Napster ha vuelto a cambiar de manos. La compañía ha anunciado esta semana en su blog oficial que MelodyVR, una compañía dedicada a hacer conciertos en realidad virtual y actuaciones inmersivas, ha comprado Napster por 70 millones de dólares. El objetivo, aseguran, es "permitir la creación de una plataforma musical única que ofrecerá tanto actuaciones en vivo inmersivas como música en streaming".
Las dos compañías seguirán funcionando de forma independiente, al menos por el momento. Sin embargo, en el comunicado Napster deja caer que esta adquisición establece las bases para crear una plataforma única de servicios de entretenimiento, "una experiencia musical de próxima generación", según describe Napster. Con todo, no es ningún secreto que Napster, a día de hoy, todavía no ha encontrado su sitio y, por las cifras oficiales, no compite en la misma liga que Spotify o Apple Music.
De poner en jaque a la industria musical a cambiar de manos (varias veces)
La historia de Napster es apasionante y se resume en inicio, auge y caída. Napster nació como un servicio de descarga de música en MP3. Se hizo extremadamente popular en Estados Unidos, pero solo duró dos años. Bastó con que apareciese una canción de Metallica (todavía sin publicar) en la plataforma para que Napster comenzase toda una odisea de juicios, acusaciones y multas que terminó con la empresa declarándose en bancarrota y liquidando todos sus activos el 3 de junio de 2002.
Desde entonces, Napster no ha terminado de encontrar su sitio y ha cambiado de manos en varias ocasiones. Porque sí, Napster todavía existe, pero dista mucho de ser lo que fue en sus inicios. Ahora es un servicio de música en streaming como Spotify, Apple Music y demás plataformas, solo que mucho más minoritario. En el comunicado de prensa publicado esta semana hablan de tres millones de usuarios. Para poner la cifra en contexto, Spotify tiene 299 millones, según informó la empresa recientemente.
Comienza así el periplo de Napster. En noviembre de 2002, Roxio, dueña de PressPlay, compró los derechos de marca de Napster por 5,3 millones de dólares. Seis años más tarde, Best Buy compró el servicio de suscripción (con 700.000 suscriptores) por 121 millones de dólares con el fin de competir contra iTunes y Amazon MP3.
Unos cuantos años después, y tras llegar a un acuerdo con Best Buy, Napster se fusionó con Rhapsody el 1 de diciembre de 2011. Rhapsody era un servicio de música en streaming y, básicamente, quiso aprovechar el tirón de la marca Napster y su identidad corporativa. El 84% de Rhapsody pertenece a RealNetworks, una compañía de Seattle que también está enfocada en videojuegos y tecnología de reconocimiento facial.
Llegamos así a MelodyVR, una compañía fundada en 2018 que ha trabajado con artistas de la talla de John Legend, Kesha, The Chainsmokers o Cypress Hill. Tiene estudios en Londres y Los Ángeles y, de acuerdo al comunicado de Napster, ha crecido muchísimo en los dos últimos años. La empresa tiene actualmente 1.800 canciones en su plataforma y, básicamente, permite ver conciertos en realidad virtual tanto desde el móvil como desde unas gafas VR.
Ahora la pregunta que toca hacerse es si esta será la última parada de Napster. Por el momento, Napster y MelodyVR operarán de forma independiente, pero a la larga se espera que haya una fusión y solo quede un servicio que combine la oferta de ambas empresas. Solo el tiempo nos dirá si Napster por fin ha encontrado su sitio o si seguirá dando saltos.
Ver 8 comentarios