La casa conectada se ha convertido en un nuevo campo de batalla para el sector tecnológico, en el que grandes y medianas empresas compiten para llevar diferentes productos conectados a tu hogar, desde electrodomésticos hasta cámaras inteligentes, bombillas o enchufes. SPC es una de estas marcas, que además de teléfonos, sistemas de audio, relojes o incluso monopatines, también tiene una división centrada en el hogar inteligente.
Nosotros hemos estado probando tres de estos dispositivos enfocados al hogar conectado, y después de un tiempo utilizándolos a fondo te traemos el triple análisis de la cámara IP SPC Teia, la bombilla SPC Sirius y el enchufe SPC Clever Plug. Todos ellos se controlan desde la misma aplicación SPC IoT, aunque también tienen compatibilidad con Alexa y Google Assistant para poder controlarlos con tu voz.
Sólo para routers de 2.4 Ghz
Una de las cosas que tienes que tener en cuenta con estos dispositivos es que sólo funcionan con banda WiFi de 2.4 Ghz, el mismo tipo de banda a la que deberá estar conectada el dispositivo en el que vayas a instalar la aplicación desde el que controlar los dispositivos.
Esto no debería ser un problema porque es la banda que viene en todos los routers por defecto desde hace años, pero yo me he encontrado con algunos problemas a la hora de vincular dos de estos tres dispositivos con el móvil. El problema no era realmente de los dispositivos en sí, aunque se agradecería la compatibilidad con bandas de 5 Ghz en futuros modelos, sino del router.
Por eso mismo no debes asustarte a la hora de decidirte o no por este producto. Lo más normal es que nunca te encuentres con ninguno de los problemas al vincularlos que me he encontrado yo. Y si lo haces, será suficiente con desactivar la banda de 5 Ghz de tu router o, si eso no funciona, pedirle al operador que lance una actualización remota del router. En mi caso, los problemas los he encontrado siendo cliente de Yoigo.
En cuanto al proceso de vincular los dispositivos en sí, es muy sencillo y la aplicación móvil te guía de manera muy sencilla. Primero tienes que poner la bombilla, el enchufe o la cámara IP en modo de vinculación con una luz que parpadea, y luego simplemente seguir el proceso hasta completarlo, configurando un nombre y la habitación en la que vas a tenerlo.
En la pantalla principal podrás ver todos los dispositivos de la marca que tengas vinculados en la aplicación, aunque también podrás navegar por las distintas habitaciones configuradas de la casa para ver los que hay en cada una de ella. Para entrar a controlar cualquiera de ellos, simplemente pulsa sobre su nombre para establecer la conexión.
Una vez lo tengas configurado, vas a poder entrar en la opción de detalles del dispositivo dentro de su perfil en la app de SPC, y allí podrás volver cambiar su nombre y ubicación a tu antojo. En esta misma ventana verás las opciones de control de terceros, con las que podrás vincular el dispositivo a Alexa, Google Assistant, IFTTT, Rokid o DuerOS.
Otra cosa que hay que tener en cuenta, y es una buena ventaja para estos productos, es que todos funcionan directamente a través de la red WiFi sin necesitar de ningún tipo de hub para funcionar. Directamente accedes a ellos desde la aplicación móvil y envías todas las órdenes.
SPC Teia
SPC Teia | |
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Conexión WiFi | 2.4GHz |
Cámara | PAN/TILT con resolución 1280x720 |
Campo de visión | 360º |
Distancia IR | 10 m |
Altavoz | Dual |
Visión nocturna | Sí |
Detección de movimiento | Sí |
MicroSD | Sí, hasta 128 GB |
Control remoto | Mediante aplicación |
Dimensiones | 9,8x6x6 cm |
Peso | 340 g |
Precio |
Vamos a empezar hablando de la SPC Teia. Se trata de la cámara IP de SPC, que viene armada con visión nocturna, detección de movimiento. La cámara es también lo que se llama una PTZ, lo que quiere decir que puede rotar en sus ejes horizontal y vertical para conseguir una visión de 360 grados. Gracias a esto, si la colocas en una posición en la que no cubre todo lo que quieres vigilar, siempre podrás girarla para "mirar" hacia los lados o esquinas que hayan quedado muertas.
Este dispositivo muy fácil de utilizar una vez la has configurado. Al pulsar sobre ella en la aplicación de SPC IoT, directamente te conectas a su feed de imagen. En el mismo sitio donde se ve el vídeo en directo tienes ya las primeras opciones para activar el sonido, alternar entre su resolución HD de 720p o baja resolución, y abrir la retransmisión en pantalla completa. También tienes un indicador que te dice la potencia de la señal de red, para que sepas si hay problemas de cobertura.
Debajo del feed en directo de la cámara tienes dos filas con un total de 6 opciones. Las tres primeras son para tomar una foto de lo que ve la cámara, hacer una grabación del streaming en directo o Hablar. La opción de hablar me ha parecido de lo más curiosa, ya que te permite una interacción con lo que haya en la habitación.
Puedes enviar sonido mediante los altavoces de la cámara, pero su calidad no es óptima.
No podemos decir que la calidad de sonido que emite la cámara cuando la utilizas para hablar a través de ella sea buena o nítida. Pero es suficiente para espetarle a alguien un "No toques eso", asustar con un "Estoy llamando a la policía y te estoy grabando" si hay intrusos en casa, o simplemente volver locos a tus gatos y acabar con la cámara por los suelos.
En cuanto a la grabación, la calidad del vídeo me deja algunos sentimientos encontrados. Por una parte, 720p de resolución se me hace poco, aunque tienen el punto positivo de que vas a aprovechar mejor el espacio de la tarjeta microSD que le metas, pudiendo realizar grabaciones durante varios días en el caso de que optes por una con su capacidad máxima de 128 gigas.
La calidad de la imagen en sí tampoco es demasiado buena, y no da la sensación de que aproveche esos 720p que se supone que tiene. Es como si fuera un resolución algo inferior, y la calidad va empeorando con la rápida aparición de ruido en cuanto la luz empieza a bajar.
La calidad de la imagen baja bastante en cuanto hay objetos a un par de metros de distancia de la cámara.
Esta calidad es la misma en vídeos y en fotos. Sí, parece que cuando tiene algo cerca la cámara sí que es capaz de sacarle bastante detalle, pero en cuanto te alejas un poco rápidamente se pierden detalles en la imagen, e incluso aparecen píxeles. Por ejemplo, si yo me pongo a un par de metros de la cámara, ya se me verá pixelado y difuminado en una calidad que definitivamente es inferior a 720p.
Con estos problemas, si quieres utilizar la cámara para vigilar de cerca una habitación debería haber resolución suficiente como para identificar las caras, aunque la resolución será algo mala si se alejan. Pero si estabas pensando en utilizarla para vigilar zonas amplias y grandes, es posible que la resolución no sea la suficiente.
En la aplicación también nos vamos a encontrar con la opción de reproducción de los vídeos que hayas grabado con la aplicación, así como una función de detección de movimiento que vas a poder configurar. Para ello tendrás tres niveles de sensibilidad diferentes, dependiendo si quieres ser avisado por cualquier movimiento o sólo cuando hay muchos y continuos.
En general, la detección de movimiento funciona bastante bien, aunque con un poco de retardo que hace que pasen algunos segundos desde que algo se mueve en frente de ella hasta que te avisa. Esto me parece una desventaja cuando quieres captar algo que se mueva rápido o quieres poder reaccionar en cuanto detectes el mínimo movimiento.
Aunque como aspecto positivo, he de destacar que la aplicación se queda detectando en segundo plano aunque salgas deliberadamente de la aplicación, lo que hace que te envío notificaciones sin problemas en cualquier momento en el que se produzca un movimiento.
Y la sexta opción es la de Dirección, que sirve para mover la cámara arriba, abajo, izquierda y derecha. Esta es una de las claves del producto, la que le da versatilidad, pero que en mi opinión tiene dos pegas considerables: su lentitud y lo muy poco discreta que es. La cámara se mueve de forma lenta, lo que tendría sentido si fuese para que hiciera menos ruido y pasase desapercibida, pero es que también me ha parecido un poco ruidosa. No hace un ruido atroz, pero sí que es perfectamente audible.
Además de poder mover la cámara con estos controles, también puedes hacerlo directamente deslizando los dedos sobre la pantalla. Pero este tipo de control deja mucho que desear, va con lag y a tirones, por lo que acabas frustrado moviendo, ver que no pasa nada, moviendo un poco otra vez, y viendo que la cámara pega un tirón hacia arriba.
Esto no evita que sea una buena opción para vigilar a tu bebé o mascotas, o que sea una opción interesante para controlar que nadie entre en tu habitación sin permiso. Pero si lo que quieres es pillar a alguien in fraganti va a ser difícil, porque a poco que muevas la cámara sabrá que hay algo que se mueve en esa habitación.
Y por último está su visión nocturna, que se aplica automáticamente sin que tengas que pulsar nada cuando te conectas a la cámara y esta detecta que hay poca luz. Este modo te permite ver lo que pasa cuando la habitación está a oscuras, aunque si a resolución durante el día no era óptima, cuando estás utilizándola en visión nocturna se pierden todavía más matices. Sí, puedes distinguir lo que está pasando, lo cual para muchos casos es suficiente, pero no vas a poder ver muchos detalles.
Hay zonas en las que la imagen aparece pixelada en las transiciones de colores, y aunque si hay objetos que están cerca de la cámara sí que los puedes ver con relativa precisión y detalles, cuanto más se alejan más rápidamente se pierden esos detalles. En las capturas de pantalla puedes ver cómo es el efecto.
SPC Sirius 1050
SPC Sirius 1050 | |
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Conexión WiFi | 2.4GHz |
Conector de rosca | E27 |
Diámetro | 70 |
Longitud | 133 mm |
Potencia | LED de 10W, equivalente a 75W |
Flujo luminoso total | 1050 lm |
Duración | 25000 horas |
Clase energética | A+ |
Precio |
El segundo producto que hemos podido probar del set Smart Home de SPC ha sido su bombilla inteligente SPC Sirius 1050. La gama Sirius tiene varios modelos de bombilla, dos de ellos con conector E27. De ambos, este es el que tiene un mayor tamaño con diámetro de 70 cm, y el más potente con sus 10 W LED equivalente a 75 W.
En un principio la bombilla puede funcionar como cualquier otra, se enciende y tiene un color neutro pero que tira a cálido aunque el fabricante lo considera blanco. La única precaución que deberías tener es la de no apagarla y encenderla varias veces seguidas, ya que entrarías a su modo de emparejamiento parpadeando rápidamente, y del que no sale a no ser que la configures.
Pero si has comprado una de estas bombillas no es para utilizarla como una normal, sino para aprovecharte de sus funciones inteligentes. En este aspecto, los controles específicos de la aplicación de SPC intentan buscar la sencillez por encima de todo. Cuando entras en el perfil de la bombilla, en grande verás el botón de interruptor para encenderla y apagarla, y debajo los controles para controlar su iluminación, su color, para crear escenas y para programarla.
La pantalla principal de la aplicación está un poco desaprovechada.
Cuando pienso en usuarios más básicos y sin tanto control tecnológico me parece bien que le hayan dedicado el grueso de la pantalla al botón de encendido. Pero en cuanto sabes hacer un poco más te acaba pareciendo que quizá se podría haber aprovechado más la pantalla principal para poner alrededor otros controles como los de los colores, sin tener que pulsar en las opciones específicas para acceder a ellos.
En cuanto a esos controles avanzados a los que puedes acceder, el primero de ellos se llama Blanco. Aparentemente es sólo un control de brillo, pero es más práctico de lo que parece. Con él, aunque tengas la bombilla configurada con otros colores concretos, volverás a dejarla automáticamente en su color original ajustando el brillo. Al principio puede parecer una configuración un poco extraña, pero personalmente me parece acertado poder restablecer el color blanco de forma rápida y sencilla.
Luego tenemos el control de color, que siendo bastante avanzado han sabido simplificarlo muy bien. Alrededor del botón central de la bombilla aparece un círculo de colores con el que puedes cambiar fácilmente el color. Por si no tienes la bombilla a la vista, también cambia el control de la bombilla de la aplicación, o sea que aunque no sea lo mismo puedes hacerte una idea de cómo va a quedar.
Debajo del control de color tienes otras dos barras, una de saturación y otra con otro control de brillo. Son dos controles sencillos, que te permitirán poder encontrar el color y tono que estés buscando con poco tiempo que pasas enredando en ellos. Luego está la opción de escenas, que sirve para utilizar o configurar combinaciones de colores que pueden o no parpadear para fiestas o eventos especiales.
En estos controles, he de decir que la configuración de colores me ha parecido rápida e intuitiva, todo muy visual y sin que esta bombilla tenga nada que envidiarle a productos de otras marcas. Las transiciones también son rápidas e instantáneas. Personalmente las escenas es quizá a lo que menos provecho le vaya a sacar, aunque está claro que es una opción que puede venir muy bien en contextos más festivos.
Y por último está el modo de temporizador, muy sencillo y en que simplemente configuras horas de encendido y apagado que se pueden establecer para una única repetición o que se repitan los días de la semana que quieras.
A todo esto hay que añadirle la compatibilidad de esta bombilla con Google Assistant. Habiendo configurado bien las bombillas para darles diferentes nombres es muy sencillo encenderlas y apagarlas con el asistente, y también puedes pedirle que les ponga un color concreto, que ponga la iluminación a determinado tanto por ciento, o especificar si quieres un blanco cálido o frío.
En cuanto a sus compatibilidades con los principales protocolos, las bombillas de SPC no son compatibles ni con Zigbee ni Z-wave, sólo con el protocolo WiFi. Esto puede restarle algunas compatibilidades, pero por lo menos no necesitan tener ningún hub para funcionar, lo que simplifica al máximo la experiencia de cara a usuarios menos experimentados.
Los colores son fieles, y la bombilla responde rápido a la aplicación
En definitiva, esta bombilla me parece un producto al que no se le pueden poner demasiados peros. Puede que la interfaz tenga alguna cosa que pueda mejorar para agilizar algunas opciones, pero la bombilla responde siempre bien y los colores son fieles y bien iluminados, pudiendo bajar la intensidad para crear ambientes más tenues.
Quizá, lo único que he echado un poco de menos es alguna función que sí he visto en algunas marcas, como el poder imitar colores de fotos concretas o poder crear tus propios ambientes además de editar los existentes. Sí, son detalles que no vas a utilizar muy a menudo en tu día a día, pero sí que creo que no deberían ser difíciles de implementar a nivel de aplicación para utilizarlos en el mismo producto.
SPC Clever Plug
Clever Plug | |
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Conexión WiFi | 2.4GHz |
Intensidad máxima | 16 amperios |
Alimentación | 230 V |
Dimensiones | 54x74x103 mm |
Peso | 145 g |
Potencia máxima | 3680W |
Precio |
Y por último tenemos el Clever Plug, un enchufe inteligente de SPC con 16 amperios, una fuente de alimentación de 230 V y una potencia máxima de 3680 W. En este caso, el enchufe tiene bastantes menos opciones que el resto de la gama de SPC, aunque esto tampoco quiere decir que no tenga la mayoría de opciones que caben esperar en un dispositivo como este.
Para empezar, puedes poner un temporizador para que el enchufe se apague automáticamente pasado determinado tiempo. No es algo que en lo personal haya utilizado demasiado, pero me he acordado mucho de la típica amenaza de padres y madres, cuando te decían que contarían hasta cinco para que te levantes y dejes la consola. Ahora esa cuenta atrás puede ser fría y muy real.
Otra opción más práctica es la de configurar horarios para encender y apagar el enchufe. La parte negativa de esta opción es que tienes que ir configurando por separado cada hora de encendido o de apagado cuando unificarlas hubiera sido más fácil y rápido para no tener que crear un programa para encender y otro para apagar. Aun así, una ausencia que puedes salvar aplicándole un poco más de tiempo a la configuración.
Esta opción de programación es en mi opinión una de las grandes virtudes de este tipo de enchufes. Con ella, puedes asegurarte de que tus dispositivos electrónicos no estén enchufados más tiempo del estrictamente necesario, lo que puede ayudarte tanto por consumo como por las molestas luces led que pueden tener algunos. Puedes gestionar sin problemas en qué periodos quieres que se mantengan encendidos para evitar que luego te olvides de apagarlos manualmente.
Tienes estadísticas para saber cuánto está consumiendo cada enchufe
También hay una opción de estadísticas para saber cuántos kWh has estado consumiendo con tu enchufe. Te mantiene informado del consumo que has tenido tanto en el día que lo mires como en los meses anteriores. Estas estadísticas yo las veo útiles, tanto para saber el uso que le das los dispositivos que tengas enchufados en este smart plug como para saber el consumo de estos en el caso de que estés buscando ahorrar costes.
Al igual que la bombilla, este enchufe también se integra con Alexa y Google Assistant. Aunque en este caso sólo les vas a poder pedir que enciendan o apaguen determinado enchufe, siendo una variedad de órdenes que se queda un poco corta. Eso sí, no me he encontrado ningún problema al utilizar estas dos, y el producto siempre ha respondido bien.
En definitiva, el Cleve Plug inteligente me parece una buena idea para quienes somos un poco olvidadizos, ya que programándolo podemos asegurarnos de que no vamos a dejar un dispositivo encendido sin querer, y si lo hacemos y ya estamos fuera de casa siempre lo podemos apagar remotamente. Estas características también lo convierten en una herramienta interesante para quienes quieran llevar un poco de control sobre el consumo de determinados aparatos electrónicos.
La opinión de Xataka
Como conclusión, podemos decir que estamos ante unos productos muy correctos, y que sobre todo en el caso del enchufe y la bombilla no tienen demasiado que envidiar a otros de la competencia. Pero el que más difícil lo tiene es la cámara conectada, ya que es un sector donde hay bastante competencia y varias marcas chinas de renombre entrando a competir.
Eso no quita que sea un buen producto en cuanto a opciones, aunque flaquea un poco en la calidad de la imagen. Eso sería un problema menor si no fuera porque en el mercado puedes encontrarte por precios muy similares otras cámaras que, al menos sobre el papel, están ofreciendo unas prestaciones parecidas o superiores por el mismo dinero o menos.
Ahí es donde entran en juego los ecosistemas, y es que si ya te has decantado por un enchufe o unas bombillas de SPC, el poder utilizar la cámara directamente desde la misma aplicación sin tener que instalar nada más es un aliciente. Y esto funciona igual cuando tienes la cámara y piensas en otros productos.
En este aspecto, hay que decir que la aplicación de SPC está bien organizada y distingue bien todos los productos que tienes instalados, pudiendo organizar y agrupar dispositivos de la marca en diferentes habitaciones para que sean más fáciles de manejar e identificar.
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