Ciclismo indoor y online multijugador. Esta extraña combinación es la que se le ha ocurrido a una empresa afincada en Londres para que entrenamientos individuales por mal tiempo o las aburridas sesiones en centros deportivos en bicicleta estáticas ganen algo de interés.
Zwift une en una plataforma online a jugadores que pueden participar en carreras de forma simulada o al menos quedar para una salida virtual todos juntos. Su gran interés es que el equipamiento necesario no requiere de una importante inversión.
Bastan, según su creador, unos 200 dólares para iniciar una carrera "profesional" como ciclista virtual. O incluso si ya tenemos sensores de cadencia y velocidad, podremos ponernos en marcha ya.
El funcionamiento se basa realmente en una aplicación móvil que recoge, vía Ant+ o bluetooth, la información de los sensores de nuestra bicicleta estática, y traslada los datos a la plataforma. Ahí el simulador se encargará de ponernos en cabeza, ofrecernos información de forma más detallada y participar en clasificaciones.
El servicio ya se ha iniciado mediante invitación, y la suscripción cuesta 10 dólares al mes. En invierno se abrirá ya a todo el público y de cara al futuro, la plataforma podría integrar los datos de corredores en exteriores con los virtuales para que la comunidad no esté limitada. También habrá acuerdos con marcas para poder personalizar a nuestros corredores virtuales.
Y el encaje por la realidad virtual mediante dispositivos como Oculus Rift, algo a priori lógico, por ahora se limitaría a los espectadores, no a los propios corredores virtuales, que tendrán que seguir mirando fijamente a la pantalla mientras dan pedaladas con el objetivo de batir a sus rivales virtuales.
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