Ahora Netflix va a llegar a España. Ahora no. Ahora sí. Ahora no. Desde hace años lleva hablándose del posible desembarco del popular servicio de streaming en nuestro país, pero lo cierto es que nunca se ha llegado a culminar. Algunos dicen que es por las descargas. Otros aseguran que son los precios abusivos de los derechos de autor.
Sea como fuere, el mapa de Europa está cada vez más "rojo", con más países en los que Netflix ya tiene presencia. Francia y Alemania han sido los últimos y, por el norte, ya llevan tiempo con el servicio. Sin embargo, en España seguimos esperando, con el rumor de turno resucitando cada pocos meses. Pero ¿merece la pena tanta expectación? ¿Qué es realmente Netflix y en qué versión podría llegar a nuestro país?
Netflix no es Series.ly
Obviamente todavía es pronto para responder a esta pregunta ya que ni siquiera existe una confirmación oficial, pero sí que se ha extendido la creencia de que Netflix es la solución a todos los males del vídeo bajo demanda en España. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: tan sólo hay que echar un vistazo a su catálogo en otros países. Atractivo, sí si lo comparamos con la competencia, pero no infinito.
Donde más ha evolucionado y crecido el servicio es, lógicamente, en Estados Unidos. Allí ejerce como una cadena de pago más y compite contra ellas para hacerse con los derechos de sus películas una vez éstas ya han salido a la venta. Es el paso previo antes de llegar a su emisión en abierto, similar a lo que ocurre en España con las distintas ventanas de distribución.
Actualmente Netflix tiene acuerdos con algunas distribuidoras, pero no es así con otras. El año pasado perdían la licencia de emisión de casi 1.800 títulos. En 2012 se rompía el acuerdo con la cadena Starz y se quedaban sin mucho contenido de Disney y de Sony, aunque a cambio se han ido asegurando acuerdos con otros estudios.
Con las series de televisión, la cosa se complica. Son las propias cadenas de pago las que producen muchas de ellas y, lógicamente, no van a cedérselas gustosamente a la competencia para darles más razones a los clientes para "cortar el cable", como ellos lo llaman. Por ello, en Netflix USA no te encontrarás títulos como 'Juego de Tronos' (HBO) o 'Spartacus' (Starz).
En cambio, sí que hay bastantes temporadas de series que se emiten en abierto e incluso series propias de Netflix, que en los últimos meses ha comenzado una gran apuesta por el contenido propio con títulos como 'House of Cards' o 'Orange is the new black'.
Otro aspecto importante del que mucha gente no es consciente es que las temporadas se suben enteras a Netflix. A diferencia de lo que ocurre en otros servicios de la competencia (como Amazon Video, donde puedes comprar cada capítulo actual, o Hulu, con varias cadenas detrás), los capítulos de series llegan a Netflix con bastante retraso respecto a su emisión.
En definitiva: Netflix no tiene todo el catálogo del mundo ni el capítulo de tu serie favorita que se emitió la semana pasada. De hecho, de vez en cuando desaparecen títulos y añaden nuevos. No es un Series.ly de pago ni nada por el estilo. En España, da la sensación de que se ha idealizado mucho su existencia. Sin embargo, y pese a que en Estados Unidos puede considerarse un servicio completo con sus fallitos, su despliegue en otros países nos demuestra lo que podría ocurrir en España.
Así ha sido la llegada de Netflix a otros países
Ya hemos visto por encima cómo es el catálogo de Netflix en Estados Unidos pero ¿qué ocurre fuera de su país de origen? Pues que el catálogo pierde bastante variedad y atractivo. Prueba de ello es el caso de Netflix UK, que en 2013 tan sólo tenía 2.593 títulos (frente a los 14.142 de la versión estadounidense). Salvo excepciones, la mayoría son fondo de catálogo. En Reino Unido tienen, además, una competencia fuerte por parte de Amazon Video.
En otros países nos encontramos una situación similar: catálogo mucho más pequeño, menos variado y mucho menos actual que en Netflix USA. A eso, además, hay que sumarle que las propias producciones de Netflix se han vendido ya a otras cadenas. En Francia, por ejemplo, Netflix no puede emitir 'House of Cards' porque la serie la ha comprado Canal Plus. Si llegara a España, ocurriría algo similar, ya que las series del portal de streaming se las está llevando en exclusiva el Plus (al menos de momento).
¿Por qué este cambio? Lógicamente, el tener que entrar a negociar y pelear por derechos en nuevos mercados no es tarea fácil y cada país es un mundo, con su multitud de acuerdos ya existentes. Sin embargo, puede existir otro motivo: Netflix desembarca en estos países con lo mínimo, consigue nuevos suscriptores por el "nombre" que tienen y, a partir de lo que estos ven, van adquiriendo o cambiando su catálogo. De esta forma invierten lo justo en derechos y se aseguran de dar exactamente con lo que quiere la audiencia.
Y parece que funciona. A pesar de su flojo servicio a nivel internacional, Netflix está creciendo meteóricamente fuera de su país de origen. En el trimestre pasado, último del que se tienen datos oficiales, el portal sumó dos millones de suscriptores internacionales, alcanzando los 15,48 millones de usuarios. En Estados Unidos, por ponerlo en perspectiva, tan sólo crecieron con un millón de nuevos clientes, con 37,22 millones en total. De hecho, todos los mercados en los que se lanzaron antes de 2013 ofrecen ya beneficios.
Sobre el catálogo, un breve apunte sobre los esfuerzos que Netflix está haciendo para llegar a ser un servicio verdaderamente global: por primera vez en su historia, el portal ha firmado un acuerdo con Warner Bros. para hacerse con los derechos de emisión de 'Gotham' en todos los países donde el servicio está presente. En todos ellos. Quizás sea un primer paso de lo que está por venir y, de esta forma, darían un pequeño empujoncito a los Netflix de fuera de Estados Unidos.
Otro aspecto a destacar es que, además del propio nombre, Netflix tiene otra ventaja importante respecto al resto cuando se lanza en un país: su ecosistema de aplicaciones. Ya tienen acuerdos importantes con fabricantes de Smart TV, consolas y otros dispositivos, además de tener apps desarrolladas para teléfonos y tablets. Aquí sí que demuestran su poderío.
¿Tiene sentido Netflix en España?
¿Te suena esta frase? Seguro que sí, aunque lo más probable es que, si no pagas ahora, no pagues cuando Netflix llegue. Hace unos días ya repasábamos el estado actual del vídeo bajo demanda en España y la situación es demoledora: excepto para clientes de Canal+ (con Yomvi) o Telefónica (con Movistar Series), la oferta en streaming de películas y series comerciales es flojita, por decirlo finamente.
Si tienes suerte, te encontrarás con algún título medianamente actual o con alguna serie completa (pocas, muy pocas, ya que lo habitual son temporadas sueltas o capítulos recientes en modo catch-up, de los que desaparecen a los pocos días). De hecho, son varios los servicios los que tienen bastante catálogo en común. Por ejemplo, es frecuente ver las series de la BBC o las primeras temporadas de algunos clásicos de HBO.
Viendo lo que ha ocurrido en otros países, no parece que Netflix, si es que llega algún día, vaya a cambiar esta situación en España. Si repite estrategia, se limitarán a lanzar con un catálogo escaso y, a partir de ahí, a ver qué pueden ir añadiendo. Sin embargo, hay motivos para la esperanza: si comienzan a darse más acuerdos globales como el de 'Gotham' o si Netflix empieza a traer sus propias series, sí que sería un servicio al que merecería la pena dar una oportunidad.
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