En 2016 el mercado de los discos de vinilo alcanzó los mil millones de dólares. Algo que no sucedía desde los años 80, según el diario británico The Independent. Aún no disponemos de datos fiables acerca de cómo le ha ido a este mercado durante 2017, pero podemos intuir que, tal y como ha sucedido durante los últimos años, habrá crecido. Una vez más.
Hoy en día es habitual visitar un gran almacén y encontrar tanto personas jóvenes como de mediana edad y veteranos rebuscando en los expositores dedicados a los discos de vinilo con la esperanza de encontrar alguna pequeña joya. Algo que hace no mucho solo sucedía en las tiendas especializadas en vinilos que, afortunadamente, luchan contra viento y marea para sobrevivir en un mercado, el de la música, en el que lo digital ha conseguido poner en serios apuros a los soportes físicos. Tan solo el vinilo parece estar aguantando su embate.
Pero los discos de 30,5 cm no siempre han gozado de la vitalidad que han recuperado en esta «segunda juventud». Su ocaso comenzó a mediados de los años 80, coincidiendo con el pleno asentamiento del CD en el mercado, y hasta finales de la década pasada no volvieron a dar muestras de recuperación.
Sin embargo, hay un reducto de aficionados que nunca dejaron de confiar en el vinilo. Ni siquiera durante la década de los 90, que fue cuando casi todo el mundo daba por muerto al formato: los melómanos y los audiófilos.
Los discos de vinilo, de la mano de la HiFi
Un melómano no tiene por qué ser audiófilo. Sin embargo, los audiófilos sí suelen ostentar esta doble condición. Y es que normalmente aquellos usuarios que solo se consideran melómanos adoran la música, y la disfrutan, pero sin necesidad de prestar una atención especial al equipo de reproducción.
Los audiófilos, en cambio, disfrutan la música, de ahí su condición de melómanos, pero tienen un gran interés en que la calidad de su equipo de reproducción sea lo más alta posible con el firme objetivo de conseguir que la música reproducida en él se asemeje lo máximo posible al acontecimiento musical en vivo. Algo que, inevitablemente, no es fácil conseguir.

Como veis, la diferencia entre unos y otros reside en el hecho de que unos prestan mucha atención al equipo de reproducción, mientras que a los otros solo les importa la música. Por supuesto, ambas aficiones son igualmente respetables porque al fin y al cabo son eso, aficiones. Y cada uno vive la suya como quiere. O como puede.
En cualquier caso, como os anticipé unas líneas más arriba, los melómanos y los audiófilos tienen algo más en común: su amor por el vinilo. Obviamente, no se puede generalizar, y, por supuesto, hay tanto melómanos como audiófilos que prefieren la música digital, normalmente bajo la forma de contenidos con calidad de máster de estudio.
Pero tanto unos como otros suelen apreciar el vinilo no solo por la calidez de su sonido (dejamos para otros artículos el debate acerca de si suenan o no mejor que los formatos digitales), sino también por su belleza como objeto coleccionable y perdurable en el tiempo. Analizar la influencia del «postureo» en el renacimiento del vinilo escapa al objetivo de este artículo, aunque es posible que también se dé en cierta medida en algunos usuarios.

Precisamente, la razón por la que los discos de vinilo nunca han llegado a desaparecer del todo, y lo que ha permitido que algunas tiendas especializadas en este formato y los fabricantes de giradiscos y cápsulas fonocaptoras hayan subsistido, ha sido la confianza incondicional en él de melómanos y audiófilos. Sin embargo, se está produciendo un hecho paradójico: el vinilo ha sobrevivido durante estas décadas gracias, en gran parte, a la alta fidelidad, pero esta afición está viviendo tiempos difíciles. Veamos qué tiene que decir la industria de la HiFi acerca de su estado de salud.
El vinilo, el mejor aliado de la HiFi según una parte de la industria
Soportar el paso de los años nutriéndose de una afición tan minoritaria como lo es la alta fidelidad no es nada fácil. Para lograrlo es imprescindible adaptarse, saber reinventarse cuando es necesario, e, incluso, ser capaz de prever por dónde irán los gustos de los aficionados a medio y largo plazo. Francisco Gutiérrez lo sabe bien. No en vano él es el artífice y máximo estratega de Lyric Audio Élite, una de las mayores empresas de importación y fabricación de productos de alta fidelidad en España, de ahí que su visión del mercado sea interesante para que entendamos cómo la industria de la HiFi se ve a sí misma, qué rol juegan Internet y las redes sociales en su modelo de negocio y a qué futuro aspira.

Francisco lleva vinculado estrechamente a la industria de la alta fidelidad desde principios de los años 80, una década en la que comenzó a coquetear con los equipos HiFi y a dar rienda suelta a su pasión por la música a través de sus artículos para la revista Scherzo. Precisamente, a mediados de esa década decidió dar un paso hacia delante y montar su propia empresa de importación y distribución de componentes de alta fidelidad. Lyric Audio Élite nació con una vocación muy clara de apostar por los discos de vinilo, y se ha mantenido fiel a este propósito desde entonces. Incluso en los años en los que este formato apenas contaba con adeptos, más allá de un puñado de melómanos y audiófilos que lo seguían venerando incondicionalmente.
Pero Francisco es un profesional inquieto, en el mejor sentido de este adjetivo, y esta característica ha provocado que no se conforme con distribuir en España algunas de las marcas especializadas en alta fidelidad con más tirón del mercado, como McIntosh, Pass Labs, Clearaudio o Benz Micro, entre muchas otras; hoy en día incluso fabrica sus propios giradiscos bajo la marca Delphos. En cualquier caso, es evidente que mantenerse en un mercado minoritario durante más de tres décadas conlleva tomar decisiones que con frecuencia no resulta sencillo adoptar. Es en este terreno en el que Francisco tiene ideas muy interesantes que ha compartido con nosotros.
Para Lyric Audio Élite estar presente en Internet y las redes sociales es crucial, lo que apunta que las empresas de este sector son plenamente conscientes de la importancia que tiene la Red a la hora de llegar a más aficionados
Una de sus apuestas más llamativas es su firme intención de estar presente en Internet y las redes sociales, una estrategia diametralmente opuesta a la que en el pasado defendían algunas compañías de este sector. Según Francisco, «Internet nos ha hecho a todos más libres en la medida en que el que tiene la información, tiene el poder. Hoy la información la tenemos todos, y, en consecuencia, la sociedad no está sometida a unos pocos, como en el pasado. Las redes sociales son básicas, pero el precio a pagar es la privacidad. Aun así, el futuro será mejor para todos gracias a ellas».
Sus palabras dejan muy claro que su compromiso con Internet y las redes sociales es firme, algo que llama la atención en una industria hasta ahora bastante alejada de la Red y todo lo que conlleva. En cualquier caso, llegar a más aficionados potenciales a través de las redes sociales no es suficiente para combatir la condición de afición minoritaria y cara que siempre ha acompañado a la alta fidelidad. Francisco tiene clara su opinión ante esta realidad.

«Siempre pensamos en todas aquellas personas que disfrutan la música independientemente de su poder adquisitivo. No obstante, las sensaciones musicales de las que disfruta el aficionado obligan a realizar inversiones. Aun así, en todo momento nos dirigimos al amante de la música. Existen otras empresas que buscan al millonario que desea hacer ostentación de sus compras; pero no es nuestro caso». Las palabras de Francisco reflejan toda una declaración de intenciones.
En lo que concierne a la importancia de los discos de vinilo en la estrategia de Lyric Audio Élite, Francisco comparte con nosotros lo siguiente: «El vinilo es, sin duda, el formato rey. Así lo hemos afirmado durante toda nuestra trayectoria, de casi cuatro décadas. Hubo un momento en el que todo parecía que se decantaba por el cine en casa, pero nosotros seguimos fieles al vinilo. Hubo otro momento en el que lo digital parecía hegemónico, y Lyric Audio Élite investigó en ello, sin éxito, y continuamos por nuestro camino con los discos negros».
En cualquier caso, es evidente que la fortaleza de todo lo que huele a digital hoy en día está sobre la mesa. De ahí que Francisco nos confirme que «el streaming se está imponiendo. Durante todo 2017 hemos estudiado muy a fondo el tema, y, de nuevo, la realidad se manifiesta aplastante: si quieres música en toda su integridad y no dispones de vinilo, nunca la obtendrás. Dudo mucho que el vinilo sea superado. De momento, es el rey».

Una vez más, a pesar de su reconocimiento de la fortaleza de los contenidos digitales, Francisco se mantiene firme en su defensa del vinilo. De hecho, al preguntarle acerca del futuro del mercado de la alta fidelidad nos deja muy claro que, para él, seguirá caminando de la mano de este formato analógico: «una parte de la alta fidelidad está sufriendo aún hoy por el abandono por la sociedad de los vinilos. Sin vinilo, no hay música, con todo lo que esto conlleva para nuestras endorfinas y nuestro cerebro. No obstante, soy una persona optimista y veo el futuro con optimismo. Todo va a cambiar, de esto no hay duda. Los mercados, con la influencia de Internet, van a ser diferentes. Todo será más auténtico. Más próximo».
Por supuesto, Francisco no representa a toda la industria de la alta fidelidad, y se puede estar en perfecto desacuerdo con su visión. Pero es uno de los mayores importadores, si no el más importante dadas las marcas que tiene en su porfolio, de España, y su estrategia es interesante en la medida en que puede ayudarnos a entender cómo una parte muy importante de la industria se ve a sí misma, y cómo concibe su futuro. Además, Lyric Audio Élite mantiene una relación estrecha con compañías estadounidenses, como McIntosh o Pass Labs; europeas, como Jadis o SME; y japonesas, como Jelco o Shelter, por lo que, de alguna forma, también resulta interesante para tomar el pulso a este mercado a nivel mundial.
La HiFi se va del CES
Hace tan solo unas semanas apareció una nueva señal que apunta el delicado momento por el que está atravesando la alta fidelidad. Incluso en un país como Estados Unidos, en el que esta afición goza de una popularidad importante. Michael Fremer, el editor especializado en sonido analógico de la veterana revista Stereophile, aseguraba durante su visita a esta edición del CES que la mayor parte de los fabricantes de HiFi no volverá a mostrar sus productos en esta feria. ¿Por qué? Sencillamente, porque no es rentable.
Durante décadas los fabricantes de productos de HiFi «se pegaban» por hacerse un hueco en ferias como el CES de Las Vegas, Sonimag, en Barcelona, IFA, en Berlín, o High End, en Múnich. Y lo hacían porque sabían que estos eventos les permitían llegar a nuevos aficionados. Y vender más, que, obviamente, era su objetivo. Pero algunos de estos eventos han dejado de existir (Sonimag, desafortunadamente, dejó de celebrarse hace ya 13 años), precisamente, por haber perdido la confianza de estas empresas, y otros han dejado de ser atractivos para las marcas de la alta fidelidad.

Para constatar esta preocupante tendencia los aficionados españoles solo tenemos que darnos una vuelta por la calle Barquillo, en Madrid, para comprobar que en la histórica «calle del sonido» de la capital cada vez quedan menos tiendas especializadas en HiFi. La defunción de la feria Elitexpo, también en Madrid, que surgió, precisamente, para reavivar un mercado que empezaba a palidecer, fue otro golpe duro para esta industria. Y también para los aficionados, que perdíamos una de nuestras citas de referencia con los fabricantes y los proveedores de contenidos.
¿Qué queda a estas alturas? Mucho me temo que el único evento de talla mundial que perdura pese a los embates de la crisis económica, de la que algunos países aún no han salido, y al envejecimiento de un sector que todavía no ha encontrado la forma de ilusionar a los aficionados más jóvenes, es High End, en Múnich. La presencia de productos de HiFi en las últimas ediciones de IFA es poco más que anecdótica, y no parece que esta tendencia vaya a cambiar.

Pero los aficionados españoles no debemos perder la ilusión. Aún contamos, de cuando en cuando, con algunas pequeñas exhibiciones promovidas por los principales importadores. Y, sobre todo, tenemos AVM Experience, la feria dedicada al mundo del A/V, lo multimedia y la alta fidelidad que con enormes dosis de ilusión y trabajo puso en marcha hace ya tres años el recientemente desaparecido y muy añorado Aitor Urraca, máximo responsable de la revista OnOff. Esperamos que estas líneas sirvan como un pequeñísimo y sentido homenaje a una persona muy apreciada por todos los que nos dedicamos al periodismo tecnológico.
Afortunadamente, Juan Manuel Urraca, el hermano de Aitor, una persona también con una enorme experiencia en este sector, ha recogido el testigo. Y esto significa que AVM Experience volverá. Y lo hará muy pronto: el próximo 18 de mayo, en el hotel Novotel Madrid Center. Durante tres días a partir de esa fecha los aficionados a la tecnología españoles, y no solo los incondicionales de la alta fidelidad, tenemos una cita ineludible.
Las cartas están sobre la mesa. Solo nos queda confiar en que, de la misma manera en que la alta fidelidad salió en defensa del disco de vinilo cuando parecía estar condenado a la extinción, sea este último formato, o, en realidad, los aficionados que lo han vuelto a acoger y aquellos que lo han descubierto por primera vez, los que den a la HiFi como afición el empujón que necesita.
Imagen de cabecera | pxhere
En Xataka | ¿De verdad suenan mejor los vinilos y los magnetófonos o es solo una moda retro más?
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whisper5
Soy melómano y audiófilo, y no me gustan los discos de vinilo. La afirmación que se hace en el artículo sobre que todos ellos van de la mano no es general. HiFi no tiene por qué ser vinilo. En el artículo también se dice (es una opinión de una persona entrevistada): "Sin vinilo, no hay música". ¡Vaya afirmación!
HiFi es alta fidelidad, y se refiere a que un determinado sonido o música grabada llega hasta nuestros oídos de la forma más fiel posible. De forma ideal no habría diferencia entre escuchar en directo y escuchar una grabación. Existen montones de componentes desde que un sonido es captado hasta que llega a nuestros oídos a través de una grabación: están los micrófonos, los equipos y tecnologías de grabación, el procesamiento posterior del sonido, creación de un máster, la grabación que luego se vende (sea CD, vinilo, streaming, etc.), el equipo donde se lee la grabación, el equipo de amplificación, los altavoces, etc. Cada uno de esos componentes es vital para poder obtener alta fidelidad. Discutir únicamente sobre si se prefiere vinilo o CD es un debate parcial, pero podemos hacerlo siempre que lo tengamos en cuenta.
Cuando alguien defiende el vinilo lo suele hacer desde su parte más emocional ("suena más cálido"), sentimental y nostálgica. Al final todos tenemos derecho a elegir el sonido que más nos gusta y creo que deberíamos aceptar que lo adecuado es expresarlo como "me gusta más o me gusta menos" en vez de caer en el "es mejor o es peor". Dicho esto, algunas de las cosas que suelen decir los científicos y expertos sobre el vinilo son:
- Los vinilos tienen limitaciones físicas. Los sonidos más graves requieren surcos más anchos. Si el surco es muy ancho caben menos surcos en un disco y por tanto menos música. Dependiendo de la música, los ingenieros de sonido suelen reducir más o menos el nivel de graves para que la anchura del surco no crezca mucho.
- Con las frecuencias más agudas pasa lo contrario. Se suele ampliar el nivel sonoro de los agudos para que el surco tenga una achura mínima, porque si fuese muy estrecho la aguja se podría salir o verse afectada por imperfecciones del vinilo.
- Con lo dicho anteriormente ya vemos que se pierde algo de fidelidad en el vinilo. Se graban unos niveles sonoros que no se corresponden exactamente con la realidad. Para compensar las limitaciones del vinilo los amplificadores deben ajustar los graves y agudos para que vuelvan a los valores reales, pero este proceso no es perfecto y se pierde fidelidad respecto al sonido que se grabó.
- Para estampar un vinilo se crea un máster y se van estampando vinilos. El primer vinilo no tendrá la misma calidad que el último y todos los máster que se fabrican para estampar el mismo disco no son iguales.
- Otras causas que reducen la fidelidad del sonido de un vinilo son el hecho de que no sea completamente plano o que tenga polvo. A veces la lectura del surco se puede ver afectada por otra parte del surco adyacente con un volumen sonoro muy fuerte y que, aunque de forma débil, es captado antes de tiempo.
- Los discos de vinilo se desgastan poco a poco en cada reproducción.
- El punto de contacto de la aguja con el disco puede alcanzar fácilmente los 200 ºC o más, y esto crea algo de distorsión. Si se enciende el equipo de música y se reproduce una pista el sonido será distinto que si se reproduce todo el disco y seguidamente esa misma pista.
Al final estamos hablando de música, y muchas veces los argumentos científicos los dejamos de lado porque la música es emoción y pasión, y cada persona es un mundo en este aspecto. Sea con el formato que sea disfrutad de la música.
nebulus
Me niego a tener que elegir entre analógico y digital. Me quedo con los dos. Escuchar un buen vinilo 100% analógico con un cuarteto de jazz es un deleite para mis oídos pero también me encanta la música ambient y experimental con temas que duran desde los 40 minutos a las ocho horas y aquí el vinilo no llega. Me gusta tener una lista de reproducción mientras limpio la casa o música de fondo mientras leo.
yavi
Respeto al que le gusten los vinilos, pero si bien dejáis a un lado la discusión de si es mejor digital ó no, vais metiendo cuñas de que es más fiel el vinilo, y como se parte de una base que no es cierta, se está engañando al lector, por favor no relacioneis HI-FI con vinilo porque hace mucho que no es lo más apropiado para acercarse a la mayor fidelidad, te puede gustar su sonido coloreado cálido, sus chisporroteos etc, etc, pero defenderlo como fiel al sonido que se grabó es faltar a la verdad.
aevum1
Me deprime leer articulos como estos.
Principalmente porque la gente atribuye al soporte la calidad de grabacion.
Cada formato tiene sus cosas, el Vinilo tiene un sonido Calentito y suave que reminiscente de los televisores de tubo que aunque funcionaban a 576i algunas personas dicen que se ve mejor que un 4K HDR+ por el mero hecho que en vez de tener pixeles fijos usa una excitacion analogica de una capa electroreactiva entonces la imagen es suave y natural en vez de cuadrada y pixelada.
pero al final del dia, la resolucion de un Vinilo, aunque uses vinilos de alta densidad y un tocadiscos laser siempre sera menor a un CD porque el propio formato es incapaz de obtener esa calidad.
Es como las cintas de audio, La idea era hacer una version compacta del Reel to Reel para uso domestico y hasta que no afinaron la calidad del compuesto metalico de la cinta sonaba bastante mal, pero hay un mundo entre un reproductor marca blanca y cintas del alcampo a un reproductor Sony con soporte para cintas metal y Dolby noise reduction acompañado de cintas TDK Philips de Metal (tipo IV).
Aqui hay dos asuntos,
Las grabaciones antiguas son mejores, por dos razones
- Antiguamente se grababa en calidad maxima a Reel to Reel y se grababa todo, Hoy en dia se graba a un Disco duro directamente en PCM o DSD y se comprime. Basicamente el proceso de masterizacion de las grabaciones se ha economizado.
- Y la famosa guerra del volumen que le suben el volumen a todo lo que graban, y al subir el volumen le quitan rango dinamico.
Que es el rango dinamico, es la diferencia en DB entre la nota mas "fuerte" a la nota mas "debil" de la grabacion, Al amplificar todo reduces esa diferencia y la musica suena mas plana y saturada, y ademas al cargarte los picos todo lo que es bajos y agudos suenan como si pierden el impacto o en el peor caso directamente aparece el clipping que es cuando el sonido muestra artefactos donde la onda esta incompleta o cortada.
El asunto es que es mucho mas facil aplicar esa amplificacion en las grabaciones digitales, mientras que en las grabaciones analogicas suelen usar un master analogico (a no ser que sea un remaster) sin amplificar.
Hubo un caso curioso de un album de metallica que tenia un master digital pero para el CD usaron un Master amplificado (y con el rango dinamico comprimido) mientras que para el videojuego de guitar hero utilizaron un master sin amplificar, Todos los que compraron el CD estaban en pie de guerra porque la version de la cancion del videojuego sonaba bastante mejor que la version del CD gracias a esa amplificacion innecesaria.
El problema no es Vinilo contra CD o MP3/AAC contra Flac/DSD, Si no la calidad del master que se usa para generar la copia de la que vas a disfrutar.
Y considerando que la mayoria de personas usan cascos del chino conectados a su movil escuchando mp3 o streaming de spotify, para que se van a gastar las discograficas en hacer masters decentes...
franciscogutierrezruiz
Apreciados todos :
Unicamente os animo a escuchar un buen plato con un vinilo de los años 60-70 - en los cuales todos los registros eran analógicos - y luego .....!!! seguimos opinando sobre música con mayúsculas .!!!
Por cierto los vinilos no hacen " chisporroteos " en un sistema analógico con un mínimo de calidad .
Usuario desactivado
Pues para un volumen medio a mi me sirve con un triste MP3, siempre que no esté demasiado comprimido.
Eso sí, siempre con un amplificador medio decente, unos altavoces de calidad y unas cajas con un diseño medianamente estudiado.
Hoy hay reproductores que hacen maravillas con los sonidos deteriorados. Sí, no son HiFi, pero no busco que la música suene como de origen, busco que suene a mi gusto. Ecualizada.
radl
Una duda que me surge, desde el total desconocimiento ¿No se supone que el formato digital FLAC ya dispone de una calidad sonora HiFi similar a la de un vinilo? Se supone que es un formato sin perdidas ¿no?
kelkian
La música en Alta Fidelidad es un territorio bastante acotado para la gente que conoció los vinilos antes de salir los CD's, aunque hay algunas buenas excepciones. La gente que apuesta por la Alta Fidelidad ya empieza a tener unos años y cada vez menos ganas de gastar mucho dinero en equipos caros. La gente joven escucha música con su móvil, ni siquiera con un equipo con CD en casa, y la inmensa mayoría (en España) descarga ilegalmente música o la escucha a través de youtube con el formato que haya. Para muchísima gente "calidad" significa tener unos buenos auriculares para el móvil. Falta mucho para que la gente en general llegue a apreciar una buena calidad en el sonido que les llega a sus oídos
djdrmakinaitor
No sólo los melómanos y/o audiófilos.....sino también nosotros los dj's(y.... más concretamente en particular....los que somos de la old-skool pura y dura....que pinchamos exclusivamente sólo con vinilos..... bueeeeeeno.....vaaaaale.... también incluyo a los disc-jockeys que usan métodos híbridos que incluyan el uso de "plásticos" (con todas las combinaciones posibles que ello conlleva....por citar algunos ejemplos: CDJ's + vinilos + software.... vinilos + software...... CDJ's + vinilos....vinilos + cencerro + zambomba midi.... jajajajajajaja
..y así.....
Cuando hablo de vinilos.....me refiero a los standard.....no a los vinilos de código de tiempo o DVS..... pero..... bueno..... quizás pudiese ser extensible a ellos también(cada cual puede tener su opinión sobre el asunto....en fin....para gustos.... los colores.....
Vinyl forever!!!!!!
Elaphe
Lo que no entiendo el desprecio absoluto por un formato como el CD. Supongo que es por pura moda. Es barato, duradero, digital, con máxima calidad, tiene durabilidad, es pequeño y se puede usar en reproductores de CD, CDroms, DVDs, Blurays, etc. Tienes su carátula, su libreto e incluso puede ser un bonito digipack o en formato libro. Tienes acceso directo a cualquier pista y puedes ripearlo en un momento si así lo quieres. En definitiva, son todo ventajas y supongo que por eso triunfó en su momento. Pero ahora la gente parece que les da igual escuchar cutres mp3s online o bien prefiere comprar vinilos por puro postureo y coleccionismo aunque no tengan ni tocadiscos. Lo de la música en formato digital en flac me parece buena solución almacenada offline en algún dispositivo, sobre todo si quieres escucharla en cualquier sitio (no es mi caso en la mayor parte de las ocasiones), pero supone renunciar a todo el apartado físico de comprar el CD y esa sensación de poseerlo, tanto la música como lo demás. Lo de la música meramente online no me gusta por el hecho de tener que depender de una conexión o de unos servidores o de que pueda desaparecer cuando alguien lo decida. Claro que si eres de los que escucha nada más que la música de moda del momento en plan usar y tirar, puede ser la mejor opción. Yo soy de los que compra CDs, simplemente porque escucho música en mi casa, casi a diario. Mucha la oigo en cutres mp3s descargados a modo de evaluación, pero lo que realmente me gusta, lo compro en CD. Tengo ya unos 500, algunos ya de hace más de 30 años. Aquí no tengo problemas de humedad, así que no he visto ningún deterioro.
chekio
Quizá una foto de un DVS, un vinilo de código de tiempo reproduciendo un archivo digital, no sea la más adecuada para encabezar el artículo.
xaxiquesi
Como escribes un articulo realzando las virtudes sonoras y audibles del vinilo, y pones en portada una foto de un vinilo Traktor. Xataka style vamos.....
https://www.whybuynew.co.uk/accessories/other-accessories/native-instruments-traktor-vinyl-mk2-timecode.htm
pandiloko
Recuerdo ir en mi ciudad a una tienda de HiFi "de toda la vida" a comprar un equipo para mis padres y tener que discutir con el vendedor porque me decía que los CDs para probar el equipo si eran grabados sonaban peor. Eso me pareció muy grave porque se supone que ese señor no sabe de nada más que no sea HiFi y venir con tal afirmación es de juzgado de guardia. Desde entonces he perdido cierto respeto o más bien suelo cuestionar bastante las opiniones de gente que "lleva metido en el HiFi desde siempre".
El problema de fondo es que yo creo que aparte de mucho hipster que no tiene puta idea sin más, la generación "veterana" de audiófilos (vendedores y clientes) tiene unos conocimientos del mundo digital muy limitados y dan opiniones autoritarias apoyadas en su vasta experiencia de la tecnología analógica que hoy por hoy pierden validez frente a la realidad digital que vivimos.
Por no entrar ya en el factor comodidad y el consabido "good enough" que ha elevado el MP3 al status de estándar, que sé que esas cosas a un audiófilo le dan igual. Pero vamos que incluso en ediciones de alta calidad muchísimo más allá del rango humano a 24bit/96kHz podemos almacenar colecciones de música abrumadoras en mucho menos de lo que ocupa un giradiscos. Con mayor calidad, accesibilidad instantánea y todos las comodidades inherentes al formato digital. Yo es que no acabo de ver otro motivo para los vinilos que el postureo y la nostalgia.
necroid
Yo creo que el vinilo tiene mas de romantico que de otra cosa. Como bien dice Yavi no es justo decir que Hifi es sinonimo de vinilo, yo mas lo veo una negacion de la realidad para no abandonar su modo de negocio.
jnavarrosp
Es curioso que no se mencione al dj en este artículo. Hasta mediados de la década del 2000 (que fue cuando empezó a decrecer el formato vinilo para dj) Era relativamente sencillo encontrar 100 referencias en una tienda física de música para pinchar. Los Maxi, siempre han gozado de buena salud hasta ese momento, que irrumpieron fuerte las tiendas digitales de música electrónica, donde podías encontrar un formato más barato y cómodo de transportar.
Mirad una comunidad como Madrid en el año 99, cuando se suponía que el Vinilo estaba muerto y contad cuántas tiendas especializadas en vinilos para HiFi había (no de segunda mano, ojo) y cuantas para DJs. Os sorprenderías...
juan.f
No le demos vueltas, el auge del vinilo está única y exclusivamente en el interés de la industria. Suena objetivamente peor, se estropea con el uso y esas distorsiones a las que llamamos "calidez" son fácilmente emulables -si tanto te gustan- en digital. Y es que si hay un sector en el que la industria está capacitada para tomarnos el pelo es el de los melómanos: porque el peso de la percepción subjetiva es muy superior al del análisis objetivo de la calidad acústica, porque hay mucho snobismo, y porque doy fe de que incluso los catedráticos del sector acústico, en sus clases universitarias, te lo cuentan tal cual, diciendo que ellos se inventan soluciones acústicas donde la única eficacia está en un aspecto espectacular que justifique la factura más gruesa posible. Luego visitas la web de una tienda de sonido, ves que un fabricante tiene cables de alimentación que se venden a 32.000€ (sí, un cable schuko, ojalá los de Xataka dedicarais un día a estas estafas: http://www.studio-22.com/nordost/Odin-2_power-cord_5m.htm) y no te sorprendes de nada. Están aquí para timarnos, y el "regreso" del vinilo no es más que una tomadura de pelo.
victor-bcn
Comparar un vinilo con un CD es como comparar un VHS con un Blu-ray.
No tiene nada que ver,el vinilo es para nostálgicos y o para coleccionistas pero no trates de querer escuchar todas las frecuencias y harmonicos que te da un buen CD bien grabado.
El vinilo es para escuchar a los modern talking el CD es para escuchar flamenco,jass, clásica etc con todo su esplendor.
No me e pegado yo meses acondicionando una sala y montar un buen hifi para escuchar agudos sucios y chasquidos insoportables.
Aquí no hay discusión,es comparar la velocidad con el tocino.
dbrel
Son varios problemas.
El peor de todos es la Loudness war. Un CD suena tan feo como un mp3. Hay discos maravillosos musicalmente pero destrozados sonoramente. No vale la pena invertir ahí.
Luego los equipos sale más barato meterle luces y botones de "Bazooka bass", "max power", "mega bass".
Ejemplo: salió un Sony Muteki aquí en Sudamérica. Parece un árbol de Navidad, de calidad mala de sonido a precio de un setup decente de un Hifi, incluso ese Sony tal vez más caro, injustificable.
Tal vez la no obsolencia programada como pasa en otros dispositivos. Un buen equipo te puede durar años. Tengo un Hitachi del 80 si bien esta un poco baqueteado, todavía suena mejor que cualquier equipo actual de grandes superficies, y más potente que el Sony antes mencionado.
El mercado inalambrico está dando un empuje con precios y calidad.
Espero que de a poco se vaya tomando conciencia de un buen sonido es un viaje de ida, uno de los mejores viajes.
rojocinco
Esto de los vinilos yo creo que obedece más a una estrategia comercial para recuperar el control sobre los contenidos musicales que a otra cosa. Fabricar vinilos no es tarea fácil , no puede hacerlo el usuario final en su casa como el mp3 o el CD audio , los formatos digitales se les fueron de las manos. A finales de los 90 se empezaba a establecer la siguiente evolución en el mundo del audio digital , empezaba el mercado del nuevo HIFI digital con un formato de 24 Bits y no se si eran 96Khz que iba a sustituir al CD, pero llegó la irrupción del mp3 y se fue todo al carajo, el público habló claro: preferimos cantidad a calidad sobre todo si se descarga por internet y no se paga. Así se corto de cuajo la evolución del sonido digital que de haber seguido hoy sería muy , muy superior a cualquier vinilo en todo, por contra se fueron degradando los formatos de transmisión de contenidos de audio por la red. Ahora vienen estos listos y nos dicen que el vinilo suena mejor, venga ya , hombre lo que pasa es que el vinilo no se puede duplicar así como así y el entorno digital si, así que no os interesa hacer un formato digital que supere las limitaciones técnicas que tenía el CD cuando se creo.