ZTE lleva varios años en el mercado de los smartphones con un perfil discreto en Europa. La mayoría de sus lanzamientos han sido móviles de entrada o gama media. Al menos en Occidente porque en China tienen ya una larga familia de smartphones con especificaciones punteras. Ahora, por fin, parece que se animan a demostrar que son un gigante del tamaño de otras empresas como Huawei, Samsung, Sony o LG. En realidad no lo dudábamos pero ahora parece que por fin se animan a mover los pies de Asia.
Axon es la familia que ZTE propone para traer smartphones Android tope de gama a Europa y Estados Unidos. El primer producto que nos llega es el phablet Elite. Finalista en los Premios Xataka y que deberíamos ver como una línea de dispositivos que mira más al futuro que al presente. Así debutan en el mercado y esto es todo lo que tiene que ofrecer un buque insignia con muchas (y algunas) buenas ideas pero con una ejecución que debe mejorar.
Especificaciones técnicas: entre lo canónico y lo experimental
ZTE viene con la lección aprendida de otros tope de gama de 2015 y sus especificaciones son el canon que hemos visto en meses anteriores: Snapdragon 810, 3GB de RAM, una cantidad generosa de memoria interna (32GB) y una batería de gran capacidad. Sin sorpresas pero con la tranquilidad de que estamos ante un dispositivo puntero, sin medias tintas.
ZTE Axon Elite, principales especificaciones | |
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Dimensiones físicas | 154 x 75 x 9.3 mm170 gramos |
Pantalla | IPS LCD de 5.5 pulgadas con protección Gorilla Glass 3 |
Resolución | 1920 x 1080 píxeles (400 ppp) |
Procesador | Qualcomm® Snapdragon™ 810 2.1 de 8 núcleos a 2 GHz |
Procesador gráfico | Adreno 430 |
RAM | 3 GB (LPDDR3) |
Memoria | 32GB (ampliables con tarjetas microSD) |
Sistema Operativo | Android 5.1 Lollipop |
Conectividad | WiFi 802.11ac 2x2 (MIMO), Bluetooth 4.2NanoSIMLTE Cat 6 / NFC |
Cámara Trasera | 13+2 Megapíxeles (dual) con Flash Led Sin estabilización óptica |
Cámara Delantera | 8 megapíxeles |
Batería | 3000 mAh |
Otros | Sensor de huellasDesbloqueo por voz Escáner de iris |
Precio de referencia | 490 euros, desde 385 euros en Amazon. |
La combinación de especificaciones ha demostrado funcionar y dar un buen rendimiento. Con los problemas de calentamiento del 810 resueltos, se nos queda un dispositivo atractivo pero en la media con sus competidores. Pierde brillo porque si bien es cierto que son buenas especificaciones, ZTE no aporta nada que no hayamos visto hasta la fecha.
La batería de 3.000 mAh está en la media de otros gama alta y vuelve a demostrar que esa es la cifra a la que cualquier fabricante debe aspirar en esta categoría. En el día a día se traduce en autonomía suficiente para aguantar un día, algo más si no tenemos muchos procesos en segundo plano o bien no estamos encendiendo la pantalla cada dos por tres.
ZTE rehuye, de momento, del 2K y el Full HD en esas 5,5 pulgadas es suficiente para ver imágenes nítidas y llenas de detalle, de hecho para leer texto sigue siendo muy cómodo. El panel IPS LCD es correcto y ZTE demuestra una vez más que tienen buen ojo para elegir proveedores, correcto pero tampoco destaca sobre sus competidores. Sus apuestas más personales vienen por otros lados.
En la parte trasera encontramos un lector de huellas que funciona al instante y sin necesidad de pulsar el botón de encendido primero. Es decir, mismo sistema que en el Mate S, OnePlus 2 o Nexus 6P. También tenemos una doble cámara de 13 y 2 megapíxeles para hacer fotos con un desenfoque más pronunciado. Los experimentos de este tipo nunca han terminado de funcionar y este móvil no rompe la tónica.
La cámara frontal además de para hacer selfies sirve para introducir un sensor de iris. No esperéis una tecnología tan sofisticada como la de Fujitsu. Está ahí, la podemos usar o desactivar a nuestro gusto pero no ofrece nada rompedor en términos de seguridad. Como veremos luego peca de lentitud a la hora de identificarnos.
Para acabar, en el software, Lollipop de serie con la capa de personalización de ZTE. De momento la compañía china no ha confirmado si habrá una actualización futura a Marshmallow. Entendemos que siendo un gama alta terminará llegando pero no podemos confirmarlo de momento. La mala noticia es que de serie nos vamos a encontrar bastante bloatware pero de eso hablaremos más tarde.
Diseño: una desafortunada combinación que no termina de funcionar
Es difícil diferenciarse en el diseño de un móvil. El concepto de rectángulo negro es difícil de romper y aquí ZTE se trae algunas ideas nuevas para darle un toque único. Lo consigue, el problema es que la fórmula no termina de funcionar por algo muy sencillo: siguen teniendo muy en cuenta al mercado oriental.
Axon Elite solo está disponible en color dorado y el diseño no es especialmente atractivo. Llama la atención, es cierto, pero tiene algunas decisiones que nos hacen levantar la ceja. La primera que llama la atención cuando vemos el teléfono es el diseño de las dos rejillas en la frontal. A simple vista da la sensación de que todo es altavoz pero si observamos en detalle vemos que en realidad es un pequeño hueco arriba y abajo.
El frontal del terminal es muy largo y no aprovecha muy bien ese espacio para que la pantalla (72%) sea un elemento más dominante. Marcos horizontales demasiado grandes que no aportan mucho. En mano, eso sí, cae bien. Cómodo, agradable al tacto pero en muchas ocasiones necesitaremos usar las dos manos para llegar a todos los puntos de la pantalla.
Los botones de los laterales son algo endebles. Tienen poco recorrido y dan la sensación de que con el paso del tiempo se van a terminar rompiendo. Quizá no sea así pero se echa en falta algo de robustez al pulsarlos. El detalle de añadirles un pequeño relieve para identificarlo rápido con los dedos se agradece.
En la parte de atrás es donde más luce el chasis de metal del Axon Elite pero donde ZTE toma una extraña decisión de diseño: en la parte inferior y superior introduce una banda de plástico de falso cuero. ¿Os acordáis el Galaxy Note 3? Pues la misma idea. ¿Por qué? Es algo que me sigo preguntando porque afea con un detalle de poca calidad una trasera que por lo demás es elegante y atractiva.
Ahí también nos encontramos con el lector de huellas con un tamaño suficiente para apoyar el dedo de forma cómoda gracias al marco que sirve para señalar al tacto dónde empieza y acaba para pulsar correctamente. En grosor nos encontramos con una cifra correcta y muy discreta: 9,3 milímetros de grosor. En mano no se nota mucho y teniendo en cuenta que dentro hay una batería de 3.000 mAh no es un problema.
Si nos centramos a la experiencia táctil, ZTE Axon Elite cumple con su trabajo. No despunta pero es cómodo y agradable al tacto. El problema viene cuando nos fijamos en él con los ojos y en las atrevidas decisiones de diseño que han tomado. “El color oro funciona muy bien en los móviles chinos” me decía un amigo de Hong Kong. Seguro que sí pero aquí el público espera otra cosa, o al menos más opciones.
Hay que aplaudirle a ZTE que haya querido ser diferente en su propuesta. Sorprende que el resultado final sea tan poco atractivo ya que en la familia Nubia, por poner un ejemplo cercano, tienen terminales muy bonitos y bien acabados. Quizá sea el color porque en el Axon Pro con unos tonos más oscuros la idea funciona muy bien.
Pantalla: Full HD y con un panel de calidad
En la pantalla nos encontramos con un panel IPS LCD de 5,5 pulgadas. Buena elección en el componente (desconocemos el proveedor) que de nuevo demuestra que ZTE elige bien a sus socios. Es una pantalla de calidad que no despunta pero que cumple con su papel.
El cristal frontal es fino y no da muchos reflejos cuando rebota sobre él luces directas. Se ve sin dificultades gracias también al sistema de retroiluminación que da suficiente luminosidad cuando ponemos el brillo al máximo. En exteriores hemos hecho prueba en días con mucho sol y podemos ver lo que muestra sin necesidad de activar toda la luminosidad del panel. En interiores, con luz tenue, con un valor cercano al brillo mínimo es perfecto para leer y no consumir mucha batería.
Echando un ojo más en profundidad a la pantalla vemos que la temperatura es algo fría y tiende a los azules cuando intentamos ver el blanco más puro posible. El contraste, observándolo con el ojo, es suficiente para ve la riqueza de las imágenes y el espacio de color es más o menos igual de amplio que en otros dispositivos parecidos.
El ángulo de visión es casi completo y solo se aprecia un poco de pérdida en posiciones que normalmente no utilizaremos para ver la pantalla. La respuesta táctil es correcta y no se aprecia lag en los toques.
Sobre la resolución, Full HD es suficiente en mi opinión. Son 400 píxeles por pulgada en este tamaño de pantalla y tras estar un par de semanas con él no he echado de menos más puntos. Tanto para ver fotos como para vídeos o leer texto 1920 x 1080 es suficiente para no apreciar los puntos y ver todo con nitidez.
Rendimiento de tope de gama con una muy buena batería
Snapdragon 810 y 3GB RAM se ha convertido en la opción más habitual en la gama alta de 2015. Me gustaría decir que además es combinación ganadora pero la realidad es que este año a Qualcomm no le ha terminado de salir bien. Rinde bien pero por debajo de lo esperado, vamos con los benchmark.
ZTE Axon Elite (Snapdragon 810) | Nexus 6P (Snapdragon 810) | Galaxy S6 Edge (Exynos 7) | HTC One M9 (Snapdragon 810) | Nexus 5X (Snapdragon 808) | |
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Antutu | 58383 | 61623 | 63422 | 56335 | 45463 |
Geekbench (Single/Multi) | 1242 / 4568 | 1342 / 4778 | 1442 / 4469 | 1145 / 3758 | 1215 / 3461 |
Quadrant | 21320 | 23643 | 36379 | 31220 | 19139 |