Soy programador y tengo 50 años

“Más sabe el diablo por viejo que por diablo”.

Nadie sabe por los derroteros que le llevará la vida. Nadie sabe si seguirá durante toda su carrera en la misma empresa, o cambiará varias veces. Si evolucionará como profesional o pasará años haciendo lo mismo. Si elegirá continuar haciendo lo que le gusta... o preferirá ascender a pesar de que el puesto quizás no le guste tanto.

Parece complicado, en este caso, mantenerse como programador durante varias décadas sin ascender a analista o jefe de proyecto. Pero esa opción por supuesto existe. Y puede ser tan estupenda como cualquier otra.

La pregunta que nos atañe es la siguiente: ¿Se puede seguir siendo programador cumplidos / pasados los 50 años? Esto lo tenemos claro, la respuesta es “sí”. Y otra más: ¿Se es mejor programador conforme se cumplen años o es una de esas profesiones en las que la “sangre joven” viene con más fuerza?

"Se es mejor programador pasados los 50”

Y no lo decimos nosotros. Es la conclusión de un estudio realizado por Patrick Morrison y Emerson Murphy-Hill del departamento de Ingeniería del Software de la Universidad de Carolina del Norte, publicado hace apenas cuatro años.

Su principal objetivo era conocer si había algún tipo de correlación entre el nivel de programación y la edad del profesional. Y la conclusión a la que llegaron es que es así, que esa correlación existe.

Para determinar este hecho, es decir, si los programadores mejoran o empeoran conforme pasan los años, los investigadores observaron a los mejores programadores clasificados en stackoverflow, una web donde los usuarios valoran respuestas de otros desarrolladores y programadores. Posteriormente el sitio utiliza las calificaciones para generar una puntuación de reputación para cada uno de ellos.

Se basaron en el análisis de los datos según edad, reputación en la comunidad y tecnologías tratadas; y encontraron que estas puntuaciones en cuanto a reputación crecían a medida que los programadores se acercaban a los 50.

Nosotros hemos querido saber qué opinan, qué sienten, qué piensan algunos programadores que han pasado ya la cincuentena. Hemos hablado con cuatro profesionales de distintas empresas con alrededor de 25 años de experiencia que nos han hablado de pasado, presente y futuro profesional.

La programación en los 80 y 90

Los dos hombres y dos mujeres con los que hemos hablado comenzaron su andadura en los años 80 o principios de los 90.

Eran años en los que esto de la tecnología y los ordenadores seguía "sonando a chino" en la inmensa mayoría de los hogares. Estábamos en un país que comenzaba a abrirse a un universo que daba vértigo. Y eso que aún de Internet apenas habíamos oído hablar.

Francisco Gavilán tiene 53 años y actualmente trabaja en la empresa Brainwave, por lo que remonta sus inicios a mediados de los años 80. Años en los que el lenguaje predominante de programación era el COBOL y se programaba para terminales "tontos".

“No se preveía la proliferación de tantos lenguajes, del uso de navegadores, del cliente-servidor y de la programación orientada a objetos. Digamos que era sota, caballo y rey, y que las programaciones "raras" quedaban circunscritas para personas fuera de los cauces comerciales normales. La programación estaba muy centrada en entidades bancarias, aseguradoras y organizaciones públicas”, comenta Gavilán.

En su momento, hace unos 25 o 30 años atrás, la programación era una profesión muy bien considerada y pagada, puesto que las nuevas tecnologías estaban imponiéndose a pasos agigantados en todos los sectores.

“Simplemente había tanto trabajo que podías cambiar de empresa siempre que quisieras y mejorar tu salario. Las expectativas laborales eran excelentes, recuerda Paloma González, programadora de Atos España.

Da un poco de nostalgia recordar aquellos años, cuando los ordenadores eran aquellos aparatos inmensos, lentos, torpes. Como nostalgia da recordar cómo aún el “común de los mortales” no estaba familiarizado con la terminología propia de este sector. Y no nos referimos a complicados términos de programación, si no a cosas mucho más sencillas.

Por ejemplo, Antonia Geijo, de 50 años y también programadora en Atos, echa una divertida vista atrás y recuerda: “Un usuario al que se le indicaba abrir una ventana para entrar en una aplicación… ¡Lo que hacía era abrir la ventana de la sala donde trabajaba!”

Ay... Benditos 80’s.

“Evolución tipo”: ¿Es posible ser sólo programador durante toda una vida?

Resulta complicado encontrar a profesionales que se hayan mantenido en el tiempo como programadores dentro de una o varias empresas. La evolución normal es pasar de ser programador junior a senior, posteriormente analista programador, analista funcional o analista orgánico; y finalmente jefe de proyecto.

Así que nosotros nos preguntamos… ¿puede un profesional mantenerse en esa primera etapa de programador durante toda una carrera profesional? ¿es normal que eso suceda?

“Es la pregunta del millón, contesta Gavilán. “Se supone que si uno es un buen programador y le gusta podría seguir ahí de por vida. El problema es que los sueldos no se adecúan a tu experiencia y valía en cada puesto, sino que se supone que un analista debe ganar más que un programador ¿Cómo vas a ganar más que tu jefe? Además a los que no quieren ese tipo de transición se les ve como bichos raros. Y lo malo es que a veces se pierde un buen programador para ganar un mal analista...”, nos explica con gran acierto.

Ahí está la respuesta: se puede ser únicamente programador pasados los 50. De hecho, tal y como comenta José Manuel García –Marugán (programador en Implemental Systems), hay personas que están muy especializadas en un lenguaje muy concreto y que están muy bien pagadas. ¿El motivo? Que ahora mismo no se encuentra gente formada y con experiencia en ese lenguaje concreto.

Aunque hay que tener cuidado con eso, ya que también puede ser un arma de doble filo si solo te centras en un tipo concreto de lenguaje… puedes acabar cerrándote puertas de posibles ofertas laborales o ascensos en caso de que así lo desees.

“El ser solo programador es una opción como otra cualquiera, hay quien es muy bueno programando pero sin embargo no tiene otro tipo de aptitudes o características que requieren otros perfiles, como comunicación, trato con el cliente, etc.”, sentencia García – Marugán, de 50 años.

Una profesión llena de desafíos

Por supuesto, para las personas cuyos empleos están ligados intrínsecamente a la tecnología, supone un verdadero desafío mantenerse al día en lo que a actualizaciones se refiere.

En este caso, los diferentes lenguajes de programación van cambiando con el tiempo, evolucionando, modernizándose. Y lo que ayer servía para desempeñar perfectamente el trabajo… hoy ya no.

“En el día a día no te das cuenta, pero cuando ves el mercado de trabajo o te enfrentas a nuevos retos puedes sentirte un poco fuera de lugar. Pero eso puede ser positivo para reforzarte, porque si consigues tus objetivos demuestras que la edad no es un problema, sino que puede ser un aliciente”, asegura Francisco Gavilán.

Algo más escéptica se muestra Geijo, que asegura que la edad es un valor negativo para todas las profesiones. “Vivimos en un mundo donde la juventud, los guapos y los que tienen padrinos tienen trabajo. El resto… hacemos lo que podemos”, sentencia.

En el caso de la programación, la falta de una correcta adaptación a los últimos lenguajes o las tecnologías más punteras puede suponer un punto de inflexión entre el conseguir un puesto o no, entre “sobresalir” en la empresa o no, entre ascender... o no.

Adaptarse o… morir

Por supuesto, los cuatro profesionales con los que hemos hablado, se han adaptado a los nuevos lenguajes a lo largo de sus más de 25 años de carrera como programadores. Puede parecer algo complejo, pero cuando eres un amante de tu trabajo, no lo es tanto. Se trata de estar “a la orden del día” y tener ciertas actitudes y aptitudes que impidan que la increíble velocidad a la que evoluciona la programación, te lleve por delante.

García – Marugán lo tiene claro: “Yo siempre lo comparo con los idiomas, cada lenguaje tiene su sintaxis, su vocabulario y una vez que aprendes uno, el siguiente te cuesta menos y encuentras semejanzas con el anterior. Además de que hoy en día con Internet tienes abundantes ejemplos, cursos gratuitos y foros donde resolver dudas.”

Y es que aunque desde fuera puede parecer algo más difícil, lo cierto es que al final el mercado y tus propios derroteros profesionales te llevan. En este caso, cuando un programador va cumpliendo años dentro de una empresa, no tiene la opción de pensar si se adapta o no al nuevo lenguaje. Ha de hacerlo. El problema viene cuando a cierta edad el mercado “te expulsa” y corres peligro de quedarte atrás durante ese impasse de tiempo.

Gavilán asegura que la suya ha sido una evolución natural. COBOL, C, JAVA... Al final los conceptos son similares”, dice. “La transición más difícil es de programación lineal a orientada a objetos, pero enseguida le coges el truquillo. Además la ventaja que hay ahora es que los lenguajes de programación vienen con infinidad de librerías de apoyo, que te facilitan la labor, porque casi todo está inventado. Necesitas implementar un protocolo, vas a Internet, lo encuentras (encima gratuito) y lo usas”, explica.

Los programadores: profesionales poco valorados

Teniendo la oportunidad de preguntar a cuatro profesionales que han cumplido o pasado los 50 como programadores, teníamos que preguntarles si se sienten valorados por el mercado. ¿Creen que su profesión está reconocida? No ha habido un solo “sí” entre sus respuestas.

Paloma González, de Atos, que al principio nos contaba lo increíble que era la demanda y la estima que se tenía a los programadores allá por los 80 y principios de los 90, ahora asegura que el mercado hoy en día ya no valora su profesión.

“Cuando dices que eres informático piensan que puedes, desde reparar un PC a programar en cualquier lenguaje. Nada más lejos de la realidad: hay una especialización muy grande dentro de la profesión”, dice García – Marugán.

Asegura también sentirse “incómodo” por ese intrusismo que hay en la gran mayoría de profesiones, también en programación. Y es que según él, ser programador tradicionalmente ha sido una “balsa salvavidas” para todo el mundo que no encuentra trabajo.

“Yo he tenido compañeros/as que han estudiado Derecho, Geografía e Historia, Sociología, Químicas o Biología y después de hacer un curso de 200 horas o de muchas menos han buscado trabajo en Informática. Y por el contrario, gente que ha estudiado Informática, está en el paro. No es justo. ¿O es que nosotros nos ponemos a ejercer la abogacía cuando no encontramos trabajo en Informática?”, comenta.

Algo con lo que Antonia Geijo está completamente de acuerdo, confirmando que esta profesión tiene demasiados “no informáticos” trabajando en ella. Personas que, habiendo estudiado cualquier otra cosa, en los años 2000 debido a la fuerte demanda y a través de un pequeño curso, se instalaron y hoy en día se mantiene con todo lo que ello supone.

“Todo esto ha supuesto códigos pésimos y deficientes. Si cuando vamos a un hospital nos atiende un médico... ¿Por qué hay tanta usurpación en esta profesión?”, pregunta.

Por supuesto, habrá grandes programadores sin una carrera en informática detrás, pero la opinión generalizada de las personas con más de 25 años de profesión no es demasiado positiva acerca de su intrusión en el mercado laboral de la programación.

Vistas al paraje futuro de la programación: ¿automatización?

Si bien desde hace unos años atrás esta profesión tiene ciertos tintes de “masiva”, tal y como asegura Paloma González, lo cierto es que es un mercado en el que cabe la posibilidad de que determinados perfiles desaparezcan en el medio y largo plazo para ser sustituidos por máquinas

La programación cada vez evoluciona más deprisa. Con la aparición de los Smartphone, los Smartwatch, las Tablet y los Sistemas Operativos Android e IOS, la programación se está volcando en los dispositivos móviles, en detrimento de los PC.

“Si tenemos en cuenta las herramientas que facilitan la programación como las RAD (Rapid Application Development), que ya hacen una parte del trabajo, y los avances en Inteligencia Artificial… podría darse el caso de que en un futuro, determinados perfiles desaparezcan y sean sustituidos por máquinas que hagan ese trabajo”, observa el programador de Implemental Systems, García – Marugán.

Sabemos que es difícil de prever una mirada al largo plazo, ya que en este sector lo que hoy está de moda mañana está obsoleto.

Imágenes | david89, elentir, daquellamanera, wipleybraisins, dskley

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