La interacción sin manos con nuestro smartphone es uno de los retos actuales de la industria. El avance de la voz para dichas tareas, como estamos viendo con los asistentes personales, va a buen ritmo. El complemento que parece querer imponerse para facilitar el uso de la voz en el control de los smartphones es el auricular inalámbrico.
Una de las primeras propuestas del mercado es el Sony Xperia Ear, un auricular con el que, apretando un solo botón podemos iniciar una conversación con el smarthone para que nos informe del tiempo, repase nuestras llamadas perdidas, nos lea los mensajes de Whatsapp pendientes o consulte nuestra agenda. Éste es nuestro análisis del Sony Xperia Ear.
Discreto pero no invisible
Un desafío clave en los auriculares sin cables y aspirantes a centro de mando de tareas e interacción con nuestro smartphone está en el diseño. A priori uno desea que sea cómodo para poder llevarlo el mayor tiempo posible, y que pase desapercibido.
La solución que ha adoptado Sony para su Xperia Ear se alinea más del lado de los manos libres inalámbricos que todavía podemos ver por la calle, que del auricular que quiere ser invisible (Moto Hint) o del auricular intraauditivo al que le han cortado literalmente el cable (Apple Airpods).
El Xperia Ear tiene un tamaño considerable respecto a un auricular de botón clásico, pero es más pequeño que otros manos libres del mercado. Se queda a medio camino y si te preguntabas si es evidente que lo llevas puesto, la respuesta es que sin duda sí. Además, nadie pensará que llevas un simple auricular, sino que apuestan más por el manos libres clásico.
En el futuro no tengo dudas de que, si este tipo de interacción con el smartphone se acaba imponiendo, el auricular pasará desapercibido. Y habrá que llevarlo todo el tiempo colocado, algo que no es posible con el Xperia Ear de Sony por dos motivos básicos: autonomía y comodidad.
Aunque llama la atención cuando lo coges en la mano por primera vez, el diseño del Sony Xperia Ear es correcto, con bastantes opciones para adecuarlo a nuestro oído gracias a almohadillas y un adaptador que podemos intercambiar. El Xperia Ear se mantiene en su sitio pese a movimientos bruscos de la cabeza en el día a día, pero por ejemplo a la hora de correr o hacer ejercicio intenso, acaba cayendo si no afinas mucho el ajuste. Un acierto es que el diseño permite colocarlo indiferentemente en el oído izquierdo o derecho.
Llevarlo colocado, por muchos cambios de adaptadores que he realizado, acaba cansando. Hay presión ligera pero continua (y que reforzamos cada vez que pulsamos sobre su botón) y pese a que no pesa apenas, la comodidad no nos ha parecido que resulte en un equipo ideal para llevarlo todo el tiempo puesto. Por ahora tiene más sentido colocarlo cuando realmente vamos a necesitar interactuar con el teléfono sin manos o debemos hacer/recibir llamadas.
El diseño sencillo se traduce también en la interacción. Hay un solo botón que debemos pulsar (no basta con tocar), y una luz LED que nos indica el estado del emparejamiento así como la carga completa cuando lo tenemos en su sistema de alimentación. Pero pese a su precio, ni la superficie es táctil ni hay más controles, por lo que para algo tan directo como variar el volumen de funcionamiento(algo a lo que seguro que querremos recurrir a menudo) necesita de la presencia del smartphone. Y si es así, la razón de ser del manos libres y asistente pierde bastante interés.
El resto de características son las esperadas: resistencia a las salpicaduras, perfil Bluetooth 4.1 y conectividad NFC para poder emparejar de forma directa con equipos compatibles.
La caja es el sistema de carga
Cuando analizamos los Airpods de Apple nos gustó mucho la idea de tener una carga discreta y continua por medio de la propia funda de transporte y protección de los auriculares. No era algo nuevo. El Sony Xperia Ear que fue presentado antes que los auriculares inalámbricos de Apple ya usaba esa misma idea.
La caja de transporte de los Xperia Ear es compacta, no molesta llevarla en el bolsillo y permite la carga del auricular en cualquier momento. La tapa de abre deslizando y luego subiéndola, un sistema que funciona pero es menos directo que el simple hecho de levantar. Aquí me hubiera gustado un tamaño de caja más reducido, pues estamos hablando de un solo auricular que en realidad no ocupa más que la mitad del tamaño de la misma.
La batería interna de la caja nos da para unas tres cargas completas de la pequeña batería del Xperia Ear, que en nuestras pruebas nos ha dejado con unas 3,5 horas de uso continuado, con llamadas, bastante uso del asistente e instrucciones de voz, y alguna sesión no muy larga de escucha de contenido.
Si aceptamos usarlo solo cuando queremos gestionar llamadas o interacción con el smartphone cuando no podemos o queremos hacerlo de la manera tradicional, puedes esperar un par de días sin tener que recargarlo.
Pero con este sistema de transporte y recarga en su propia caja esto en el fondo no es un problema como ya os conté en la prueba de los Airpods. Si cada 4-5 días somos previsores y ponemos a cargar la caja vía su puerto microUSB, al usar la misma como elemento de protección y transporte del Xperia Ear obtenemos en la práctica un auricular bluetooth que rara vez se quedará sin batería.
Es un manos libres avanzado, no un auricular musical
Que solo sea un auricular y no una pareja ya deja bastante claro que este Xperia Ear no pretende sustituir a tus auriculares musicales. Podría valer para algo esporádico, pero hay que tener en cuenta que es un solo auricular y la calidad no pasa del suficiente muy justo.
La configuración del Xperia Ear se realiza tras el emparejamiento con el teléfono. Aquí Sony no exige que sea un terminal Xperia pero sí que al menos tenga la versión 4.4 de Android. Nosotros hemos probado a usarlo con un Xperia sin problema alguno, pero ha sido imposible que lo reconozca un Xiaomi Mi5. Pese a instalar la aplicación Xperia Ear, el sistema MIUI no lo admite la aplicación.
Entre las opciones iniciales con el Xperia Ear, además de la prueba de voz, nos encontramos numerosas tareas por delante
El emparejamiento del Xperia Ear tras esa configuración es siempre automático. Basta sacarlo de la caja para que quede enlazado y desde el centro de notificaciones se nos avisa de ello, así como del estado de la carga de la batería. Si nos salimos del alcance del bluetooth, la reconexión no es automática siempre pero basta pulsar de nuevo el botón.
Si lo hemos configurado para así lo haga, al colocarnos el Xperia Ear en el oído se iniciará un repaso de la hora, alerta de batería baja, llamadas perdidas, eventos de la agenda o el último mensaje de texto no leído. Noticias o una previsión del tiempo son otras de las opciones que podemos configurar de forma individual para que se escuchen cada vez que nos colocamos el Xperia Ear, aunque la información no siempre es igual si lo hacemos de manera muy seguida.
Este modo de funcionamiento nos parece bastante acertado para cuando llevamos el teléfono guardado, no podemos mirarlo y nos ponemos en marcha: basta colocarse el auricular y podremos recibir un resumen de lo que ha ocurrido mientras no hemos mirado el terminal o llevado puesto el auricular, en especial llamadas perdidas o mensajes recibidos.
El funcionamiento básico del Xperia Ear una vez que ya lo llevamos puesto es muy sencillo. Con una pulsación sobre el auricular, donde se encuentra el único botón, accedemos al asistente del Xperia Ear (o a Google Now si así lo configuramos) y podemos iniciar la conversación con bastantes frases, que pueden ser desde solicitar que nos lea un mensaje de texto a realizar una llamada, consultar el tiempo o abrir una aplicación (podemos indicar las que queremos que tengan palabra clave y cuál sería).
La respuesta del asistente no es inmediata, y antes de hablarle hay que esperar a que nos salude y un aviso en forma de pitido, algo que resulta una molestia. Tras nuestra instrucción, la reacción tampoco es tan inmediata como querríamos. Y hay que hacerse con los pasos adecuados para que el resultado sea satisfactorio. Aunque podemos variar algo la forma en que pedimos determinadas acciones, el asistente no entiende el lenguaje natural que se desvíe demasiado de lo fijado por Sony.
Un segundo modo de interacción con el Xperia Ear implica una pulsación sobre el mismo botón pero de manera larga. La reacción del asistente la podemos elegir nosotros, y puede ser tanto que nos vuelva a repetir la información de inicio que nos lee Xperia Ear cuando nos colocamos el auricular, hasta reproducir/pausar música, enviar un mensaje a un contacto o responder uno que nos acaba de llegar y nos ha leído el asistente. Tanto la pulsación larga como corta se pueden tener activas o no. Y si queremos interrumpir en cualquier momento a la voz del asistente, otra pulsación breve basta.
Las funciones básicas que le pediríamos a un asistente a nivel de comunicación en modo manos libres, el Xperia Ear las cumple correctamente. Llamar a un contacto, contestar una llamada o enviar un SMS están bien resueltos, pero con inconsistencias. Podemos por ejemplo responder a un Whatsapp que nos acaba de llegar pero no indicarle al Xperia Ear que envíe un mensaje desde cero. Y con "solo" 200 contactos en el terminal, el asistente no nos permitía enviar mensajes o llamar a un contacto porque los consideraba demasiados. Además la lectura o consulta del correo electrónico no está todavía implementada. En un smartphone.
Un intérprete básico de lo que ocurre en nuestro teléfono
Si lo tenemos configurado así, con el Xperia Ear en el oído, el sistema se encargará de leernos notificaciones que llegan al terminal procedentes de aplicaciones como el correo, calendario, Twitter o Whatsapp. En las opciones podemos escoger de cuáles de las aplicaciones y servicios disponibles queremos tener activas las notificaciones de voz automáticas.
Además de los controles a viva voz, el Xperia Ear admite otras formas de interacción que se valen de los diferentes sensores que aglutina en su interior. Cuenta por ejemplo con acelerómetro, sensor de proximidad o giroscopio, por lo que detectará cuando nos lo ponemos (para activarse), nos lo retiramos (para pausar la reproducción de contenido) o agitamos la cabeza haciendo gestos de sí o no. No hay un acierto del 100% pero de forma general os puedo decir que es útil gestionar algunas respuestas al asistente con un simple gesto de la cabeza, sobre todo cuando en el entorno en el que nos encontramos queremos usarlo pero no hablarle en alto. Y hay que hacerlo bastante para que funcione.
Esperábamos más de la calidad en las llamadas
Un aspecto que me ha dejado más bien frío estos días con el Xperia Ear en nuestro oído ha sido la calidad de sonido. Aquí hay que hablar de algo de decepción pues estamos hablando de Sony. Y de ellos siempre se espera lo mejor en este apartado.
Podemos empezar comentando lo artificial que resulta actualmente la voz del asistente del Xperia Ear. Suena mucho más artificial que otros que hemos probado, por lo que el sentido de sus mensajes o lecturas no queda muy claro a veces. Tienen margen de mejora ahí.
Sobre el reconocimiento de voz y calidad de las llamadas, el Xperia Ear cumple y "ya está" a la hora de facilitarnos las conversaciones, en parte por el aislamiento que produce la propia colocación del auricular. Pero su sistema de reducción de ruido y calidad general de audio es solo justa. Al fin y al cabo debería haber sido el eje central del desarrollo de este dispositivo, que como vamos a ver ha virado a otros menesteres más de la parte de software.
También con iOS, pero a través de Siri
El Xperia Ear también puede ser usado con iOS. No hay aplicación para configurar las opciones, así que tiene bastantes limitaciones de uso. Se empareja de modo tradicional, añadiéndolo al perfil bluetooth del teléfono. Y podremos usarlo como auricular, con teórica parada de la música que estemos escuchando cuando nos lo quitamos.
Pero en la realidad no es lo que ocurre. Usándolo con un iPhone solo hemos conseguido que detenga la reproducción cuando, tras quitárnoslo, hemos agitado el Xperia Ear. Y al volver a colocárnoslo, tuvimos que volver a la reproducción del tema de forma manual.
Bastante mejor funciona la llamada a Siri. Como con Android, basta pulsar el botón integrado en la superficie del Xperia Ear para lanzar de forma inmediata el asistente.
La opinión de Xataka
Sony se ha centrado en este Xperia Ear en volcar buena parte del desarrollo en su propio asistente, con funciones interesantes y no vistas en asistentes actuales, pero todavía en clara fase de desarrollo. Otras, las más habituales (y prácticas) quedan dobladas y en muchos casos mejoradas por el propio asistente de Google, que entiende perfectamente variaciones de las instrucciones y un lenguaje más natural a la hora de comunicarnos e interactuar con la voz con nuestro smartphone.
La buena noticia es que Sony no excluye a nadie y puedes combinar las opciones del asistente de Sony con la mayor eficacia del de Google para completar una experiencia diferente y sin manos en la relación con tu teléfono para determinadas tareas de comunicación básicas.
Lo de sin manos es además relativo, porque el Xperia Ear no está continuamente escuchando por lo que necesitamos pulsar sobre el auricular para ponernos en marcha para determinadas acciones. Pese a ello, hay que destacar la caja con batería y carga del sistema, pero a un precio alto (199 euros) sin que en nuestra prueba haya marcado diferencias en calidad de sonido.
El Xperia Ear ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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