuidar en este móvil. Empezando por los componentes y diseño, el Xperia 1 II presenta sonido estéreo (con esos altavoces frontales que hemos comentado en el primer apartado) y cuenta con minijack de 3,5 milímetros, además de algunos ajustes de software de los que ahora hablaremos.
El sonido estéreo per se siempre es un aliciente y en este caso cumple bien, logrando que la salida de audio por los altavoces sea relativamente envolvente y dando un plus a los juegos y contenidos multimedia. Aunque echamos en falta algo de rango dinámico, la calidad es alta y tiene un buen rendimiento en cuanto a graves.
El volumen máximo no es excesivamente alto, y de hecho normalmente lo tendremos por encima del 75% tanto si usamos altavoces como auriculares. Al 100% detectamos unos 80 decibelios ambientales (nada mal), quedando en 102 dB a la salida del altavoz principal.
Eso sí, veremos que la experiencia mejora con el Dolby Atmos activado. Convendrá tenerlo en dinámico para que se adapte según el tipo de audio, dado que los predefinidos no favorecerán sonidos que escapen a cada perfil.
Para quien prefiera hacer un ajuste completamente manual, el software también incluye el ecualizador (con algunos perfiles preestablecidos también). Cabe decir que Sony acompaña esta función de un pequeño tutorial y esto siempre se agradece, aunque deberían solucionar el hecho de que el texto de ayuda sale cortado y no se lee completamente.
Una de las novedades en este apartado es la vibración dinámica, con la cual se busca potenciar la percepción de los graves recurriendo al motor de vibración (algo que recuerda a los sistemas de vibración automáticos para juegos que vemos en algunos móviles). Lo hemos estado probando en distintos tipos de contenidos y en nuestra opinión no ofrece ninguna mejora de la experiencia, sino todo lo contrario. No notamos unos graves más plenos o potentes, sino una vibración que se nota en el agarre y que además deja un perfil de sonido muy plano.
Hablando de vibraciones, con este móvil hemos tenido cierto déjà vu con el iPhone 7 por cómo se percibe la transmisión del sonido en el chasis del móvil, quizás por su delgadez. El Sony Xperia 1 II “tiembla” cuando tiramos de altavoces, lo cual no será molesto si no lo sostenemos, aunque una posible consecuencia de esto sea ese calentamiento del que hemos hablado antes.
Con lo que respecta a los auriculares, la experiencia es muy buena. En este caso la activación del Dolby Atmos es mucho menos perceptible, pero el rango dinámico es mayor y hay más matiz entre graves y agudos. Por cierto, con el móvil viene una prueba gratuita de TIDAL para tres meses, que no está nada mal.
Sony Xperia 1 II, la opinión de Xataka
Da la impresión de que los de Sony no quieren rendirse ni con esta división ni con sus valores: se mantienen el histórico diseño y el software en este Sony Xperia 1 II y se nutre a nivel fotográfico del recorrido del fabricante en cámaras, tirando de amigos tan reputados como los de Zeiss. No para alcanzar la excelencia, ahí falta algo de recorrido, pero sí para mejorar algunos aspectos con respecto a lo previo.
En general es un móvil bastante completo que funciona muy bien. No para todos los públicos por varios aspectos: el precio, la fotografía y el ratio, para bien y para no tanto.
Más allá del precio de salida, parejo al de los móviles de gama “súper” alta de la competencia, han querido blindar al móvil de herramientas para el usuario que no echa fotos o graba vídeos casuales, sino el que se para a conseguir la toma que quiere. Los 21:9 quizás tampoco gusten a todo el mundo, con tanto contenido en 16:9.
Es curiosa la senda que toman los nipones con sus móviles, aunque lo que seguro que cumplen es mantener las señas de identidad propias.
8.8
A favor
- 4K es una resolución digna del buque insignia de un fabricante importante. Así sí, y además con tantas opciones de personalización.
- Las apps de fotografía "Pro" satisfacen las necesidades de quienes quieren un ajuste completamente manual.
- Es estrecho y relativamente ligero, además de bien construido.
En contra
- Sin ser lo peor ni mucho menos, la experiencia con las cámaras en general está algo por debajo de lo esperado.
- Los 21:9 no acaban de convencer en el día a día.
- Se calienta demasiado.
Sony Xperia 1 II Negro Single SIM & WH-1000XM3
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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