Ya se ha convertido en tónica. Elon Musk la lía en Twitter y muchos usuarios piensan en cuál puede ser la alternativa. La opción más habitual es nombrar Mastodon, pero lo cierto es que han pasado ya varios meses y su número de usuarios no ha logrado explotar. Pese a que va creciendo, Mastodon está lejos de ser esa alternativa a Twitter que muchos buscan.
Evitando los giros de volante de Musk. Este fin de semana ha sido limitar la visibilidad de Twitter, desde dejar de estar disponible para los usuarios no registrados hasta establecer un número máximo de tuits que podemos ver. Cambios de gran calado anunciados a base de un sencillo tuit. Una manera de proceder caótica y donde los usuarios poco podemos hacer.
Con Mastodon tenemos una red social descentralizada, donde no estamos bajo un único administrador o algoritmo quien decide qué y cómo vemos los mensajes de los demás.
En Mastodon falta esa gran conversación mundial. La gran ventaja de Twitter es que es una puerta excelente para conocer de qué se está hablando, cuáles son las tendencias de conversación y en general tener una buena imagen de lo que está ocurriendo en el mundo, al menos sobre lo que está generando más debate.
En Mastodon hay que elegir una instancia concreta y aunque tenemos un mejor control sobre los mensajes que recibimos, también es una lectura más especializada. Al no existir un uso tan masivo como en Twitter, donde nos llegan mensajes de todas partes, en Mastodon hay menos sensación de estar leyendo el día a día. Tiene su ventaja de tener un timeline más sano, pero se pierde esa vertiente informativa global.
Han hecho cambios para mejorar. Mastodon sigue sin ser ese rival de tú a tú con Twitter, aunque sí es cierto que han ido haciendo cambios para mejorar y acercarse. Uno de ellos, pese a que rompe con la filosofía original, es que la aplicación deriva por defecto a los usuarios a una misma instancia: mastodon.social.
"Si solo atraemos a las personas interesadas por la descentralización, entonces será mucho más difícil popularizar la propia descentralización", explicaba el CEO de Mastodon, describiendo públicamente uno de los debates que tienen internamente.
Bluesky es más reconocible, pero todavía no ha arrancado. Todavía más parecida a Twitter es Bluesky, la red social descentralizada impulsada por el propio Jack Dorsey, fundador de Twitter. Tan similar es que incluso estéticamente parece un calco, con esos tonos blancos y azulados.
La aplicación todavía necesita una invitación para poder utilizarse, ya que se encuentra en beta cerrada. Como Mastodon recientemente, Bluesky deriva a todos los usuarios a un mismo servidor principal. Aunque los usuarios siempre pueden abrir su propio servidor o aplicar sus propios sistemas de moderación.
El auge de la descentralización está generando muchos rivales de Twitter. Mastodon y Bluesky no son los únicos que quieren posicionarse como el gran rival de Twitter. Tenemos por ejemplo Damus, basado en el protocolo Nostr o incluso se acerca Project 92, la red social creada por el equipo de Instagram y que estará basada en el protocolo ActivityPub, el mismo que Mastodon.
De momento, Twitter sigue siendo única. Musk sigue dando argumentos a sus detractores para buscar alternativas, pero lo cierto es que la red social sigue aguantando y sigue siendo la principal vía para informarse de la conversación global del momento. No sabemos si estos rivales descentralizados conseguirán su propósito, pero aunque Twitter siga cambiando de la noche a la mañana (nueva CEO incluida), toda una legión de usuarios sigue resistiendo.
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