Hasta ahora Chrome había ofrecido bastante libertad a la hora de añadir extensiones a su navegador de Google Chrome. Podíamos instalarlas desde la Chrome Web Store, el proceso recomendado por la empresa, pero además era posible hacer lo mismo descargando por ejemplo los ficheros CRX de esas extensiones desde otros sitios web.
Esa y otras alternativas quedan eliminadas a partir de ahora, ya que Google ha anunciado que solo se podrán instalar extensiones desde la Chrome Web Store. El objetivo, claro está, es reforzar la seguridad: sitios web maliciosos podrían engañar a los usuarios para que instalasen extensiones peligrosas, algo que en Google quieren evitar con una supervisión y un control más específicos.
La medida tendrá carácter retroactivo, es decir, si tenemos actualmente extensiones no permitidas o aceptadas por la Chrome Web Store que habíamos instalado previamente, el navegador las deshabilitará. El cambio, eso sí, se aplicará de momento solo a Chrome estable para Windows. Los usuarios de OS X y Linux y los que además utilicen los canales Beta, Dev o Canary de Chrome (también en las versiones Windows) podrán seguir contando con esa opción.
Implicaciones y el ejemplo de Android
Es evidente que esa filosofía tendrá ciertas consecuencias negativas para los usuarios avanzados, que tendrán que olvidarse de Chrome estable para poder experimentar con esas opciones. La solución es fácil, y consiste en evitar las versiones finales de Chrome para centrarse en versiones de desarrollo de cualquiera de los canales mencionados.
La idea no es nueva, desde luego: Apple ya tomó un camino similar hace tiempo con Gatekeeper, la herramienta que monitoriza las instalaciones de aplicaciones y juegos en OS X y que evita que no instalemos nada que no provenga de la App Store en su nivel de configuración más restrictivo. Gatekeeper da opciones para usuarios avanzados, desde luego, y tratar de garantizar mayor seguridad, sobre todo a los usuarios noveles o con menos conocimientos -clásicas víctimas de ataques de todo tipo-, es un acierto.
En Chrome, no obstante, se podría haber seguido un camino similar al de Gatekeeper o al que de hecho Google ya ha tomado con Android. Como sabéis el sistema operativo móvil nos permite instalar aplicaciones solo desde Google Play de serie, pero cualquier usuario puede activar la opción de orígenes desconocidos para saltarse esa limitación. Lo normal, claro, es que solo los usuarios avanzados sepan hacerlo, y esa pequeña barrera suele evitar muchos problemas a los usuarios con algo menos de experiencia.
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