Hace unas semanas hablábamos del giro que están teniendo las apps sociales en torno a "snapchatizarse", es decir, a añadir características que en algunos casos son prácticamente genuinas de la popular app de contenido efímero. Lo hacíamos con motivo del lanzamiento de Instagram Stories, el contenido efímero personalizado según la red social. Ahora le toca a WhatsApp al permitir añadir trazos y stickers a las fotos, ¿están las apps del imperio Facebook arrebatando el público a Snapchat?
El éxito de Snapchat es innegable, llegando a ser incluso el medio de elección para retransmitir ciertos contenidos en exclusiva de eventos como los pasados Juegos Olímpicos en Río, pero si hablamos de lo social la corona tiene un claro poseedor desde hace años. ¿Es Snapchat una amenaza al trono? ¿O lo fue y está perdiendo fuelle? Veamos la progresión de esta app y la estrategia de las de Facebook.
El triunfo de lo sencillo
Snapchat nace en 2010 de la mano de Evan Spiegel, su actual CEO, Bobby Murphy y Reggie Brown, siendo un proyecto para la universidad. Ironías de la vida, en un principio la gente mostraba rechazo por la desaparición del contenido, algo que años más tarde supondría parte del éxito de la app que aparecía en la App Store en 2011 (llamándose primero Picaboo) y en la Play Store un año después, en 2012.
En ese año las cifras de uso de la app ya eran de 25 imágenes por segundo, 20 millones de fotos compartidas al día y un total de más de 1.000 millones de snaps en noviembre, cuando aún sólo podían compartirse fotos (el vídeo llegaría un mes después). Para empezar desde cero no estaba nada mal, pero aún era pronto para empezar a carraspearle a quienes llevaban años reinando en lo social.
Quizás por ello la compañía decidiese recurrir a la experiencia y contratar un año después a Emily White, quien había trabajado como ejecutiva de alto nivel en Facebook, Instagram y Google. Desde ahí Snapchat creció a dos niveles: en cuanto a la app, añadiendo mensajes directos y más tarde los famosos filtros y máscaras, y en usuarios. Algo debía estar funcionando bien cuando en dos años el crecimiento se refleja de esta manera:
Un gráfico que refleja números muy positivos para la app de Spiegel que, pese a llegar algo tarde en la monetización y enfrentarse a diversas demandas, han ido repitiéndose hasta los últimos datos. En agosto Bloomberg reportaba que las visualizaciones habían aumentado en 2.000 millones desde febrero de 2016, pasando de 8.000 a 10.000 visualizaciones diarias, dato que confirmó posteriormente Snapchat.
Cuando la pulga pica, el perro se rasca
¿Son los números tan significativos para que Facebook centre su estrategia global en torno a "inspirarse" en Snapchat? A priori no parecen, si atendemos al número de usuarios activos mensuales (MAU), parámetro de referencia habitual en este campo, Snapchat no parece una amenaza ni para el imperio Facebook ni para el top ten social.
Pero en su día ya repasamos las jugadas de las apps del imperio de Zuckerberg de cara a hacerse con el público que se le estaba escapando, o bien el que ya tenía pero no exclusivamente. Movimientos que se han ido sucediendo sobre todo en el último año:
- El lanzamiento de Slingshot: si no puedes con el enemigo, coge su esencia e intenta aplicarla. Ésa parecía al menos la idea con el lanzamiento de esta app en 2014 (en plena subida de Snapchat), aunque su trayectoria fue todo lo contrario a la del fantasma y en este caso no acabó de cuajar.
- El lanzamiento de Bolt: éste por parte de Instagram (aunque ya era propiedad de Facebook). Un lanzamiento a pequeña escala también basado en vídeos efímeros que en sí lo fue también.
- La compra de MSQRD: en marzo de este año Facebook y Masquerade unían fuerzas, app cuyo éxito se basó en los filtros que se adaptaban a la expresión del usuario. Algo que no llamaría la atención de no ser porque ésta es una de las funciones más características de Snapchat, siendo en ocasiones incluso objeto de polémica.
- Instagram Stories: si la idea era imitar a Snapchat para secuestrar su público, la supieron materializar a la perfección con Instagram Stories, que es un segundo timeline con contenido efímero que acompaña a las fotografías y vídeos habituales. Sin máscaras o la posibilidad de stickers o Emoji (que no sean los del texto), pero con la misma esencia y casi el mismo mecanismo que la app de Spiegel, eso sí, con un público base mucho mayor.
- Los stickers de WhatsApp: la última y más reciente, con la que iniciábamos este post. Se trata de que se pueda añadir stickers, Emoji o trazos a mano alzada de colores tanto en fotografías como vídeo, además de un flash frontal simulado por la pantalla. Es decir, la integración de un Snapchat en WhatsApp, a efectos prácticos.
- Lo que está por venir: las filtraciones son casi el pan de cada día en tecnología y el software no escapa. En este caso, tenemos que Facebook Messenger podría añadir mensajes que se autodestruyen y algo llamado Quick Updates en Facebook, producto similar a Snapchat que al parecer quedó en el tintero (de momento).
¿Le está funcionando? Quizás sea pronto para ello y tengamos que esperar algunos meses, al menos eso parecía en los números que manejaban en Business Insider sobre las cifras en Estados Unidos tras dos semanas de Instagram Stories. País donde precisamente Snapchat rompe con eso de no ser profeta en su tierra y tiene más éxito.
Aquí puede ser clave algo que también mencionamos y que desde Delmondo apuntan como la principal salvación de Snapchat: el componente generacional. Aunque la imagen del usuario adolescente quizás tenga que "envejecerse" ligeramente para subir al intervalo entre los 18 y 34 años, alejándose algo de ese tópico de "app para adolescentes", dado que según la app el 41% de estadounidenses de esta franja usa la app.
Habrá que ver si próximamente podemos tener cifras a nivel mundial de una y otra app, dado que el hecho de que Estados Unidos sea un feudo de Snapchat puede hacer que no se refleje la tendencia mundial. En este país el pasado año un 33% de los usuarios tenía a Instagram como su red social más importante y a mediados de 2016 el porcentaje se reducía al 27%, según otra encuesta que citaba BI.
A favor de Instagram está el hecho de contar con un considerable colchón de usuarios a nivel mundial. Desde el lanzamiento de Instagram Stories 500 millones de personas que tienen la opción de "snapchatear" sin salir de una app que usan de manera más o menos habitual, y puede que con más audiencia, algo que planteaban en el Daily Dot y que puede que hayáis visto como usuarios. ¿Y tú, te has pasado de Snapchat a Instagram Stories? Veremos si se consolida esta tendencia en unos meses y si con su empeño Zuckerberg logra ganar finalmente a Spiegel.
Gráficos | Ivey Bussines Review, Business Insider, Comscore
En Xataka | De cómo Facebook, Twitter, LINE y otras han copiado características de Snapchat
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