Tremendamente prolífica en móviles y en dispositivos inteligentes para el hogar, no tanto en tablets; al menos de manera internacional, que en China sí tiene más modelos. Y uno de los que se internacionalizó recientemente es la Redmi Pad, un dispositivo de gran pantalla que posee varios puntos fuertes.
La Xiaomi Pad 5 supuso la vuelta de la marca a las tablets, todo un modelo que aunaba las tres BBB. Tras más de un año en el mercado, la Redmi Pad aterriza en el mercado español con una propuesta que apunta a la línea económica; un poco más que su hermana mayor, veamos cómo se comporta el nuevo modelo en día a día.
Ficha técnica de la Xiaomi Redmi Pad
Xiaomi Redmi Pad |
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Pantalla |
IPS LCD de 10,61 pulgadas |
Procesador |
MediaTek Helio G99 a 2,2GHz |
Memoria RAM |
4 GB LPDDR4X y UFS 2.2 |
Almacenamiento |
64 GB UFS 2.2 |
Cámaras traseras |
8 megapíxeles |
Cámara frontal |
8 megapíxeles, 105º |
Batería |
8.000 mAh |
Sistema |
MIUI for Pad |
Conectividad |
WiFi dual |
Dimensiones y peso |
250,38 x 157,98 x 7,05 milímetros |
Otros |
Cuerpo unibody de metal |
Dimensiones y peso |
250,38 x 157,98 x 7,05 mm |
Precio |
Redmi Pad - Tablet con Pantalla 2K de 10.61”, 128 GB, 4 GB RAM, Helio G99, 8000 mAh, Gris
Diseño: el cuerpo de metal le sienta muy bien
La tablet camina por la senda del segmento económico, pero no por ello su aspecto denota un coste bajo. Más bien al contrario: el diseño unibody en aluminio es uno de los mejores aspectos de la Redmi Pad. Junto a su delgadez, y su no excesivo peso, la apuesta por el tacto premium mejora en buena medida la experiencia global con el dispositivo.
Es una tablet muy delgada, de cantos rectos suavizados, construida en aluminio de gran calidad y con un acabado mate cuya ligera aspereza aleja las huellas dactilares de la zona trasera. La pantalla retiene dichas huellas en mayor medida, pero el tratamiento oleofóbico minimiza el inconveniente.
Bandeja para la tarjeta SD micro en el costado derecho, botones de volumen en el área superior de dicho costado, el botón de encendido se coloca a la derecha del canto de arriba (la disposición de botones es similar a los iPad; también el diseño se parece mucho a los iPad Pro) y en el borde inferior se sitúa el conector USB C.
Aparte del diseño unibody en metal, la Xiaomi Redmi Pad también destaca en buena medida por el sonido. A ello contribuyen los cuatro altavoces externos: el cuerpo ofrece dos salidas en el borde inferior y otras dos en el superior. El audio se proyecta a los laterales, lo que termina atenuando la escucha. Aun así, y dado que el volumen es muy alto (y nítido), no hay ningún problema escuchando la tablet sin auriculares: basta con subir el volumen y listo; con el inconveniente de que puede llegar a molestar a quien haya alrededor.
Los marcos del frontal no son demasiado amplios para ser una tablet (justo en el superior es donde queda anclada la cámara delantera). Las dimensiones finales quedan proporcionadas, junto con el peso: la Redmi Pad es muy manejable, no cansa en exceso durante largas tandas de uso. Xiaomi logra una apariencia de diez con esta tablet, no se le pueden poner pegas en el exterior. En lo que respecta al interior la cosa cambia.
Pantalla: grandes dimensiones con una calidad mejorable
El aspecto exterior de la Redmi Pad es exquisito y logra dar la apariencia de que la tablet se encuentra en el sector de dispositivos de gama alta. Al menos mientras no se enciende, que entonces sale a relucir el hardware recortado que ofrece el dispositivo. Empezando por la pantalla: el panel montado resulta mejorable.
Las 10,61 pulgadas de diagonal favorecen el destino de la tablet como soporte multimedia para toda la familia. En términos de calidad, el panel LCD elegido ofrece una ligera pérdida de nitidez con una temperatura de color por defecto bastante fría. Esto puede corregirse mínimamente desde los ajustes de pantalla, pero a costa de darle un tinte ligeramente amarillo a la visualización.
Los ángulos de visión tampoco son los mejores: con sólo inclinar ligeramente la Redmi Pad ya se aprecia una notable pérdida de visibilidad, en especial en lo que atañe a la iluminación (la luz se proyecta perpendicularmente a la tablet). El brillo es bastante alto: no entraña problema alguno de uso en interiores. En exteriores la cosa cambia, pero no suele tener problemas mientras no se utilice bajo el sol.
El brillo automático se muestra correcto, la tasa de refresco de 90 Hz colabora a que la experiencia de uso sea algo más fluida (las animaciones a menudo quedan lastradas por el rendimiento limitado del procesador), el brillo mínimo no molesta demasiado en completa penumbra (los negros se ven penalizados por la iluminación del LCD) y el contraste es algo bajo.
La pantalla de la Xiaomi Redmi Pad hace buenas las dimensiones, no tanto la calidad propia del panel. La respuesta táctil no es mala, sí queda lastrada por la respuesta del procesador (el "lag" es una constante en el uso de la Xiaomi Redmi Pad). Como soporte multimedia cumple.
Sonido: no sólo tiene calidad, también potencia
En el apartado de diseño destacaba los cuatro altavoces externos y hacía mención a su calidad. Esto es extensible al resto de hardware de sonido: la Xiaomi Redmi Pad sobresale especialmente en el apartado sonoro. Y lo hace con calidad de reproducción, potencia y fidelidad.
Los altavoces externos proporcionan un excelente acompañamiento al vídeo, también ejecutan perfectamente el audio de cualquier lista musical. Dicho audio permite un gran volumen: la medición de presión sonora alcanzó un pico de 95 dB. Al máximo se notan ciertas estridencias en los agudos y distorsiones; que se eliminan bajando el volumen hasta el 90 %: sigue siendo muy alto y mantiene buena calidad (no hay por qué escuchar la tablet tan alta, por supuesto).
La Redmi Pad ofrece Dolby Atmos y un ecualizador gráfico con ajustes preestablecidos que permiten personalizar la reproducción. Además, Xiaomi ofrece salida de audio analógico a través del puerto USB C: no hace falta un adaptador con DAC externo. Aunque eso sí: dada la gama media de la tablet, ésta debería incluir un conector de auriculares de 3,5 mm.
La calidad escuchando música a través del puerto USB C está al buen nivel. Buenos bajos, equilibrado en graves y agudos y un volumen suficiente. No obstante, la Redmi Pad ofrece mayor riqueza auditiva a través del Bluetooth: durante las pruebas con unos auriculares Bose NC 700, y unos Nothing Ear (1), obtuve una experiencia auditiva de enorme calidad. Con un buen refuerzo de bajos, alto volumen y sin distorsiones, sorprende lo bien que se escucha la Redmi Pad. Y el elenco de códecs Bluetooth muy alto: SBC, AAC, LDAC, LDHC y toda la colección de Qualcomm aptX.
Rendimiento: el procesador termina lastrando la tablet
Si la Xiaomi Pad 5 tenía un más que solvente Snapdragon 860, un SoC que permitía mover MIUI for Pad a las mil maravillas, el Mediatek Helio G99 de la Redmi Pad cae justo del lado contrario de la línea: su rendimiento deja que desear. Tanto en ejecución de tareas como en capacidad gráfica en 3D: es el punto más débil de nuestra protagonista.
La lentitud se aprecia en la apertura de apps: a menudo tarda más de lo que debería. La ralentización en las animaciones de transición acostumbra a ser notoria, se perciben demasiados "lags", el sistema acostumbra a cerrar aplicaciones en segundo plano (la recarga al saltar en la multitarea es habitual) y juegos como Genshin Impact o PUBG funcionan en calidad baja. Eso sí, una vez abiertos no suele haber problemas jugando con la tablet.
Las pruebas de rendimiento dejan a la tablet en una situación comprometida para el precio que tiene. El SoC es algo limitado, también el resto de hardware base del modelo que protagoniza el análisis: 4 GB de memoria RAM y 64 GB de almacenamiento; que pueden expandirse mediante tarjetas SD card micro.
La Redmi Pad dispone de WiFi de doble banda (he tenido alguna desconexión en los extremos de mi casa, problema que no acostumbro a sufrir con otros dispositivos), incluye conectividad Bluetooth 5.3, ofrece doble micro para las llamadas y videollamadas y no dispone de NFC. Esta última carencia suele ser habitual en una tablet.
Batería: horas y horas de contenido multimedia
Sobresaliente en diseño, suficiente raspado en rendimiento y en autonomía... Pues lo cierto es que sube hasta el notable alto, la Redmi Pad aguanta casi lo que le echen. Tanto para cubrir largas sesiones de uso como cuando le toca permanecer con la pantalla apagada: cuesta mucho agotar por completo su enorme batería de 8.000 mAh. Estuve literalmente hora y media viendo Netflix para acabar con el último 5 %.
El procesador es bastante contenido, igual que el resto del hardware. Sumado a la gestión de la batería de MIUI for Pad, los resultados son más que notorios: nuestra protagonista ha estado varios días con un uso intenso como soporte multimedia. Varias horas de streaming, navegación y juegos, estos últimos de manera más limitada. Las quince horas de pantalla de Netflix y demás son más que posibles, incluso superiores.
Olvidarme de si tenía o no batería, encenderla y comprobar que apenas había consumido desde el día anterior: la Redmi Pad mantiene una optimización del consumo muy acertada. Y con una carga rápida que, pese a no ser muy alta, sí permite varias horas de uso con menos de media hora. Que no está mal.
Los tiempos de carga con el cargador de 22,5 W incluido en la caja quedan de la siguiente manera (medición de vatios tomada desde el enchufe):
- 10 minutos de carga: 8 % de batería (20 W).
- 20 minutos de carga: 16 % de batería (20 W).
- 30 minutos de carga: 24 % de batería (20 W).
- 50 minutos de carga: 40 % de batería (20 W).
- 70 minutos de carga: 56 % de batería (20 W).
- 100 minutos de carga: 79 % de batería (20 W).
- 130 minutos de carga: 94 % de batería (9 W).
- Total: 2 horas y 26 minutos.
Software: el MIUI conocido adaptado al formato tablet
No existen grandes diferencias a nivel de software entre un móvil de Xiaomi y esta tablet: ambos dispositivos incorporan MIUI como capa. En concreto, la Redmi Pad se encuentra actualizada a las últimas versiones estables: MIUI 13 for Pad y Android 12. El parche de seguridad a fecha de escribir este artículo pertenece a septiembre.
El formato tablet favorece el uso de varias aplicaciones a la vez permitiendo abrir cualquier app en forma de cómoda ventana flotante. Dicha ventana puede usarse sobre cualquier otra aplicación, también tiene habilitado el ajuste de tamaño para que así moleste lo menos posible mientras ande levitando por la pantalla.
MIUI for Pad habilita el trabajo en multitarea permitiendo la apertura de aplicaciones en paralelo desde el menú de últimas apps abiertas. De esta manera resulta más sencillo trabajar con un documento en la parte izquierda de la pantalla y tomar datos del navegador en la derecha, por ejemplo; con la ventaja de que el software permite abrir una tercera aplicación en su formato flotante. Saltar entre cualquiera de estas apps es posible mediante los gestos de deslizado sobre el dock, también pueden moverse de sitio con la diminuta pestaña del la parte superior de la pantalla partida.
El comportamiento con las apps a pantalla partida y en ventana flotante es efectivo, gana en rapidez y facilita la gestión laboral, también la personal. Y pone de manifiesto otra de las orientaciones de la Xiaomi Redmi Pad: puede convertirse en una tablet perfecta para estudiantes.
Xiaomi no recarga en exceso de bloatware más allá de sus aplicaciones y de otras apps de terceros que pueden desinstalarse con facilidad. La capa presenta la ya habitual tonelada de ajustes, permite una personalización extrema (no deja elegir el estilo del centro de control, sólo incluye el que ofrece notificaciones y ajustes rápidos por separado), Xiaomi aplica un eficiente y restrictivo sistema de optimización de recursos y también ofrece desbloqueo facial con la cámara delantera. Pese a no ser 100 % seguro, el hecho de carecer de lector de huellas no implica la obligación de teclear el código cada vez.
Más alla de la multitarea orientada al uso de varias aplicaciones a la vez, y al salto cómodo mediante gestos entre todas ellas, MIUI for Pad no se diferencia en exceso del MIUI normal. Para lo bueno y también para lo malo: la pesadez de la capa juega en contra del rendimiento.
Fotografía: lo justo para cumplir en una tablet
No voy a detenerme demasiado tiempo en este apartado puesto que no es la finalidad de una tablet. Pese a que puede salir del paso si se necesitan unas tomas rápidas, ni resulta cómodo fotografiar con la Redmi Pad ni los resultados servirán para convertirse en un gran recuerdo. No obstante, son decentes con abundante luz.
Doble sensor de ocho megapíxeles, uno por cada cara de la tablet. La app de captura es la habitual de MIUI, aunque recortada para adaptarse a las características tan limitadas de la tablet. Carece de modo retrato, aunque sí ofrece un modo nocturno que logra rescatar luz de situaciones poco iluminadas a costa de la larga exposición. El procesado corrige en parte las trepidaciones sin que evite por completo los resultados movidos.
Falta de detalle incluso a plena luz, temperatura de color algo fría como norma general, logra un rango dinámico decente a costa de crear un conjunto de acuarelas dignas de un museo y el contraste no queda apenas marcado.
La cámara tarda algo más de un segundo en abrirse sin que por ello se retrase procesando y guardando las tomas. Sí que hay cierto lag al intercambiar entre la cámara trasera y la delantera. En cuanto a los resultados de los selfies, estos son aceptables pese a la falta de detalle en el rostro. En interiores y con iluminación reducida las acuarelas pueden echar a perder los autorretratos.
A continuación tienes una muestra de fotos tomadas con la Redmi Pad. Si quieres ver estas imágenes a su tamaño original puedes acudir a esta galería de Google Fotos.
Xiaomi Redmi Pad, la opinión de Xataka
La Xiaomi Redmi Pad pretende cubrir el hueco de las tabletas económicas que tampoco ahondan en lo más básico, pero choca de plano con su hermana, la Xiaomi pad 5. Teniendo en cuenta que dicha tablet puede encontrarse al mismo precio que la Redmi, y que la supera prácticamente en todo, nos parece mucha mejor apuesta esperar a una rebaja de la Xiaomi Pad 5 antes que adquirir directamente la Redmi Pad. La experiencia de uso se verá recompensada.
Pese a que el rendimiento es bastante justo, la Redmi Pad sobresale en otros aspectos que también son dignos de reseñar. El excelente aspecto exterior y la gran sensación al tacto que ofrece están fuera de toda duda; y corresponden con un dispositivo de mayor gama, detalle que eleva la calidad media de la Redmi Pad. Aparte, Xiaomi ha incluido una amplia batería que se ve aumentada por la excelente optimización del sistema. A costa de sufrir ciertos recortes en la multitarea, tanto en el cierre de apps en segundo plano como “lags” demasiado constantes. El sonido está a otro nivel. Y se complementa bien con la pantalla para potenciar el uso multimedia.
No es una mala tablet. Incluso es válida para trabajar por más que peque de rendimiento máximo. El problema es que lucha con un contrincante mucho más fuerte que, encima, es de la familia (aparte de la Realme Pad, más barata y con un hardware bastante parecido). Aún así, seguro que Xiaomi no tarda en competir con rebajas agresivas sobre la Redmi Pad. Entonces será un buen momento para ir de cabeza a por ella.
8.1
A favor
- El diseño y los acabados son bárbaros.
- Sonido de excelente calidad.
- Es muy difícil agotar su batería.
En contra
- El rendimiento es demasiado justo para lo que vale.
- Cámaras testimoniales.
Redmi Pad - Tablet con Pantalla 2K de 10.61”, 128 GB, 4 GB RAM, Helio G99, 8000 mAh, Gris
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