Tras varios meses en beta, el navegador Vivaldi acaba de aterrizar en Android de forma oficial. De esa forma, Google Play Store recibe una alternativa más al archiconocido Google Chrome, aunque Vivaldi se guarda un par de ases en la manga para hacerle frente. Sobra decir que es una aplicación totalmente gratuita y que es compatible con cualquier Android con Android 5.0 Lollipop o superior, tablets y Chromebooks.
Por otro lado, en Xataka hemos tenido ocasión no solo de conocer las novedades de Vivaldi para Android, sino de hablar con Jon von Tetzchner, el CEO de la compañía, para conocer la historia de Vivaldi y cómo pretenden luchar en un mercado capitalizado, principalmente, por Google Chrome.
Vivaldi nace de Opera
Es probable que a algunos usuarios les suene el nombre de Jon von Tetzchner, y es que el islandés fue el cofundador y CEO de Opera Software hasta 2011. Sí, Opera Software, la empresa que creó el navegador Opera. Dejó la compañía después de que empezasen a entrar los inversores de terceros, una decisión a la que no tuvieron alternativa, explica Tetzchner.
Según el CEO, "nos equivocamos de inversores y no nos dimos cuenta hasta mucho más tarde". Los inversores quisieron vender la empresa, algo que terminó haciéndose en 2016 a un grupo de inversores chinos. De hecho, empezó a cotizar en el NASDAQ en julio de 2018. Von Tetzchner dejó la empresa en 2011 y en 2013 fundó Vivaldi Technologies, cuyos productos son básicamente el navegador para escritorio y el recién estrenado Vivaldi para Android.
En palabras de Jon von Tetzchner:
"No estoy contento con el rumbo que tomó Opera después de que lo dejase. Pensaba que seguiría usando la Opera para siempre y, en su lugar, tuve que ir y crear otra compañía de navegadores porque Opera dejó de hacer lo que Opera solía hacer. Así que, claramente, lo más importante para mí es asegurarme de que lo que estamos haciendo en Vivaldi sea algo que nos permita seguir el camino correcto centrándonos en las necesidades de los usuarios finales".
¿Y por qué Vivaldi? ¿Por el violinista? No exactamente. El nombre viene porque la anterior empresa se llamaba Opera, así que para esta empresa quisieron mantenerse en la misma línea musical. Vivaldi es un nombre "suave", que se memoriza con facilidad y que, de alguna forma, vincula Internet y la música, porque en ambos hay "un montón de contenidos diferentes".
Vivaldi nació como un reemplazo a My Opera, la comunidad virtual de Opera que fue cerrada por la empresa en 2014. No fue hasta 2015 cuando Vivaldi lanzó la primera versión de su navegador. Desde entonces el buscador no ha dejado de evolucionar y añadir funciones. Destaca por tener una interfaz muy minimalista a la par que personalizable, permite hacer acciones con el ratón, tomar notas en webs y sincronizarlas entre dispositivos, por no hablar de que al estar basado en Chromium es compatible con las extensiones de Chrome. No recopila ni vende datos de los usuarios.
El director de la empresa hace mucho hincapié en que ellos no buscan competir contra los grandes nombres del mercado, véanse Google Chrome, Mozilla Firefox, Safari o Microsoft Edge, que empieza a coger impulso. Vivaldi, de hecho, tiene alrededor de 1.500.000 usuarios en escritorio. Su modelo de negocio consiste en acuerdos con buscadores y enlaces afiliados en los marcadores, lo que les vale para generar "un dólar por usuario por año". Las cuentas se hacen solas.
Jon von Tetzchner explica que el eslogan de la empresa es "un navegador para nuestros amigos", porque su foco siempre ha sido "centrarse en las personas". El CEO afirma que su sensación es que "Opera había dejado a sus amigos solos", refiriéndose a que dio la espalda a la comunidad que había ayudado a construir Opera. "Opera dijo 'bien, vamos a cambiarlo todo y a construir un producto totalmente diferente', y a los usuario no les gustó. Así que en Vivaldi tenemos ese principio de adaptarnos a las necesidades del usuario final [...] Solo decimos 'si los usuarios están pidiendo algo, vamos a encontrar una manera de satisfacer esa necesidad'", explica von Tetzchner.
El reto de luchar contra los gigantes del móvil
Vivaldi para Android llega en un momento bastante complicado. Navegadores en Android hay muchísimos, cada uno con su enfoque, pero de acuerdo a NetMarketShare, los que se quedan con el podio son Chrome, Safari y Samsung Browser, que copan el 93% del mercado. El 7% restante se lo reparten entre todos los demás navegadores, donde encontramos a Firefox y su 0,66% de cuota, Opera con su 0,43% y Edge con un 0,03%.
Jon von Tetzchner ya tiene experiencia luchando contra gigantes, porque cuando Opera empezó sus andaduras NetScape era el dueño y señor del mercado de los navegadores. Ahora NetScape es poco más que historia de Internet y Chrome se ha quedado con la corona. Para el CEO, "competir siempre ha sido competir contra los grandes", y opina que a pesar de que Chrome es muy grande, siempre hay hueco para cosas nuevas.
Desde su punto de vista, "todos los navegadores son un poco parecidos" y son "limitados en funciones" porque están compitiendo más en la distribución que en las características. Jon es consciente de que no tienen distribución, por lo que tienen que ganarse a la gente "proporcionándoles grandes características"
La recepción de la versión beta fue muy positiva, hasta el punto de que consiguieron entre 50.000 y 100.000 descargas (no nos dijo el número exacto, sino el rango). El lanzamiento de la versión oficial se retrasó porque una de las peticiones más recurrentes por parte de los usuarios era que debía haber un bloqueador de anuncios, así que lo desarrollaron y lo implementaron.
La clave para Vivaldi reside en ganarse a los usuarios mediante funciones, escuchar el feedback y mejorar el producto en función de este. "No necesitamos un 60% de cuota de mercado para ser rentables como empresa", deja claro von Tetzchner, que afirma que "está bien incluso si no eres tan grande como Chrome, no necesitamos vencer a Chrome". La pregunta, por lo tanto, es cómo atraer a esos usuarios, y ahí juega un papel fundamental el boca a boca.
El problema es que no es solo una cuestión de navegadores y funciones, sino de comodidad. Google preinstala Chrome en casi todos los smartphones que se venden en el mundo, Samsung hace lo propio con el suyo y Xiaomi más de lo mismo. Es cómodo usar el navegador preinstalado porque evita una instalación, y ahí los grandes fabricantes tienen ventaja.
El CEO reconoce que es un aspecto en el que "están trabajando". Le preguntamos si alguna marca se les ha acercado para preinstalar su navegador, a lo que Jon responde que "ha habido una oportunidad para hacerlo" y que hay "cierto interés", aunque ahora mismo su foco no es ese. Hasta el momento la compañía ha estado centrada en lanzar la versión final, así que no es algo que hayan estado buscando. El CEO, además, reflexiona sobre esto:
"Estamos interesados en conseguir distribución pero realmente, y esto es algo que aprendimos del caso de Opera, la distribución de Opera vino a través del boca a boca, principalmente. Esto definitivamente ayudó y se convirtió en una parte cada vez más grande de la base de usuarios con el tiempo. En realidad, el enfoque tiene que ser proporcionar grandes productos. Si tenemos grandes productos, entonces también habrá más interés en la distribución, cierto, tenemos que tener algo que sea único. Pero en cualquier caso, incluso si no consigues la distribución, si tienes un gran navegador, la gente tenderá a compartir con sus amigos lo que están usando".
Para conseguir este producto, Jon considera que una de sus ventajas es que los empleados son los dueños de la compañía. Eso les da libertad para hacer lo que consideren oportuno con su producto sin rendirle cuentas a inversores. Por el momento, la empresa está orgullosa de los 1,5 millones de usuarios que acumula en su haber y espera ver qué pasa tras el lanzamiento de la nueva versión. El motivo es sencillo: Vivaldi tiene sincronización multiplataforma, por lo que es normal que tras probar la versión de Android, no sean pocos los usuarios que quieran darle una oportunidad en PC.
Vivaldi es una empresa humilde y que su navegador llegue a más gente dependerá de los usuarios. "No tenemos fondos para invertir en publicidad de ningún ningún tipo y dependemos básicamente del boca a boca", todo un reto teniendo en cuenta que compiten contra empresas multimillonarias con un alcance mucho más amplio.
Para el año que viene, Jon espera que su navegador haya llegado a los millones de descargas, sin mojarse en una cifra. Y hace bien, porque en abril de 2005 von Tetzchner dijo que si Opera superaba el millón de descargas en cuatro días nadaría de Noruega a Estados Unidos. El objetivo se alcanzó y, evidentemente, fracasó en el intento.
Por último, le preguntamos a Jon si tienen planes para una versión para iOS, a lo que nos responde que sí, pero que tienen el problema de que deben que construir una build nueva porque no pueden reciclar el código. Afirma Jon que "nuestro objetivo es ofrecer soporte al mayor número de usuarios posible. Hay dos grandes plataformas en el lado móvil y actualmente estamos soportando la más grande, pero nos gustaría apoyar ambas".
Cómo es Vivaldi para Android
La compañía de Jon von Tetzchner ha querido apostar por una interfaz similar a la de escritorio, lo que se traduce en tener las pestañas de las webs que tengamos abiertas en la zona superior. De esa forma, el usuario puede cambiar de una a otra con una sola pulsación. Esta función está activada por defecto, pero se puede desactivar desde los ajustes para conseguir más espacio en la parte superior.
Precisamente esta función cobra más sentido cuando el navegador se usa en formato horizontal. Además de mantener las pestañas en la zona superior, Vivaldi mueve los botones inferiores a la esquina superior derecha, de forma que la interfaz se asemeja más a un navegador de escritorio. La idea es que mediante este tweak gráfico, el usuario pueda acceder a la versión de escritorio de la web y leer cómodamente.
También cuenta con un conmutador de pestañas que permite acceder a una pestaña abierta, privada, cerrada recientemente e incluso abierta en otro dispositivo mediante gestos. Para acceder a las pestañas abiertas en otros dispositivos habrá que tener activada la sincronización, porque sí, igual que Chrome y otros navegadores, Vivaldi cuenta con sincronización privada entre dispositivos.
En la versión estable que se lanza hoy se conservan algunas implementaciones ya conocidas de Vivaldi, como las carpetas de accesos directos y el Speed Dial, que permite acceder rápidamente a las webs de acceso frecuente. También se mantiene la función "Notas", que permite escribir apuntes rápidos o copiar texto de una web directamente en el navegador, y la función "Snap", que permite capturar una página completa o seleccionar un área concreta. Por último, y aunque no por ello menos importante, es compatible con modo oscuro.
En cuanto a navegación, el motivo de haber retrasado tanto el lanzamiento de la versión estable es que los usuarios de la beta querían un bloqueador de anuncios y han tenido que desarrollarlo. Vivaldi para Android usa la lista Tracker Radar de DuckDuckGo para bloquear anuncios y rastreadores. Esta función está desactivada por defecto, pero se puede activar de forma completa o parcial (mediante una white list) desde los ajustes.
También hay novedades en escritorio
Aunque hemos puesto el foco en Vivaldi para Android, la compañía también ha lanzado la versión 3.0 de Vivaldi para escritorio. Entre las novedades destacadas están el bloqueador de anuncios y trackers, que funciona igual que en Android, un reloj en la barra de estado que permite configurar alertas y recordatorios directamente en el navegador y un sistema de navegación que permite encontrar acceder a los links de una web pulsando Shift+teclas de cursor.
Descargar Vivaldi para Android | Google Play Store
Descargar Vivaldi para escritorio | Web oficial
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