Las nueve mejores barras y bases de sonido por menos de 400 euros

A buena parte de los usuarios nos gustan los televisores estilizados y con marcos finos. Y los fabricantes lo saben. Por eso actualmente sus catálogos están repletos de modelos con un grosor mínimo y un diseño bastante cuidado, sobre todo en las gamas altas. Sin embargo, estas preferencias estéticas tienen un precio: el reducido volumen del recinto de las televisiones actuales repercute negativamente en su calidad de sonido porque limita mucho las prestaciones de los altavoces. ¿La solución? Recurrir a un equipo de sonido externo.

Esta carencia de los televisores actuales es la que ha provocado que aflore una nueva categoría de dispositivos de sonido, las barras y las bases de audio, diseñados específicamente para ofrecernos unas prestaciones sonoras superiores a las de las teles. Afortunadamente, para hacernos con una barra o una base de cierta calidad no es necesario que nos gastemos una fortuna. De hecho, hemos seleccionado los nueve productos que os proponemos en este post no solo por sus prestaciones, sino también porque ninguno de ellos supera actualmente los 400 euros. Aun así, hay un poco de todo: barras y bases de sonido, con y sin subwoofer externo, de entrada y gama media, muy recientes y un poco más antiguos… Pero todos tienen algo importante en común: una relación calidad/precio estupenda.

Esto es lo que debes tener en cuenta

Antes de seguir adelante me gustaría hacer un inciso. La mayor parte de los usuarios y muchos fabricantes llamamos a estos dispositivos barras de sonido, pero hay una denominación que describe mejor su función, y que, por esta razón, a mí me gusta más: proyectores de sonido. De hecho, algunos fabricantes la utilizan. Es evidente que tienen forma de barra, pero realmente el objetivo de muchos modelos es «proyectar» el sonido a nuestro alrededor para generar un campo sonoro lo más envolvente posible. En cualquier caso, para que la forma de referirme a ellos no represente una distracción a lo largo del post utilizaré la denominación «barra».

La principal diferencia entre las bases y las barras de sonido es que las primeras tienen un recinto con un volumen mayor que les permite incluir uno o varios altavoces de subgraves, mientras que las barras de sonido son más estilizadas y suelen recurrir a un subwoofer externo para reproducir las frecuencias más bajas. Otra diferencia importante es que las bases nos permiten colocar el televisor directamente encima de ellas, mientras que las barras deben estar ubicadas junto a la peana, o bien por encima de la tele (en una balda o fijadas directamente a la pared).

Si el espacio no es un problema y podemos permitirnos instalar alrededor de nuestra tele un conjunto de altavoces 5.1, o 7.1, obtendremos una escena sonora con una mayor habilidad a la hora de envolvernos, y también capaz de posicionar las fuentes de sonido en el espacio con más precisión y estabilidad de las que nos ofrecen las barras y las bases de audio. Sin embargo, estos últimos dispositivos también tienen varias ventajas que merece la pena considerar, y que para muchos usuarios pueden marcar la diferencia entre tener que conformarse con el sonido de su tele, o hacerse con un dispositivo que les ofrezca unas prestaciones sonoras convincentes.

Las barras y las bases de sonido son fáciles de instalar, ocupan poco espacio y algunas de ellas nos ofrecen un sonido muy convincente tanto con películas como al escuchar música

Comparadas con un equipo de 5.1 altavoces, las barras y las bases de audio no solo ocupan menos espacio; también son más fáciles de instalar y resultan menos «agresivas» desde un punto de vista estético. Además, muchas de ellas nos ofrecen un sonido muy convincente. Eso sí, antes de elegir la vuestra fijaos bien en el número y tipo de altavoces que incorporan, en las características de la amplificación que los va a excitar, en los formatos de audio que son capaces de procesar y en su conectividad. Estos son los modelos que os proponemos por debajo de 400 euros.

Boston Acoustics TVee Model 26

Esta marca no es tan conocida como la mayor parte de sus rivales en este post, pero ha conseguido labrarse una reputación muy sólida en el mercado de la alta fidelidad gracias a la calidad de sonido de sus productos. Y esta barra de sonido pinta realmente bien. Como podéis ver en la fotografía, es uno de esos diseños acompañados por un subwoofer inalámbrico, lo que asegura unos graves, cuando menos, dignos.

Pero probablemente su principal cualidad es la tecnología HHRT (Hyperbolic High Rigidity Transducer) utilizada en sus altavoces, una innovación que pretende garantizar la integridad estructural de los transductores en régimen dinámico, y que, por tanto, contribuye a mantener la distorsión bajo control cuando la dinámica y el nivel de presión sonora «aprietan». Un apunte curioso que nos permite entrever que estamos ante un producto cuidado: los botones del panel frontal de esta barra de sonido son sensibles al tacto.

Cambridge Audio Minx TV 2

A esta marca le sucede lo mismo que a Boston Acoustics: es relativamente poco conocida por el gran público, pero, sin embargo, se ha ganado «a pulso» un hueco en el mercado de los productos de alta fidelidad de calidad. La cualidad más atractiva de prácticamente todas sus soluciones es su estupenda relación calidad/precio, y esta base de sonido no es una excepción. Sin embargo, esta no es ni mucho menos la única característica que merece la pena que tengamos en cuenta.

Hasta el momento he podido escuchar cerca de una decena de cajas acústicas de Cambridge Audio, y todas ellas incorporaban altavoces de una calidad superior a la que parecía indicar su precio. Por esta razón estoy convencido de que este modelo no solo rendirá bien con las películas, sino también con la música, lo que lo hace muy apetecible para aquellos usuarios que van a usarlo para reproducir los temas que tienen en su smartphone o tablet. Un último apunte: es compatible con el códec aptX, por lo que debería sonar bien aunque optemos por utilizar la conexión Bluetooth.

Denon DHT-T100

Esta base de sonido demuestra que con frecuencia podemos encontrar este tipo de dispositivos a un precio mucho más atractivo que el propuesto oficialmente por el fabricante. De hecho, su precio «oficial» es 349 euros, pero es relativamente fácil encontrarla por unos 200 euros debido, en parte, a que está disponible el modelo T110. Esto, lejos de hacer a la T100 menos interesante, dota a esta base de una relación calidad/precio mayor.

En cualquier caso, ciñéndonos a sus características, esta propuesta se desmarca de la mayor parte de sus competidoras no solo por su formato de base de audio, y no de barra de sonido, sino también por recurrir a un diseño de dos vías que no apuesta por altavoces de gama completa. De hecho, la T100 tiene dos tweeters de media pulgada y dos altavoces de medios/graves de 5 pulgadas, lo que, en teoría, debería permitirle generar un sonido más detallado. Además, el mayor volumen de su recinto, si la comparamos con las barras de sonido, anticipa unos graves más contundentes.

Onkyo LS-T30

Esta base de sonido se encuentra justo en el límite de precio que hemos fijado para esta selección de productos, pero merece la pena incluirla porque tiene varias características que la hacen interesante para un abanico de usuarios amplio. Destaca, sobre todo, por su construcción. Y es que su recinto no es de plástico, que es el material utilizado por otros fabricantes en sus productos de precio competitivo, sino de madera de buen grosor, lo que permite a esta base soportar cargas de hasta 60 Kg. Esto la hace interesante si tenemos un televisor de muchas pulgadas relativamente pesado.

Por otro lado, su dotación de altavoces no está nada mal. De hecho, incorpora cuatro transductores de 6,5 cm y un subwoofer de 16 cm «atacado» por un amplificador en clase D de 25 vatios, lo que, unido a un recinto con un volumen relativamente amplio, asegura unos graves muy dignos. Eso sí, el subwoofer está alojado en la base con la intención de reforzar los graves utilizando el rebote de la onda sonora entre el recinto y el mueble, una solución que entrega graves contundentes pero, a la vez, poco definidos. Aun así, es una base de sonido apetecible.

Pioneer SBX-N500

Esta es otra de esas barras de sonido que nos permiten prescindir de un subwoofer dedicado, por lo que es interesante si tenemos poco espacio disponible. Además, como podéis ver en la fotografía, su diseño le permite pasar bastante desapercibida, una característica que puede gustar a aquellos usuarios que prefieren un dispositivo que llame la atención lo mínimo posible.

De su sonido se encargan dos altavoces de gama completa, dos woofers para graves y un amplificador en clase D de 140 vatios, por lo que podemos esperar unas prestaciones, cuando menos, muy dignas. Pero en lo que realmente se desmarca es en materia de conectividad debido a que no solo incorpora WiFi y Bluetooth; también es compatible con Miracast y DLNA, lo que la posiciona como una opción apetecible si queremos integrarla en una red en la que también hay smartphones, tablets u ordenadores.

Polk Audio IHT 5000

Si hubiésemos preparado esta selección de barras de sonido cuando este producto de Polk Audio llegó al mercado no habríamos podido incluirlo, a menos que hubiésemos decidido incrementar el límite máximo de precio. Y es que aunque oficialmente cuesta 499 euros podemos encontrarlo sin dificultad por 300 euros. Y en estas condiciones esta barra de sonido con subwoofer inalámbrico tiene una estupenda relación calidad/precio.

El fabricante estadounidense Polk compite en el mercado de la alta fidelidad desde 1972, y sus diseños siempre han destacado por la calidad de sus altavoces. Por esta razón, a pesar del reducido grosor de su recinto podemos esperar encontrar unos transductores cuidados, y, sobre todo, competentes tanto para cine en casa como a la hora de escuchar música. Una característica curiosa de este producto: incluye un sistema de programación que permite manejarlo desde el mando a distancia de la tele.

Sony HT-CT180

El estilizado recinto y el diseño sobrio de esta barra de sonido la hacen apetecible para aquellos usuarios que prefieren optar por un dispositivo que pase lo más inadvertido posible. No obstante, no debemos menospreciarla por su discreción debido a que cuenta con algunas de las tecnologías utilizadas por Sony con éxito en sus equipos de audio, como la amplificación S-Master o el procesado ClearAudio+, lo que debería garantizar unas prestaciones sonoras de cierto nivel.

Eso sí, antes de hacernos con ella debemos tener presente que está acompañada por un subwoofer inalámbrico que se encarga de reproducir el extremo grave, por lo que tendremos que encontrar una ubicación adecuada para este altavoz si queremos sacarle el máximo partido. Por otra parte, esta barra de sonido puede ser interesante para aquellos usuarios que tengan un smartphone o una tablet de última generación debido a que no solo incorpora conectividad Bluetooth, sino también NFC, por lo que la negociación de la conexión inalámbrica es muy sencilla.

Tannoy BaseStation One

Esta marca británica es otra de las veteranas del mundo de la alta fidelidad que ha decidido entrar en el mercado de las bases de audio domésticas. Y su veteranía se nota. De hecho, lo que hace diferente a esta base de sonido es su construcción debido a que su recinto está dividido internamente en varios compartimentos para cada grupo de altavoces, y, además, incorpora refuerzos similares a los que podemos encontrar en las cajas acústicas de calidad.

Por otra parte, Tannoy no se ha andado «con chiquitas» con este producto. Es un diseño de tres vías que combina dos tweeters de cúpula de aluminio, dos altavoces de medios con diafragma de polipropileno y dos woofers, también con cono de polipropileno. Como veis, su dotación de transductores es la más ambiciosa de todos los productos que hemos seleccionado, lo que unido a una construcción de primera línea posiciona a esta base de sonido como una de las más apetecibles de este post.

Yamaha YAS-93

Si tu presupuesto es limitado y andas justo de espacio, es posible que esta barra de sonido te interese. Actualmente podemos encontrarla sin dificultad por poco más de 150 euros, y, además, los altavoces que se encargan de reproducir el extremo grave están integrados en el recinto de la propia barra, por lo que no es necesario instalar un subwoofer adicional. Esto nos permite ahorrar espacio, pero, por otra parte, sus graves no pueden tener la pegada que nos ofrece un subwoofer dedicado.

Aunque su dotación de altavoces es bastante sencilla (dos laterales con diafragma de dos pulgadas y media y dos woofers de tres pulgadas), merece la pena tener esta barra en cuenta por su competente amplificación, que es capaz de suministrar 30 vatios a cada altavoz de gama completa y 60 vatios a los woofers con una distorsión armónica razonable. Además, los productos de Yamaha suelen ser bastante musicales, lo que les permite ofrecer un sonido cuidado tanto en cine como al escuchar música. Sin duda, esta YAS-93 tiene una relación calidad/precio muy interesante.

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