Apple, pese a su solidez financiera y la fidelidad de usuarios, está dando un polémico paso hacia la monetización agresiva. Concretamente, con iMovie
Apple ha empezado a colocar anuncios de Final Cut Pro, su editor de vídeo profesional a la venta por 300 dólares, dentro de iMovie, su aplicación básica y gratuita de edición de vídeo, tal y como ha reportado MacWorld. Y no es la única que lo ha percibido.
Es un movimiento discreto, sutil, pero que marca un punto de inflexión con sus usuarios.
Por qué es importante. Es un gesto que habla del cambio radical en la filosofía de una empresa que ha construido su imperio, entre otros pilares, sobre la premisa de respetar la experiencia de usuario por encima de todo.
El contexto. Apple siempre ha sido el antídoto contra las prácticas invasivas de otras empresas. Su modelo de negocio, el de la venta de hardware premium y los servicios de calidad, parecía inmune a la tentación publicitaria que invade Silicon Valley. Hasta la pantalla de inicio de Xbox o las Smart TV de Samsung, por dar dos ejemplos, ya incluyen anuncios.
Entre líneas. La llegada de anuncios a iMovie no es un hecho aislado. Aunque sea de una aplicación de la propia Apple y no de un cliente externo, no deja de ser anuncio sobre un software. Y ya hemos visto cómo otros espacios de Apple iban cediendo espacio a la publicidad.
Apple News o la App Store ya han visto la llegada de anuncios a sus plataformas, incluso vendidos directamente por Apple y con algún susto por la falta de control del contenido. Ahora llega el paso a las aplicaciones creativas.
En detalle. Ver anuncios en iMovie representa un cierta ruptura del contrato tácito que durante décadas han mantenido Apple y sus usuarios. Las aplicaciones creativas parecían un espacio a salvo de distracciones comerciales, un lugar en el que el usuario podía concentrarse en su flujo creativo sin interrupciones.
Apple parece dispuesta a sacrificar una parte de su experiencia, diferencial a la de la mayoría de la industria, en aras de la monetización. ¿Vamos a ver llegar anuncios también a GarageBand, a Fotos, a Notas o a Mail para promocionar sus equivalentes de pago y con un enfoque profesional?
El resultado. Apple está en una pequeña encrucijada. Puede mantener su identidad histórica como defensor de la experiencia del usuario por encima de todo lo demás y renunciar a unos potenciales ingresos que claramente no ha necesitado hasta ahora para sobrevivir ni para crecer.
También puede abrazar esos ingresos a costa del punto anterior, alineándose como una empresa más similar a Google o Meta que antes. Sigue estando en el primer grupo, pero cada vez está más cerca de inclinarse por la segunda opción.
- Apple aumentó un 2% sus ingresos en el año fiscal 2024 respecto a 2023, aunque todavía no ha superado su propio récord de ingresos, el de 2022.
- Servicios, la división que acoge los ingresos publicitarios, ha disparado su relevancia para la propia Apple mientras el resto de divisiones no han sido capaces de crecer a ese ritmo.
Ver un anuncio en iMovie no es una tragedia ni la garantía de que van a llegar también anuncios de terceros, sea ahí o sea en otras aplicaciones de Apple. Pero sí supone cruzar una línea que hasta ahora Apple no había cruzado, la de usar sus aplicaciones creativas como espacio para la promoción de otro software. Es parte de una campaña lenta, gradual, que solo Apple sabe qué tiene como objetivo final.
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