Si los Griffin MyPhones se presentan como ideales para que los más pequeños no tengan futuros problemas de oído por reproducir música a un volumen demasiado elevado, podría ser que pronto el resto de usuarios también tengamos que habituarnos a reducir el volumen de lo que escuchamos.
Y es que la Unión Europa quiere limitar el volumen de los reproductores portátiles, pasando de un máximo de 100 dB a un máximo de 80 dB, una medida que quiere evitar posibles problemas a largo plazo. Según un estudio del año pasado, hasta un 10% de los usuarios de este tipo de reproductores podría sufrir daños en un futuro.
Además de la limitación de volumen, se haría una campaña de información para advertir de los peligros de escuchar la música demasiado alta. Todo ello se discutirá junto a los representantes de la industria hoy mismo, por lo que ya veremos cuál es la decisión final y cuando se acaba aplicando en caso de aprobarse esta decisión.
En mi opinión personal, lo mejor es usar unos buenos auriculares de tipo in-ear o de cinta que nos aíslen del ruido externo y no poner nunca el volumen del reproductor al máximo, pero considero que no se debería limitar por ley, simplemente porque no siempre usaremos el reproductor con unos auriculares, sino que también podemos hacerlo con unos altavoces externos y, en ese caso, resultar insuficiente el volumen máximo.
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