Uber no está pasando por sus mejores momentos en Europa. A los problemas en España, que se saldaron hace meses con el cese del servicio ordenado por un juez, también hay que sumar las dificultades que están teniendo en Francia. Las autoridades de nuestros vecinos del norte detenían hace unos días a dos ejecutivos de Uber como consecuencia de una investigación abierta en la que llegaron a confiscar material de sus oficinas.
Paralelamente, los taxistas han estado presionando al Gobierno para que tome medidas con huelgas y manifestaciones, en muchas ocasiones violentas. Aunque en un principio Uber había dicho que seguirían funcionando hasta que un juez no les ordenase lo contrario, ahora parecen haber cambiado de opinión: desde esta misma noche, UberPOP dejará de operar en Francia, aunque UberX seguirá funcionando.
¿Por qué han tomado esta decisión? En el comunicado oficial mencionan los incidentes violentos de las protestas de los taxistas de la semana pasada, aunque llama la atención de que lo anuncien ahora, justo cuando sabemos que sus ejecutivos irán a juicio en septiembre. Precisamente esperarán hasta ese mes, cuando se pronuncie el Tribunal Constitucional del país, para decidir qué hacer con UberPOP.
Denuncian que es difícil conseguir licencias
UberX, el servicio tradicional de Uber que sí recurre a conductores con licencia de transporte de pasajeros (el mismo que utilizan en muchos lugares de Estados Unidos para evitar precisamente estos problemas) sí que seguirá operando con normalidad. La principal diferencia es que, con UberPOP (la versión que llegó a España y gran parte de Europa), cualquiera que pase los tests de la compañía puede ser conductor, independientemente de que tenga licencia o no.
Uber denuncia que, desde la entrada en vigor de la Ley Thevenoud, es mucho más difícil (en tiempo y dinero) conseguir licencias para el transporte de pasajeros
El problema, y según denuncia Uber, es que el proceso para conseguir la licencia se está demorando innecesariamente y requiere mucho más tiempo y dinero que antes. Explican que, si bien antes se tardaba unas dos semanas en conseguir, ahora se demora hasta más de seis meses en algunos casos. "Tenemos más de 12.000 socios que han solicitado una licencia y están esperando innecesariamente... con tan sólo 215 de ellos que han conseguido la misma desde que la Ley Thevenoud entró en vigor".
Precisamente sobre dicha Ley, diseñada por el Gobierno para proteger a los taxistas, se tendrá que pronunciar el Constitucional en septiembre, decidiendo si es constitucional o no. Hasta entonces, los franceses tendrán que conformarse con UberX. Del comunicado también se obtienen algunas estadísticas interesantes: tienen más de 10.000 conductores en UberPOP y 500.000 usuarios de dicha modalidad de la app. O, bueno, más bien tenían.
Vía | Reuters / The Next Web
En Xataka | La cruzada de medio mundo contra Uber
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dgdav
Curioso que cuando de habla de Uber, ahora si, todos son defensores del gobierno y sus normas.
Pero cuando hay que hablar de impuestos y regulaciones (cosa que en España hay mucho, ej. los paneles solares), ahi si, como les afecta personalmente, el gobierno no sabe hacer leyes.
falconx
El gremio de taxis en todas Europa es a efectos prácticos una mafia consentida.
Lo tienen muy complicado los de Uber.
dgdav
Leyes absurdas creadas por hombres absurdos, y que tienen el apoyo de gente mas absurda aun.
¿En lugar de protestar por remover la licencia que el gobierno les impone, quieren que los demás sufran igual que ellos?
¿Por que no mejor copiar las soluciones mas recientes y generar competencias usando estas en lugar de querer pasarles los problemas arcaicos de un sistema anticuado?
Uber encontró una manera de darle la vuelta al asunto y acelerar sus servicios, y como pueden ver en sus consumidores, esta eficaz solución lo notan y lo agradecen.
Las leyes están por muy lejos del progreso y la innovación.
Pero son los mismo que van a estarle tirando piedras a los carros autónomos.
Los mismo que van a querer derrumbar drones.
Los mismos que van a quemar robots de servicios.
Una bola de cobardes que le temen a la competencia y que nunca van a querer bajar de su area de comodidad, un conjunto de fósiles que no tienen la mentalidad para innovar y ver por el consumidor en lugar de sus propios intereses.