A comienzos de año Samsung anunciaba el lanzamiento de un nuevo modelo de barra de sonido para cine en casa que quería diferenciarse de la competencia por integrar un sistema de válvulas de vacío al más puro estilo de los equipo HiFi de antaño.
Con el nombre de Samsung HW-F750, nacía así un sistema de home cinema enfocado a consumidores de gamas medias-altas que prometía mucha versatilidad, potencia, calidad sonora y efectos surround sorprendentes para una barra de sonido sin altavoces satélite. Durante varios días hemos tenido la oportunidad de probarla a fondo, así que procedemos a contaros con todo detalle nuestras impresiones.
Samsung HW-F750: Presentación, diseño y acabado
La HW-F750 viene en una voluminosa caja, cuyo peso total ronda los 14 Kg, repleta de múltiples protecciones internas que ayudan a que no se golpeen los componentes electrónicos.
El equipo en sí está formado por la barra de sonido, con unas dimensiones de 933 x 46 x 120 mm y unos 3,5 Kg de peso más un subwoofer inalámbrico que ayudará a reproducir las frecuencias bajas y que tiene un tamaño de 290 x 370 x 290 mm y un peso de 8,15 Kg.
La barra de sonido tiene el tamaño adecuado para televisores de formato medio (hasta unas 40-42 pulgadas), está acabada en plástico y rodeada por la parte frontal y laterales por una rejilla metálica de protección para los altavoces en color negro, destacando en la zona superior la parte visible de las válvulas de vacío, en un tono anaranjado. Debajo de ellas se encuentran los controles básicos y el display que nos informará sobre las funciones o la fuente de audio que estemos usando (también tiene otro display en la parte izquierda, junto a las válvulas).
En su parte posterior nos encontramos con la zona de conexiones y con los anclajes para montar la barra en la pared bajo el televisor, aunque si no podemos situarla en esta posición, como fue mi caso, la barra puede colocarse sobre un mueble o repisa sin problemas, ya que la electrónica interna se encargará de detectar automáticamente la posición y de ajustar la configuración de los altavoces para obtener el mejor sonido.
En cuanto al subwoofer, tiene la forma típica de prisma rectangular con los bordes redondeados y en su interior aloja un único driver de unas 6,5 pulgadas protegido por una tela que lo oculta a la vista (no se puede acceder a ver el altavoz sin desmontar el subwoofer). Junto al driver se encuentra el puerto bass-reflex para la salida de aire, con bordes redondeados que ayudará a mejorar la extensión en bajas frecuencias, aunque como comentaremos después añadirá problemas extra.
El acabado del subwoofer es negro brillante, bastante bonito y que no desentonará en cualquier lugar del salón en el que lo situemos. Aunque eso sí, hay que tener en cuenta que tanto el driver como el puerto de salida de aire están colocados en la parte trasera del subwoofer, lo que podría dar problemas con su ubicación final si ésta está muy cerca de las paredes (lo veremos en las pruebas).
En la caja nos encontramos también con un cable analógico de audio estéreo (no se incluye uno HDMI, lo que hubiera sido de agradecer), la fuente de alimentación externa para la barra, un mando a distancia bastante sencillo, un núcleo de ferrita para colocarlo en el cable de alimentación del subwoofer en caso de tener interferencias, un pequeño cable USB, el manual de instrucciones, el micrófono para la calibración y el soporte para colgar la barra en la pared.
Samsung HW-F750: Funciones básicas
El HW-F750 es un conjunto de sonido en kit compuesto por barra de sonido para la reproducción de frecuencias medias-agudas y decodificación de archivos de audio, más un subwoofer inalámbrico para las graves.
La barra cuenta con un conector HDMI 1.4 de entrada más otro de salida, un puerto USB para reproducir música y actualizar el software interno, un conector de audio óptico, otro analógico y un conector para el micrófono de calibración incluido en el paquete.
El subwoofer, por su parte, viene con un sistema propietario de comunicación inalámbrica con la barra, preconfigurado de fábrica para facilitarnos la vida de forma que basta con conectar a la toma eléctrica ambos dispositivos (barra más subwoofer) y pulsar "on" en el mando a distancia o la barra para que se emparejen de forma automática en unos pocos segundos y comience a sonar la música.
Está claro que esta configuración automática simplifica mucho la vida al usuario, sin embargo si queremos complementar el sonido con otro subwoofer o posteriormente usar el que viene de serie en otro equipo, seguramente nos encontraremos con problemas, ya que éste no cuenta ni con la típica entrada analógica RCA. Esta simplicidad, sin embargo, es la tónica dominante del equipo, ya que, en mi opinión, Samsung nos ha querido dar todo "bien masticadito" para que no nos atragantemos.
Muestra de ello es el sistema de calibración automática (ASC) de la acústica de la sala. Basta con enchufar el micrófono incluido en la caja para que el proceso comience mediante la reproducción de una serie de tonos y sonidos, finalizando en unos dos minutos sin mayor interacción por nuestra parte (salvo la de salir de la sala, puesto que los sonidos emitidos son bastante molestos y a muy alto volumen).
¿Es esto malo? Bueno, depende de cada caso. Si no os queréis complicar la vida os vendrá estupendamente, aunque los resultados obtenidos no serán perfectos. Si por el contrario sois de los que preferís trastear un poco con la ecualización, ajuste de frecuencias de corte, distancia de los altavoces, etc. no podréis hacerlo, con lo que el resultado final no quedará todo lo fino que os gustaría.
La sencillez de uso también se traslada al aspecto de la conectividad, ya que la HW-F750 permite, además de las conexiones cableadas, reproducir música procedente de dispositivos Bluetooth. La conectividad inalámbrica SoundShare es capaz también de conectar la barra con el televisor mediante Bluetooth, permitiéndonos manejar su encendido y apagado desde el mismo mando que el televisor (siempre que éste sea compatible, lo que no fue mi caso).
Entre las funciones típicas relacionadas con el audio nos encontramos con la posibilidad de establecer diferentes modos de audición específicos para cada tipo de programación (Music, News, Movie, Drama, Game, Sports), además de poder activar o desactivar a voluntad la ecualización y ajustes definidos por el sistema de calibración automática.
También podemos activar o desactivar el 3D Surround Plus un efecto digital que simulará tener altavoces traseros, ampliando el efecto surround en las películas, aunque como veremos en las pruebas sin demasiado éxito.
La barra de sonido también permite la reproducción directa de archivos de audio en formatos AAC, MP3, WAV, WMA, WMV(1/2/3/7/9), OGG y FLAC a través del puerto USB, aunque según el manual de instrucciones no es capaz de alimentar (o por lo menos no se nos garantiza en todos los casos) discos duros portátiles, por lo que si pensáis usar esta función mejor copiar los archivos a lápices de memoria.
Además, el equipo es capaz de decodificar pistas de audio en formatos Dolby Digital y DTS que le entreguemos a través del conector óptico o del cable HDMI, lo cual es un punto a su favor, sobre todo si nuestro televisor o media center no cuentan con esta posibilidad.
Samsung HW-F750: Características técnicas
El sistema de sonido HW-F750 es un equipo de audio que podemos calificar de 2.1, a pesar de que mediante efectos se simulen sonidos traseros. La barra cuenta con dos sistemas de altavoces principales situados el primero en la cara superior (en la que están visibles las válvulas de vacío) y los secundarios en la zona inferior de la barra si la colgamos en la pared, que será la parte frontal de la misma si está sobre una mesa.
De esta forma Samsung se asegura de que en cualquiera de las dos posiciones nos llega directamente sonido procedente de la barra, además del reflejado en paredes y muebles, mejorando la focalización de la escena sonora (la contrapartida es que al duplicar elementos se incrementa el precio del equipo).
Cada uno de estos dos conjuntos de altavoces está formado por un sistema de dos vías con un tweeter más dos altavoces de medios, con lo que en total tenemos en cada canal estéreo 4 drivers de medios y 2 tweeters, resultando un total de 12 drivers por barra. En cuanto a la potencia, cada conjunto de la barra (superior o inferior) cuenta con una amplificación de 40 vatios por canal (6 OHM, THD = 1%, 1 kHz).
En lo que respecta al subwoofer, como ya hemos comentado anteriormente se presenta en configuración de driver único de 6,5 pulgadas y autoamplificado, con una potencia de 150 vatios (3 OHM, THD = 10%, 100 Hz).
Entorno y temas para las pruebas
Todas las pruebas han sido realizadas en una sala de unos 25 metros cuadrados con los típicos muebles que todos tenemos en casa, sin aislamiento acústico dedicado y a una distancia de audición de unos tres metros.
Para comprobar las posibilidades del equipo hemos optado por reproducir diferentes canales de la TDT de forma que pusiésemos conocer su comportamiento en el día a día, pero también varios fragmentos de películas que suelo escuchar a la hora de hacer pruebas de audio en equipos de cine en casa y que me son ya bastante conocidos.
Entre ellos, por ejemplo, se encuentran algunos de "La Jungla de Cristal 4.0" (el asalto inicial en la casa de Farrel), "Thor" (la escena en la que el destructor de mundos ataca a la ciudad en la Tierra), "Terminator Salvation" (toda la escena del principio hasta cuando John se estrella con el helicóptero), varios fragmentos de "Star Trek" la versión de 2009 (al final, a partir de cuando se teletransportan a la nave enemiga), la escena del descarrilamiento de "Super 8" (para comprobar los graves que no salen del canal LFE) y varias escenas de "Misión imposible 4" (por ejemplo la persecución de coches en el desierto para probar los efectos surround).
Todas las pistas están extraídas de sus correspondientes Blu-Ray (formatos Dolby Digital y DTS), reproducidas desde un centro multimedia externo pasando el audio de forma directa (bitstream) a la barra, para que sea ésta la que lo decodifique y las escucho en la versión original, aunque en algunos casos pongo también la doblada para comprobar diferencias. También probaré a escuchar algunos temas musicales variados para comprobar cómo se comporta el equipo con música en estéreo, aunque no esté enfocado a la reproducción HiFi.
Comienzan las pruebas
En primer lugar y tras desempaquetar el equipo, instalamos la barra justo debajo de la tele de 42 pulgadas, con la parte de las válvulas de vacío mirando al techo. El subwoofer lo colocamos en una de las esquinas de la sala, en frente de mi actual altavoz izquierdo, alejado unos 30 cm de la pared izquierda y del altavoz, con la salida de graves apuntando hacia atrás.
Antes de hacer nada más, conectamos todos los cables, enchufamos a la corriente eléctrica, encendemos y comprobamos que la luz azul de emparejamiento de los equipos situada en el subwoofer nos indica que se han autodetectado y que estamos listos para empezar a usarlos. En este punto, coloco el micrófono en la posición principal de escucha, lo enchufo a la barra y espero a que termine el proceso automático de calibración.
Para empezar, me pongo a zapear un poco por la tele y compruebo que se escucha bastante mejor que con los altavoces de serie de mi veterano plasma Panasonic de 42 pulgadas. Sobre todo el cambio es notable en lo que se refiere a separación de los canales en las emisiones en estéreo y en la reproducción de bajas frecuencias, que se escuchan notablemente más reforzadas y con más presencia en cualquier emisión convencional (series, telediarios, documentales, anuncios, etc.) El sonido de la TDT no es que sea espectacular, pero si mejora sensiblemente, aunque en ciertos momentos los agudos se me hacen demasiado brillantes.
Pasamos de nivel y empezamos con las pruebas de audio de las películas anteriormente comentadas. Rápidamente me doy cuenta de que algo pasa, el sonido es potente, impactante, pero no es preciso y muestra ciertos síntomas de distorsión. El problema parece venir del subwoofer (situación que además se agrava al actuar mi altavoz izquierdo como radiador pasivo), que con la configuración de volumen por defecto parece estar sobrepasando el límite de sus posibilidades
Nos ponemos a ajustar un poco las únicas opciones que tenemos y bajamos su volumen de "0" a "-3". La cosa mejora, pero no por completo. El volumen general del equipo lo mantenemos en 22-25 (de un total de 50, aunque a partir de 25-30 parece que ya hemos llegado al límite del amplificador).
Los graves son relativamente potentes para un subwoofer tan pequeño, sí, pero no muy agradables de escuchar en según qué escenas (por ejemplo en la Jungla 4), ya que retumban demasiado por la sala cuando hay explosiones o algún helicóptero nos sobrevuela.
Para tratar de mejorar el resultado pruebo a colocar el subwoofer en otras posiciones, por ejemplo con la salida de aire mirando hacia nosotros y sobre una superficie aislante en la parte inferior y en las paredes traseras. La cosa mejora y obtenemos un sonido más equilibrado, aunque debemos reducir un poco más el volumen general para que no se desmadre demasiado.
Es decir, nos encontramos con el típico problema de las barras de sonido con subwoofer externo a la hora de reproducir los graves de todos los canales. Al montar drivers de pequeño tamaño, todos los graves de los 5 o 7 canales de la pista de audio (además del canal LFE) deberá reproducirlos el subwoofer, que al no ser tampoco de un tamaño grande se quedará corto y pronto llegará a saturación por exceso de desplazamiento del cono (o esa es por lo menos la impresión que me dio en este caso).
La configuración de subwoofer único para reproducción de todos los graves del conjunto hace que sea también más difícil ubicarlo en la sala y minimizar el típico sonido retumbón que acabará cansándonos y obligándonos a bajar el volumen. Afortunadamente al ser inalámbrico podemos probar varias posiciones sin mucho esfuerzo (no hubiera venido mal algún control para variar la fase y la frecuencia de corte, que seguro nos hubiese ayudado bastante).
Además, en este caso en concreto nos encontramos con que la salida bass-reflex llega a emitir sonidos audibles que degradan el conjunto en las secuencias más complejas (explosiones y demás). Si reducimos el volumen del subwoofer el problema desaparece, aunque claro, entonces estamos perdiéndonos parte de la gracia del equipo.
¿Qué pasa con las frecuencias medias-altas? Por supuesto se reproducen desde la barra y de forma bastante coherente, sobre todo si no usamos ningún DSP. El problema que le encuentro es que no da la impresión de que sean impactantes en las escenas más exigentes. Por ejemplo, en "Thor" la pista de audio tiene mucho contenido a medias-altas frecuencias, audibles cuando el destructor dispara su rayo contra los protagonistas.
El efecto se escucha bien, pero es como si le faltara algo, potencia quizá, impacto tal vez, decibelios y presión sonora...No es cuestión de subir más el volumen, es más como si hubiésemos llegado al límite cuando lo pasamos de 25-27 y ya está, no hay más de donde sacar. Comentar que la cosa mejora sensiblemente si desconectamos el modo DSP creado por la calibración automática.
En lo que respecta a los efectos surround, son justamente eso, efectos simulados, no es un verdadero sonido multicanal que proceda de detrás de nuestras cabezas y que podamos distinguir claramente. Es más como un sonido difuso que da la sensación de venir de los laterales en algunos momentos, del techo en otros y que no termina de meternos de lleno en la acción, de envolvernos completamente, sobre todo si la pantalla que tenemos es de grandes o muy grandes dimensiones (por ejemplo cuando usé la de 106 pulgadas del proyector).
Por supuesto, estos pobres efectos surround no son un problema exclusivo del equipo de Samsung, son comunes a todas las barras de sonido que no cuentan con altavoces satélite como complemento, algo que hemos comentado ampliamente en otros artículos de nuestro especial sobre las claves del cine en casa.
En cuanto a la reproducción de música en estéreo, el comportamiento es bastante aceptable. A volúmenes medios la calidad es bastante decente, mejor que los típicos docks que circulan por el mercado (gracias sobre todo a la ayuda del subwoofer), aunque no esperéis un sonido de Alta Fidelidad, sobre todo si queréis altos niveles de potencia. Sí una reproducción bastante buena si lo que queremos es tener música de fondo mientras hacemos otras tareas.
Conclusiones finales
Quizá pueda dar la impresión por lo comentado sobre estas líneas que la HW-F750 no da la talla. Ni mucho menos, no me entendáis mal. Hay que contextualizar lo anteriormente dicho en el sector de las barras de sonido (sobre todo si estáis acostumbrados a equipos con altavoces separados más amplificador como es mi caso).
El nuevo modelo de Samsung tiene un comportamiento más que decente, sobre todo si somos capaces de colocar el subwoofer en un punto óptimo en el que no excitemos ondas estacionarias de la sala y siempre que ajustemos su volumen a un nivel adecuado.
Esto nos dará una mejor calidad de los graves aunque cuidado, ya que podemos correr el riesgo de alejar demasiado el subwoofer de la barra (con 1,5-2 metros no debería haber muchos problemas en la mayoría de los casos) y perder coherencia escénica debido a que notaremos que los graves salen de un sitio diferente a los medios y agudos.
Su comportamiento es muy bueno a la hora de ver la tele con programación convencional, con diálogos nítidos, medios definidos y graves que mejorarán sin lugar a dudas el sonido de serie de vuestro televisor.
Con cine también tiene un comportamiento relativamente bueno. Y digo relativamente porque normalmente cuando queremos disfrutar de una sesión de cine en casa buscamos por un lado potencia e impacto (no hablo de sufrir daños auditivos como pasa en algunos cines comerciales), algo que conseguiremos en bastante medida con esta barra y su subwoofer, pero también un sonido que nos envuelva y nos meta de lleno en la acción, aspecto que pasará más desapercibido en este equipo.
Para que el conjunto suene de forma óptima no podremos subir el volumen tanto como nos gustaría (la inclusión de un segundo subwoofer o la opción conectar otro que ya tuviésemos habría ayudado en gran medida). ¿Quiere decir esto que tiene muy bajo volumen? No, en absoluto, solo que no esperéis magia por el hecho de tener un amplificador a válvulas, algo que por cierto si no nos lo dicen en la caja ni nos damos cuenta, aunque hay que reconocer que las válvulas quedan muy bonitas integradas en la barra, sobre todo cuando está encendida y se iluminan.
Entonces, ¿es adecuada la HW-F750 para mí? Si puedes pagar los cerca de 690 euros que cuesta (dependiendo de la tienda este precio puede variar unos 100 euros arriba o abajo), lo que estás buscando es mejorar notablemente el sonido de tu televisor a la hora de ver programación convencional, echar unas partidas a la consola y obtener un resultado bastante decente en cine, el equipo de Samsung no te defraudará.
Si lo que buscas es una experiencia similar a la de las salas de cine y/o reproducir música con cotas de calidad cercanas a la alta definición, entonces esta barra de sonido no es para tí.
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Más información | Samsung En Xataka | Las Claves del cine en casa
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