Qué difícil es hacer buen software. Y qué importante es la filosofía de la marca a la hora de desarrollarlo. En Android hay dos caminos, y el primero es sobrecargar el sistema con interfaces personalizadas, multitud de aplicaciones nativas y servicios que intentan aportar valor (aunque, en la mayoría de ocasiones, acaban en apps nativas del fabricante que casi nunca se usan) y, en definitiva, hacer del software un mundo de posibilidades.
La otra vía es coger el código fuente de AOSP, hacerle las modificaciones justas y necesarias y crear una ROM sencilla, ligera y sin apenas carga de aplicaciones. Pocos fabricantes se han aventurado con este camino: es el menos lucrativo. Menos servicios propio, menos alternativas y temas de pago, menos acuerdos con empresas para implementar sus apps.
De entre todas las ROMs que he ido probando estos años, tengo claro cuál es mi preferida. Y, no. No estoy hablando de Google con su Pixel ROM. Hay una que me convence más aún.
NothingOS, o cómo llevar Android a su máxima expresión
La primera vez que probé NothingOS no me convenció demasiado. El Nothing Phone (1) llegaba algo verde al mercado, con algunos extraños en su sistema. El rendimiento no era sobresaliente, las animaciones no estaban del todo pulidas, y se notaba que era una ROM en su primera fase de desarrollo.
Con el Nothing Phone 2 la cosa mejoró. Tanto, que subimos la nota de software de un 8,75 del modelo anterior hasta nada menos que un 9,5. La ROM volaba, también en parte ayudada por el Snapdragon 8 Gen 1 del nuevo teléfono. Pero más allá de esto, la ROM funcionaba mucho mejor. ¿Por qué destaca NothingOS?
En primer lugar, por la personalización. NothingOS es la prueba de que una ROM de Android "Stock" puede ser personalizable. El launcher funciona con los iconos de Android puro, pero también con los de Nothing. Si no nos convence ninguno, tenemos disponible integración con iconos de terceros, los que descargamos de Play Store o de cualquier APK.
También, desde Android 14, es posible generar fondos de pantalla mediante inteligencia artificial. Tan solo hay que combinar algunas palabras y... listo. Es una interpretación distinta a del Pixel, pero bastante resultona.
Los tonos de llamada, sonidos del sistema... todo está personalizado y cuidado al detalle. Algunas de estas funciones e interacciones solo pueden entenderse cuando probamos un teléfono de Nothing. Todo está cuidado al detalle y, si no nos gusta, lo podemos cambiar.
En segundo lugar, hay un equilibrio muy logrado entre la interfaz de Android Stock y la interpretación de Nothing. Los iconos, barra de estado, acceso directo a widgets... En un inicio, todo era "muy Nothing". Ahora es prácticamente Android puro, con pinceladas personalización.
No hay mucho más que contar y eso es la clave. La ROM de Nothing no tiene bloatware: no viene con Facebook, TikTok o LinkedIN preinstalados, como en la inmensa mayoría de ROMs. Tan solo hay una app propia del tiempo, la app Nothing X para integrar auriculares de la compañía, la grabadora de voz y la app de cámara. Si quieres algo más, instálalo tú. Es una filosofía que comparto.
Imagen | Xataka
En Xataka | Nothing Phone 2a, análisis: más brillo (y sombras) del que vemos en su icónica parte trasera con LEDs
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