Comprar online se ha convertido en algo habitual para muchos de nosotros. Lo hacemos desde varias pantallas, no solo la del ordenador, también la del móvil. Comparamos precios para buscar la mejor oferta y cuando lo encontramos pensamos que es la mejor opción. No siempre es así y a veces la cantidad que nos cobran puede variar en función de dónde estemos o de qué dispositivos estemos utilizando, hay varios casos que demuestran la influencia de una serie de factores en el precio final de algunos productos y servicios online.
¿Cómo de común es la adulteración de los precios online? Sabemos que hay casos y lo normal es pensar que se trata de temas puntuales y no de prácticas muy frecuentes. Un estudio de la Universidad de Northeastern se ha propuesto analizar las diez principales tiendas online y seis servicios de alquiler de coches y reserva de hoteles para ver si realmente es así y, si ocurre, qué es lo que provoca el cambio.
Los cambios son cada vez más sutiles
Para realizar este experimento se ha reclutado a 300 personas que han realizado una serie de búsquedas a través de dieciseis tiendas online. Los movimientos por las webs se han emparejado con datos reales de búsqueda y utilizando dos navegadores diferentes, uno convencional y otro que no almacene las cookies que se van generando según nuestros movimientos en la web.
Como resultó difícil coger los datos de búsqueda (el historial puede ser muy largo) de cada usuario se pasó a hacer el mismo tipo de consultas, con los mismos atributos desde cero pero cambiando una variable: el navegador web. Aquí los resultados empezaron a arrojar algunos resultados bastante interesantes: el Travelocity el precio de una habitación de hotel se reducía hasta quince dólares en el 5% de los resultados ofrecidos si entrábamos a través de un smartphone.
Cheaptickets y Orbitz ofrecían a los visitantes con cuenta descuentos de 12 dólares en un 5% de las habitaciones ofertadas mientras que los que no estaban registrados (esto no se ofrecía de primeras) no obtenían tal cantidad. Si revisamos el estudio podemos encontrar todos los casos analizados y podemos observar como la elección de sistema operativo y plataforma es quien más influye en el precio que se oferta.
Encontrar estas ofertas según el tipo de navegador solo eran accesibles cuando se busca pero nunca se ofertan directamente en la página de inicio o en las páginas que tienen habilitadas para señalar las promociones. Algunas empresas han confirmado que lo hacen para motivar otro tipo de búsquedas y usar la aplicación móvil que tiene cada compañía.
Como conclusión, el estudio señala que los cambios de precio son una realidad pero que las técnicas que utilizan son cada vez más sofisticadas para que no nos demos cuenta al momento. De hecho, uno de los problemas que hay es que resulta difícil comparar otros precios si no es con estudios de este tipo y eso, para ciertas compras, supone mucho tiempo que invertir.
Vía | Washington Post
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